Abordaremos la relación entre el episodio del profeta Ioná y el relato de Noaj y la paloma, y veremos cuál es el mensaje que se infiere de dicha comparación.
Tanto en la sección de Noaj como en el libro Ioná se describe un decreto de aniquilación total. En la sección de Noaj, en relación al mundo todo, y en el libro Ioná, en referencia a los habitantes de la ciudad de Ninvé.
Según lo descripto en los versículos, el decreto de destrucción surgió como consecuencia de la decadencia moral de los seres humanos. “Y se colmó la tierra de violencia” (Bereshit, Génesis, capítulo 6, versículo 11) señala el versículo en alusión a la generación del diluvio, “y de la injusticia que está en las palmas de sus manos” (Ioná, capítulo 3, versículo 8), aparece citado en referencia a los habitantes de Ninvé.
El profeta Ioná se abstuvo de transmitir su profecía e intentó desentenderse de hacer que los habitantes de Ninvé retornen al buen camino. También Noaj se abstuvo de reprender a sus contemporáneos, y por ello fue criticado por nuestros Sabios.
En el centro de ambos episodios, se halla un barco solitario seriamente afectado en un mar tormentoso.
El diluvio cayó sobre la tierra “cuarenta días y cuarenta noches” (Bereshit, Génesis, capítulo 8, versículo 12), y el decreto de destrucción de Ninvé fue también fijado para dentro de cuarenta días: “Cuarenta días más y Ninvé será trastocada” (Ioná capítulo 3, versículo 4).
No obstante, el libro Ioná culmina con la piedad de D-s sobre Ninvé, mientras que en el episodio de Noaj, prácticamente fueron exterminados todos los seres humanos y animales del mundo. La semejanza más saliente se registra entre el nombre del personaje central del libro Ioná, el profeta Ioná (que en hebreo también significa paloma), con la “anunciante de la paz”, la paloma de Noaj, con la hoja de olivo en su boca.
La enorme diferencia entre la Paloma de Noaj y el profeta Ioná, es que Noaj envió a la paloma después de la destrucción del mundo. La paloma regresa a él, con una hoja de olivo y le anuncia que no queda rastro alguno de todo lo que hubo en el pasado. Todo el mundo fue destruido. Esta es la “paloma de la paz”, pero ¡Ay de nosotros, con una paz así!. Mientras que Ioná fue arrojado del barco aún antes de la destrucción, cuando todavía se podía corregir. El profeta Ioná intentó escapar, prefería ser como la paloma de Noaj y salir del arca tras la destrucción de Ninvé, pero D-s no se lo permitió y lo obligó a dirigirse a Ninvé y hacerla retornar a la senda del bien.
El mensaje que se desprende de la comparación entre los hechos, es que no podemos permitir que el mundo se colme de maldad y que sea destruido. No debemos actuar como la paloma que anuncia la destrucción del mundo, sino como el profeta Ioná, que finalmente, promovió un mundo mejor.
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