“Y encontraron escrito en la Torá que el Eterno había prescrito por medio de Moshé, que los hijos de Israel habitaran en Sucot, durante la fiesta del mes séptimo. Y ellos proclamaron e hicieron pregonar en todas sus ciudades y en Ierushalaim, diciendo: Salgan al monte y traigan ramas de olivo, ramas de árboles frondosos, ramas de mirto, ramas de palmera y ramas de sauces frondosos, para hacer Sucot, tal como está escrito. El pueblo salió y los trajeron e hicieron para ellos Sucot, cada uno en su terraza, en sus patios, en la explanada de la Casa de Dios, en la calle de la puerta de las Aguas y en la calle de la puerta de Efraim. Toda la congregación de los que habían salido del exilio, hicieron Sucot y habitaron en ellas. Pues los hijos de Israel no habían hecho de esta manera, desde los días de Yehoshua Bin Nun, hasta aquel día. Y hubo un regocijo muy grande. Y leyó el libro de la Torá de Dios cada día, desde el primer día hasta el último día. Celebraron la fiesta siete días, y al octavo, Sheminí Atzeret, según lo establecido. (Nejemiá, capítulo 8, versículos 14-18)
Comentario del Rabino David Tzví Hoffman sobre el versículo 40, del capítulo 23, en el libro Vaikrá
“Y tomarán ustedes en el primer día: fruto de árbol hermoso (fruto cítrico), ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces del río, y se regocijarán ante Adonai vuestro Dios, siete días” (Vaikrá, capítulo 23, versículo 40)
Si repasamos con suma profundidad los versículos 14-18 del capítulo 8 en el libro Nejemiá, no nos resultará difícil encontrar una explicación satisfactoria que coincida con la tradición. No obstante, estos versículos en sí mismos, generan algunos interrogantes…lo que nos lleva a la hipótesis, de que la expresión “hacer Sucot”, no significa “construir Sucot”, sino “Haz la festividad de Sucot” (Devarim, capítulo 16, versículo 13; Ezrá capítulo 3, versículo 4), “celebrar la festividad de Sucot”, un precepto que incluye también el resto de las ceremonias de la festividad de Sucot. Conforme a ello, se relata en los versículos 14-15 del capítulo 8 en el libro Nejemiá, que los jefes paternos que se presentaron ante Ezrá “para estudiar las palabras de la Torá”, encontraron un versículo, que según los preceptos de Dios, deben habitar en Sucot y ordenar al pueblo preparar todo lo relativo a la festividad de Sucot, acorde a la Halajá (como está escrito “Hacer Sucot”, debe ser explicado de ese modo, debido a que no encontramos en la Torá un precepto de “hacer Sucot” sino “habitar en las Sucot”, así como en Nejemiá capítulo 8, versículo 14 figura “que habitaran en Sucot”); y para ese fin debían ascender a los montes para equiparse con las ramas para las Sucot y las plantas para las cuatro especies.
El fruto de árbol hermoso (fruto cítrico) no es mencionado, ya que en la época de la cosecha, ya estaba preparado, y así también, los sauces del río se hallan en todo lugar; sólo las ramas de palmera y las ramas de árbol frondoso, y las hojas verdes y bellas del olivo y los árboles de olivo y el mirto debían ser traídos de las montañas. Y es correcto, tal vez, el enfoque del Talmud (Sucá 12a) sobre el versículo 15 del capítulo 8 en el libro Nejemiá, según el cual tomaron las tres primeras especies para las Sucot y las dos últimas para las cuatro especies.
Y luego, relata el versículo 16: “e hicieron para ellos Sucot”. Está claro, que esto se hizo antes de la festividad, ya que en el transcurso de la misma, el trabajo estaba prohibido y en los versículos 17-18 se hace referencia de este modo, a la celebración de la festividad: “Toda la congregación de los que habían regresado del exilio hicieron Sucot y habitaron en ellas. Pues los hijos de Israel no habían hecho de esta manera desde los días de Yehoshua bin Nun (es decir: con una participación tan masiva)… Y hubo un regocijo muy grande” (con el precepto de las cuatro especies, como lo indica el precepto en Vaikrá, capítulo 23, versículo 40).
“Y leyó del libro de la Tora de Dios cada día…” y el versículo 18 finaliza el relato con las palabras: “Celebraron la fiesta siete días, y al octavo, Sheminí Atzeret según lo establecido”
Las ofrendas, ni siquiera son mencionadas, ya que en las mismas no participaba todo el pueblo y además porque esos sacrificios ya eran elevados en tiempos pretéritos (Comparar Ezrá capítulo 3, versículo 4; Divrei Haiamim II, Crónicas II, capítulo 8, versículo 13). He aquí, que estos versículos coinciden plenamente con la literalidad de la ley según la tradición.
Rabino David Tzví Hoffman (Radatz)-el Rabino David Tzví Hoffman nació en el año 1843 y falleció en el año 1921. Fue uno de los líderes del judaísmo en Alemania, a finales del siglo XIX y uno de los líderes de la escuela “Torá Im Derej Eretz” o “Neo-ortodoxia”. Se desempeñó como director de la Casa de Estudios para Rabinos en Berlín. Se dedicó a la investigación del Talmud, a la enseñanza y el dictamen de leyes, pero por sobre todo, se destacó por su comentario del texto bíblico, a través del cual se opuso firmemente a la crítica bíblica de esos tiempos, y por la utilización de elementos científicos.