El texto bíblico señala que David y muchos de los reyes de Iehudá, fueron sepultados en la Ciudad de David. ¿Dónde se hallan las cuevas de las sepulturas? Entre los arqueólogos, existe una gran discusión sobre esta cuestión. Parece ser que la respuesta es, relativamente, simple.
¿Dónde se hallaban las primeras tumbas de la Casa de David? Los libros Melajim (Reyes) y Divrei Haiamim (Crónicas) indican que los primeros catorce reyes fueron sepultados en la Ciudad de David. Todos tienen una formula fija en el libro Melajim: “yació con sus padres y fue enterrado en la ciudad de David”. Una fuente más que básica es el capítulo 3 de Nejemiá. Nejemiá habla de la construcción de la muralla en un esfuerzo conjunto y a un ritmo acelerado-durante 52 días-de diversos grupos. He aquí un grupo que construye en el portón de las basuras, el grupo siguiente, en el portón de la fuente, y está claro que se refiere al portón adyacente al estanque del Shiloaj, y luego “la muralla del estanque de Shiloaj en el jardín del rey hasta las gradas que descienden de la ciudad de David” (versículos 14-16). Y el fragmento siguiente-“Después de él hizo reparaciones Nejemiá, hijo de Azbuk, oficial de la mitad del distrito de Bet-Tzur, hasta un punto frente a los sepulcros de David” (versículo 16). Es decir, al rodear a Ierushalaim en el sentido opuesto a la dirección del reloj, tras pasar la salida del estanque del Shiloaj, la piscina sur y el jardín del rey, descubres las escaleras de la Ciudad de David e inmediatamente después te encuentras frente a las tumbas de David…
Las cuevas talladas que fueron descubiertas en las excavaciones de Raymond Weil, en la parte sur de la Ciudad de David (1913-1914, y nuevamente en los años ’20), al noroeste de la “Casa de Meiujas”, son muy grandes en sus dimensiones y para nada comunes. La más grande e importante de ellas es la del lado occidental. En la parte de atrás de la cueva hay un sitio hundido como un abrevadero que va de pared a pared, su ancho es de 1.05 metros y su profundidad de 30 centímetros. Este “abrevadero” tiene similares en las cuevas de sepultura del periodo del primer Gran Templo. Resulta que dichas cuevas son tumbas, pero no son tumbas comunes. Se trata de un sistema de entierro excepcional y singular. Su locación coincide exactamente con los datos de la muralla de Nejemiá, alrededor de 120 metros al noreste en línea aérea del punto de salida del estanque, en la parte oriental de la colina, en un sitio elevado en relación a su entorno.
¡Resulta difícil pensar en una coincidencia más exitosa que pueda hallarse entre el hallazgo y las fuentes. Esas son las tumbas de la Casa de David!
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Extraído del artículo del profesor Yoel Elitzur: “En efecto, son las tumbas de la Casa de David”, Ediciones Tevunot.