Podrías haber sido un gran rey

Podrías haber sido un gran rey

Todo estaba supuestamente preparado para el establecimiento de una monarquía, y quién es más digno y adecuado para esto que el humilde creyente Guidón, quien devolvió al pueblo al camino de Moshé.

La persecución tras los Midianitas se llevó a cabo a lo largo de toda la tierra, mucho más que en las otras guerras de los jueces- desde “ Beit Hashitá…hasta Sfat Abel Mejola” (Capítulo 7, versículo 22)  hacia el Jordán. Se extiende dentro del espacio de Midián y Bnei Kedem en el río Yabok, a través de “Sucot” en el valle del Iardén (Jordán) oriental, y “Penuel” en la zona aledaña al paso del histórico Yabok. Y llegó hasta los campamentos de tiendas “desde la parte oriental de Noba hasta Iagbeha” (Jibaha, al norte de Amán, capítulo 8, versículo 11) lindante con la frontera del desierto.

Los 300 “que lamían el agua como perros”, combatientes de élite, protagonizaron la sorpresa a la noche, y la multitud de movilizados generaron una definición espacial en las dos riberas del Iardén. Con esto finalizaron las incursiones del este por cientos de años, que comenzaron con los hijos de Israel, y después de ellos Aram, Moav y los Midianitas. La guerra de Moshé contra Midián (Bamidbar capítulo 31) por el control de la ribera oriental del Iardén fue completada por Guidón, que también “cerró el círculo” con Iaacov al reconciliarse con su hermano Esav, en el paso de Yabok (Bereshit capítulo 32, versículos 22-31 hasta el 33, 1-17).

Todo estaba supuestamente preparado para el establecimiento de una monarquía, y quién es más digno y adecuado para esto que el humilde creyente Guidón, quien devolvió al pueblo al camino de Moshé, a la independencia, a la destrucción de la idolatría cananea, y a la constitución de un ejército victorioso que restituyó la hegemonía israelí en ambas riberas del Iardén, y también supo reconciliar a la encolerizada tribu de Efraim (Capítulo 8, versículos 1-3), y unir a las tribus.

En efecto, “el hombre de Israel” (los líderes de los combatientes) comprendieron muy bien el significado de la victoria y el liderazgo de Guidón, y le dijeron-“ Gobierna sobre nosotros, tú, y también tu hijo, y también tu nieto; pues nos has librado de mano de Midián” (Capítulo 8, versículo 22). Pero Guidón se negó a establecer una dinastía monárquica de su casa, y mantuvo el régimen de las tribus (el más democrático, aunque relativamente más débil, sin poder de gobierno), por su sentido religioso-“No gobernaré sobre vosotros, ni mi hijo los gobernará: el Eterno gobernará sobre vosotros” (Capítulo 8, versículo 23).

 Gentileza del sitio 929.

 

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