Volver a dar la Torá

Volver a dar la Torá

 

Eliahu experimentó un evento que recuerda mucho al evento en el Monte Sinai, aunque con algunas diferencias. Parece que dichas diferencias vienen a manifestar una forma de comportamiento diferente que se requiere de Eliahu en ese momento.

Eliahu se dirige al desierto, al huir de Izevel, que desea matarlo. En el trayecto, se duerme debajo de una retama y allí encuentra un ángel que le indica que coma. Fortalecido por la comida, camina cuarenta días y cuarenta noches hasta Joreb.

No pueden ignorarse las marcadas alusiones de semejanza que se infieren aquí con el evento en el Monte Sinai, pero hay también leves diferencias. La retama nos recuerda a la zarza, siendo que en ambos eventos se registra la revelación de la palabra profética que precede al evento propiamente dicho. Inmediatamente después, es mencionada la época de cuarenta días y cuarenta noches, pero aquí figura con una significativa modificación. Moshé no comió ni bebió en todo ese período, mientras que en referencia a Eliahu se menciona que comió y bebió, y es eso lo que le dio la fuerza para caminar.

¿Cuál es el sentido de esta comparación con el evento en el Monte Sinai y cuál es el significado de las diferencias?

Veremos que la respuesta a ello, aparece en la continuidad del relato, en el momento en el cual Dios le pregunta a Eliahu, acerca de su destino en el mundo (“¿Qué haces aquí, Eliahu?”, versículos 9- 13). Eliahu responde que su función es ser celoso de Dios en contraste con el pueblo que profana el nombre de Dios, mata a sus profetas y practica la idolatría. Dios le muestra a Eliahu un escenario similar al del Monte Sinai-un viento fuerte, ruido y fuego-sin embargo, también aquí hay una diferencia y es que hay “una voz callada y suave” (versículo 12). Parece que Dios le insinúa aquí a Eliahu que ahora debe mostrarse la Torá al mundo, de un modo diferente. Si hasta ahora la aparición de la Torá era una especie de temor reverencial que se manifiesta mediante el ayuno, el ruido y un fuego ardiente, he aquí, que ahora debe adoptarse una forma más suave que se refleja mediante la comida, y una voz callada y suave. Se debe llegar al pueblo por vías agradables y así transmitirles la Torá. Eliahu no interpreta el mensaje y repite su respuesta anterior, en la que se refleja su marcada crítica contra el pueblo y su enfoque celoso. Debido a ello, Dios le ordena que unja a Elishá como profeta en su lugar.

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