El recato de Rut

El recato de Rut

En la Meguilá, el libro de Rut, hay una profunda brecha entre cómo la gente percibe a Rut y cómo es percibida por Boaz. Mientras él la ve como una mujer recatada y bondadosa, a los ojos de todo el resto, es contemplada como una extraña, procedente del pueblo enemigo-Moab, y como poco recatada. 

El comportamiento de Rut en el campo, cautivó la mirada de Boaz, y él preguntó “¿De quién es aquella joven?” (Capítulo 2, versículo 5). Del texto, no queda del todo claro qué es lo que cautivó la mirada de Boaz, ¿acaso la mera presencia de una joven extranjera, o una característica particular de su conducta? A partir del texto literal se puede observar un elemento destacado, la actitud de Rut de merodear entre los jóvenes. Dicho elemento se infiere de res lugares: Boaz señala ante Rut que ordenó a los jóvenes que no la tocaran (versículo 9). Esto da cuenta de la sospecha de Rut acerca de este contacto; el texto vuelve a señalar la orden de Boaz a los jóvenes: “Hasta en medio de las gavillas podrá ella recoger espigas; y no la habéis de avergonzar” (Versículo 15). Se ve que dicha orden refería a una realidad dada. 

Sin embargo, el sitio en el que sobresale el hecho de que hacia afuera  podía contemplarse su conducta como permisiva, es mencionado en la Meguilá, como al pasar. Boaz le dice a Rut: “porque así quedarás en estrecha compañía con mis criadas” (Versículo 8). No obstante, al regresar Rut a su casa y contar lo que le sucedió en el campo de Boaz, ella cita textualmente sus conceptos, con una modificación significativa: “También me dijo esto; Con mis criadas has de quedar en estrecha compañía, hasta que hayan acabado de segar todas mis mieses” (Versículo 21). Le dice que se una a las criadas, y ella habla del apego a los jóvenes. Este desvío de los conceptos de Boaz, se destaca en las palabras de Naomí: “Bueno será, hija mía, que salgas con las criadas de él, para que no te maltraten en el campo de otro” (Versículo 22). Parece ser que la razón de los conceptos de Rut emana de su origen. Rut no conoció en los campos de Moab  la distinción y la separación entre las criadas y los jóvenes, y por ello no se comportó de ese modo en los campos de Beit Lejem. Rut no podía asimilar puntillosamente la orden de Boaz de apegarse a las criadas. 

No obstante, Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria, destacan que lo que cautivó a Boaz fue justamente el recato de Rut: “Pero como la vio agradable y sus buenas acciones, comenzó a preguntar sobre ella, todas las mujeres conversan y recogen las espigas y ella está sentada recogiendo, todas las mujeres alejan sus recipientes y ella los triplica (¿?), todas las mujeres coquetean con los segadores y ella actúa de forma recatada, todas las mujeres recolectan entre las gavillas y ella lo hace de lo que queda” (Rut Rabá, 4, 9). 

Estos conceptos no contradicen nuestras palabras, al contrario. Las personas no lograron ver lo que contempló Boaz. La gente veía su accionar como libertinaje, mientras que Boaz supo ver su recato. 

 Editado por el equipo del sitio del Tanaj 

Gentileza Academia Rabínica Orot Shaúl 

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