Avel Beit Maajá-ya no es una gran ciudad de Israel ·

Avel Beit Maajá-ya no es una gran ciudad de Israel ·

Moshé y Yehoshua no lograron heredarla, Yoav se retractó de su plan para destruirla, y la ciudad se convirtió de enclave arameo en un símbolo de la unidad de Israel. Hasta que surgió la guerra civil.

El estribillo que se repite en los libros de Melajim es “E hizo lo malo a los ojos de Dios”. En nuestro capítulo, los conceptos fueron mencionados en relación a los reyes de Israel Yarovam, Nadav y Basha, y a Aviyam, rey de Iehudá. Pero en nuestro capítulo, a modo de diferencia, figura Asa, que reinó en Iehudá 41 años, y en referencia a él, justamente se menciona “E hizo Asa lo correcto a los ojos de Dios”. Y a pesar de ello, este capítulo junto a los capítulos anteriores, son capítulos trágicos, que describen la marcha de la locura de la tragedia nacional, la catástrofe de la division del reino, que deteriora al pueblo de Israel hacia la destrucción. Otro estribillo que se reitera, es duro a mi criterio: “Y hubo guerra entre el rey de Iehudá…y el rey de Israel…todos los días de su vida”. En nuestro capítulo, el versículo se repite en dos ocasiones, y en ellos se insertan dos pares de reyes cuyos nombres riman: en una occasion-Rejavam y Yarovam, y en la segunda-Asa y Basha.

El capítulo aborda una época de decenas de años, y en todos, se libra una guerra civil entre Iehudá e Israel. Y tal como sucede en ese tipo de guerras, acercan a otros países cercanos. Y como acontece en esos casos, ese país termina involucrándose a pedido de una de las partes. Lo mismo sucedió en nuestro capítulo.

El ejército de Basha llega hasta Ramá, una zona peligrosa para Ierushalaim. Asa soborna a Ben Hadad, el rey de Aram, que aparentemente era un aliado de Israel, a través del envío de todos los tesoros de plata y oro del Beit Hamikdash, el Gran Templo y el palacio del rey, a fin de que le otorgue su apoyo, y luche a su favor en contra de Israel. Aram aprovecha la oportunidad, invade Israel y Conquista el Galil (Galilea), el Golán y el Kineret. “Y condescendió Ben Hadad con Asá; y envió los capitanes de las fuerzas que tenía contra las ciudades de Israel, e hirió a Iyón y a Dan, y a Avel Beit Máajá, y a toda la región de Kinroth, además de todo el país de Naftalí” (Capítulo 15, versículo 20). Un detalle adicional encontramos en Divrei Haiamim I, Crónicas I: “Y les quitaron Gushur y Aram las villas de Yaír, juntamente con Qnat y sus aldeas, sesenta ciudades. Todas éstas eran de los hijos de Majir, padre de Guilad” (Divrei Haiamim I, capítulo 2, versículo 23).

Veo en “Avel Beit Maajá” un símbolo de la tragedia nacional. Moshé y Yehoshua no lograron heredar a Maajá. Gshur y Maajá quedaron como enclaves arameos en territorio israelita. No obstante, en la época de David, Maajá se unió a los reyes de Aram quienes se unieron a Bnei Amón en la contienda contra Israel, que fueron derrotados por David.

La ciudad de Avel Beit Maajá está situada al sur de Metula, cerca de Kfar Guiladi y Kfar Yuval. La encontramos en ocasión de la rebellion de Sheva hijo de Bijri contra David. Sheva huyó hacia Beit Avel Maajá y se escondió en ella. Yoav, el jefe del ejército de David, sitió la ciudad y estuvo a punto de destruirla. La ciudad se salvo, por la intervención de una mujer inteligente que lo convenció de que era suficiente con que sea entregado Sheva. Lo convenció con un discurso emotivo, cuyo versículo culminante señala: “y tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel; ¿por qué quieres devorar la herencia del Señor?”. En esta frase, había algo simbólico, que da cuenta de que una ciudad que fue un enclave arameo durante generaciones, precisamente ella es denominada una gran ciudad de Israel. En esta ciudad se evitó la catástrofe de la eliminación de una gran ciudad de Israel, en el marco de la guerra civil. Es así que Avel Beit Maajá pasa a reflejar un símbolo de unidad de Israel. No es de extrañar que justamente Avel Beit Maajá, esa gran ciudad de Israel, es destruida y cae en manos del enemigo arameo, como consecuencia de una guerra civil, en la cual una de las partes invita al enemigo arameo a luchar contra sus hermanos.

Avel Beit Maajá, ya no es una gran ciudad de Israel.

Editado por el equipo del sitio de Tanaj

Cortesía sitio 929

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