La humareda de la idolatría en la casa de Mijá se mezclaba con el humo del servicio a Dios en la aledaña Shiló. ¿Por qué Dios se apiadó del ídolo de Mijá?
Este episodio sucedió en gran parte en el monte Efraim, sobre el camino principal de sur a norte. También el joven Leví, que llegó de Beit Lejem Iehudá, los cinco espías de los hijos de Dan, y también seiscientos combatientes de la tribu de Dan que vinieron de Kiriat Yearim, todos llegaron a la casa de Mijá en su travesía hacia el norte. Y no porque tenían previsto llegar allí. ¿Dónde se hallaba la casa de Mijá?
La Guemará (Sanhedrin 103b) señala: “De Garab (y en otra versión, del oeste) a Shiló hay tres millas, y había humo en el Mishkán (Tabernáculo) de Shiló, y humo del ídolo de Mijá, y se mezclaron entre ellos. Los ángeles ministeriales solicitaron quitarlo (a Mijá, del mundo)-les dijo Dios: déjenlo, ya que todos son hospedados por él”. La Guemará comprendió o preservó la tradición según la cual Mijá estaba cerca del Mishkán en Shiló, del oeste, en el sitio donde los transeúntes realizan una parada para comer.
El professor Shmuel Klein, de Bendita Memoria, (en su libro “Eretz Iehudá”, página 182) encontró en su momento una ruina llamada Yarabe, al sur de Maalé Leboná, casi 4 km. al oeste de Shiló, y debajo de Maalé Leboná sobre el camino principal “de Beit El a Shejem” (Capítulo 21, versículo 19) se halla Jan (una parada en el camino) sobre la base de Kdumim, al lado del pequeño manantial-a una distancia de una caminata de un día desde Ierushalaim.
Un bello capítulo de geografía bíblica y talmúdica.
La casa de Mijá era la competencia del Mishkán en Shiló-¿Por qué Dios se apiadó del ídolo de Mijá?
Por el mérito de ellos como hospitalarios en la parada del camino, donde los transeúntes pueden comer y pernoctar, y tal vez también porque eran personas íntegras, y no comprendieron que estaban pecando con otros dioses, cuando la intención de ellos era la de servir a Dios.
Los hijos de la tribu de Dan transformaron integridad en violencia, en camino a la conquista de la heredad en el norte, después de que no lograron alcanzar la tierra entre el Yarkón y Yafo. La norteña Dan, se convirtió en la frontera norte de Israel, y en un punto importante en el pecado de los becerros de Ierabam hijo de Nebat, en la división del reino de Israel, “hasta el día en que fueron expulsados de la tierra” (Capítulo 18, versículo 30).
Gentileza del sitio 929.