El habla-es la cualidad singular del ser humano, y es la manifestación práctica de la imagen y semejanza que hay en él. Por lo cual, el habla propiamente dicha es sagrada. La raíz de la santidad del habla se halla en la misma palabra-al hacer referencia seriamente a la palabra y a su expresión.
La santidad de la palabra hablada es uno de los pilares más profundos de la imagen humana. El habla- es la cualidad básica del ser humano, y es la manifestación práctica de la imagen y semejanza divina que hay en él. Por lo cual, el habla misma es sagrada. La santidad del habla se pone de manifiesto en la Halajá (Ley religiosa judía) de diversos modos-en las leyes de Lashón Hará (Maledicencia) y Rejilut (Difamación), en los juramentos y promesas y otros. La raíz de la santidad se halla en la palabra misma-en la referencia seria a la palabra y su expresión, aún antes de las instrucciones prácticas. Es un pacto con la palabra.
El pacto que una persona hace con sus palabras es del orden del compromiso de que él no habrá de “tirarlas” en vano. Se refiere a aquello que dice. No solo eso, sino que él considera de importancia suprema el hecho de estar a la altura de lo que se dice. En el momento en que una persona fija una hora de encuentro con alguien, se refiere a ello.
Como hemos citado, se trata de algo previo a la Halajá. Es una cultura de referirse seriamente al habla. Ejemplifiquemos: desde el aspecto Halájico, incluso si la persona le promete a otra, en presencia de dos testigos aptos, que mañana le entregará 200 shekels-esta promesa es sólo palabras. La persona a la cual le prometió el dinero, no puede demandar el dinero a partir de la promesa. Pero, no será correcto decir que la persona que realizó la promesa está exenta de cumplirla. Él está conminado en primera instancia a cumplir con la promesa realizada, y tomar los compromisos que salieron de su boca con la mayor seriedad.
La abundancia de palabras en la que vivimos, promueve cierta banalidad de la palabra-la hablada y la escrita. La referencia a la palabra como aquella que viene a describir la realidad o la opinión tal como se reflejan, ya ha sido modificada, y en la actualidad las palabras son un recurso poco claro y una vía para hacer referencia de un modo subjetivo a todas las temáticas. La degradación de la palabra deriva en un tono ofensivo en las formas de expresarse, pero aún más-no para referirse a la palabra como una realidad sino como algo que florece en el aire y no posee un sentido concreto.
Incluso una extensión excesiva es una violación de la alianza con la palabra. “El hombre siempre habrá de enseñarle a su alumno, la vía más corta”. Una de las bellas explicaciones del Meiri señala que realizar un cerco alrededor de la Torá significa ser preciso en los conceptos de la Torá y hablar en forma breve. Esta brevedad no tiene el propósito de consentir al público oyente, quienes sentirán alegría por liberarse de las palabras de Torá, sino el de otorgarle el sentido profundo esencial que respeta la palabra hablada, y no la corrompe en vano. Precisamente, aquel que conoce el secreto de la brevedad proyecta en los conceptos que transmite el respeto y la reverencia ante el enorme poder oculto en la palabra.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio de la Academia Rabínica "Orot Shaul"