La Torá establece que no se debe dejar el cadáver de la persona que fue condenada a la horca, sino que debe ser sepultado en el mismo día-eso es lo que hizo Yehoshua en relación con el rey de Hai. ¿Acaso esta prohibición existe en relación a todos los muertos? ¿Acaso no hay diferencia entre judíos y no judíos?
En nuestro capítulo está citado que Yehoshua colgó al rey de Hai en un árbol, pero en la puesta del sol bajó su cuerpo sin vida y le dio sepultura.
La prohibición de retener los cuerpos de los muertos figura en el marco de la descripción de los castigos del tribunal a los diversos pecadores, allí la Torá cita la ley de aquel que es castigado con la horca:
“No harás pernoctar su cadáver sobre el cadalso, pues sepultar habrás de sepultarlo en aquel día, ya que por blasfemia de Elohim él está colgado, y no habrás de mancillar la tierra que Adonai, tu Dios, te concede a ti en heredad” (Devarim capítulo 21, versículo 23)
La Torá advierte que no se debe dejar el cadáver sobre el cadalso, sino que debe ser sepultado ese mismo día. Además concluye señalando que en el acto de dejarlo colgado sobre el cadalso hay una especie de insulto a Dios e impurificación de la sagrada tierra de Israel.
El Rambam, en el libro de los preceptos, indica que el deber de sepultarlo en el mismo día existe en función de todo fallecido y la Torá innovó diciendo que aún los muertos a raíz de la sentencia de un tribunal, sus cuerpos no deben quedar sin sepultura.
Como fuera mencionado, hay dos fundamentos para la prohibición de dejar pernoctar al cadáver:” ya que por blasfemia de Elohim, él está colgado”, explica el Netziv ( acrónimo hebreo de Naftali Tzví Iehuda Berlin, 1816-1893, Director de la Academia Rabínica de Volozhin, y autor de numerosos trabajos de Literatura Rabínica) en su comentario “Haemek Davar”, que, visto y considerando que solamente colgamos a aquel que insulta y practica la idolatría, ya que he aquí, que hay en ello aparentemente, una afrenta a Dios al tomar estado público que seres humanos lo han ofendido. No obstante, si se comprende que esta ley no es aplicada entre los no judíos, quienes no son colgados por estas transgresiones sino por otras causas. Pues entonces, ¿por qué Yehoshua bajó a los reyes de Kenaan en el mismo día tras colgarlos? (Capítulo 29, versículos 10,27)
El Rambán (acrónimo hebreo de Rabí Moshé Ben Najman, 1194-1270, conocido como Najmánides, fue un destacado Rabino, filósofo, médico, cabalista y comentarista bíblico) explica que esto recibe un segundo sentido en el versículo, y es “Y no impurificarás tu tierra”-el muerto tiene cierta impureza e impurifica la tierra y por consiguiente, debe ser sepultado, y de ese modo alejar la impureza. Esta es la causa por la cual Yehoshua sepultó a los reyes de Kenaan, a fin de que no impurificaran la tierra al estar colgados. Resulta que, en realidad esta ley no mantiene su vigencia en función de los no judíos, fuera de Israel.