Vehaia Im Shamoa

Vehaia Im Shamoa


Y será que si escuchar escucharen Mis preceptos, los que Yo les prescribo a ustedes hoy, para amar al Eterno, vuestro Dios, y servirlo con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma; entonces daré las lluvias en su tiempo, la temprana como la tardía, y recogerás tu cereal, tu vino y tu aceite. Y daré pasto en tu campo, para tu ganado; comerás y te saciarás. Guárdense, no sea que los engañe vuestro corazón y se desvíen y sirvan a otros dioses y se postren ante ellos. Pues la ira del Señor se encenderá contra vosotros y cerrará los cielos y no habrá lluvias y la tierra no dará su fruto y se perderán prontamente en la buena tierra que el Señor les da. Y pondrán estas palabras en vuestro corazón y en vuestras almas, y las atarán por señal sobre vuestros brazos y estarán como frontales entre vuestros ojos. Las enseñarás a tus hijos para hablar de ellas, al estar sentado en tu hogar y al andar por el camino, al acostarte y al levantarte. Las escribirás en las jambas de tu casa y de tus portones. Para que se multipliquen vuestros días y los días de vuestros hijos, sobre la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres, tal como los días de los cielos sobre la tierra.
Preguntas
• ¿Por qué dice: si escuchar escucharen, repite dos veces el verbo escuchar?
• Dice: Y será que si escuchar escucharen Mis preceptos  ¿A qué preceptos se refiere?
• Cuando dice: con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma ¿se refiere a la manera de servirlo o a la forma que debe ser amado?
• ¿Por qué no agrega con todo tu corazón, con todo tu ser y con todas tus fuerzas tal como figura en el primer párrafo del Shemá?
• ¿Qué es lo que nos promete como recompensa a cambio de servirlo con todo el corazón y con toda el alma?
• ¿Qué relación hay entre lo que nos pide y la recompensa?
• ¿Por qué nos promete como recompensa solo lluvia y comida? ¿Por qué tan poco? ¿Por qué no nos promete cosas mejores como felicidad, paz, riqueza, etc.?
• ¿Cuál es la recompensa: lluvias en su tiempo o Para que se multipliquen vuestros días sobre la tierra? ¿Las dos cosas son parte de la recompensa?
• ¿Qué relación hay entre amar y servir a Dios con lo que dice:para que se multipliquen vuestros días sobre la tierra?
• ¿Cómo podemos hacer para que no nos engañe nuestro corazón tal como dice: Guárdense, no sea que los engañe vuestro corazón?
• ¿A qué se refiere cuando dice: Y pondrán estas palabras en vuestro corazón y en vuestras almas? 
• ¿Cómo puedo poner estas palabras en mi corazón?
• ¿Cómo puedo poner estas palabras en mi alma?
• ¿Por qué dice primero: Pondrás estas palabras… luego dice: las atarás en tu brazo… y luego dice: lasenseñarás a tus hijos… y por último dice: lasescribirás…? ¿Hay una razón para este orden?
• ¿Por qué en el primer párrafo del Shemá dice estas mismas cosas en singular y aquí en plural? 
• ¿Por qué todo el párrafo está en plural menos cuando dice: Las enseñarás a tus hijos para hablar de ellas, al estar sentado en tu hogar y al andar por el camino, al acostarte y al levantarte. Las escribirás en las jambas de tu casa y de tus portones?
• De todos los párrafos de la Torá, ¿Por qué fue elegido éste para formar parte del Shemá?
Respuestas
El motivo por el cual dice: escuchar escucharen si bien este es un estilo lingüístico que la Torá utiliza en varias oportunidades en que quiere enfatizar la orden, en nuestro caso específico esto nos remarca en primer lugar que es algo que la Torá le está poniendo un énfasis especial y otro motivo puede ser que repite el verbo dos veces pues nos va a prescribir dos cosas: amar a Dios y servirlo. 
Por este motivo también dice en plural: pues se va a referir a estos dos en particular.  Es como que nos estuviera diciendo: Y será que si escuchar escucharen Mis preceptos, (¿cuáles?) los que Yo les prescribo a ustedes hoy, amar al Eterno, vuestro Dios, y servirlo… 
Con respecto a si cuando dice: con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma ¿se refiere a la manera de servirlo o a la forma que debe ser amado? Debemos responder que acorde al contexto en que está expresado este párrafo, vemos que se refiere solamente a la manera de servirlo, esto se ve más claramente en el capítulo anterior que dice algo similar Ahora Israel, ¿Qué es lo que el Eterno requiere de ti?, Sino que temas al Eterno tu Dios, que vayas en todos Sus caminos, y que lo ames a Él y que sirvas al Eterno tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. Y allí demostramos que se refiere solamente a la forma de servirlo. (Ver arriba la explicación al respecto)
El motivo por el cual no agrega con todo tu corazón, con todo tu ser y con todas tus fuerzas tal como figura en el primer párrafo del Shemá, es porque son temas completamente diferentes. El otro párrafo se refiere a conocer a Dios y amarlo en todas las áreas: con todo tu corazón, con todo tu ser y con todas tus fuerzas, pero en nuestro párrafo  se refiere a cuál es la condición para recibir como recompensa lluvia y bendición.
Cuando dice amar a Dios no se refiere a algo meramente sentimental, sino que tiene que ver con el intelecto, tal como cita Rambam en el capítulo 2 de Hiljot Isode HaTorá: ¿Cuál es el modo de amarlo y temerle?, Cuando el hombre contempla Sus obras y creaciones grandes y maravillosas, vislumbrando por medio de ellas Su sabiduría inconmensurable e infinita, de inmediato lo ama, lo alaba y lo glorifica, y es presa de un intenso anhelo por conocer a Dios, como lo dijo David: “Mi alma esta sedienta del Dios viviente” (Salmos 42:3).
En Hiljot Teshuvá capítulo 10:3 agrega: que ame a Dios con un amor muy grande, intenso y apasionado, hasta el punto tal que su alma está apegada a ese gran amor, y piensa en Él constantemente, como si fuera que está enfermo de amor, de  la misma  manera en que el que está enamorado de una mujer, piensa en ella todo el tiempo, al levantarse y al acostarse, al comer y al beber la tiene en mente. Aún más que todo esto debe ser el amor a Dios en el corazón de los que Lo aman, pensando en Él en todo momento; es lo que dice el rey Salomón: Mi alma está enferma de amor. Todo el cantar de los cantares es una metáfora sobre este tema.
 Con respecto a servirlo, se refiere a un servicio producto de ese intenso amor.  El concepto de laavod – servir, también aparece en la Torá cuando se habla de los siervos, lo que un siervo hace para su señor: estar ante él, hacer cosas para su señor o para su honor. Por lo tanto esto es lo que debemos hacer con Dios. Este nivel de servicio no se puede alcanzar sino es producto de un profundo amor a Dios.
Por lo tanto las dos cosas que Dios nos pide son que lo amemos y que como producto de este amor intenso lo sirvamos con todo el corazón y con toda el alma. Si alcanzamos este nivel, entonces Dios nos promete como recompensa: lluvias en su tiempo y el alimento necesario para saciarnos.
¿Qué relación hay entre lo que nos pide y la recompensa? ¿Por qué nos promete como recompensa solo lluvia y comida? ¿Por qué tan poco? Nos promete solamente aquellas cosas que son necesarias para mantenernos. 
Aquel que realmente ama a Dios, no cuestiona: ¿Qué me van a dar a cambio de que yo ame a Dios? 
El máximo bien es amar a Dios y apegarse a Él, por lo tanto aquel que pretende una recompensa a esto, es porque, equivocadamente, está considerando el amor a Dios como un medio para alcanzar otra cosa, no está entendiendo que no hay algo superior al amor a Dios. Es por eso que Dios nos promete mantenernos y de esta manera va a poder vivir una vida larga, para que podamos continuar amando a Dios. De esta forma, lo que dice al final del párrafo no es otra recompensa aparte, sino que es el mismo tema, es la consecuencia natural de ello. No obstante estas cosas, son solo medios para poder continuar amando a Dios, que es el objetivo. (Ver hiljot Teshuvá capítulo 9) 
Nos dice: Para que se multipliquen vuestros días y los días de vuestros hijos, sobre la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres…  Pues es en la tierra de Israel donde el pueblo de Israel  puede cumplir la totalidad de los preceptos. Es por eso que en este segundo párrafo del Shemá está todo expresado en plural, porque aquí está hablando a todo el pueblo de Israel, mientras que en el primer párrafo se refiere a individuos.
Cuando nosotros queremos hacer Su voluntad entonces Él nos ayuda a poder cumplirla. Nos provee los medios para que podamos seguir en ese camino. Es por eso que no nos promete felicidad y bienestar, pues ese no es el objetivo máximo de la vida, sino que el nivel más alto que se puede alcanzar es amar a Dios y apegarse a Él y por cuanto que estamos en ese nivel, nos provee los medios que precisamos para mantenernos y que podamos seguir en ese nivel.
Si hacen lo contrario, no aman a Dios y en lugar de servir a Dios sirven a otros dioses, entonces no van a tener esto. Es por eso que nos dice: Guárdense, no sea que los engañe vuestro corazón y se desvíen y sirvan a otros dioses y se postren ante ellos. Entonces la ira del Señor se encenderá contra vosotros y cerrará los cielos y no habrá lluvias y la tierra no dará su fruto y se perderán prontamente en la buena tierra que el Señor les da.
Cuando dice sirvan a otros dioses y se postren ante ellos es lo contrario de amar y servir a Dios. Por lo tanto también los castigos serán lo contrario de las recompensas que nos prometió: no habrá lluvias y la tierra no dará su fruto… Esto es justo lo contrario de: entonces daré las lluvias en su tiempo… recogerás tu cereal, tu vino y tu aceite. Y daré pasto en tu campo, para tu ganado; comerás y te saciarás.
Cundo dice: y se perderán prontamente en la buena tierra que el Señor les da. Esto es lo contrario de Para que se multipliquen vuestros días…
La receta para no caer y que nuestro corazón nos haga desviar es haciendo toda una serie de actos para que nos recuerden constantemente a Dios y que no nos desviemos. 
La primera es tener estas palabras, estos conceptos, de que debo amar a Dios y servirlo con todo el corazón. Debo poner esta escala de valores en nuestro corazón y nuestra alma. Uno se refiere a que lo tengamos en nuestro sentimiento, que sea nuestra voluntad,  lo otro es nuestro intelecto, nuestros pensamientos, proyectos y planes.
Atarlos a nuestra mano, es decir que estos valores se vean reflejados en nuestros actos. Nuestras acciones no pueden estar divorciadas de nuestra escala de valores.
Enseñarlo a los demás. Normalmente enseñamos algo con lo que nos vemos identificados. 
Cuando lo tengo claro que esto es lo más importante entonces tengo la necesidad de transmitir a los demás y que los demás se beneficien. 
Hablar de ello en todo momento. Es decir, es el centro de nuestra vida, nuestro tema principal, nuestra meta y objetivo de vida.
Escribirlos en las entradas de nuestras casas, así recuerdo estos conceptos al entrar y al salir.
Vemos que hay una relación, parto de lo más interno: en la mente y la voluntad, luego paso a algo más externo: el cuerpo y las acciones. Luego enseñarlas a los demás y hablar de ellas con los hijos, en su hogar, ya es más externo que mi cuerpo, pero dentro de mi casa, y por último en la puerta de la casa, cuando sale al exterior. 
Todas estas  acciones nos van a ayudar a preservar nuestro camino: Guárdense, no sea que los engañe vuestro corazón y se desvíen. 
Es por todo esto que fue elegido para que sea parte de Shemá.
 

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