En los textos bíblicos, cuando dice en hebreo: bajodesh (en el mes) se refiere al primer día del mes.

El octavo mes corresponde al mes hebreo de Jeshban, teniendo en cuenta que el primer mes es el mes de Nisan.

El año segundo de Darío corresponde al año 521 antes de la era común.

Debemos recalcar, que, la obra de construcción del segundo Templo, si bien comenzó con el edicto del Rey Koresh, aproximadamente 52 años después del exilio, fue interrumpida la construcción durante 18 años, hasta el segundo año del reinado de Darío, tal como se señala en el libro de Ezrá 4:24 Cesó entonces la obra de la casa de Dios, que está en Jerusalem: hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia

Debemos recordar que en este año segundo de Darío también el profeta Jagai tuvo varias profecías, en donde Dios le dice al pueblo: En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, el día primero del mes, fue la palabra del Eterno por medio del profeta Jagai… Así dice el Señor de los Ejércitos: Este pueblo dice: “No ha llegado el tiempo, el tiempo de que la casa del Señor sea reedificada" Entonces fue la palabra del Señor por medio de Jagai, el profeta, diciendo: ¿Acaso es tiempo para que vosotros habitéis en vuestras casas revestidas mientras esta casa está destruida? … Así dice el Señor de los Ejércitos: Considerad vuestros caminos.  Subid al monte, traed madera y reedificad el Templo, para que Me complazca en él y sea glorificado dice el Eterno… Entonces Jagai, ángel del Señor, por mandato del Señor, habló al pueblo, diciendo: “Yo estoy con vosotros dice el Eterno”.  Y despertó el Señor el espíritu de Zerubabel hijo de Shealtiel, gobernador de Yehudá, y el espíritu de Ieshúa hijo de Iotzadac el sumo sacerdote, y el espíritu de todo el remanente del pueblo. Y vinieron y comenzaron la obra en la casa del Señor de los Ejércitos, su Dios… El día veintiuno del mes séptimo, vino la palabra del Señor por medio del profeta Jagai, diciendo:  Habla ahora a Zerubabel, hijo de Shealtiel, gobernador de Yehudá, y al sumo sacerdote Ieshúa, hijo de Iotzadac, y al remanente del pueblo, diciendo:  ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto este templo en su gloria primera? ¿Y cómo lo veis ahora? Tal como está, ¿no es como nada a vuestros ojos?  Pero ahora, esfuérzate, Zerubabel palabra del Señor, esfuérzate tú también, Ieshúa, hijo de Iotzadac, sumo sacerdote, y esforzaos todos vosotros, pueblo de la tierra palabra del Señor y haced, porque Yo estoy con vosotros palabra del Señor de los Ejércitos.  Conforme a la promesa que os hice cuando salisteis de Egipto, Mi Espíritu permanece en medio de vosotros; no temáis.  … El día veinticuatro del mes noveno, en el año segundo de Darío, vino la palabra del Señor al profeta Jagai, diciendo: Habla a Zerubabel, gobernador de Yehudá, diciendo:  Yo haré temblar los cielos y la tierra, y volcaré el trono de los reinos y destruiré el poder de los reinos de las naciones; y volcaré el carro y a los que montan en él, y caerán los caballos y sus jinetes, cada uno por la espada de su hermano.  En aquel día declara el Señor de los Ejércitos te tomaré a ti, Zerubabel, hijo de Shealtiel, siervo mío declara el Señor y te pondré como anillo de sello, porque Yo te he escogido declara el Señor de los Ejército.

Abarbanel sostiene que el motivo por el cual especifica tan detalladamente la fecha de estas profecías (las de Zejariá y Jagai) es para hacernos saber que estas profecías llegaban a los profetas exactamente en la misma época que el emperador les otorgaba el permiso para regresar y reconstruir el Templo, para que de esa manera, sepamos que fue Dios el que decidió que ya era tiempo que el pueblo de Israel regrese y que vuelvan a Dios y por eso le inspira al emperador la idea de permitir a los judíos construir Su Templo.

Acorde a la opinión de Daat Mikra, Zejariá era un profeta conocido en el pueblo y era el jefe paterno de la casa de Iddo en los días de Yoiakim el hijo de Yehoshua el sumo sacerdote.

Acorde a la opinión de Radak, cuando el texto dice: “ el profeta” se refiere tanto a Zejariá como a Iddo

Acorde a la opinión de Rashí, lo que Dios les está diciendo es que, todo lo que ocurrió: el exilio, la destrucción del Templo, etc., no fueron cosas fortuitas y producto de la casualidad, sino que fueron a causa de que Dios se había enojado contra ellos por los pecados de esa generación.

Abarbanel sugiere que también puede entenderse este versículo, como que el enojo de Dios fue contra los emperadores de Babilonia: Nebujadnetzar, que fue el que destruyó Jerusalem, y contra los emperadores de Persia, a causa de lo que les hicieron a sus padres y por haber permitido que se interrumpa la construcción del Templo.

Este versículo les expresa que, si bien sus padres habían actuado mal, eso no quiere decir, que sus hijos estarán condenados a sufrir las consecuencias, sino que, si ellos cambian su actitud, entonces Dios también cambiará Su actitud y se tornará hacia ellos para bendecirlos y proveerles abundancia y seguridad.

El comentarista Malvim, dice que Dios les está advirtiendo que, a partir de ahora, ya no habrá más profetas que los hagan volver a Dios, sino que dependerá exclusivamente de ellos. Deberán ser ellos los que tomen la iniciativa, y recién después Dios les responderá, no como había sido hasta entonces, en donde era Dios el que les enviaba un profeta para hacerlos volver de sus malos caminos.

Señor de los Ejércitos A lo largo de todo el libro, como así también con el profeta Jagai, se refiere a Dios con este Nombre. La primera vez que es utilizado es en el libro de Shemuel, más específicamente con Jana, que es desde donde comienza el reino de Israel y con él el Templo de Jerusalem. Vemos que de alguna manera este Nombre de Dios, tiene que ver con el pueblo de Israel, como nación, como un reino establecido en su tierra y con el Templo de Dios como corona.

Otro motivo, es que los judíos habían estado en el exilio durante tanto tiempo, y se habían asimilado a las demás culturas paganas que creían en distintas deidades para cada fuerza natural o de los astros, es por eso que el profeta resalta continuamente que habla en nombre del Dios de todas las fuerzas celestiales y naturales.

Acorde a la opinión de Daat Mikra, el motivo por el cual repite tres veces en este mismo versículo el apelativo Señor de los Ejércitos es para reforzar más el mensaje.

Abarbanel sostiene, que al decir Señor de los Ejércitos se refiere a todas las huestes del pueblo de Israel y las 12 tribus, muchas de las cuales permanecen en el exilio, por lo tanto, también a ellos se está refiriendo e insinuándoles que deben volver de sus malos caminos y Dios los traerá de vuelta.

Dios les dice que ellos no deben actuar en forma obstinada como sus padres, pues ello los llevó a su perdición, sino que deben atender la voz, de esos últimos profetas.

Nada bueno quedó del camino por el cual se condujeron sus antecesores, por lo tanto, ellos deberían observar y reflexionar que no es una buena opción conducirse como ellos.

Acorde a la opinión de Rashí, este versículo es como si fuera un dialogo entre el profeta y el pueblo de Israel, en donde se da un intercambio de argumentos. Como si fuera que el profeta le cuestiona al pueblo: ¡Recapaciten y corrijan vuestros caminos! ¿Dónde están vuestros padres hoy? ¿A dónde los ha conducido ese camino errado que han elegido? y aunque dijerais que tampoco los profetas están vivos hoy en día, a eso os respondo que es lógico que los profetas no vivirán eternamente, no obstante, debéis reconocer que sus palabras se han cumplido en vuestros padres.

Abarbanel sostiene que la intención de este versículo es para informarles que dejará de haber profetas. Es decir, no piensen que los profetas estarán entre ustedes para siempre, sino que la profecía se interrumpirá y dejará de existir como había sido hasta ese momento.

El comentarista Metzudat David, dice que la intención de este versículo, es hacerles saber, que si bien todas las desgracias que fueron vaticinadas por los profetas, todas ellas se han cumplido y han alcanzado a sus padres que han sufrido las consecuencias de sus malos caminos, no obstante, los profetas no fueron víctimas de estos castigos. Aun vuestros propios padres, han reconocido que así fue Tal como el Señor de los Ejércitos se propuso hacer con nosotros conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así ha hecho con nosotros aparentemente la frase: con nosotros estaría demás, pero justamente, viene a destacar, que esas cosas que Dios les había advertido, se cumplieron solamente en ellos, no en los profetas.

Abarbanel sostiene que la intención es que, así como sus padres lo reconocieron al final de sus días, ellos, sus hijos, deben cuidarse para que no recaigan sobre ellos estas desgracias también.

Con esta pequeña profecía, dice Abarbanel, Dios les advierte que dejará de enviarles profetas y que ellos deben cuidarse de andar en los caminos de la Tora, pues Dios no dejará pasar por alto que violen el pacto.

Daat Mikra, explica, que cuando dice: Mis estatutos se refiere a todas aquellas cosas malas que la Tora había advertido que les sobrevendrían en caso de romper el pacto con Dios.

El objetivo de esta profecía no tiene que ver con la construcción del Templo, sino que pretende reforzar al pueblo en el cumplimiento de los preceptos (tal vez también apunte a aquellos que se habían casado con mujeres no judías)

Acorde a la opinión de Radak, cuando dice: vino la palabra del Señor al profeta Zejariá se refiere a la visión que relatará en el próximo versículo.

El comentarista Malvim, dice que el motivo por el cual cita nuevamente toda la genealogía de Zejariá, es para insinuar que, por el mérito de sus padres, (quienes probablemente también hayan sido profetas) es que Dios le ha revelado a él estas importantes profecías.

Abarbanel sostiene que, si bien al principio del libro ya había mencionado la genealogía de Zejariá, allí lo hizo para saber quién era el profeta y cuál es su linaje. En cambio, ahora, el motivo por el cual menciona nuevamente a su padre y abuelo, es para recalcar el nivel especial del profeta, pues desciende de otros profetas, los cuales le han transmitido la grandeza y la sabiduría de las profecías y es por eso que él alcanzó un nivel superior que sus antecesores.

Y justamente lo menciona aquí, junto con el nombre específico del mes, pues se trata esta vez, de una profecía de nivel superior que la anterior, pues aquí tendrá grandes visiones que abarcan hasta el final de los días.

Abarbanel también señala que en hebreo Shevet significa “vara” pues en esta profecía también profetiza acerca de la caída del imperio persa en manos de Alejandro.

Con respecto a los nombres de los meses, tal como lo aseguran los sabios en el Talmud Yerushalmi, tratado Rosh Hashaná: los nombres de los meses son los nombres con que los persas denominaban a los meses y fueron adoptados por nuestros padres cuando subieron desde allí de regreso a Jerusalem. Y si bien la Tora denomina a los meses con su número ordinario, siendo el primero el mes de la primavera, el mes que se conmemora la fiesta de Pesaj (Nisan) y a partir de ese mes el resto de los meses reciben su nombre a partir de su orden: segundo, tercero, cuarto, etc. No obstante, aseguran que este cambio de nombre de los meses fue insinuado en las palabras del profeta Irmiahu 16:14:   Por tanto, declara el SEÑOR, que llegarán días, que ya no se dirá: “Vive el SEÑOR, que sacó a los hijos de Israel de la tierra de Egipto”, sino que se dirá: “Vive el SEÑOR, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte y de todos los países adonde los había desterrado” Porque los haré volver a su tierra, la cual di a sus padres Es por eso que llamaron los meses con los nombres con que los persas los denominaban para recalcar que habíamos sido exiliados a esas tierras en donde llamaban a los meses de esa manera, y desde allí nos redimió el Eterno.

El comentarista Daat Mikra, señala, que al decir el profeta: He visto esta noche hace alusión a que inmediatamente al otro día de haber tenido la profecía, es que la hizo pública.

Radak dice que las visiones de Zejariá son muy difíciles de comprender, tal como las visiones de Daniel, cosa que no ocurre con el resto de los profetas, en donde sus visiones son claras y fáciles de elucidar, esto se debe, a que con el paso del tiempo y a causa del exilio, y que el arca sagrada que contenían las tablas de la ley y que era la fuente de inspiración profética ya no estaba entre ellos, por todo eso, la capacidad de la profecía fue decreciendo, es por eso que los profetas posteriores, especialmente aquellos que surgen en Babilonia, sus visiones son complejas y difíciles de entender.

Abarbanel en cambio, sostiene que la dificultad de comprender la visión no se debe al debilitamiento de la capacidad profética, sino que se debe a que el contenido de la profecía es demasiado complejo, es por eso que los demás que han tenido esta visión tampoco la han podido comprender o expresar en forma clara.

a un hombre se refiere al ángel que se le presentó en la visión profética, con la imagen de un hombre montado a caballo, tal como lo dirá literalmente más adelantes, en el versículo 11 y 12.

Acorde a la opinión de Radak, cuando dice que iba montado en un caballo rojo se refiere a Nabujadnetzar, y que esta profecía de Zejariá es similar a la visión que tuvo Nabujadnetzar y el sueño de Daniel, acerca de los cuatro imperios.

Malvim, señala que cuando en la visión ve un caballo rojo, se refiere a la guerra, pues los caballos son utilizados para la guerra, y el color rojo hace alusión a la sangre que se derrama en la guerra.

él estaba entre los mirtos Radak dice, que los mirtos hacen alusión al pueblo de Israel, que, a pesar de estar en cautiverio, sigue irrigando la hermosa fragancia del cumplimiento de los preceptos de Dios.

Malvim dice que, al estar parado entre el mirto, aquel jinete, que representa a Alejandro Magno, representa que ese emperador no luchará contra los judíos, y hace alusión a cuando el sumo sacerdote sale al encuentro de Alejandro para que no destruya a la ciudad de Jerusalem y logra impactar a Alejandro en forma muy positiva, es por eso que se detiene el caballo y no continúa avanzando en la batalla contra ellos.

en la hondonada es un valle profundo, que Zejariá, en la visión profética visualiza desde arriba, como si fuera que esta parado en la cima del acantilado.

Radak sostiene que la hondonada se refiere al exilio de Babilonia que sumergió al pueblo en las profundidades del cautiverio.

caballos rojos, castaños y blancos Zejariá veía solo a los caballos no a los jinetes.

El comentarista Ibn Ezra, dice que el mensaje de esta visión, es que todos comprendan que Dios es el que controla todo, y dirige el mundo por medio de Sus enviados, que son los que manejan a los imperios. Por lo tanto, el pueblo de Israel no debe estar desesperanzados suponiendo que los emperadores de turno son los que tienen el poder de someterlos, sino que es Dios el que hace triunfar o destituye a los imperios.

Malvim sostiene, que al decir que había caballos rojos, castaños y blancos se refiere que, entre los emperadores de aquellos imperios, habrá algunos que serán muy belicistas (caballos rojos) y derramarán mucha sangre (entre ellos muchos judíos). Otros, los de color blanco representan a emperadores que serán pacíficos y protegerán a los judíos. Por último, los caballos castaños, que es una mezcla del color rojo y blanco, representan a emperadores o épocas, que serán un poco hostiles, pero también buenas con los judíos.

Abarbanel, explica que, estos caballos tan distintos unos de otros, representan a los que sucederán a Alejandro Magno, serán unos distintos a otros, y que él mismo, en vida fue el que los designó para que lo sucedan, no obstante, ninguno de ellos logrará la grandeza de Alejandro, es por eso que son caballos sin jinetes, y al ser de distintos colores, representan que no es que todos continuarán con el mismo camino e ideología.

Daat Mikra, dice, que el profeta, se dirige al ángel que iba montado en el caballo rojo. Lo que le inquiere Zejariá, es saber cuál es la función y naturaleza de aquellos caballos que vio.

Acorde a la opinión de Metzudat David y de Malvim es que, cuando el ángel le dice: Te mostraré quienes son éstos se refiere a que en la visión le contestará a la pregunta del profeta, y acto seguido le hace ver lo que dice en el próximo versículo, para que así pueda comprender quienes eran ellos.

Tal como dice Maimónides, es importante resaltar que cada profeta cuando tiene una profecía, comprende perfectamente su mensaje, y cuando observamos que en la visión el profeta demanda del ángel que le explique el sentido de la visión, todo eso es parte de la misma profecía, en la cual el profeta va comprendiendo de qué se trata de forma tal, que, al acabar la profecía, el profeta capta plenamente el mensaje.

Este hombre, es el ángel que había mencionado en el versículo 8.

Tal como en el libro de Yob en que dice que los ángeles venían de recorrer la tierra y se presentan ante Dios. Esto hace alusión que Dios maneja y dirige al mundo por medio de sus enviados, pero estos ángeles no pueden hacer nada por sí mismos, sino que ejecutan exactamente lo que Dios les determina (es por eso que en el quinto de los trece principios de fe, se establece que no se le debe rezar a ningún ángel o intermediario, sino solamente a Dios, pues los enviados de Dios no tienen la capacidad de poder decidir si hacerlo o no, sino que ellos obedecen fielmente lo que Dios les encomendó sin poder cambiar nada.

Al ser representados por caballos, dice Daat Mikra, que hace referencia, que la caída de estos imperios que han sometido a Israel (Babilonia y Persia) desaparecerán prontamente.

El apogeo de Babilonia fue durante el dominio de Nabujadnetzar, en el año 600 antes de la era común, y Babilonia fue destruida en el año 540 antes de la era común.

El imperio Persa que fue el que destruyó a Babilonia, se mantiene en pie hasta el año 331 antes de la era común.

Así veremos que estos 4 imperios duraron aproximadamente más de 1.000 años:

·       Babilonia: 70 años.

·       Persia: 209 años.

·       Grecia: 350 años.

·       Roma: 503 años.

La respuesta a la pregunta que había realizado Zejariá en el versículo anterior, le contesta, que esos que ve son los enviados de Dios para ejecutar Su voluntad en la tierra.

Malvim, sostiene que, tal como explicó antes, este jinete hace alusión a Alejandro Magno, y que la intención es decirle, que Dios ha dado la orden que el imperio persa caiga en sus manos, es por eso que, a partir de ese momento, los demás caballos, que representan a los generales de Alejandro, ya pueden invadir Persia y conquistarla. El mensaje es que cada imperio surge o cae, solo por orden de Dios.

Acorde a la opinión de Don Isaac Abarbanel, este versículo hace alusión a que luego de la muerte de Alejandro, sus sucesores conquistan todo el territorio de Persia, y las guerras cesan, todos están sometidos y nadie cuestiona la autoridad y el poderío de Grecia.

Radak en cambio, sostiene que estos son los enviados de Dios, quienes luego de pasar por los reinos de los demás pueblos, le dicen a Dios que todos ellos están asentados en paz, es por eso que, en el próximo versículo el ángel le pregunta a Dios, ¿hasta cuándo seguirá esa situación en que todos los pueblos están asentados en paz, mientras el pueblo de Israel no está en su tierra y sigue cautivo en manos de sus opresores?

Abarbanel explica, que cuando el ángel escucha que las demás naciones están todas asentadas en paz, entonces le reclama a Dios, ¿hasta cuando continuará su enojo contra los judíos? ¿Cómo es posible que los demás pueblos idólatras están tranquilos, mientras que el pueblo de Israel está sometido?

La mayoría de los comentaristas, sostienen que se refiere a que ya habían pasado 70 años del imperio Babilónico y aun no se ha cumplido la profecía de Irmiahu de que nuevamente el reino de Yehudá volverá a florecer en su tierra.

Daat Mikra, sostiene que cuando dice: palabras buenas se refiere a todas aquellas cosas buenas que Dios les había prometido; cuando dice: palabras de consuelo se refiere a darles valor e incentivo.

Estas palabras son las que dirá el ángel en el próximo versículo.

Radak sostiene que el ángel le dice a Zejariá que, Dios le dijo que le diga a todo el pueblo de Israel aquellas palabras de consuelo que Dios le había dicho a él.

No obstante, Malvim no concuerda con esta opinión y dice que en realidad esas palabras buenas y de consuelo que Dios le dijo al ángel en el versículo anterior, no debían ser reveladas al pueblo, sino solamente aquello que dirá ahora.

Acorde a la opinión de los comentaristas, se refiere a que Dios se enfureció por lo que los pueblos han hecho con Jerusalem, la ciudad y el templo de Dios y con el pueblo de Israel, que habitaba en Sión.

Malvim sostiene que el sentido de las palabras: He aquí que Yo he celado se refiere a que Dios ya ha castigado y ha hecho desaparecer completamente a Babilonia por lo que le hizo a Jerusalem y al pueblo de Israel.

Se refiere a que, si bien Dios se había enojado con el pueblo de Israel a causa de sus pecados, los demás pueblos aprovecharon esa situación en que Dios no protegería a Su pueblo y obraron maldades en forma exagerada.

Don Isaac Abarbanel dice que, si bien Dios ya ha hecho regresar al pueblo de Israel a Jerusalem, así también será terminada la construcción del Templo, a pesar que han habido muchas interrupciones a causa de las acusaciones de los pueblos enemigos, así también se tomaran las medidas para comenzar la construcción de la muralla de Jerusalem.

Daat Mikra agrega más aun, y sostiene que cuando dice: Me volveré a Jerusalem se refiere, que nuevamente la presencia Divina volverá a habitar en Jerusalem.

En este versículo podemos ver plenamente lo que dijo en el versículo 13 palabras buenas, palabras de consuelo.

Además de todo lo que había dicho en el versículo anterior, más aún Dios obrará por el pueblo de Israel.

Las ciudades estarán rebosantes de abundancia tanto material como también de habitantes.

Dios consolará al pueblo de Sion, a Israel, y volverá a habitar en la ciudad de Jerusalem.

Sin embargo, el comentarista Metzudat David, sostiene que en realidad esto se refiere, a que, a pesar que el pueblo está nuevamente en su ciudad y construyendo el Templo, serán exiliados nuevamente y será destruido ese Templo otra vez, y a pesar de eso, nuevamente serán redimidos, una tercera vez.

Abarbanel sostiene que el motivo por el cual se repite en este mismo versículo 4 veces la palabra nuevamente es:

1.     Nuevamente serán exiliados

2.     Nuevamente serán redimidos y traídos a Jerusalem.

3.     Nuevamente será reconstruido el Tercer Templo

4.     Nuevamente será restablecida la dinastía de David.