Y quedarán absueltos ante el Señor y ante Israel

Y quedarán absueltos ante el Señor y ante Israel

Moshé Rabenu percibe el comportamiento de los hijos de Gad y de los hijos de Reuben como un fracaso social y se pregunta qué dirán al respecto las otras tribus. Resulta que la  honestidad para con la gente de nuestro entorno, también forma parte del balance que debemos hacer con nosotros mismos, antes de tomar cualquier decisión.

Una lectura puntillosa de los conceptos de Moshé habrá de revelar que Moshé produce un nexo entre dos componentes de la existencia del pueblo judío. Después de concluir su discurso ante las tribus rebeldes, él utiliza una expresión singular: “Y quedarán absueltos ante el Señor y ante Israel” (Versículo 22). Moshé comprende que la problemática de la conducta de las tribus va más allá de la cuestión religiosa acerca de si pueden permanecer en la tierra apta para el rebaño allende el Iardén. Él percibe la actitud de ellos como un fracaso social, y se cuestiona sobre qué dirán al respecto las otras tribus. También esto forma parte del balance que una persona debe realizar consigo mismo antes de tomar cualquier decisión. El deber de un hombre o líder israelita es doble. Él debe ser recto consigo mismo y con su conciencia, íntegro con su Dios. No obstante, ello no es suficiente: también hay una verdad que se percibe, una verdad pública.

El deber de ser honesto con la gente de nuestro entorno, también forma parte de nuestra vida. Nuestros Sabios relatan en el Talmud acerca de las diversas normas reglamentadas para los dirigentes públicos a fin de impedir la difamación contra ellos, reglas que fueron impuestas a partir del versículo “y quedarán absueltos ante El Señor y ante Israel” (Versículo 22) que figura en nuestro capítulo. En la bendición posterior a la comida, estamos acostumbrados a pronunciar “y hallaremos gracia y comprensión buena ante los ojos de Dios y de los hombres”; nuestra aspiración espiritual es, que el compromiso con estos principios nos guíe siempre en nuestro quehacer. Cabe poner atención en el orden de las palabras: “Dios” antes que “el hombre”. El compromiso del hombre con los valores absolutos en los que cree y defiende, es anterior al hecho de hallar gracia a los ojos de la sociedad; pero también tiene un lugar preponderante en nuestro marco de consideraciones y no estamos exentos de hacer referencia a ella.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Parashá baktaná" publicado por "Maguid".

 

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