David no podía elevarse por encima de su amor por Abshalom. Negó  el hecho de que su hijo derramó sangre y cometió incesto, y su sentencia es la muerte, e intentó evitar su muerte.

El texto bíblico genera un nexo entre la muerte de Abshalom y el episodio de Akedat Itzjak, el sacrificio de Itzjak (Bereshit, capitulo 22).

En ambas historias, aparece la descripción de un padre que está a punto de perder a su hijo amado: Abraham está  por perder a Itzjak,y David, a Abshalom. Y sin embargo, los dos padres adoptan conductas opuestas, Abraham está a la altura de la prueba y está dispuesto a elevar como ofrenda a su amado hijo, a fin de cumplir el mandato Divino, a pesar de tener en claro que su hijo no hizo nada malo. A diferencia de ello, David, niega el hecho de que su hijo derramó sangre y cometió incesto, por lo que le corresponde morir, e intenta evitar su muerte.

En ambos casos, hay alguien que trata de impedir la muerte del hijo. El ángel Divino detiene a Abraham a último momento, y un hombre intentó advertir a Yoav para que no le hiciera daño a Abshalom, no obstante, está clara la diferencia entre ambas historias: en el sacrificio de Itzjak, es un ángel de Dios el que se dirige a Abraham, y de ese modo concluyó la prueba; en nuestro episodio, el hombre repite la orden de David, pero en la práctica, no se cumplió la orden inapropiada. En ambos casos, el que finalmente murió, fue hallado enredado. Abraham, que estaba dispuesto a sacrificar a su hijo, logró que el carnero fuera ofrendado en su lugar, mientras que en el caso de David, que no estaba dispuesto a “sacrificar” a su hijo, no le quedó otra alternativa que recitar un cantico de duelo. Abraham se comportó adecuadamente y afrontó la prueba. David no estuvo a la altura de la prueba, y así, puso en riesgo al pueblo. Quien sí actuó adecuadamente en este episodio, fue Yoav, quien evitó que continuara el derramamiento de sangre.

Dicho paralelismo, refuerza la crítica sobre la actitud de David hacia Abshalom. No cabe duda de que resulta sumamente difícil juzgar a  una persona que debe afrontar la muerte de su hijo amado. Aun así, la comparación entre David y Abraham, agiganta la grandeza de Abraham, quien actuó con gran entrega, al filo de una gran tragedia, y destaca el hecho de que David no podía elevarse por encima  de su amor por Abshalom, amor del cual su hijo, no era merecedor.

Editado por el equipo del sitio de Tanaj

Gentileza sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”