El capítulo continúa relatando acerca de la guerra con Midyán en tres partes. En cada una de ellas, leemos acerca del encuentro de Ghidón con otro grupo, que se dirige a él de un modo diferente:

1. El encuentro con los referentes de Efraim-Enojo (Versículos 1-3)

Los hijos de Efraim que fueron convocados al final del capítulo anterior para el cierre de los pasos del Jordán y la captura de los midyanitas fugados, aparecen en el inicio de este capítulo argumentando que no los hicieron partícipes desde el inicio de la batalla. “¿Qué es esto que has hecho con nosotros, de no llamarnos cuando fuiste a campaña contra Midyán?"(versículo 1) Ghidón calma (apacigua) esta fuerte pelea manifestando (expresando) un encendido reconocimiento por la participación de Efraim en la guerra: “¿Acaso no son mejores las rebuscas de Efráyim que la vendimia de Aviézer? (versículo 2)

2. El encuentro con la gente de Sucot y Pnuel-la falta de colaboración (versículos 4-21)

Ghidón y sus combatientes siguen con el operativo de erradicación de los midyanitas que aún quedaban y persiguen a Zevaj y Tzalmuna, reyes de Midyan. Tras cruzar el Jordán, él y sus hombres “cansados pero siguiendo en alcance de los fugitivos” (versículo 4) se dirigen a dos poblaciones aledañas, Sucot y Pnuel:

Los hombres de Pnuel y de Sucot se niegan a (rehúsan) colaborar con Ghidón y sus hombres, y no están dispuestos a cooperar. En respuesta a ello, Ghidón promete que regresará para vengarse de ellos cuando Zevaj y Tzalmuna estén en sus manos, y efectivamente, así sucedió: Ghidón lleva a cabo una matanza en Sucot y mata a los hombres de la ciudad de Pnuel.

3. El encuentro con los “hombres de Israel”- ungir (coronar) a Ghidón (versículos 22-27)

Los hombres de Israel se dirigen a Ghidón con una propuesta para constituir una dinastía monárquica: “Reina sobre nosotros, así tú, como tu hijo, y el hijo de tu hijo” (versículo 22). Ghidón rechaza la propuesta, pero en esta ocasión, no debido a su humildad, como ocurriera en el inicio del capítulo. Ghidón tiene un mensaje importante: “No reinaré yo sobre vosotros, ni reinará mi hijo sobre vosotros: el Señor reinará sobre vosotros." (versículo 23)

Ghidón sostiene (considera) que el pueblo de Israel no necesita de un rey de carne y hueso, sino que Dios será su rey, tal como se diera hasta esa época.

A pesar del entorno festivo en el final de los relatos de Ghidón, volvemos a escuchar que el pueblo de Israel retorna al camino del mal a ojos de Dios; “Mas aconteció, luego que hubo muerto Ghidón, que tornaron los hijos de Israel y fornicaron tras los Báales, pues pusieron a BáalBrith por dios;” (versículo 33).