En nuestro capitulo, Kohelet aborda la cuestión de la recompensa desde la óptica social y analiza la relación de la sociedad con los malvados y los justos de ella. ¿Qué es lo que descubre en su revisión? ¿Y cuál es su reacción a sus hallazgos?
.En este capítulo Kohelet analiza la cuestión de la recompensa en el mundo. Como muchos otros, Kohelet contempla el mundo y ve en él deformaciones y desorden. Desea ver ordene y justicia, pero descubre que las personas no son recompensadas conforme a sus acciones, sino que hay malvados que reciben una recompensa como si fueran justos y piadosos, y hay justos y piadosos que reciben un trato que le corresponde a los malvados: “Porque hay justos a quienes les alcanza, cual acción de los impíos mientras que hay impíos a quienes les alcanza, cual acción de los justos” (Versículo 14).
Contrario a las expectativas, el elemento desafiado por Kohelet no es Dios y su forma de manejar el mundo, sino precisamente la sociedad humana y su actitud hacia los justos y los malvados. A diferencia de lo que se da habitualmente, en este capítulo Kohelet no evalúa la recompensa Divina sino la recompensa humana, la social. Su reclamo de que los justos reciben la recompensa correspondiente a los malvados y los malvados reciben la que le corresponde a los justos, está dirigido a la sociedad humana. Acusa a la sociedad de que en su actitud distorsionada permite la existencia del mal en su seno e incluso alienta a los malvados a continuar en su senda. Según sus conceptos, cuando olvidamos la maldad de los malvados y tras su muerte, nos referimos a ellos como si fueran santos, y cuando se les perdona y se demora el veredicto, la consecuencia es que los malvados sienten que no hay nada que impida sus malas acciones y siguen cometiendo pecados y haciendo el mal.
Aparentemente, se le puede responder a Kohelet, que las personas son limitadas y no pueden aplicar el juicio inmediato a los malvados, pero finalmente se hará justicia. Kohelet es consciente de este argumento: “Pues también sé yo que habrá lo bueno para los temerosos de Elohim, los que temen de ante Su Presencia…Y lo bueno no habrá para el impío, ni prolongará días, -como la sombra” (Versículos 12-13)-No obstante, no está dispuesto a aceptarlo, “pensé que también esto es absurdo” (Versículo 14). Kohelet quiere que la sociedad humana sea ordenada y justa, que los justos reciban su retribución y que los malvados sean castigados, y lo enoja mucho que ello no se refleje en la situación actual.
Sintetizado y editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído dee una clase dictada en el Centro de Halajá y Enseñanza