Tu leerás Salmos en tu casa

Tu leerás Salmos en tu casa

David quería salir a la batalla, tal vez  pudiera hablarle al corazón de Abshalom. Pero David se queda en casa y es Yoav el que manejará la cuestión.

A simple vista, no le queda a David alternativa alguna para mediar entre su amor desesperado por Abshalom, entre el hijo rebelde dispuesto a eliminarlo, con todo su mundo. Pero David aun creía en su capacidad para salvar el abismo, sólo si el estará en el campo de batalla, podrá evitar que Yoav lo mate, tal como aconteció con Shaul, y podrá hablar directamente con Abshalom, como habló con Shaúl, para ablandar su corazón, y tal vez, a pesar de todo, el amor vencerá…

A pesar de que los hombres de David cumplieron su promesa, de que David no habrá de salir nunca más al campo de batalla, y no pondrá en peligro “porque si tenemos que huir, no harán caso de nosotros; aunque muera la mitad de nosotros, no harán caso de nosotros“. Aun sobrevolaba en todos, el trauma de Shaúl y sus hijos. David se quedó “para ayudarnos desde la ciudad” (versículo 3). El poeta de Tehilim, los Salmos, rezará y cantará. Dese la época de David y hasta la actualidad, el recitado de los capítulos de Tehilim expresa una suerte de pasividad espiritual, que el mismo David aceptaba a regañadientes y porque no tenía alternativa.  

Yoav ya se equivocó una vez al restituir a Abshalom y no estaba dispuesto a volver a arriesgarse conforme a los deseos de David-de hecho, también estuvo dispuesto a matar al rey Shaúl en la cueva de Ein Gedi. Yoav, también comprendió que es imperioso detener la rebelión y la batalla, principalmente, cuando el bosque (¿los animales del bosque?) ya ha consumido más de una de las espadas de la batalla (versículo 8). Por primera vez en su vida, transgredió una orden explicita de David, y a pesar de una clara advertencia.

La consecuencia inevitable, una profunda ruptura entre David y Yoav, su hombre más leal, hasta el punto de la amenaza de otra rebelión (capítulo 19, versículos 6-8). David se rindió, pero tras la eliminación de Amasa (capítulo 20, versículos 9-10) quedará definida la sentencia de Yoav en el testamento a Shlomó (Melajim I, capítulo 2, versículos 5-6). No obstante, Abshalom no será recordado allí concretamente, porque había algo del orden de lo correcto en la definición de Yoav en esta batalla, con todo el dolor de David por su hijo y por su mundo y sus aspiraciones.

Gentileza sitio 929

 

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