No en vano Biniamín es denominado “querido por Adonai”-la ubicación de su heredad es apropiada para ello.
La tercera fase del asentamiento de las tribus de Israel ya se llevó a cabo desde el Mishkán (Tabernáculo) erigido en Shiló.
Yehoshua lideró la continuidad del asentamiento desde la gran heredad de Menashé (el monte Eival) al sur, hacia los montes de Efraim y Biniamín, que en gran parte estaban cubiertos por bosques-“Pues la región montañosa será tuya; aunque bosque es, tú lo cortarás, y serán tuyos sus términos” (Capítulo 17, versículo 18)-y hacia los montes del Galil, que también ellos estaban cubiertos, en gran parte, por bosques.
El traslado a Shiló marcó el izamiento de la bandera para la continuación del asentamiento principalmente en las montañas boscosas, en comparación con la negligencia expandida entre las siete tribus, que estaban asentadas en campamentos provisionales-“¿Hasta cuándo serán negligentes para venir a poseer la tierra que les ha dado el Eterno?” (Capítulo 18, versículo 3).
Yehoshua exigió una representación de tres hombres de cada tribu negligente, a fin de elaborar un programa de asentamiento nuevo y actualizado, que contemple a las tribus que ya se asentaron-“Iehudá estará en el límite sur, y los de la casa de Iosef estarán en el límite norte” (Capítulo 18, versículo 5)-la tribu de Biniamín se asentará en el medio, entre ellos.
¿Por qué?
La heredad de Biniamín entre Iehudá y Efraim, recuerda al Mishkán (en el libro Bamidbar), donde la bandera de Iehudá a su lado este y el estandarte de Efraim (con Menashé y Biniamín) estaba del lado oeste-sólo las direcciones se han invertido en la tierra, la heredad de Iehudá al sur, y la heredad de Efraim al norte. Y he aquí que encontramos (en el capítulo siguiente) a la heredad de Dan al oeste de la heredad de Biniamín (Capítulo 19, versículos 40-46) y a la heredad de Reubén del lado este del Iardén (Jordán) (Capítulo 13, versículos 16-23), y esas fueron las cuatro banderas que rodeaban al Mishkán en el desierto.
Biniamín, el único de los hijos de Iaacov nacido en la tierra, su heredad fue considerada como una “heredad de divinidad” en la tierra. Muchos de los lugares que fueron consagrados a Dios hasta Ierushalaim (incluida) estaban en la heredad de Biniamín, y así lo bendijo expresamente Moshé: “A Biniamín, dijo: Querido por Adonai, morará en seguridad junto a Él, extiende Su protección sobre él todo el día, y entre sus hombros, Él mora” (Devarim capítulo 33, versículo 12).
Gentileza del sitio 929.