Lo que nos enseñó la esposa de Manoaj

Lo que nos enseñó la esposa de Manoaj

La mayoría de las personas, ante una revelación divina, reaccionan con gran temor. Así reaccionó Manoaj y anteriormente Guidón, Hagar y Iaacov. ¿Y cómo reaccionó la esposa de Manoaj cuando se le reveló el ángel?

La esposa de Manoaj, cuyo npmbre no fue revelado, es una de las grandes figuras del libro Shoftim (Jueces) y de todo el texto bíblico. Un ángel de Dios se le reveló precisamente a ella, aún cuando Manoaj no entendió y pidió una instrucción adicional, el ángel se le reveló a la mujer en el campo. En defensa de Manoaj, se puede manifestar, que su esposa no le dijo lo importante. En la Torá (Bamidbar capítulo 6, versículos 13-20) no existe el “Nazir”, Nazareno eterno, y cada “Nazir” debe elevar un sacrificio especial en el día “de cumplirse los días de su voto” (Bamidbar capítulo 6, versículo 13). Pero el hijo que habrá de nacer  “será Nazareo a Dios… desde el vientre” y para siempre- “y él comenzará a salvar a Israel de mano de los Pelishtím” (Versículo 5). De ello, la señora comprendió, aún antes de quedar embarazada, que el hijo para ella destinado no tendrá el mérito de proporcionar la completa salvación, y morirá en su guerra. Por consiguiente ella dijo con dolor “hasta el día de su muerte” (Versículo 7), y Manoaj no podía comprender.

En la visión del alejamiento del ángel, Manoaj sintió un miedo aterrador (como Guidón), y dijo: “morir, moriremos, porque hemos visto a Dios” (Versículo 22). También Hagar (Bereshit capítulo 16, versículo 13) y Iaacov (Bereshit capítulo 32, versículo 30), se sorprendieron al quedar a salvo de esa aparición, y al sitio donde se salvaron le concedieron un nombre particular. Sólo la esposa de Manoaj, a partir de su inteligencia comprendió y pronunció estas maravillosas palabras: “Si el Eterno nos quisiera matar, no tomaría de nuestras manos la ofrenda y el presente, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni nos habría anunciado lo que nos dijo” (Versículo 23).

Este es el secreto que aprendieron los hijos de Israel en la revelación directa en el monte Sinai-“¡en el día este hemos visto que habla Elohim con el ser humano; y éste permanece en vida!” (Devarim, capítulo 5, versículos 20-23), y aún así estaban posesionados de un gran miedo y enviaron a Moshé-Dios no viene para matarnos, Dios viene a transmitirnos sus mandamientos y a entregarnos una Torá de vida.

El Rabino Iehudá Amital, de Bendita Memoria, le expresó a su mejor amigo, que estaba casi quebrado emocionalmente al estallar la guerra de Iom Kipur (1973): “está todo perdido”-ven estudiemos algo acerca de la fe de la esposa de Manoaj”.

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