El pecado de David fue muy grave pero se trató de una excepcional metida de pata, que no refleja su personalidad. Por ende, no perdió su reinado debido a dicho pecado.
Al escuchar David la reprimenda de Natán, sólo atinó a pronunciar dos palabras: “He pecado contra Dios” (versículo 13). No cabe duda de que estas palabras contienen un poder inherente. Otros reyes que experimentaron la reprimenda de un profeta, reaccionaron de maneras totalmente diferentes. Hubo reyes que se encolerizaron y ordenaron causarle daño al profeta; otros intentaron abstraerse de la culpa. David, a diferencia de ellos, reconoce su pecado, no se enoja con el profeta ni intenta de justificar sus actos. Dicha reacción fue altamente apreciada, y por consiguiente, el profeta Natán le anuncia a David que su arrepentimiento ha sido aceptado de inmediato y se salvó de la muerte: “Dios ha quitado tu pecado, no morirás” (versículo 13)
Pero aún queda pendiente el interrogante acerca de ¿por qué Shaúl perdió su reinado por un pecado, mientras que David no lo perdió por un hecho aparentemente, mucho más grave desde todos los aspectos?? Aparentemente, la diferencia reside en la reacción de ambos tras la reprimenda del profeta: Shaúl se mostró muy vacilante e intentó abstraerse antes de reconocer plenamente su error (principalmente, en el episodio con Amalek, Shmuel I, capítulo 15), mientras que David, por su parte, como fuera mencionado, lo reconoció de inmediato. No obstante, antes de la reacción de David no fue mencionada en absoluto la posibilidad de la pérdida de su reinado: el texto dice explícitamente, que la reacción de David sólo anuló la sentencia de muerte, pero nada se dijo acerca de la continuidad de su reinado. Y tal vez, la pregunta vuelve a ser planteada: ¿Por qué David no perdió su reinado, tal como lo perdiera Shaúl? Aparentemente, el episodio de Bat Sheva es una dura caída excepcional de David, pero no refleja su personalidad global. Frente a esta caída, asoma la grandeza de la personalidad de David como fuera expresada en distintos hechos del pasado, y en la cuenta global puede concluirse que David aprendió la lección, y que el grave episodio refleja la excepción, y no lo habitual. A diferencia de Shaúl, cuya caída reflejó una problemática vital en su capacidad de liderazgo, y por ello, perdió su reinado.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”