Linea de tiempo
Zejariá
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1
Los caballos
Las visiones de Zejaria
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2
Los cuernos y el hombre que tenía en su mano un cordel de medir
Las visiones de Zejaria
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3
Iehoshúa el Sumo Sacerdote
Las visiones de Zejaria
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3
Iehoshúa el Sumo Sacerdote
Las visiones de Zejaria
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4
El candelabro y Zerubabel
Las visiones de Zejaria
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5
El rollo, la Efá y las mujeres
Las visiones de Zejaria
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6
Los carros y la elaboración de coronas
Las visiones de Zejaria
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7
La cuestión de los ayunos y la respuesta del profeta
La comitiva de Babel y la respuesta del profeta
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8
Profecía de redención
La comitiva de Babel y la respuesta del profeta
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9
Castigo a los pueblos y salvación
castigo a los pueblos y salvación
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10
Salvación para Iosef y Iehudá
castigo a los pueblos y salvación
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11
Castigo a los pueblos y el episodio del pastor
castigo a los pueblos y salvación
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12
Castigo para aquellos que acechan a Ierushalaim
castigo a los pueblos y salvación
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13
La eliminación de los profetas falsos
castigo a los pueblos y salvación
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14
La guerra de Dios contra los pueblos en Ierushalaim
castigo a los pueblos y salvación
lior
Zejariá 7 Versículo 1
Y sucedió que en el año cuarto del rey Darío vino la palabra del Señor a Zejariá el cuarto día del mes noveno, en Kislev.
El comentarista explica que las visiones proféticas que habían tenido los profetas, como Jagai y Zejariá, en el año segundo de Darío, habían cesado, pues aún no había sido concluido el Templo y la presencia Divina no había regresado a Jerusalem, pero en esta ocasión, a causa del cuestionamiento que le van a plantear en los próximos versículos, Dios se revela a Zejariá y les responde.
Daat Mikrá dice que se trata del año 68 después de la destrucción del primer Templo y dos años antes de que se inaugure el segundo Templo.
Don Isaac Abarbanel hace una extensa introducción a este tema en donde reprende y condena la actitud de los judíos que se quedaron en Babel y no regresaron a la tierra de Israel a pesar que los profetas, en nombre de Dios los instaban a retornar. Aclarando que no solamente los judíos de Babel no regresaron, sino que tampoco lo hicieron aquellos judíos que estaban en Egipto, en las tierras aledañas a Israel, como así tampoco los que habían huido a Grecia, pues esperaban una redención mucho más ostentosa en que Dios obrara milagros por ellos y limitándose ellos mismos a esperar paciente y pasivamente.
Según Abarbanel, el motivo por el cual detalla la fecha en esta profecía, es porque, en esa fecha, los dignatarios de Babel llegan para implorar el favor del Eterno, para especificarnos que la construcción del segundo Templo estaba casi terminada. Y entonces comprender mejor el motivo de la consulta de esa delegación.
Dice que especifica el mes diciendo que se trata de Kislev, porque ese nombre, suena parecido a: kesel, término hebreo para designar tontera o necedad, tal como dice en el salmo de Shabat: Uksil lo iavin et zot (el tonto no comprende esto)
Zejariá 7 Versículo 2
Bet El fueron enviados Saretzer, a Reguem Melej (Rey) y a sus hombres a implorar el favor del Eterno,
Acorde a la opinión de la mayoría de los comentaristas, esta es una
delegación enviada por la gente de Babel. No obstante, existe una diferencia acerca de cómo entender el término Bet El.
Para Rashí y Metzudat David, Bet El es el lugar a donde se los envía, y no se refiere a la ciudad de Bet El, sino a Jerusalem, en donde está la casa de Dios (Bet El en hebreo quiere decir: Casa de Dios)
Radak y Daat Mikrá sugieren que Bet El, es el nombre de uno de los hombres de aquella comitiva.
Don Isaac Abarbanel sugiere una tercera opción y dice que en realidad Bet El no es el nombre de una persona ni tampoco se refiere al Templo de Jerusalem, sino que se refiere al nombre de una sinagoga, (tal vez la comunidad más importante de Babel) desde esa comunidad, aprovecharon que estas personas subían a Israel a rezar en el Templo de Jerusalem, entonces les pidieron que consulten a los profetas o a los sacerdotes por la cuestión que menciona en el próximo versículo.
Reguem Melej (Rey) casi todos los comentaristas concuerdan que, aquí, cuando dice: Melej (que en hebreo quiere decir rey) no se refiere a que se trataba de un rey, sino que es un nombre personal, o un servidor del rey.
Zejariá 7 Versículo 3
y a decir a los sacerdotes que eran de la casa del Señor de los ejércitos, y a los profetas, decir: ¿Debemos llorar en el mes quinto y abstenernos como lo hemos hecho durante tantos años?
Daat Mikrá explica que los cohanim, en aquella época, eran los sabios que impartían la ley y enseñaban al pueblo la Tora. Los profetas, eran los que transmitían la palabra que Dios les decía en algún momento o época en especial, en ese entonces estaban con ellos los profetas: Jagai, Zejariá y Malají.
El quinto mes, correspondía al mes de Av, que fue cuando se destruyó el Templo y que era conmemorado como fecha de luto, duelo y ayuno nacional.
Radak, condena categóricamente la actitud de los judíos de Babilonia que no retornaron a Israel y dice que se trataba de gente de una fe muy endeble y no creían que en realidad se estaba reconstruyendo el Templo de Jerusalem y que había llegado la hora de finalizar ese primer exilio.
El comentarista Malvim, dice que en realidad la pregunta era específicamente sobre el ayuno del 9 de Av, a pesar que, como ya lo había aclarado en el primer versículo, estaban en el mes de Kislev, y en ese mes precisamente están cercanos del ayuno que se conmemora el del 10 de Tevet, pues su intención era saber si debían seguir guardando duelo por la destrucción del Templo o no, y es por eso que preguntan por el día más central de la destrucción que ocurrió en el mes de Av, si la respuesta fuese que ya no hace falta ayunar en el mes de Av, entonces, deducirían que no deben hacerlo en las demás fechas que conmemoran sucesos claves en lo que luego desembocará con la destrucción del Templo.
No obstante, el ayuno del séptimo mes, que conmemora el asesinato de Guedaliá, quien fuera el gobernador dejado a cargo de Jerusalem, por parte de Nabujadnetzar, luego de destruir la ciudad y el templo, la gente de Babel consideró que de seguro ese ayuno debería anularse, pues el pueblo de Israel había regresado a Jerusalem y pudieron establecerse y asentarse en la ciudad con sus propios gobernantes reconocidos por Babilonia.
Malvim enumera una serie de sucesos que no se daban en este segundo Templo, y que les hacía dudar a los judíos de Babel si realmente debían considerar al templo como reconstruido y operante, o tal vez aun no debía dársele ese estatus. Entre las cosas que aún faltaban eran:
Abarbanel dice que el motivo por el cual hacen esta pregunta, tiene que ver con que al ser que, tal como dijo Malvim, en el segundo Templo faltaban muchas cosas que había en el primero, y por eso la Presencia Divina no posaba sobre él, entonces, podría considerarse a este segundo Templo que estaban construyendo, como un simple lugar de oración, tal como los demás que había en Babilonia, es por eso que consultan si realmente podrían considerar que finalmente la redención había llegado o aun no y por lo tanto deberían continuar ayunando en esa fecha.
Otro punto que aclara Don Isaac Abarbanel es que el motivo por el cual repite dos veces en el versículo la palabra: decir es porque el primero se refiere a los miembros de esa comitiva, que debían “decirles” a los sacerdotes y los profetas lo que les habían mandado a preguntar la gente de Babel, y el segundo, hace referencia a lo que los cohanim y profetas debían “decirles” en Nombre de Dios a aquellos hombres.
Y hacen hincapié solamente en el ayuno del quinto mes, porque al ser que los judíos regresaron a su tierra y se instalaron en ella y, si bien no tienen independencia, disponen de una cierta autonomía, los demás ayunos que fueron instaurados para conmemorar la pérdida de autonomía, y el exilio lógicamente no tendría sentido de continuarlos, pero el ayuno del quinto mes que conmemora la destrucción del Templo, al ser que el templo no está plenamente en sus funciones, hay lugar a la pregunta ¿si debe continuar o también ese ayuno debe cesar?
Otra posibilidad de entender esta pregunta, es que ellos preguntan específicamente para los habitantes de Babel, es decir, tal vez, la gente de Jerusalem, por ser que ellos ya han vuelto y están viendo la construcción del Templo, tal vez, ellos no deberían llorar ni abstenerse de comer y beber o todas aquellas cosas que se habían decretado a causa de la destrucción de Jerusalem, como ser: no realizar casamientos en determinadas fechas, o entristecerse en esa época, etc.; pero la gente de Babilonia, que aún sigue exiliada, tal vez ellos sí deberían mantener plenamente vigente las costumbres de lamentarse, llorar y ayunar en esas determinadas fechas.
O tal vez, por ser que el pueblo había comenzado a retornar, solo debían ayunar, pero no lamentarse o llorar por la destrucción por ser que el Templo se estaba reconstruyendo.
Zejariá 7 Versículo 4
Entonces vino a mí la palabra del Señor de los ejércitos, diciendo:
Este versículo es la continuación del versículo 1 que fue interrumpido para explicar el contexto de por qué Dios le dice esta profecía.
Zejariá 7 Versículo 5
Habla a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes, y di: “Cuando ayunabais y os lamentabais en el quinto y el séptimo mes durante estos setenta años, ¿Acaso tiene que ver conmigo el ayuno?
Metzudat David señala que Dios no les responde a aquellos individuos que fueron enviadas desde Babel, a pesar de que eran personas importantes, pues Dios los desprecia al ser que no retornaron junto con sus hermanos a la tierra de Israel. Es por eso que Dios se dirige a los que están en la tierra de Israel, y sí han escuchado Su voz.
Daat Mikrá explica que al decir: pueblo de la tierra se refiere a todos aquellos individuos que estaba presentes allí además de los cohanim. Y el motivo de la pregunta retórica que hace, es con el objetivo de explicarles que ese cuestionamiento no es solamente para las personas que viven en Babel, sino que es una pregunta que atañe a todos los judíos independientemente de dónde vivan.
Malvim sostiene que el pueblo judío fue encomendado en ir en pos de los caminos de Dios, de hacer justicia, obrar bondad, etc., es por eso que especifica que Él no ayuna ni come, por lo tanto, esos ayunos no son cosas que tiene que ver con lo que Él les encomendó.
Don Isaac Abarbanel dice que Dios le responde que han cometido dos errores, uno al separar el ayuno de las lamentaciones, pues los dos son una misma cosa, no tiene sentido mantener un ayuno meramente para rememorar una fecha, si ello no conlleva una lamentación y arrepentimiento profundo.
El segundo error, fue haber separado entre el ayuno del quinto mes y el ayuno del séptimo mes, que conmemora el asesinato de Guedaliá, y con ella la falta de líder en Israel y el consecuente exilio del remanente del pueblo que aún quedaba en Jerusalem. Pues ambos causaron que el pueblo salga al exilio. Por lo tanto, no hay duda que el ayuno del quinto mes y el del séptimo mes, son iguales en tenor y consecuencia.
No obstante, hay un tema que todos los comentaristas concuerdan y es que, al preguntar Dios ¿Acaso tiene que ver conmigo el ayuno? Se refiere, a que Él no fue el que estipuló esos ayunos, por lo tanto, no es Él el que debe anularlos, sino que deben ser los sabios, que fueron los que lo establecieron, analizar y decidir, si los motivos por los cuales fueron impuestos esos ayunos aún siguen en pie o ya no y por lo tanto deben ser anulados.
Zejariá 7 Versículo 6
Y cuando coméis y bebéis, ¿Acaso no coméis y bebéis para vosotros mismos?
Rashí sostiene, que Dios les expresa, que el ayuno es algo que hacen para un provecho propio de ellos, y que eso no le agrega nada a Dios, por lo tanto, no es a Él a quien deben dirigirse con esa pregunta, sino a los sabios.
Don Isaac Abarbanel dice que Dios quiere dejarles en claro, que la redención o el regreso de la Presencia Divina en el Templo, no dependen de ayunos o abstinencias, sino de un cambio de actitud, pues el dejar de beber y comer, o el comer y beber no es algo que Dios valore por sí mismo. Tal como dice en el libro del profeta Yoná, cuando todos los habitantes de la ciudad de Nínive, a la que Dios iba a destruir a causa de sus pecados, al enterarse, ellos decretan un ayuno de tres días, y allí no dice que Dios observó su ayuno y no destruyó a la ciudad, sino que dice: y vio Dios los actos de la gente de Nínive que habían cambiado, y no destruyó la ciudad.
Zejariá 7 Versículo 7
¿Acaso no son las palabras que el Señor proclamó por medio de los antiguos profetas, cuando Jerusalem estaba habitada y próspera, con sus ciudades a su alrededor, y el Neguev y la tierra baja estaban pobladas?
Acorde a la opinión de los comentaristas, este versículo que, aparentemente está incompleto, no se entiende a primera vista su mensaje, lo que viene a decir es que Dios ya había proclamado anteriormente, cuando estaban plácidamente instalados en sus tierras regidos por un rey judío y gozando de plena independencia, entonces, en aquella época, les recriminó mediante los antiguos profetas (Ieshaiahu, Iejezkel, Irmiahu y demás) para que se encaminen en la senda de Dios, tal como lo dirá en los versículos 9 y 10, pero ellos rehusaron escuchar.
Zejariá 7 Versículo 8
Entonces vino la palabra del Señor a Zejariá, diciendo:
Acorde a la opinión de Radak, Malvim y Daat Mikrá, la intención de este versículo no es decirnos que esta es una nueva profecía o que la anterior se había interrumpido y ahora se retoma, sino que, también a Zejariá Dios le dijo lo que había dicho a los antiguos profetas, tal como citó en el versículo anterior.
Zejariá 7 Versículo 9
Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Juicio verdadero juzgad, y misericordia y compasión practicad cada uno con su hermano.
Don Isaac Abarbanel dice que este versículo debe entenderse como si dijera: Así ha dicho el Señor de los ejércitos a los antiguos profetas:
Maari Kra, dice que Dios le informa al pueblo que Él no se complace con los ayunos, sino que el camino que es grato ante Dios es la práctica de la justicia y equidad, misericordia y bondad.
Malvim agrega que, si el pueblo va a actuar de esa manera, entonces Dios actuará con ellos así y castigará a sus enemigos y derramará sobre Su pueblo bendición y misericordia.
Este precisamente era el actuar de nuestro patriarca Abraham que al ver que Dios se conducía con justicia, equidad y misericordia, entonces él mismo actuaba así y a toda su casa encomendaba para que adoptara esta actitud y modo de vida, tal como Dios dice en Bereshit 18:19 Pues Yo sé que encomendará a sus descendientes para que transiten por el camino de Dios obrando justicia y bondad.
Este mensaje no solamente era para los habitantes de Babel, sino también para los que habían regresado ya a Jerusalem, no debemos olvidar, que, tal como lo relata Nejemiá, se comportaron duramente con sus hermanos necesitados, oprimiéndolos y siendo implacables en el cobro de las deudas, hasta el punto que muchos de sus hermanos debieron perder sus tierras o venderse como esclavos al no poder pagar sus deudas.
Zejariá 7 Versículo 10
No oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre, ni penséis el mal en vuestros corazones unos contra otros.
Radak explica, que, justamente este tipo de personas, que son los más endebles y que no pueden defenderse, deben ser protegidos, para que no sean abusados por los demás, pues, desgraciadamente, aun hoy en día, la gente suele aprovecharse de este tipo de personas, pues al no poseer el poder o no contar con influencia suficiente, son fáciles de estafar, algo que no sucedería si se tratase de alguien poderoso o bien muy influyente, pues temerían de él.
No solo evitar dañarlos económicamente, sino también moral o anímicamente.
Y al prohibir aun pensar de esta manera, entonces nunca se llegará a que suceda en la práctica, pues los pensamientos anteceden y llevan a la acción.
Malvim dice que este versículo es un detalle del anterior, pues cuando dijo: Juicio verdadero juzgad, se refiere a lo que dice aquí: No oprimáis a la viuda, al huérfano y cuando dijo: y misericordia y compasión practicad es lo que dice aquí: ni penséis el mal en vuestros corazones unos contra otros
Zejariá 7 Versículo 11
Pero ellos rehusaron escuchar y volvieron la espalda rebelde y se taparon los oídos para no oír.
Las personas de aquella generación, a la que Dios les había hablado por intermedio de los antiguos profetas, se negaron a recibir el mensaje.
Radak dice que hay dos actitudes, una peor que la otra: aquellos que cuando alguien les habla, permanecen indiferentes sin prestar atención y siguen haciendo sus cosas normalmente, como si le dieran la espalda al que les está hablando pues no le están prestando intención, y, por otro lado están, aquellos que a propósito se tapan los oídos para no oír. Esta segunda actitud, es mucho más rebelde y obstinada que la anterior.
Zejariá 7 Versículo 12
Y endurecieron sus corazones como el Shamir para no oír la ley ni las palabras que el Señor de los ejércitos había enviado por Su Espíritu, por medio de los antiguos profetas; entonces vino una gran furia de parte del Señor de los ejércitos.
El Shamir, es mencionado en la Mishná como el medio que se utilizaba para cortar las grandes piedras en la construcción del Templo.
Radak explica que el Shamir, era un elemento muy duro, más fuerte que el hierro.
Cuando dice: había enviado por Su Espíritu se refiere, a aquellas palabras que Dios habló a ellos mediante el espíritu de la profecía. Y al ser que no escucharon todas las advertencias que Dios les envió por intermedio de los profetas, entonces Él hizo recaer su propio mal sobre ellos, acarreándose la destrucción.
Malvim, dice que, a pesar de que los profetas les habían advertido que su mal actitud los conduciría a la perdición, de todas formas, endurecieron sus corazones tanto como el Shamir, es decir, fueron extremadamente testarudos y empecinados, sin permitirse reflexionar y sopesar si sus caminos eran correctos o estar abiertos al cambio de actitud.
Don Isaac Abarbanel explica que cuando dice: para no oír la ley se refiere a la Tora, y cuando dice: ni las palabras que el Señor se refiere a las palabras de los profetas.
Zejariá 7 Versículo 13
Y sucedió que, tal como Yo había clamado y ellos no habían querido escuchar, así ellos clamaron y Yo no quise escuchar dice el Señor de los ejércitos
El castigo que Dios les envió, fue exactamente igual que lo que ellos habían hecho: así como ellos no escucharon Su voz, de la misma manera Dios no escuchó su voz, cuando el enemigo estuvo en las puertas de Jerusalem y ellos clamaron para que Dios los salvara de sus manos.
Zejariá 7 Versículo 14
sino que los dispersé en torbellino entre todas las naciones que no conocían. Y la tierra fue desolada tras ellos, sin que transitaran por ella; convirtiendo la hermosa tierra en desolación.
Metzudat David dice que el versículo les refiere que lo que ocurrió con la tierra de Israel, fue una consecuencia de sus actos, ellos mismos fueron los que se acarrearon sobre sí esos castigos, por lo tanto, los ayunos, por sí mismos, si no van acompañados con una profunda reflexión y cambio de actitud, de nada sirven.
Malvim agrega que la moraleja que esa generación debía sacar es que: si la tierra aún cuando estaba habitada y construida, terminó destruyéndose y desolada a causa de que no escucharon la palabra de Dios, mucho más podría pasar en aquella generación en que la tierra de Israel estaba volviéndose a poblara lentamente, y la ciudad de Jerusalem recién se estaba reconstruyendo…
Abarbanel dice que el mensaje Divino es: ¿Por qué preguntan si deben llorar o no, una persona no llora por lo que se hace a sí mismo?