El arrepentimiento y el retorno a la senda del bien, precedieron al mundo, y por consiguiente, se hallan en la base de la existencia humana, pero la persona, e incluso el profeta, no está en condiciones de comprender la posibilidad de la reparación y el retorno a la buena senda.
En los tres relatos alusivos a la Teshuvá, al retorno al buen camino, mencionados en nuestro libro, el episodio de los marineros, el de Ioná y el de Ninvé, no hay una instrucción a la Teshuvá: los marinos retornan al buen camino por iniciativa propia; el mismo Ioná toma en consideración lo ocurrido con los marinos y también retorna; y hasta a la gente de Ninvé, no se le menciona nada relativo a la Teshuvá. La declaración es simple: “Cuarenta días más y Ninvé será trastocada” (Versiculo 4), sin señalar ni indicar un posible cambio del decreto. Más aún, en los tres casos, la Teshuvá es espontánea “Y creyeron los hombres de Ninvé en D-s y proclamaron ayuno y vistieron sacos de los más grandes a los pequeños” (Versículo 5)
La Teshuvá de los hombres de Ninvé es muy valiosa, ya que a pesar de que no están para nada seguros de que prosperará, asumen ellos, toda su severidad. “Quién sabe, retorne y se arrepienta Elohím y apacigüe Su ira y no perezcamos” (Versículo 9). El comienzo de la Teshuvá es una abertura similar a la de una aguja, y el final se asemeja al acceso a un gran salón.
En el final del libro, la Teshuvá llega a un punto culminante único en todo el texto bíblico. Ioná consulta acerca de la forma de conducir el mundo por parte de D-s: ¿Por qué la gente malvada de Ninvé obtuvo el privilegio del indulto a partir de su Teshuvá? Tampoco el profeta-emisario que convoca a retornar al buen camino, llega hasta la comprensión total de aquel que lo envía como parte de la conducción de la creación, y no aprehende el secreto de la Teshuvá. Si observamos detenidamente la gramática del texto y los giros lingüísticos del capítulo 4, revela cómo el profeta mostró su miopía y sus debilidades humanas al intentar comprender la visión de la Teshuvá, que es una parte importante del mundo.
Es posible que se trate de la profundidad de los conceptos de los Sabios, sobre la cualidad de la Teshuvá, que precedió al mundo. La Teshuvá es uno de los conceptos que precedieron a la creación del hombre, y por ende, el hombre no puede aprehenderlo. Y a pesar de ello, fíjense cuan excelente es la Teshuvá, ayer, esta persona no era bien recibida por D-s, una persona despreciada, distante y abominable, y hoy es amada y agradable, cercana y amiga.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Extraído de los “Capítulos diarios del Tanaj”, que fueran emitidos por “Kol Israel”, la radio oficial de Israel.