A través del incienso asoma al mundo una luz espiritual suprema, que ilumina el alma interior de todas las criaturas, y vincula todo con lo sagrado. Y es por ello que era elaborada en base a ingredientes aromáticos, ya que la fragancia es el placer más fino y espiritual existente en el mundo.
El incienso era quemado todos los días, la mitad por la mañana y la mitad por la tarde. El incienso viene a reflejar el profundo vínculo interior entre el pueblo de Israel y Dios. Y por ello se elevaba el incienso sobre el altar interior dentro del Templo. La ofrenda del incienso es fina espiritualmente, que es el aroma agradable que emana de sus ingredientes.
A través del incienso asoma al mundo una luz espiritual superior, que ilumina el alma interior de todas las criaturas, y relaciona todo con lo sacro. Y por ello era elaborada en base a ingredientes que proyectan una rica fragancia, ya que la fragancia es el placer más fino y espiritual que existe en el mundo. Y la fragancia se expande, para insinuar la influencia interior para la luminosidad espiritual de todas las criaturas, conectarlas con la santidad y elevar su nivel. (Olot Reaiá, parte I, página 135).
Once ingredientes habían en el incienso, y se los molía muy bien para unirlos totalmente, y de ese modo su buena fragancia se elevaba. Y lo que esto insinúa, es que por medio de la unidad total de todas las capacidades en pos de un fin sagrado-el mundo mejora. Y uno de los ingredientes importantes del incienso es el gálbano, que hace referencia a los pecadores de Israel, quienes también están vinculados a la santidad de Israel. Y la fragancia de este gálbano era muy desagradable, pero en la particular mezcla del incienso su aroma se transformaba en agradable, y en lugar de malograr el aroma del incienso, a partir del agregado del gálbano el aroma del incienso mejoraba notablemente. Para enseñarnos que, cuando todas las fuerzas de Israel se unen en pos de un objetivo sagrado, se revela la virtud interior de los pecadores de Israel, e incluso ellos se unen y aportan al mejoramiento del mundo. (Ver Olat Reaiá, parte I, páginas 136-138).
Editado por el equipo del sitio del Tanaj y Maor Horowitz, Academia Rabínica "Har Brajá"