¿Qué intenta expresar Kohelet mediante la comparación entre la sabiduría y el patrimonio en el capítulo? ¿Y cómo esta comparación es contraria al mensaje habitual en la literatura de la sabiduría clásica?
A primera vista, parece ser que el capítulo transita entre el aspecto de la sabiduría y el de la satisfacción por los bienes, sin orden ni organización. Pero si profundizamos, descubriremos que Kohelet construye su argumento de un modo ordenado y calculado al dividirlo en dos niveles, dos sistemas. En ambos evalúa la sabiduría y la acumulación de bienes, y los compara. La comparación es manifestada verbalmente y también por la conclusión similar de los dos aspectos.
La comparación desde el lenguaje, se pone de manifiesto, utilizando expresiones semejantes. En la primera parte: “He aquí que Yo he engrandecido e incrementado sabiduría por sobre todo lo que había antes de mi sobre Ierushalaim” (Capíitulo 1, versículo 16)-sobre la sabiduría, “Y me engrandecí, y aumenté... más que lo que ha habido antes que yo en Ierushalaim” (Versículo 9)-en referencia al patrimonio. En la segunda parte: “pues ¿qué es el hombre, el que haya de venir después del rey? ... lo que ya han hecho!” (Versículo 12)-acerca de la sabiduría, y “Y aborrecí yo todo mi agobio -lo que me esforcé bajo el sol-que habré de dejarlo para el hombre que estará en pos de mí” (Versículo 18) –en relación a los bienes.
En la primera parte, el argumento semejante para ambas disciplinas es que a raíz de su investigación, Kohelet comprendió que ni la sabiduría ni el patrimonio tienen valor alguno. Sus experiencias y vivencias personales, son la base sobre la cual él apoya su fundamento, y no cualquier argumentación lógica o filosófica. A diferencia de ello, tras la segunda parte él sostiene que incluso si existe algún sentido para la sabiduría o el patrimonio, pues queda anulado a la luz de la muerte.
La comparación de Kohelet entre la sabiduría y el patrimonio destaca su definición de que no existe ventaja de la sabiduría sobre la tontería y la licenciosidad. Por lo general, tenemos claro que la acumulación de bienes no concreta el sentido de la vida, pero no es así en referencia a la acumulación de conocimiento y sabiduría. Toda la literatura de la sabiduría tiene el propósito de alentar a la persona a estudiar y ser más inteligente, al decir que la sabiduría le concede a la persona una ventaja y un sentido a su vida. Kohelet se opone a este pensamiento, y señala que con la sabiduría ocurre lo mismo que con el patrimonio. Así como la acumulación de bienes no le concede a la vida un verdadero valor, del mismo modo en la acumulación de sabiduría no existen valor ni ventaja alguna.
Sintetizado y editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído de una clase dictada en el Centro de Halajá y Enseñanza.