¿Cuál es la diferencia entre volver “a” y regresar “hasta”? ¿Y en qué se diferencia Hoshea del resto de los profetas, que convocaron a la Teshuvá, al arrepentimiento y al retorno del pueblo de Israel?
El llamado a la Teshuvá por parte de Hoshea en el final del libro, genera una buena esperanza. Si hay Teshuvá, arrepentimiento y retorno, pues significa que no hay un veredicto final. En la primera parte del capítulo, hay una dirección lenta y progresiva en la cual Dios le solicita a Israel que retornen a Él. Tal vez sea el elemento más singular y bello de este capítulo. Todos los profetas convocaron al retorno de Israel, señalaron el rumbo pero no le mostraron a Israel la senda.
La lectura del capítulo es comparada con una clase de instrucción práctica. El docente o el instructor está junto al educando que estudia, y le transmite, con pasos medidos, las lecciones de retorno a Dios. El propio retorno de los hijos de Israel siempre se dio a partir del desaliento y el pánico. Aquí la instrucción es más lenta. En el primer paso, Hoshea les solicita retornar “hasta” Dios y no “a” Dios. La diferencia entre ambos es muy grande. El que retorna “a”, desea un resultado inmediato y rápido, no tiene paciencia para el proceso y no tiene capacidad para medir sus pasos. Pero el profeta Hoshea frena el impulso de la Teshuvá y enseña a las generaciones volver “hasta”: el verdadero retorno y profundo no se dará mediante los saltos adecuados sino a través de pasos medidos. Se trata de una etapa previa que comienza por el reconocimiento del pecado. Es el momento crítico en el cual el pecador está en condiciones de mirar de frente y reconocer el error.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído del libro “Shmoná Neviim Beavotot Ahavá”, editorial Yediot.