Al ser que los hijos de Israel fueron derrotados y humillados por los habitantes de Hai, Dios decidió que esta ciudad sea conquistada por medios naturales, por guerra, para elevar la moral abatida del pueblo y que vuelvan a tener confianza en sí mismos y limpiar su honor, es por eso que el castigo para los habitantes de esa ciudad será tan ejemplar de no dejar a nadie.

Continúa Abarbanel y dice que el motivo de poner una emboscada es para que al salir el pueblo a luchar contra los guerreros de Israel en el campo de batalla, puedan ellos entrar a la ciudad y tomarla.

Es por eso que hacía falta llevar a todos a esta guerra: A) por si las demás ciudades de alrededor salieran en su ayuda, B) para que todos los de Hai tengan que salir a luchar y dejen la ciudad vacía y C) para poder colocar una emboscada muy numerosa que haría falta para 1) tomar la ciudad, 2) quemarla y 3) salir a cortarle la retirada a los de Hai.

Malvim sostiene que el motivo por el cual ahora pueden tomar del botín de guerra, es porque la conquista de la ciudad no fue solo por medio milagroso, como ocurrió con la ciudad de Jericó, sino también por la acción de los hombres.

Si bien el texto no nos dijo lo que le hicieron al rey de Jericó, al relatarnos lo que le hicieron al rey de Hai, podemos deducir lo que le hicieron al rey de Jericó.

Otras son para asaltar y saquear a todo aquel que sale de la ciudad, este tipo de emboscadas deben ubicarse lejos de la ciudad para que la gente de la ciudad no lo escuche ni se den cuenta que están asaltando a todo el que sale de allí.

Es por eso que aquí Yehoshua establece dos tipos de emboscadas, una para tomar la ciudad, es por eso que les dice que no se alejen de la ciudad, y luego la segunda será para cerrarle el paso a los que quieren huir y así atraparlos por sorpresa y cortarles la retirada.

Si bien aquí no nos dice cuál será la señal para atacar, solamente les dice que estén listos y atentos, más adelante, en el versículo 18 veremos que la señal será cuando Yehoshua levante su lanza.

Y les vuelve a decir: pues huiremos de ellos, lo repite a pesar que esto ya se los había dicho al final del versículo anterior, pues quiere que les quede bien claro, que están huyendo como parte de la estrategia, y que no piensen que están escapando del enemigo porque fueron derrotados, sino que están simulando, y se escapan a pesar que los enemigos son pocos contra todo el pueblo de Israel, para alejarlos de la ciudad y que los de la emboscada puedan salir de su escondite, entrar a la ciudad y prenderla fuego.

Abarbanel explica que el motivo por el cual dice: Hacedlo, he aquí que yo lo ordeno. Es para que no suceda lo que pasó con Ajan en Jericó, sino que tengan en cuenta que es una orden y que incendien la ciudad y no les dé lástima por las edificaciones.

Malvim va un paso más y dice que la intención de Yehoshua es explicarle exactamente cuál fue la orden de Dios y que no se repitan los errores que Ajan cometió en Jericó, que tengan en cuenta que esta vez podrán quedarse con el botín de guerra, por lo tanto antes de incendiar la ciudad aparten al ganado o todo aquello que puedan tomar.

Daat Mikra, dice que el significado de lo que dice: Hacedlo, he aquí que yo lo ordeno. Además de lo que dijeron los comentaristas anteriores, esta expresión se suele utilizar en las escrituras para denotar que estén prestos a hacerlo.

Malvim dice que el motivo por el cual les ordena dos días antes de los combates que tiendan una emboscada, es porque el combate será en el lado norte de la ciudad y la emboscada deben esconderse en el lado sur y para que no los vean deben rodear la ciudad guardando una gran distancia, es por eso que les da tiempo suficiente para que lleguen y encuentren un buen lugar.

Si bien dice que se apostaron entre Beth El y Hai, no lo hicieron en medio del camino, pues cualquier transeúnte los podría ver, sino que se escondieron entre estas dos ciudades pero más al sur. Es por eso que cuando salieron los de Beth El para ayudar a los de Hai a perseguir a Yehoshua, por el lado norte de Hai, no los vieron, porque ellos estaban escondidos más al sur.

Yehoshua personalmente se encargó de velar por que esté todo y todos listos para el combate y tal como lo ordenó Dios, se puso a la cabeza junto a los líderes del pueblo, aquellos que junto a Yehoshua se habían postrado a Dios con cenizas sobre su cabeza (7:6), para que todos cobren valentía y no teman.

Acamparon al norte de la ciudad porque allí estaba los portones de la muralla. La ciudad estaba en la cima de la colina y para no acampar debajo de las murallas y estar a tiro de las flechas y piedras de la gente de Hai que estaba dentro de las murallas, decidieron pernoctar en la montaña de enfrente, de forma tal que el valle quedaba entre ellos dos.

Otro motivo puede ser que la función de este segundo grupo era estar más cerca de la ciudad de Hai, para que en caso que alguno saliera en dirección a donde se encontraba la gran emboscada de 30.000 hombres, este grupo pudiera enfrentarlos y que no sea descubierta la emboscada. O tal vez, estaba allí para enfrentar a los habitantes de Beth El que salieran cuando la ciudad de Hai se esté incendiando. Otro motivo puede ser que la función de esta segunda emboscada sea cerrarles el paso cuando los habitantes de Hai estén regresando al ver su ciudad incendiada.

Malvim sostiene que el rey de Hai salió rápidamente al encuentro de Israel mientras que aún estaban el valle y antes que puedan subir frente a la ciudad, de esta manera, comenzar una ataque desde el punto más alto mientras el enemigo está en la parte baja, le daría una ventaja considerable, y esta fue justamente la trampa que le tendió Yehoshua, para tentarlo a salir y combatir.

Al decir: “en el momento señalado” se refiere a que el rey de Hai salió justo en el momento que Yehoshua había planeado y le había dicho a la emboscada que había enviado hacía dos días.

Daat Mikra recalca el hecho que en este versículo hay tres verbos seguidos: se apresuraron y madrugaron saliendo todo esto para denotar lo apresurados que salieron los hombres de Hai y tan apurados salieron que ni siquiera notaron que había una emboscada por detrás de ellos.

Y fue tanto lo que se alejaron de la ciudad persiguiendo a los de Israel que ya había una distancia bastante considerable entre ellos y la ciudad.

Malvim sostiene que antes que Yehoshua comience a perseguirlos le dio tiempo a la emboscada para que puedan salir y venir también ellos hacia la gente de Hai para cortarles la retirada y que nadie pueda escapar. Es por eso que en este versículo dice solamente que se dio la vuelta hacia su enemigo y no nos dice que los atacaron.

Entonces la gente de Hai no tenía hacia donde escapar, por delante tenia a Yehoshua con todo el ejército plantado frente a ellos y por la retaguardia tenía a los israelitas que salían de la ciudad que acababan de prenderla fuego. Por los costados tenía los montes y por el otro lado a los de la segunda emboscada que también se unieron a la batalla. Es decir estaban rodeados por todos los flancos.

Y trajeron al rey ante Yehoshua para que les diga qué  hacer con él.

Continua Abarbanel diciendo que el motivo por el cual hicieron un montículo sobre él a la entrada de la ciudad para que quede como señal que allí yace el rey de esa ciudad y que los demás reyes lo sepan y se abstengan de luchar contra Israel.

Otros opinan que el cumplimiento de este mandamiento que encomendó Moshé, se cumplió al pie de la letra el día que cruzaron el Jordán, y es lo que dice en el capítulo 4 con las piedras que sacaron del Jordán.

Abarbanel sostiene que la construcción del altar y el cumplimiento del mandamiento que Moshé les encomendó en Debarim 27:4 y 27:14, ocurrieron justo después de la guerra con Hai tal como está relatado cronológicamente en nuestro capítulo. Aporta varios argumentos para demostrar que es imposible que se haya cumplido este mandamiento con lo relatado en el capítulo 4:

1. Pues allí dice bien claro que el objetivo de aquellas piedras que sacaron del Jordán era “Porque se partieron las aguas del Jordán ante el arca de la alianza del Eterno cuando cruzó el Jordán, las aguas del Jordán se cortaron. Y serán estas piedras un recuerdo para los hijos de Israel por siempre” 

2. En ningún lado dice que era por el cumplimiento del mandamiento de Moshé tal como dice en nuestro versículo: Exactamente como Moshé, siervo del Eterno ordenó a los hijos de Israel.

3. Si el mandamiento se cumplió con las piedras que sacaron del Jordán, entonces no hacía falta que Dios se lo ordene nuevamente, bastaba con la orden de Moshé, sin embargo en el capítulo 4 nos dice: Y habló el Eterno a Yehoshua diciendo: …Recoged, de entre medio del Jordán, de donde se encuentran los pies de los sacerdotes, doce piedras, y las cargarán con ustedes y las colocarán en el lugar en donde reposarán esta noche.

Continúa Abarbanel diciendo que el motivo por el cual precisamente ahora Yehoshua decide cumplir este precepto de construir el altar y renovar el pacto del pueblo con Dios, es justamente después del suceso de Ajan, en donde Dios había dicho en el capítulo 7:11: Ha pecado Israel y también han violado Mi pacto que les he encomendado Entonces al ser que el pacto fue violado, Yehoshua ve oportuno renovarlo, es por eso que lo hace ahora, apenas terminó el suceso de Hai.

Malvim trata de aunar ambas opiniones (tanto la que dice que se cumplió el mismo día que cruzaron tal como lo dijo Moshé en Debarim 17:2, como aquella que dice que se cumplió recién después de la guerra de Hai) y dice que si leemos con detenimiento la ordenanza de Moshé en Debarim capítulo 27, allí desde el versículo 2 hasta el 8 aparentemente dice dos veces lo mismo: 2. Y será el día en que crucen el Jordán hacia la tierra que el Eterno vuestro Dios te da, levantarás para ti piedras grandes y las revocarás con cal. 3.  Y escribirás sobre ellas todas esta Tora al cruzar, para que entréis a la tierra que el Eterno vuestro Dios te da, tierra que mana leche y miel, tal como te dijo el Eterno Dios de tu padre. 4. Y será que al cruzar el Jordán levantarás esas piedras que te ordeno hoy, en el monte Eval y las revocarás con cal. 5. y construirás allí un altar al Eterno tu Dios, un altar de piedras que no sean talladas con cincel. 6. Con piedras enteras construirás el altar del Eterno tu Dios y brindarás sobre él ofrendas al Eterno tu Dios. 7. Y dedicarás ofrendas pacíficas y comerás allí, y te alegrarás delante del Eterno tu  Dios. 8. Y escribirás sobre las piedras todas las palabras de esta Tora, en forma bien clara.”

A veces dice en el mismo día que crucen el Jordán y otras dice al cruzar el Jordán. Con respecto a las piedras, la primera vez no dice en dónde hay que colocar las piedras, y la segunda vez dice que debe colocarlas en el Monte Eval. De todo esto vemos que se trata de dos ordenanzas para dos tiempos distintos. Al decir: Y será el día en que crucen el Jordán…, levantarás para ti piedras grandes… Esta es la primera ordenanza que fueron encomendados hacer en ese mismo día, y es lo que hizo Yehoshua en Guilgal (arriba capítulo 4:8 y 4:20).

Luego, la segunda ordenanza en que dice: 3.  Y escribirás sobre ellas todas esta Tora al cruzar, no dice que debe ser hecha el mismo día que cruzan, sino que se refiere a que lo hagan una vez que crucen el Jordán, no inmediatamente. Es decir unos días después deben hacer esta segunda ordenanza que incluye escribirlas sobre las piedras, colocarlas en el monte Eval y hacer un altar a Dios, es por eso que los próximos versículos especifican cómo hacerlo: 4. Y será que al cruzar el Jordán levantarás esas piedras que te ordeno hoy, en el monte Eval y las revocarás con cal. 5. y construirás allí un altar…

Es decir, en el versículo 2 se refiere a poner las piedras y escribir allí todas las palabras de la Tora, para que quede bien claro cuál es el motivo y el mérito por el cual entran a la tierra de Israel, en el versículo 3 se refiere a tomar esas piedras y colocarlas en el monte Eval, hacer un altar y renovar el pacto. De esta forma, Yehoshua levantó las piedras el mismo día que cruzó el Jordán y también lo hizo después de la guerra con Hai.

Esta explicación de Malvim logra un equilibrio y unifica todas las opiniones, además hay un versículo que apoya su postura, y es que cuando en el capítulo 4:20 dice que erigió esas piedras en Guilgal no dicen que quedaron allí hasta el día de hoy, lo que insinuaría que luego fueron llevadas al monte Eval, mientras que las piedras que colocó en el lecho del río Jordán en el lugar en donde cruzaron, allí sí dice: Y doce piedras erigió Yehoshua dentro del Jordán, debajo de los pies de los sacerdotes que portaban el arca de la alianza y quedaron allí hasta el día de hoy.

Daat Mikra, recalca que Yehoshua lo hace en este momento pues es un momento de alegría y euforia en el pueblo y la ordenanza de Moshé era alegrarse y construir un altar en el monte Eval, que se encuentra del lado norte de la ciudad de Shejem (Nablus) y tiene una altura de aproximadamente 940 metros sobre el nivel del mar.

Hay quienes dicen que es en este lugar, pues ubicándose en medio del valle entre los dos montes, se produce una acústica muy especial que genera un eco que se escucha desde ambos montes.

 Abarbanel dice que el arca estaba en medio del valle junto con los sacerdotes (que pertenecen a la tribu de Levi) los oficiales y los jueces. Luego seis tribus en la ladera del Monte Guerizim (Shimón, Levy, Yehuda, Isajar, Yosef y Biniamín) y seis en la ladera del Monte Eval (Rubén, Gad, Asher, Zebulun, Dan y Naftalí). Vemos que la tribu de Levi estaba en uno de los montes, y lo que dice que estaba en el centro junto al arca, se refiere a los sacerdotes los cuales pertenecían a la tribu de Levi.

Si bien aquí solo menciona la bendición, todos los comentaristas están de acuerdo que también incluyó la parte de las maldiciones, tal como dice en Debarim 27:13. Solamente que aquí no quiso mencionarlo y por eso dice: Tal como ordenó Moshé, siervo de Dios al principio, bendecir al pueblo de Israel Es decir, en el párrafo  de Debarim primero menciona la bendición y luego la maldición. Y al ser que recalca que hicieron tal como Moshé lo ordenó, se deduce que también dijeron la parte de la maldición.

El objetivo, fue renovar el pacto. Tal como Moshé lo había ordenado, una vez que entren a la tierra de Israel. Y  tal ocurrió en el monte Sinai, también aquí, luego del pacto hicieron un altar y brindaron ofrendas a Dios. Pero a diferencia de aquella vez, Moshé ya no estaba y a pesar de ello, el pueblo no se apartó del camino de Dios como lo había hecho en el monte Sinai 40 días después que se ausentó Moshé.

Por otro lado, no debemos olvidar que tal como Abraham, al entrar por primera vez a la tierra prometida lo hizo por este lugar y levantó un altar precisamente en ese sitio, Yehoshua quiere que el pueblo, los descendientes de Abraham, repitan y se encaminen en los mismos caminos que los patriarcas, es por eso que hace el altar allí mismo apenas entran a la tierra.

Además de esta manera se estaría cumpliendo lo que ordenó Moshé y quedaría plasmado en las fibras más íntimas del pueblo que por el tenor de estas palabras es que entran a la tierra de Israel, tal como dijo Moshe: “Y escribirás sobre ellas todas esta Tora al cruzar, para que entréis a la tierra que el Eterno vuestro Dios te da, tierra que mana leche y miel, tal como te dijo el Eterno Dios de tu padre.