La heredad unificadora

La heredad unificadora

La singularidad de la heredad de Biniamín se refleja precisamente en su lugar-exactamente entre las heredades de Iehudá y la casa de Iosef. Esta, y otras características simbolizan a la tribu de Biniamín y su heredad como un pegamento que une a los extremos del pueblo.

La heredad de Biniamín es una tierra especial

Es la primera distribuida por el sorteo a las tribus que faltaban, es la única (con excepción de la heredad de Iehudá) en la que está descripto el recorrido preciso de la frontera y no solo las ciudades localizadas en la frontera, y es la única en la que es destacada la plena superposición de la frontera con otras heredades (Iehudá al sur y los hijos de Iosef, al norte)

Además de todo ello, también el primer rey del pueblo de Israel procede de la tribu de Biniamín y establece su capital en esta heredad.

Y todo esto, ¿por qué?

Biniamín es el segundo hijo de Rajel y el hermano amado de Iosef, y por consiguiente, también en el desierto su tribu acampó junto a la bandera de Efraim y Menashé; pero ya en tiempos de nuestro patriarca Iaacov, se generó un vínculo particular entre Iehudá y Biniamín, cuando éste salió como garante de sus hermanos al descender a Egipto: “Yo habré de ser fiador. De mi mano habrás de pedirlo. Si no te lo trajere hasta ti y te lo presentare ante ti, habré pecado para ti por todos los días” (Bereshit capítulo 43, versículo 9). A raíz de ello, Iehudá se involucró en un enfrentamiento con Iosef por Biniamín, al amenazar Iosef con dejarlo a Biniamín con él en Egipto y Iehudá se empecina en liberarlo para que retorne junto a su padre. Iehudá y Iosef reflejan dos partes del pueblo. (La división del reino de Iehudá y Efraim en el libro Melajim, el árbol de Iehudá y el árbol de Iosef en Iejezkel capítulo 38, y otros). Pueden hallarse estas dos fuerzas a lo largo de la historia de nuestro pueblo, hasta el punto que según la tradición en el futuro habrán de llegar dos Mesías-Mashiaj ben David, de la tribu de Iehudá y Mashiaj ben Iosef. (Tratado de Sucá 52).

La tribu de Biniamín es el factor vinculante entre esos dos extremos. A lo largo de la historia, la tribu de Biniamín es conocida como una tribu que unifica entre las diferentes tribus. Dentro de la tribu unificadora, también su heredad es definida ante todo, como la que se halla ubicada entre las heredades de Iosef y de Iehudá, y tan solo después como fronteras independientes. Es también la primera tribu que recibe el sorteo de la división, y a su alrededor, el pueblo de Israel se reúne a fin de unirse alrededor de un rey.

No es casual que Rab Dimi en nombre de Rabi explica que “en tres sitios se posó la divinidad sobre Israel: en Shiló y Nov y Guivón y en la Casa Eterna, y en todas las ocasiones se posó en la heredad de Biniamín, como está citado: “extiende Su protección sobre él todo el día, y entre sus hombros, El mora” (Devarim capítulo 33, versículo 12) (Tratado de Zevajim 118b).

La heredad de Biniamín es la heredad de la divinidad, ya que es la heredad que unifica entre los extremos del pueblo.

Los referentes que escriben en esta sección son miembros de la organización "Najat"-"Noar Jovev Tanaj" ("Juventud amante del Tanaj"), sede del estudio del Tanaj para los jóvenes.

Volver al capítulo