¿A quién representa la becerra?

¿A quién representa la becerra?

Cuando se halla un muerto en el campo, la Torá ordena traer una becerra desnucada y sacrificarla allí. Resulta que la acción de desnucar a la becerra es una especie de réplica (reconstrucción) del asesinato, mientras que en una segunda fase salen todos los ancianos de la ciudad y declaran que la sangre del asesinado, que está representada por la sangre de la becerra, no fue derramada con su conocimiento.

En los versículos 1-9, la Torá aborda el tema del cadáver hallado en el campo y se desconoce quién lo asesinó, y los ancianos de la ciudad más cercana al cuerpo sin vida, deben desnucar una becerra en el Najal Eitán y pedir la expiación por el hecho. ¿Cuál es la naturaleza de este acto de desnucar a la becerra?

Resulta que la becerra desnucada representa al asesinado. El acto de desnucar a la becerra por “los ancianos de la ciudad” (Versículo 4) expresa precisamente la responsabilidad de la ciudad en relación al asesinato, ya que es de suponer que el asesino provino de la ciudad más cercana al cadáver. Los ancianos de la ciudad que desnucan a la becerra representan en esta etapa, al asesino que provino de la ciudad, y de hecho reconstruyen el asesinato. El acto de desnucar a la becerra en un sitio “en el que no se ha cultivado en su adyacencia, ni se ha sembrado” (Capítulo 21, versículo 4), simboliza el castigo que puede llegar a corresponderle a la ciudad, que puede llegar a transformarse en una ruina “que no podrá ser sembrada y no hará germinar y no crecerá en ella ninguna vegetación, como el arrasamiento de Sedom y Amorá” (Capítulo 29, versículo 22). Así finaliza la primera fase del proceso.

En esta instancia, está más enfatizada la necesidad de una expiación. Por consiguiente, en la segunda fase vienen “todos los ancianos de la ciudad” (Versículo 6) y haciendo referencia a la sangre derramada por los “ancianos de la ciudad”, ellos dicen: “Nuestras manos no han derramado la sangre esta y nuestros ojos no han visto” (Versí1culo 7). “La sangre esta”- es la sangre de la becerra desnucada, que representa a la sangre del asesinado, que a pesar de que fue asesinado por alguien de la ciudad, no obstante sin el conocimiento de las autoridades de la misma. El lavado de manos que se realiza “sobre esta sangre” expresa la inocencia de las autoridades de la ciudad en función del asesinato y en el vínculo con el asesino. A pesar de que “la sangre inocente” (Versículo 8) acecha sobre todos los habitantes de la ciudad, de todos modos, la plegaria de todos los ancianos de la ciudad ayudará a lograr la expiación por la sangre derramada.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Nekudat Ptijá" publicado por el Instituto "Tzomet".

 

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