El pueblo de Israel aprende por la vía difícil que el pacto con Dios no depende del arca, ni del traslado del arca del pacto a la batalla. Sino en continuar su senda en un día de semana. En Shabat. En la festividad. En tiempos de guerra o cuando reina la paz.

 “Tomemos con nosotros, de Shiló, el arca del pacto del Señor, para que vaya en medio de nosotros y nos libre de manos de nuestros enemigos” (Versículo 3). Las palabras del pueblo reflejan el anhelo de apoyarse en Dios en los momentos de pesar, sentir su presencia y confiar en que alguien allí arriba se está ocupando. Y en efecto, el arca es traído al campo de batalla y es recibido con un gran grito“la tierra vibró” (Versículo 5), la tierra como un brebaje. Y parece ser que se pueden relajar, hay en quien apoyarse. Hasta los Pelishtim (filisteos) lo saben, aún desde los tiempos del éxodo de Egipto.

No obstante, en ese momento, algo se complica, el pueblo cae derrotado en la contienda, el arca de Dios es tomado por el enemigo.

Resulta que no se puede confiar en el arca del pacto de Dios. Y que no tiene asidero el pensamiento de que su presencia en el campo de batalla es garantía de salvación para el pueblo.

Queda claro que el lugar del arca no es en el campo de batalla. El pueblo aprende que el vínculo con su Dios no está supeditado al tiempo, al sitio ni al arca.

La victoria en el campo de batalla depende únicamente del vínculo profundo con Dios, a través de sus profetas. Y no hay atajos. Y cuando el medio se convierte en fin pues entonces desaparece la dignidad de Israel, y el arca de Dios es tomado por el enemigo. Y el costo es que los Pelishtim ven en ello una evidencia contundente de su superioridad sobre el Dios de Israel. Por su falta de capacidad, siquiera para proteger a su pueblo en el campo de batalla.

Y el pueblo de Israel vuelve a aprender por la vía más difícil, que el pacto de Dios con su pueblo está vigente, pero que no depende del arca, ni de que el arca del pacto sea llevado a la guerra. Sino en continuar su senda en un día de semana común. En Shabat. En la festividad. En momentos de guerra o cuando reina la paz.

La tierra está colmada de Su gloria.

Gentileza del sitio 929