Humildad y liderazgo

Humildad y liderazgo

“Mas el hombre Moshé era muy modesto” (Versículo 3)-la gran humildad de Moshé se pone de manifiesto tanto en su actitud comprensiva hacia la profecía de Eldad y Meidad, como en su actitud indulgente hacia Aharón y Miriam, quienes lo ofendieron. Asimismo, se requiere el involucramiento de Dios, a fin de fortalecer la autoridad de Moshé.

La descripción “muy modesto” (Versículo 3) figura en el versículo 12 en el marco del evento anterior, el episodio de Eldad y Meidad, en el cual el texto destaca la cualidad de la humildad de Moshé Rabenu.

Aparentemente, Moshé debía sospechar de su liderazgo y su estatus, debido a que fue designado un amplio estrato de liderazgo de setenta ancianos como así también el estado de profecía de dos miembros del pueblo, cuyo poder les llega sin delegación del espíritu de Moshé. No obstante, Moshé no teme por su honor, su liderazgo y su estatus, sino que toda su voluntad es que se cristalice la palabra de Dios. La humildad y la grandeza lo caracterizan en su comportamiento hacia quien puede llegar a ser considerado como un factor amenazante. Sólo un ser humano que se destaca que por su humilde auto anulación ejemplar puede decir “Y ¡Quién diera que todo el pueblo del Señor fuese de profetas, cuando pusiere el Señor Su Espíritu sobre ellos!” (Capítulo 11, versículo 29). Incluso cuando Miriam y Aharón hablan mal de él, él sigue actuando con humildad.

No obstante, es posible que la marcada humildad  comprometa a Moshé. El líder no puede pasar por alto sus cualidades de liderazgo, ya que ello socava su autoridad. Esta desventaja se refleja también en el primer evento, en el tema de Eldad y Meidad; Moshé debía sospechar si es que no se trata de una especie de rebelión, no permitir y celebrar  su estado de profecía, y por lo menos consultarle a Dios cómo reaccionar. En este evento no se registra una reacción de Dios. A partir del segundo suceso, de Miriam y Aharón, que también puede ser explicado como una objeción al liderazgo de Moshé-y ésta es la segunda ocasión en la que Moshé no reacciona, el texto señala “Mas el hombre Moshé era muy modesto…”-no es un hombre de reaccionar.

Visto y considerando que Moshé no reaccionó, se requiere del involucramiento de Dios, a fin de que no haya lugar para el error  en su liderazgo, su autoridad y sus actos. El atributo de la humildad de Moshé es importante, pero no menos importante es su liderazgo estable y consolidado, que santifica el nombre de Dios en el mundo.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"

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