Linea de tiempo
Nejemiá
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1
La Aliá de Nejemia
Los recuerdos de Nejemiá
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2
La construcción de la muralla
Los recuerdos de Nejemiá
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3
La construcción de la muralla
Los recuerdos de Nejemiá
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4
La construcción de la muralla
Los recuerdos de Nejemiá
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4
Distorsiones en la sociedad humana
la esterilidad del esfuerzo humano
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5
Regulaciones de Nejemia para los pobres
Los recuerdos de Nejemiá
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6
La operatividad contra Nejemia
Los recuerdos de Nejemiá
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7
Las enmiendas de Nejemia para la seguridad de Ierushalaim
Los recuerdos de Nejemiá
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8
Las enmiendas de Ezrá
Las reuniones del pueblo
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9
La gran confesión y el salmo de la plegaria
Las reuniones del pueblo
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10
La concertación del acuerdo
Los recuerdos de Nejemiá
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11
Las listas de los líderes del pueblo y los Cohanim
Los recuerdos de Nejemiá
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12
Inauguración de la muralla
Los recuerdos de Nejemiá
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13
Las enmiendas de Nejemia
Los recuerdos de Nejemiá
lior
Nejemiá 8 Versículo 1
Este capítulo es la continuación cronológica de lo que dijo en el último versículo del capítulo anterior, en donde dice: Y habitaron en sus ciudades, los sacerdotes, los leviim, los porteros, los cantores, algunos del pueblo, los Netinim y el resto de Israel. Cuando llegó el mes séptimo, los hijos de Israel ya estaban en sus ciudades.
En el libro de Ezra 3:1 y 2 también dice que se reunió todo el pueblo en el mes séptimo: Y cuando llegó el mes séptimo, los hijos de Israel ya moraban en sus ciudades, y se juntó el pueblo como un solo hombre en Jerusalem. Entonces se levantó Ieshúa hijo de Iotzadac, y sus hermanos los sacerdotes, y Zerubabel hijo de Shealtiel, y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, para brindar sobre él ofrendas como está escrito en la Tora de Moshé, varón de Dios.
En esa ocasión se reunió todo el pueblo para inaugurar el altar con Zerubabel. Muchos años después, el pueblo se vuelve a reunir en el mes séptimo en época de Ezra y Nejemiá, pero esta vez, no solo el altar estaba construido, sino también el templo y la ciudad de Jerusalem con sus murallas reconstruidas.
Esta vez, el centro, no serán las ofrendas en el altar, sino que el pueblo se reúne en derredor de la Tora y el cumplimiento de sus preceptos. Es por eso que esta vez no se reúnen en el Templo, sino que se reúnen en la calle, en los portones de la ciudad que es donde se congregaba la gente.
Durante el mes séptimo el pueblo cumplía el precepto de peregrinar hacia Jerusalem para la fiesta de Sucot, pero en esta ocasión, adelantaron y fueron a Jerusalem desde el comienzo del mes, es decir, dos semanas antes de la festividad de Sucot, tal vez para estar presentes en la inauguración de la muralla de la ciudad.
Nejemiá 8 Versículo 2
El primero del mes séptimo es el día en que se celebra Rosh Hashaná.
de todos los que podían entender A lo largo de este capítulo, encontraremos que uno de los verbos que más se repite es: entender o sus sinónimos, se menciona aproximadamente 6 veces. Esto es para recalcar la gran revolución que hizo Ezra, pues se preocupó por que la Tora sea comprendida por todo el pueblo.
Como es sabido, Ezra, fue el que estipuló que cuando sea leída la Tora, debía haber junto al que leía, un traductor para que traduzca simultáneamente al arameo, de esa forma, el pueblo podía entender lo que estaba escrito allí, pues el arameo, era la lengua que se manejaba en el imperio persa.
Asimismo, Ezra, estipuló que la Tora fuera escrita en idioma hebreo, pero utilizando las letras arameas, que son las que hoy en día confeccionan las letras hebreas en imprenta.
Letras hebreas en imprenta: א ב ג ד ה ו ז ח ט י כ ל מ נ ס ע פ צ ק ר ש ת
El comentarista Ralbag sostiene que cuando dice: de todos los que podían entender se refiere a los niños, que estaban presentes todos aquellos que ya podían entender, aproximadamente de 6 años para arriba.
Por otro lado, Malvim, sugiere que no solo les leyó la Tora escrita, sino que también les transmitió la Tora Oral.
Nejemiá 8 Versículo 3
Hasta el periodo del segundo Templo, la Tora básicamente estaba en manos de los Cohanim, eran ellos los que la estudiaban y la enseñaban al pueblo, juzgaban y decretaban acorde a las leyes de la Tora. El pueblo recurría a ellos para saber qué era lo que la Tora decretaba para cada ocasión, pero, estos últimos, no tenían acceso a estudios más profundos ni se les trasmitía las herramientas para comprender y deducir la Tora.
Ezra, es el que va a producir una revolución con respecto a este tema; él hace que la Tora sea accesible para todo el pueblo, y todo aquel que quisiera entenderla en profundidad y convertirse en sabio de la Tora o juez, pueda tener acceso a ello, a pesar que no pertenezca a los cohanim, es por eso que la traduce y la escribe con letras arameas para que sea asequible a todos los estratos del pueblo, haciendo que todos puedan entenderla y estudiarla.
Ezra es el que descentraliza el Templo, la Tora que otrora se leída y se estudiaba dentro del Templo, ahora pueden reunirse aun en la calle para leer y estudiar la Tora. Es por eso que toda la gente se reúne a montones en las puertas de la ciudad, que era en donde se concentraba el pueblo, y allí asisten estupefactos a la lectura de la Tora que Ezra hace, en forma clara y comprensible a sus oídos, como nunca antes había ocurrido.
Si bien Ezra fue uno de los encargados de la construcción del segundo Templo y otorgarle el lugar central que siempre tuvo dentro del judaísmo, por otro lado, Ezra no quiere que, si el Templo falta, el judaísmo quede desarmado, es por eso que separa el estudio de la Tora del servicio en el Templo.
No debemos olvidarnos que es Ezra el que constituye la Gran Asamblea de 120 sabios (Anshe Kneset Haguedolá) y lo primero que dicen, tal como lo cita el Pirke Avot en 1:1 y 2: Moshé recibió la Torah en el Sinaí y se la transmitió a Yehoshúa. Yehoshúa se la trasmitió a los ancianos, los ancianos a los profetas y los profetas la transmitieron a los miembros de la Gran Asamblea. Ellos dijeron tres cosas: Sean cautos en el juicio, formen muchos discípulos y hagan un cerco a la Torah.
Shimón el justo, era de los últimos [miembros] de la GranAsamblea. Él solía decir: Sobre tres cosas el mundo se sostiene: Por la Torah, por el servicio [Divino] y por los actos de benevolencia.
Nejemiá 8 Versículo 4
Acorde a la opinión de Ralbag, el motivo por el cual se había hecho ese estrado de madera es para que pudiera estar un poco más elevado y así todo el público pudiera observar y escuchar la lectura de Ezra. Y por ser que estaba leyendo la Tora, quería que haya diez personas cerca suyo pues todas las cosas sagradas, requieren un quorum de diez hombres adultos.
Como antes dijimos, Ezra, fue el que estipuló que la Tora sea leída en público, y así se hace hasta hoy en día en las sinagogas de todo el mundo, la Tora es leída a la congregación desde una tarima o estrado.
Nejemiá 8 Versículo 5
El objetivo era que todo el pueblo vea lo que Ezra iba a leerles. Cuando el pueblo observa el sefer Tora, la reacción espontánea fue ponerse de pie en señal de respeto.
Los comentaristas Ibn Ezra y Ralbag, sugieren que cuando dice todo el pueblo se paró hace referencia que todo el pueblo paró de hablar y de hacer lo que estaba haciendo, para de esa manera concentrarse y escuchar lo que Ezra les iba a leer.
Nejemiá 8 Versículo 6
El comentarista Ralbag, dice que antes de leer la Tora, Ezra, bendice a Dios, y esa misma bendición es la que quedó estipulada para las futuras generaciones, cada vez que alguien es honrado en la sinagoga para leer la Tora, antes de comenzar la lectura debe recitar una bendición.
Todo este suceso nos recuerda un poco el suceso del monte Sinai y tiene varias similitudes y frases parecidas a las que dijo la Tora. Es por eso que en el versículo 1 dijo: el libro de la Tora de Moshé que el Eterno había dado a Israel en el monte Sinai.
Allí dice que Moshé reunión a todo el pueblo como un solo hombre y aquí también nos dice que se reunió todo el pueblo, hombres mujeres y niños.
En el monte Sinai dice que Moshé levantó a todo el pueblo temprano, y aquí dice que Ezra les leyó la Tora desde el amanecer.
Ezra, les muestra el sefer Tora, tal como Moshé les mostró las tablas de la ley.
En el monte Sinai Dios hablaba con Moshé, y éste le decía al pueblo lo que Dios le transmitió. Aquí Ezra le dice y explica al pueblo lo que Dios encomendó en la Tora.
Con Moshé en el monte Sinai, dice que todo el pueblo dijo: Haremos y entenderemos y con Ezra dice que el pueblo dijo dos veces: amen, amen. Como forma de aceptación de todo lo que dijo y también dice que comprendían todo lo que les dijo.
En el monte Sinai, todo el pueblo se postró ante Dios, y aquí también.
En el suceso del monte Sinai, luego de que escucharon a Dios hablando con Moshé, el pueblo fue enviado a sus tiendas, también aquí en el versículo 10 dice que los enviaron a sus tiendas a comer y beber.
Todo este accionar de Ezra, nos confirma maá aun lo que dijeron los sabios acerca de Ezra: El Talmud, en el tratado de Berajot que Ezra era digno que se realicen por él milagros de la misma magnitud que los que se le hicieron oportunamente a Yehoshua cuando ingresó a la tierra de Israel, pero los hombres de aquella generación no eran merecedores de semejantes portentos.
Dos cosas más dijeron acerca de Ezra, por un lado, se lo considera como aquel que revivió la Tora y la fortaleció dentro del pueblo de Israel, pues había caído en el olvido por parte de la mayoría del pueblo, por otro lado, fue el que hizo asentarse al pueblo de Israel en su tierra.
Por último, y lo más elevado que han dicho acerca de Ezra, es acerca de su liderazgo y su empeño para que la Tora vuelva a ser parte del pueblo de Israel, enseñándosela a todos los estratos del pueblo y haciendo que sea cumplida y respetada por todo el pueblo. Es lo que figura en el Talmud, tomo Sanedrín 21: “Si la Tora no hubiera sido entregada por intermedio de Moshé, hubiera sido digna de ser entregada por mano de Ezra”.
Nejemiá 8 Versículo 7
A partir de ahora, no serán los cohanim los que tendrán la exclusividad en cuanto al acceso y la enseñanza de la Tora, sino que también los Leviim y quien esté capacitado para ello, formarán parte de los que enseñen la Tora al pueblo.
Esto hizo que la gente tenga a su disposición a más gente para que le enseñe, lo que hará que los maestros tengan menos alumnos cada uno y por ende más tiempo para dedicarse a escuchar las preguntas y explicar las dudas de cada uno.
mientras el pueblo permanecía en su lugar Tal como dijimos antes, el hecho que se dedique al pueblo el tiempo suficiente para explicarles los detalles de cada precepto y hacérselos llegar a su nivel, era una práctica completamente inusual, por lo tanto, el pueblo estaba maravillado y muy entusiasmados por aprender, lo que hizo que se mantuvieran allí para que pudieran explicarle todo y así aprender.
Nejemiá 8 Versículo 8
No solo se les traducía los versículos para que los entendieran, sino que los Leviim les enseñaban también la Tora oral. Es por eso que dice: traduciéndolo y explicándolo Como es sabido, en la Tora escrita (el pentateuco) no están incluidos los detalles de los preceptos, más bien, allí están solo enunciados, el detalle y sus reglas, fueron transmitidas por Dios a Moshé, en forma oral. Por lo tanto, cuando en la Tora escrita menciona el precepto de las filatelias (tefilín), no proporciona muchos detalles, pero en la Tora oral, detalla, cómo deben ser hechos, qué es lo que debe tener escrito adentro, de qué color deben ser, de qué tamaño, dónde se colocan, cuándo se coloca, quién está exento, etc.
para que todos entendieran la lectura Ezra, se ocupó que no hubiera nadie que no entendiera o que no tuviera a su lado quién le explique y les haga saber lo que acababa de leer en la Tora.
No se trataba de una lectura superficial, sino que se les explicaba el profundo sentido y significado de lo que se acababa de leer.
Nejemiá 8 Versículo 9
La gente del pueblo, al escuchar lo que Ezra les leyó, (hay quienes dicen que el párrafo de la Tora que les leyó fue aquel que tiene que ver con las bendiciones y las maldiciones para aquellos que van por el camino de los mandamientos de Dios y los que lo abandonan) el pueblo al ser conscientes ahora de que habían profanando muchos de los preceptos de Dios, y que precisamente ese era el día de Rosh Hashana, el día del juicio, todos se apenaron y temieron mucho. Es por eso que elevaban su voz y su llanto a Dios para que los perdone.
Ante esta actitud del pueblo, Ezra y Nejemiá y los Leviim, tratan de reconfortar al pueblo
Este día es santo para el Eterno, vuestro Dios tal como dice en Vaikra 23:24 Diles a los hijos de Israel: El día primero del mes séptimo será para vosotros día de cese de actividades, sagrada convocatoria y lo conmemoraréis al son del shofar…
Nejemiá 8 Versículo 10
Al ser un día festivo, debía celebrarse con alegría, realizando un banquete conmemorativo, comiendo y bebiendo en alegría.
Además, como dijo en el versículo 3, Ezra les había leído la Tora desde el amanecer hasta el mediodía por lo tanto ya era hora de que cada cual vaya a alimentarse.
Y, tal como la Tora pregona en cada ocasión de alegría, les insta a que no se olviden de los pobres e indigentes que no poseen con qué alegrarse, no debemos olvidarnos que anteriormente, en el capítulo 5, nos había mencionado la gran cantidad que había de pobres que no tenían lo qué comer.
porque el deleite en el Eterno, esa es vuestra fortaleza Daat Mikra sostiene que esto se refiere a que si ellos van a cumplir el mandamiento de estar alegres y contentos en los días festivos tal como lo estipuló la Tora, entonces eso será para ellos un mérito más que evitará ser castigados por Dios, tal como ellos temían.
Otros comentaristas como Malvim, Ralbag y Maimónides, dicen que esto se refiere a algo mucho más profundo. Le explicaron al pueblo, que la verdadera fortaleza del pueblo de Israel yace en Dios, solamente Él es la fuente de nuestra esperanza y felicidad, es por eso que aquel que le es fiel a Dios, se encamina en Sus mandamientos y Sus enseñanzas, es el que realmente merece gozar de Su protección y bendición.
Nejemiá 8 Versículo 11
Tal como dijimos en el versículo 9, el pueblo estaba apenado por su falta de cumplimiento de los preceptos y su mala situación espiritual ante Dios.
Nejemiá 8 Versículo 12
El pueblo, acepta fielmente lo que les acaban de enseñar, pero no se trata de un acatamiento sumiso e ingenuo, sino que esa actitud es producto de una meditación y comprensión de todo lo que les habían enseñado en ese día.
No solamente se alegran ellos, sino que se preocupan de que también puedan disfrutar de esa alegría aquellos cuya situación es más precaria, brindándoles los medios necesarios para que ellos también puedan regocijarse en el día festivo.
Nejemiá 8 Versículo 13
Esto es consecuencia de lo que explicamos en el versículo 3, que la Tora dejó de ser patrimonio exclusivo de los Cohanim y el pueblo pudo tener acceso al estudio y desarrollo de la Tora acorde a su capacidad.
Nejemiá 8 Versículo 14
Como dijimos antes, estaban en el séptimo mes, y luego de Yom Kipur, viene la festividad de Sucot, que dura 7 días y requiere muchos preparativos, es por eso que Ezra, comienza a enseñarle al pueblo los detalles de esta festividad así todos se preparan para poder cumplirla plenamente.
Hay quienes sostienen que ese era el año sabático es por eso que Ezra y Nejemiá, aprovechando que todo el pueblo se reunió quisieron cumplir con el precepto de Hakehel, tal como dice la Tora en Debarim 31:9 Y les ordenó Moshé a ellos: A los siete años, en el año sabático, en la festividad de Sucot, cuando todo el pueblo de Israel sea convocado ante el Eterno vuestro Dios, en el lugar que Él escogerá, leerás esta Torá ante todo Israel para que la oigan. Reunirás al pueblo, hombres, mujeres, niños y los extranjeros que estén en tus ciudades, para que escuchen, y para que aprendan y teman al Eterno vuestro Dios y cumplan todas las palabras de esta Torá. Y sus hijos, carentes de conocimiento, escucharán y aprenderán a temer al Eterno vuestro Dios, todos los días que viváis en la tierra que van a poseer del otro lado del Jordán.
Nejemiá 8 Versículo 15
Aquellos hombres, que mencionó en el versículo 13, que habían ido a estudiar junto a Ezra, son los que hicieron correr la voz de lo que debían hacer para estar listos para la festividad de Sucot.
Salid al monte se dirigen a la gente de Jerusalem, para que salga al bosque a juntar todo lo necesario. Daat Mikra, dice que se refiere al Monte de los Olivos que quedaba frente a la ciudad de Jerusalem.
Todas estas especies que menciona son las necesarias, ya sea para armar la suca como así también para cumplir con el precepto de tomar de las cuatro especies: una rama de palmera datilera, tres ramas de mirto de tres hojas, dos ramas de sauce y el fruto de la cidra (Etrog).
Nejemiá 8 Versículo 16
Los que estaban en Jerusalem, cumplieron fielmente y salieron a buscar todo lo que les requirieron.
Todo el pueblo se esforzó para cumplir el precepto de la mejor manera posible.
Al ser que eran muchos los peregrinos, y tal como había dicho Nejemiá en el capítulo 7 versículo 4 pero el pueblo dentro de Jerusalem era poco y no había casas edificadas es por eso que hacen sucot en las calles, pues la gente que había venido en peregrinación, no tenía en dónde dormir, pero el afán por cumplir el precepto de la festividad era tal que hicieron las sucot en donde podían, aun en la calle o en los espacios públicos, de esta manera, la ciudad cobró un tinte festivo muy distintivo y peculiar, como nunca se había visto antes, pues anteriormente no se permitía construir sucot en zonas públicas.
Nejemiá 8 Versículo 17
Recalca que todos se preocuparon por tener su suca, lo que hizo que la ciudad esté completa de sucot y de gente, todo un ambiente de fiesta.
Pues los hijos de Israel no habían hecho de esta manera desde los días de Yehoshua bin Nun, hasta aquel día. Con respecto a la pregunta: ¿Acaso en los días del rey David o del rey Shelomó no se festejaba la fiesta de Sucot? ¿O en los días del primer Templo no se festejaba la fiesta? Los comentaristas tratan de esgrimir distintas respuestas.
Daat Mikra, sostiene que el motivo se debe a que al ser que no festejaron la festividad de Sucot de esa forma durante tanto tiempo, es por eso que utiliza un lenguaje exagerado, como para expresar que no se hacía así, ni Jerusalem lucia de esa manera desde hacía muchísimo tiempo.
Otros opinan tal como dice el Talmud en el tratado Arajim 32b en donde dice que la comparación con la época de Yehoshua se debe a que tal como Yehoshua fue el que hizo entrar al pueblo en la tierra de Israel, así también, festejaron la festividad de sucot en Israel después de haber ingresado a la tierra nuevamente con Ezra, luego del exilio.
Otros sostienen que la similitud con los días de Yehoshua es que tanto en aquella época como en la de Ezra, todo el pueblo que habitaba en la Israel celebró la festividad.
Malvim menciona otro motivo, y dice que se debe a que cuando Yehoshua conquistó la tierra de Cnaan, no estipuló que se pueda construir sucot en las zonas públicas, sino solamente en las propiedades privadas. Ezra, en cambio, al regresar con los cautivos, decreta que sí se pueda construir sucot en las zonas públicas, por ende, en la época de Ezra, las sucot se multiplicaron por doquier hasta el punto que nunca Jerusalem estuvo tan llena de sucot y gente alegre en ellas como en ese momento.
Rabí Yehudá Haleví en su libro Kuzari, 3:63 ofrece otra explicación, se refiere a que la mayoría del pueblo de Israel, es decir, el populacho, la gente menos instruida y los más asimilados (no nos olvidemos que en aquella época, muchos se habían casados con mujeres no judías), se habían olvidado de los detalles de la fiesta, si bien sabían que existía la fiesta de Sucot, no muchos sabían sus detalles y cómo cumplirla, tal como sucede hoy en día con el público más asimilado del pueblo judío. No obstante, los sabios del pueblo o la gente devota, seguro que sabían y festejaban cada año la festividad de sucot fielmente como lo estipula la Tora.
Nejemiá 8 Versículo 18
El que leyó el libro de la Tora, acorde a la opinión de Daat Mikra fue Ezra, pues él fue el que estipuló que la Tora sea leída en todo lugar, aun en la calle, es por eso que ese año, toda la gente pudo escuchar la lectura de la Tora cada día y día de la festividad.
y al octavo, Sheminí Hatzeret según lo establecido Tal como prescribe la Tora, luego de los siete días de Sucot, comienza la fiesta de Shemini Hatzeret. No es que el pueblo solamente festejó la fiesta de Sucot, sino que continuó cumpliendo el resto de las festividades, como en este caso la fiesta de Shemini Hatzeret que comienza enseguida termina la fiesta de Sucot.