Rajab envía a los espías a que se oculten en las montañas. Los perseguidores los buscan en todo lugar y no los hallan-¿Cómo es esto posible?
Los espías enviados por Yehoshua se esconden en la casa de Rajab, la prostituta, y ella los cubre y los envía a ocultarse en las montañas. En forma simultánea, los perseguidores, en nombre del rey de Ierijó, buscan a los espías por todos los sitios: “Y los buscaron los rastreadores por todo el camino, mas no los encontraron” (Versículo 22). ¿Cómo es que los rastreadores no encontraron a los espías, si los buscaron por todo el camino? Una observación del mapa nos conducirá a la respuesta:
Cuando los rastreadores buscan a los espías se dirigen en dirección al Iardén (Jordán): “Y los mensajeros salieron en pos de ellos hacia el Iardén hasta los remansos” (Versículo 7)- es decir, los rastreadores buscaron a los espías en dirección al Iardén, al noreste de Ierijó. A diferencia de ello, Rajab envía a los espías a esconderse en las montañas: “Y les dijo a ellos, vayan hacia las montañas, para que no los atrapen los perseguidores” (Versículo 16). Como puede verse a partir del gráfico las montañas cercanas a Ierijó se hallan al oeste de Ierijó. Así puede comprenderse fácilmente por qué los perseguidores no encuentran a los espías: ellos los buscan desde la dirección de la que llegaron, de la zona del Iardén, pero lo espías se esconden precisamente en el lado opuesto. El hecho de que los rastreadores buscan “por todo el camino” (Versículo 22), se refiere al “camino del Iardén” (Versículo 7), y no se les ocurrió que los espías se escaparon hacia las montañas, al oeste de la ciudad.