Linea de tiempo
Jueces
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1
Deficiencias de la conquista
Apertura
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2
La reprimenda del ángel y la característica del libro
Apertura
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3
Otniel, Ehud y Shamgar
Ehud hijo de Guerá
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4
La guerra de Débora y Barak
Dvorá y Barak
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5
El cántico de Déborá
Dvorá y Barak
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6
La consagración de Guidón
Guidón
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7
La guerra contra Midián
Guidón
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8
La persecución de Zevaj y Tzalmuna
Guidón
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9
La parábola de Iotam y la guerra contra Shejem
Abimelej
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10
Tolá; Iair; Conceptos de reprimenda
Tolá; Iair
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11
El discurso de Iftaj y su promesa
Iftaj
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12
La guerra contra los hijos de Efraim
Iftaj
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13
La mujer de Timná
Shimshón
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13
La consagración de Shimshón
Shimshón
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16
La mujer en Gaza y Dlilá
Shimshón
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17
La realización de la escultura y la designación de Mijá
La escultura de Mijá
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18
El cruce del río Dan
La escultura de Mijá
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19
El episodio de la concubina
La concubina en la ciudad de Guivá
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20
La guerra contra Biniamín
La concubina en la ciudad de Guivá
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21
Yavesh Guilad y las hijas de Biniamín
La concubina en la ciudad de Guivá
lior
Jueces 20
Versículo 1
Versículo 1: Entonces salieron todos los hijos de Israel, y reunióse la congregación como un solo hombre, desde Dan hasta Beer-Sheba y la tierra de Guilad; al Eterno en Mitzpá. La estructura de este capítulo es un tanto difícil de entender, pues varias veces vuelve a repetir la misma situación. La metodología pareciera ser que primero comienza con una descripción muy general, luego vuelve a repetirlo con una descripción más amplia y por último nos cuenta los detalles y el resumen.
y reunióse la congregación como un solo hombre El capítulo anterior había finalizado diciéndonos que este Levi cortó a la concubina en trozos y la envió a todas las tribus. Todos querían saber ¿qué fue lo que había pasado?, ¿cómo había pasado? y ¿por qué había pasado semejante cosa?
Ante esto, todos estaban unidos y pensaban de una misma manera. Estaban decididos a que tal hecho no debería pasar sin recibir un castigo ejemplar.
desde Dan hasta Beer Sheba; Tal como vimos dos capítulos atrás, la tribu de Dan fue a conquistar el territorio más al norte, fuera de los limites de la tierra de Israel. Beer Sheba, por el contrario, es la población más al sur de los límites de la tierra de Israel, es por eso que nos nombra estos dos territorios pues son los extremos más al norte y más al sur de la tierra, para recalcar que vinieron todos los hombres, de norte a sur.
y la tierra de Guilad Si bien antes hizo alusión a todo el territorio de la tierra prometida, se refería a la tierra al oeste del río Jordán. Pero cuando tierra de Guilad se refiere a las tribus de Rubén Gad y media tribu de Menashé, que habitaron al este del río Jordán, tal como lo vimos en Yehoshua 22:9 Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Menashé, se tornaron y se fueron de los hijos de Israel, de Shiló, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Guilad, a sus heredades .
al Eterno en Mitzpá Acorde a la opinión Abarbanel, lo hicieron en Mitzpá, pues allí Dios le había respondido a Yehoshua cuando luchó contra los reyes que salieron en su contra, y por ser que Dios obró en aquella ocasión una gran salvación para el pueblo de Israel, seguramente habrán construido un altar en ese preciso lugar. También en el capítulo 11 versículo 11 dice: Y habló Iftaj todas sus palabras delante del Eterno se refiere que juntó a todo el pueblo y les habló delante de ese altar que habían construido en honor a Dios en Mitzpa.
También en el versículo 10:17 dijo: Y clamaron los hijos de Ammón, y acamparon en Guilad: juntáronse asimismo los hijos de Israel, y acamparon en Mitzpá
Debemos recalcar que la ciudad de Mitzpá estaba dentro del territorio de la tribu de Biniamín, tal como dice en Yehoshua 18:26. Por lo tanto, todos los hombres de Israel, unos 400.000 entraron en el territorio de la tribu de Biniamín, se congregaron allí sin decirles nada a los de Biniamín, ni saber éstos por qué venían a su territorio.
Jueces 20
Versículo 2
Versículo 2: Y los principales de todo el pueblo, todas las tribus de Israel, se congregaron, el pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que portaban espada. Acorde a la opinión de los comentaristas, esto hace alusión a que, si bien acudieron todas las tribus con sus jefes y príncipes, no estaban todos mezclados y desordenados, sino que cada tribu y sus jefes estaban acampando juntos, tal como había sucedido cuando marchaban por el desierto.
todo el pueblo, todas las tribus de Israel Si bien dice que estaban todos, hay una gran ausencia: la tribu de Biniamín no estaba allí, pues ellos no se enteraron.
Este hombre de Levi, cuando mandó un trozo de la mujer a cada tribu, a la tribu de Biniamín, no le envió, por lo tanto, no se enteraron de todo eso. El plan maquiavélico de ese hombre de Levi hizo que los de Biniamín no se presentaran, lo que haría pensar al resto de los hombres de Israel que a la tribu de Biniamín no le interesaba lo que pasó, o que tal vez ellos apañaban a los malhechores. Por otro lado, al no enviarles a los de Binamin, hizo que éstos se sientan que fueron dejados de lado, que todo el pueblo de Israel se congregó y a ellos no los llamaron, como que ellos no forman parte del pueblo de Israel.
el pueblo de Dios, ellos sugieren que esas 11 tribus forman parte del pueblo de Dios y Biniamín no.
cuatrocientos mil hombres de a pie no tenían caballos ni burros, vinieron todos a pie, es decir, caminaron grandes distancias para reunirse allí.
que portaban espada. Podemos deducir de este detalle, que ya habían venido con la intención de luchar y matar a los culpables. Es decir, desde el primer momento tienen una actitud bélica y de condena, sin querer primero escuchar a la otra parte.
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Versículo 3
Versículo 3: Y oyeron los hijos de Biniamín que los hijos de Israel habían subido a Mitzpá. Y dijeron los hijos de Israel: Decid cómo sucedió esta maldad. El comentarista Metzudat David, sostiene que hay dos maneras de entender este versículo. Una es dividirlo en dos temas separados: Por un lado, nos relata lo que sucede desde el lado de la tribu de Biniamín, que escucharon que todo el pueblo de Israel fue convocado a Mitzpá (que es su territorio) y a ellos nadie los convocó ni les dijo nada. Por otro lado, nos relata lo que sucede del lado del pueblo de Israel, que se reúnen para saber y enterarse qué fue lo que pasó.
La otra manera de entenderlo es que los hijos de Biniamín supieron que todo Israel se reunió y oyeron lo que hablaban y lo que había sucedido, y a pesar de ello no hacen nada, actúan completamente indiferente, sin interesarse por atrapar a los malvados y castigarlos.
De una u otra forma, lo que es claro, es que la tribu de Biniamín se enteró que el pueblo de Israel está congregado, y ellos deciden no acudir, tal vez por arrogancia o por orgullo de que no fueron invitados formalmente. En realidad, deberían haber sido más humildes y acercarse a ver qué es lo que sucede. Tal vez si hubieran actuado con humildad, se hubiera evitado un gran derramamiento de sangre y una guerra entre hermanos.
Otros comentaristas contemporáneos opinan que la tribu de Biniamín estaba acostumbrada a permanecer pasiva, (tal vez porque aún se sentían que eran la tribu menor de Israel -no numéricamente hablando) mientras el resto de las tribus de Israel decidían cosas sobre su territorio sin consultarlos, por ejemplo, debieron soportar sin oponerse a que, en época de Yehoshúa se les entreguen a los Guibonim tierra y ciudades en lo mejor de su territorio Guibón, Cafira, Beerot y Keriat Yaarim (Yehoshua 9:17) todas estas ciudades pertenecían al territorio de Biniamín como dice en Yehoshua 18:25-28)
Luego vieron como Yehudá conquistaba su parte de Jerusalem sin decirles nada a ellos aunque la mitad de la ciudad les pertenecía, tal como vimos en el capítulo 1 de este libro.
También vieron como los hijos de Yosef (Efraim y Menashé) conquistan ellos de manos de los Cnaanim la ciudad de Bet El, que pertenecía a Biniamín, tal como dice arriba en 1:22 pues esas tribus como vieron que la tribu de Biniamín no quisieron o no pudieron conquistar esa ciudad, entonces, en vez que la ciudad de Bet El quede para los Cnaanim, prefieren tomarla para ellos mismos, la conquistan pero en vez de dárselas a sus hermanos de Biniamín, se las quedan para ellos.
Ya estaban acostumbrados a que el pueblo se reuniera y ellos no eran tenidos en cuenta ni respetados por las otras tribus.
Y dijeron los hijos de Israel: Decid cómo sucedió esta maldad El pueblo de Israel se dirige a sus líderes para que expliquen lo que sucedió.
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Versículo 4
Versículo 4: Y respondió el varón Levi, marido de la mujer asesinada, diciendo: Yo llegué a Guibá de Biniamín con mi concubina, para pernoctar allí. Este hombre de Levi, es en definitiva el culpable de todo este levantamiento, de la guerra entre hermanos y el responsable de la futura muerte de más de 65.000 hombres, además de las mujeres y niños. Las escrituras, adrede, no nos dicen el nombre de este Levi, tal vez el motivo se deba a que ni siquiera quiere nombrar o que se difunda el nombre de este hombre tan bajo que por su sed de venganza y mediante la manipulación de las personas no tiene escrúpulos en llevar a todo el pueblo a una guerra innecesaria e injustificada, solo por su afán de poder y orgullo.
marido de la mujer asesinada El motivo por el cual recalca estos detalles, acorde a la opinión de Malvim, es porque quiere dejar claro que la mujer no era soltera ni que había sido infiel a él.
No obstante, y a pesar que pretende dar una descripción de los hechos en forma objetiva y desinteresada, este hombre oculta detalles y va orientando la opinión pública para lograr su objetivo. Ejemplo de ello es que deliberadamente no menciona que su criado fue con ellos, pues esto hubiera sido un escollo en su cometido, pues de haber sabido este detalle, de seguro que hubieran querido indagar también a ese criado y tal vez no explique las cosas como él, y que todo su plan de venganza caiga a tierra.
Jueces 20
Versículo 5
Versículo 5: Y se levantaron contra mí los señores de Guibá, me cercaron en la casa de noche, a mí planearon matarme, y a mi concubina lastimaron y murió. Este Levi, tal como dijimos en el capítulo anterior, en la explicación de los versículos 19, 22, 28, 29 y 30 era un gran seductor de personas, tenía mucho carisma y probablemente se trataba de alguien importante y renombrado, respetado por todos, pero con muchos aires de grandeza, testarudo y egoísta. En su malversación de los hechos, lo primero que dice es que se levantaron contra él los señores de Guibá, cuando el texto en realidad nos dijo que solo fueron unos pocos hombres malvados de Guibá. Este “pequeño” cambio, no es casual, pues al decir: los señores de Guibá se refiere a las personas importantes o tal vez a los dirigentes de Guibá, y aparentemente a todos los hombres de Guibá y no solo a unos malvados; este pequeño cambio es parte de la manipulación que este hombre hace para torcer la opinión pública a su favor. Si hubiera estado allí el criado, tal vez hubiera sido consultado y podría haber esclarecido que no se trataba de las personas importantes de la Guibá ni de todos los hombres de la Guibá, sino de unos pocos malvados, que obviamente deberían ser atrapados y castigados, pero de ninguna manera justificaría una guerra contra toda una tribu de Israel.
me cercaron en la casa de noche, a mí planearon matarme, Si bien la primera parte es cierta, lo segundo es algo que él se imagina, o que tergiversa para que sirva a sus fines de convencer a la muchedumbre. Pues aquellos hombres malvados de Guibá, no planearon matarlo, o al menos no es lo que el texto nos dice, sino que solo pretendieron abusar de él, acto de por sí aberrante, pero que no puede ser considerado o igualado a un asesinato a sangre fría.
A mí planearon matarme Aparentemente la palabra: a mí está de más, la frase se entendería perfectamente si omitiéramos esas palabras. Pero este detalle nos demuestra un dejo de orgullo y aires de grandeza, este Levi está haciendo hincapié en que, a él, justamente a una persona tan importante como él, le quisieron hacer eso.
Para cualquier persona sensata, si pensaría objetivamente, sabría que, si bien, merece ser castigada, no se puede condenar a muerte a una persona por lo que planeaba hacer, mucho menos, condenar a muerte a toda una tribu por un plan.
El comentarista Metzudat David, sostiene que tal vez es una conjetura que este Levi hace, pues al negarse él a ser violado, tal vez en el forcejeo llegarían a matarlo.
y a mi concubina lastimaron y murió Otras de las pequeñas omisiones que hace este Levi, es que en ningún momento dice que fue él el que sacó a su concubina por la fuerza y contra la voluntad de ella y se las entregó a esos hombres. Tampoco dice que la mujer llegó con vida hasta su casa, y que tal vez su propia negligencia de no atenderla y prestarle ayuda y cobijo fue la que hizo que la situación agonizante en que se encontraba esa mujer, empeore más aun, por el frio y dejarla desnuda a la intemperie, hasta que él se levantó entrada la mañana.
Más aun, tal como explicamos en el capítulo anterior, versículo 29: el texto nunca dijo que la mujer había muerto, lo que nos hace suponer que aún estaba con vida, tal vez desfalleciendo, pero viva aún. Es por eso que la expresión: asió con fuerza a su concubina denota, que en el momento en que la descuartizó, aún estaba con vida, y que tal vez trató de impedir ella que él le haga daño, pero fue él, el que finalmente la mató, de la misma manera que fue él el que la sacó y la entregó a esos hombres.
Otro detalle que este hombre de Levi, no menciona, es la presencia del hombre anciano de Efraim que le dio protección en su casa. Esta omisión, no es casual pues si lo nombraba tal vez la gente hubiera querido escuchar la versión de los hechos de aquel anciano, algo que a él no le convenía. De seguro, si el pueblo hubiera sabido que en la Guibá había también hombres buenos, como aquel anciano, no hubieran matado a toda la ciudad, más aun, hubieran tratado de buscarlo para salvarlo y que no muera junto con todos los hombres de la Guibá.
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Versículo 6
Versículo 6: Entonces tomé a mi concubina, la corté en trozos, y la envié por todos los campos de la heredad de Israel: por cuanto han hecho perversión y depravación en Israel. No dice que la tomó por la fuerza como dijo el versículo 19:29: Y llegó a su casa, tomó un cuchillo, y asió con fuerza a su concubina , y la despedazó sino que cambia un poco las cosas y dice: tomé a mi concubina pues si decía que la tomó con fuerza, alguien podría cuestionar ¿Por qué hizo falta que la sujete con fuerza? ¿Acaso estaba viva?
Por otro lado excusa su accionar de haber despedazado a su concubina, en vez de brindarle un entierro digno y honorable, diciendo que se ha cometido una perversión, y de esa manera se justifica lo que hizo.
Si bien dice que mandó a todo Israel, no especifica que no lo envió a ninguna ciudad de Biniamín, que es lo primero que debería haber hecho, primero dirigirse a los príncipes y jefes de la tribu exponiendo su caso y que ellos como responsables de su tribu hagan justicia, y recién luego, en caso de que no hagan nada, ahí debe dirigirse a todo Israel. Además, lo lógico hubiera sido que él en su carácter de Levi, se hubiera dirigido primero a aconsejarse y consultar con la cabeza de su tribu, que era, nada más ni nada menos que Pinjás, el hijo de Aaron.
Pero la arrogancia de este hombre le hizo suponer que él era lo suficientemente importante como para saltear a todas esas autoridades del pueblo y tomar él el liderazgo y dirigirse a todas las tribus, tanto a sus jefes, príncipes, como a las personas vulgares. Prefirió primero hacer un escándalo público de grandes dimensiones y después, contando con la presión popular, obligarlos a hacer un acto fuera de lo común, dándoles un castigo ejemplar, y de esa manera que nadie vuelva a atreverse a faltarle el respeto a él.
por cuanto han hecho perversión y depravación en Israel. Este hombre pasa de ser un testigo a convertirse en juez, que concluye fehacientemente que se ha cometido un acto que merece ser sancionado.
perversión y depravación en Israel El comentarista Malvim, sostiene que, si bien la violación en sí es un acto de perversión, el hecho de que haya sido en público, delante de Israel, lo convierte en una depravación.
Jueces 20
Versículo 7
Versículo 7: He aquí, todos ustedes hijos de Israel, vosotros, opinad, tomad consejo, hablad . Por cuanto que acaba de decir que han hecho perversión y depravación en Israel y por ser que todos ustedes son los hijos de Israel , deben actuar y no dejar pasar este acto.
vosotros, opinad, tomad consejo, hablad Abarbanel dice que este Levi les sugiere que esto no es algo personal contra él, sino que, si esta actitud persiste, entonces todos estarán en peligro y no podrán circular por el resto de las ciudades de Israel, alguien debería hacer algo para que eso no ocurra, no por él en particular, sino por todo el pueblo, es por eso que dice: vosotros, opinad, tomad consejo y ese alguien que debe actuar son ellos, el pueblo de Israel.
Él, arrogantemente, asume el liderazgo y dice lo que deben hacer, se dirige al pueblo en general incitándolos a que sean ellos los que hablen, opinen y hagan crecer esta bola de nieve, pues ya los había manipulado, y por eso quería que sean ellos los que tomen la decisión, pues estaba seguro que ésta sería favorable a él.
Él debería haberse limitado a exponer los hechos sin omisiones y en forma objetiva y luego dejar que los líderes y sabios del pueblo definan lo qué hacer.
Jueces 20
Versículo 8
Versículo 8: Entonces todo el pueblo, se levantó como un solo hombre, y dijeron: Ninguno hombre irá a su tienda, ni ningún hombre irá a su casa, El pueblo actúa tal como ese Leví quería, no respetan ni esperan la opinión de los jefes y los sabios del pueblo, sino que toman ellos las cosas en sus manos, y como es sabido, no es bueno que sea la gente común la que tome las decisiones estratégicas del pueblo, pues muchas veces, carecen de la experiencia, madurez intelectual y frialdad, para poder tomar una decisión trascendental, es por eso que conviene que ese tipo de cuestiones sean dejadas en manos de los sabios del pueblo.
Ninguno hombre irá a su tienda, ni ningún hombre irá a su casa El comentarista Malvim sostiene que se refiere a que nadie se iría de allí en forma definitiva, ni siquiera en forma transitoria, para hacer alguna tarea momentánea.
Daat Mikra, dice que este versículo es lo que antecede a lo que dice en los versículos s 11, 12 y 13. Se quedaron allí y mandaron mensajeros con la exigencia hacia Biniamín.
Jueces 20
Versículo 9
Versículo 9: Esto es lo que le haremos a Guibá: echaremos suerte y subiremos contra ella; Los comentaristas destacan que es el pueblo el que sigue hablando y tomando las decisiones, muchas de ellas en forma precipitada y extremista. No son los líderes o los sabios los que toman la iniciativa, sino que son superados por el populacho, que opina y decide.
Algunos comentaristas sostienen que esto ocurre antes de que se envíen los emisarios a la gente de Biniamín, como dice en el versículo 12.
Otros opinan que esto ocurre en paralelo, mientras los sabios envían personas a la gente de Biniamín para esclarecer lo que sucedió, el populacho, ya se está organizando para la guerra.
echaremos suerte y subiremos contra ella Era tanta la sed de venganza y guerra que les había inculcado aquel Levi insensato, que todos querían subir a la guerra, es por eso que deben echar suerte para ver quién irá a la guerra, pues todos querían participar y repartir el botín.
Toman esta decisión y actitud belicista contra sus hermanos, sin siquiera consultar antes con Dios.
No solamente estos preparativos de guerra que nos relata aquí hicieron, sino que como veremos en los primeros versículos del próximo capítulo, hicieron varias promesas, entre ellas, matar a todo aquel que no suba a luchar contra Biniamín ni dar a sus hijas como esposas para ninguno de la tribu de Biniamín.
Jueces 20
Versículo 10
Versículo 10: Y tomaremos diez hombres de cada centena, de cada tribu de Israel, y cien de cada mil, y mil de cada diez mil, para que lleven alimento para el pueblo que ha de obrar, yendo contra Guibá de Biniamín, conforme a toda la villanía que ha cometido en Israel. El pueblo, no solo decide lo que harán, sino que comienzan los preparativos, así, el diez por ciento del pueblo allí reunido, serán los encargados de proveer provisiones y alimento para los demás. Pues al ser que nadie se iría de allí ni volvería a sus casas, ni siquiera por víveres, debían organizarse y designar personas de cada tribu que vele por las necesidades de su gente.
yendo contra Guibá de Biniamín, conforme a toda la villanía que ha cometido en Israel No obstante, y para mencionar también el aspecto positivo del pueblo, debemos indicar que pretendían luchar solamente contra la ciudad de Guibá, no contra toda la tribu de Biniamín, y esto no lo hacían para conquistar su territorio o hacerse con sus casas y sus mujeres, sino que lo hacían por una cuestión moral y ética, para no dejar impune un delito tan bajo y perverso.
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Versículo 11
Versículo 11: Y juntáronse todos los hombres de Israel contra la ciudad, unidos, como un solo hombre. Abarbanel sostiene que estaban unidos en la manera de pensar y determinados a actuar, como si fueran un solo hombre.
No obstante, las escrituras dejan entrever entre líneas una crítica velada hacia el pueblo, no en vano nos recalcan que en este hecho, en particular, es decir, para luchar contra la ciudad de Guibá, sí se juntaron todos los hombres de Israel y estaban todos unidos y decididos a obrar y luchar, pero cuando se trataba de luchar por la causa Divina, para erradicar la idolatría de en medio del pueblo, como por ejemplo la que tenía la tribu de Dan que estaba también allí con ellos, o para desterrar a los siete pueblos Cnaanim como estipula el precepto Bíblico, para eso no se juntaron, ni estuvieron hermanados o decididos a actuar…
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Versículo 12
Versículo 12: Y las tribus de Israel enviaron varones por toda la tribu de Biniamín, diciendo: ¿Qué maldad es ésta que han hecho ustedes? Tal como dijimos antes en el versículo 9 hay quienes opinan que esto ocurre en paralelo, mientras el populacho, está organizando la guerra, los sabios envían personas a la gente de Biniamín para esclarecer lo que sucedió y tratar de evitar un enfrentamiento entre hermanos. prueba de ello, que los que están hablando son los líderes, es que dice: Y las tribus de Israel enviaron … la tribu de Biniamín, hablaban de tribu a tribu, de príncipe a príncipe.
No obstante, y a pesar de la buena intención de mandar enviados para invitar a Biniamín al diálogo y a una solución consensuada y justa; el tono y las palabras que utilizan, suenan acusadoras, partiendo de una idea preconcebida: desde la base que son culpables. Hubiera sido más constructivo adoptar un lenguaje más amigable y conciliador, tratando de investigar mejor lo que ocurrió, si en realidad sucedió tal como lo dijo aquel Levi, quiénes fueron los que estaban involucrados, si ellos supieron lo que pasó, si ya habían atrapado a los malvados, etc.
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Versículo 13
Versículo 13: Entregad pues ahora aquellos hombres, malvados, que están en Guibá, para que los matemos, y quitemos el mal de Israel. Mas los (hijos) de Biniamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel; Los comentaristas sostienen que existen dos maneras de entender este versículo:
Los hombres que violaron a la concubina, tenían pena de muerte, pues al violar a una mujer casada se hacen pasibles de la pena máxima.
Mas los (hijos) de Biniamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel; Sea como fuera, los hombres de Biniamín no aceptan ni siquiera hablar o debatir sobre el tema. Sino que ellos también actúan violentamente y con un espíritu decididamente belicista.
la voz de sus hermanos los hijos de Israel el motivo por el cual es redundante y repite: los hijos de Israel a pesar que ya había dicho que eran sus hermanos, es para destacar la obstinada y equivocada actitud de Biniamín que no quisieron escuchar a sus hermanos, los sabios y los príncipes de las demás tribus, ni obrar fraternalmente. Por otro lado, tampoco, antepusieron la causa del pueblo de Israel, que son los hijos de los patriarcas y que profesan la misma religión.
Jueces 20
Versículo 14
Versículo 14: Y los hijos de Biniamín se juntaron de todas las ciudades en Guibá, para salir a la guerra contra los hijos de Israel. A pesar que los hijos de Israel habían amenazado con luchar solamente contra la ciudad de Guibá y no contra toda la tribu, la reacción de la gente de Biniamín, fue drástica y agresiva, sin dejar dudas ni espacio para una negociación, haciendo que los sabios y lideres del resto de las tribus no tengan lo qué argumentar ante el populacho que ya se había preparado para la guerra, demostrándoles ellos a los sabios, que ellos tenían razón y que la guerra era el único camino.
Esta actitud agresiva y altanera de Biniamín contrasta mucho con la actitud de las tribus de Rubén y Gad, cuando el resto de las tribus se convocaron contra ellos y les enviaron mensajeros, gracias a que esas dos tribus mantuvieron una actitud amigable y de dialogo, se evitó una guerra entre hermanos, tal como relata al final del libro de Yehoshúa 22:10-30.
No obstante, y para poder justificar de alguna manera la extraña actitud de toda la tribu de Biniamín, podríamos citar, tal como dijimos antes en el versículo 3 esa tribu ya había soportado pasivamente los abusos que se cometían contra ellos
Ya estaban cansados que el pueblo se reuniera y ellos no eran tenidos en cuenta ni respetados por las otras tribus.
No obstante, esta actitud de los hombres de Biniamín, es condenable y erróneamente daba a entender que ellos defendían a aquellos malvados que habían violado a la concubina, y que toleraban ese tipo de actitudes en sus ciudades.
Jueces 20
Versículo 15
Versículo 15: Y de las ciudades de los hijos de Biniamín se convocaron en aquel día, veintiséis mil hombres que portaban espada, sin contar a los que moraban en Guibá, que eran otros setecientos hombres escogidos. Hubiera sido más productivo si los hombres de Biniamín en lugar de conducirse en forma prepotente, hubieran actuado en forma inteligente contestando a los mensajeros de las tribus que se retiren todos de su territorio y que ellos investigarían el asunto de la violación, y en caso de que fuera verídico castigarían severamente a los culpables y que de ninguna manera permitirían que en alguna de sus ciudades algún hombre actúe de esa forma ni que se cometa perversión y depravación en Israel (tal como dijo el Levi en el versículo 6)
hombres que portaban espada La situación ya se había salido de control, por un lado, el populacho de entre las tribus, echaban suertes para ver quien iría primero a luchar, y por el lado de Biniamín, se presentaron directamente para luchar, hacían relucir sus espadas, sin dejar lugar a dudas de cuales eran sus intenciones.
Jueces 20
Versículo 16
Versículo 16: De toda aquella gente había setecientos hombres escogidos, que eran zurdos, todos los cuales eran capaces de tirar una piedra con la honda a un cabello, y no erraban estos 700 que eran expertos tiradores que podían pegar a un objetivo muy pequeño y fino sin errar el tiro, no son los mismos 700 de la ciudad de Guibá, que mencionó en el versículo anterior.
Para pelear contra sus hermanos se sintieron fuertes y motivados por la amenaza, pero cuando se trataba de luchar contra sus enemigos para poder conquistar las ciudades de su territorio, ahí no lucharon tan decididamente.
Anteriormente en el versículo 3:15 cuando habla acerca de Ehud ben Guerá, que también era de la tribu de Biniamín, dice que era zurdo, en Crónicas I 12:2, vemos que esta cualidad, que implicaba ser ágil con la mano y brazo izquierdo, era una cualidad bastante extendida entre los miembros de la tribu de Biniamín. Eso era porque eran luchadores que tiraban piedras con ondas y para eso precisaba la mano derecha. Pero para poder defenderse de los enemigos precisaban poder empuñar la espada con el brazo izquierdo y luchar así con ambas manos.
Jueces 20
Versículo 17
Versículo 17: Y los hombres de Israel convocados, fuera de Biniamín, cuatrocientos mil hombres que portaban espada, todos estos hombres de guerra. Vuelve a repetir este detalle a pesar que ya lo había mencionado antes en el versículo 2, porque allí era meramente informativo, que 400.000 hombres acudieron para esclarecer lo que había sucedido, pero ahora, en nuestro versículo, luego que enumeró la cantidad de hombres armados de Biniamín, la intención es mencionar la cantidad de hombres armados del resto de las tribus.
Daat Mikra, recalca que no todos estos 400.000 hombres armados, participaron activamente de la guerra, sino que algunos (el 10%) tal como dijo antes, eran los encargados de proveer los vivieres al resto. Además, es de suponer que no todos subieron en el primer ataque.
Es interesante notar que, a lo largo de este capítulo, a veces se refiere al resto de las tribus como: hijos de Israel (versículos 18,19,23,24,26,27,30 y 35) y otras veces los denomina: hombres de Israel (versículos 17, 20, 22, 33, 34, 38, 39, 41 y 48)
Esto no es algo casual, sino que puede notarse un motivo bien marcado si analizamos los versículos en donde aparecen cada uno.
Cuando dice: hombres de Israel notaremos que se trata de los versículos en donde vemos que las tribus toman una actitud muy agresiva: en el 17 dice que vinieron con la espada, listos para luchar, en el 20 dice que salieron a combatir, en el 22 volvieron a presentar batalla, en el 33 presentan batalla por tercera vez, en el 38 habían planeado incendiar la ciudad, en el 39 y 41 se vuelven para comenzar a matar a los de Biniamín, y por último en el 48 podemos ver una actitud completamente destructiva y violenta, matan a todos, mujeres y niños e incendian las ciudades. Aparentemente todas estas acciones son las realizadas por los hombres rudos del populacho que son los que van tomando las decisiones y acciones.
Cuando dice: los hijos de Israel, notaremos que se trata de actitudes menos agresivas y hasta podemos ver intentos de actuar pacífica y misericordiosamente, aparentemente, cuando dice los hijos de Israel podríamos afirmar que son aquellas acciones estipuladas por los sabios o los dirigentes del pueblo y no por el vulgo.
Jueces 20
Versículo 18
Versículo 18: Levantáronse y subieron a Bet El - la casa de Dios, y consultaron a Dios, y dijeron los hijos de Israel: ¿Quién de nosotros subirá primero a la guerra contra los hijos de Biniamín? Y el Eterno respondió: Yehudá primero. Entre los comentaristas dicen que se trata de la ciudad de Bet El, que si bien, pertenecía a Biniamín, tal como dice en Yehoshua 18:22, fue tomada por las tribus de Efraim y Menashé, como vimos en 1:22, es por eso que las tribus van allí.
Otros (Metzudat David) sostienen que no se trata de la ciudad de Bet El, sino a la casa de Dios, el tabernáculo, que estaba en Shiló, (en hebreo, Bet El quiere decir: casa de Dios) y la idea es que acudieron al tabernáculo para consultar a Dios.
Sea cual fuera, no todos los 400.000 hombres acudieron allí, sino que solo algunos fueron, probablemente los ancianos y los líderes del pueblo.
¿Quién de nosotros subirá primero a la guerra contra los hijos de Biniamín? Las tribus estaban seguras de que ganarían la guerra, eran 400.000 hombres contra 26.700, merced a esta supremacía numérica que eran 20 veces más que los de Biniamín, suponían ellos que el triunfo ya estaba asegurado, entonces consultan solamente una cuestión técnica. Es por eso que no preguntan si salir a la guerra o no y por ser que probablemente no todos irían, pues no había necesidad ante el reducido número de los de Biniamín, preguntan a Dios quién debería liderar la batalla.
Dios les responde a esta pregunta, también en forma técnica. Tal como ya lo había dicho antes en el versículo 1:1 cuando preguntaron: ¿Quién subirá por nosotros primero a pelear contra los Cnaanim? Allí Dios ya había estipulado Y el Eterno respondió: Yehudá subirá; Yehudá sería el que subiría siempre a la cabeza de las campañas militares. No les dice que van a ganar, ellos preguntaron ¿Quién es el que debe ir al frente? Dios les responde que esa posición es de Yehudá.
Si prestamos atención y quisiéramos hilar fino, veremos que ellos son muy específicos en la pregunta: ¿Quién de nosotros subirá primero a la guerra…? Dios debería haber contestado: Yehudá subirá primero a la guerra. Sin embargo, la respuesta de Dios no fue esa, sino que fue: Yehudá primero… esta respuesta no está contestando lo que ellos preguntaron, lo que sucede es que ellos estaban tan segados y sedientos de aleccionar a los de Biniamín por los sucesos que el Levi sobredimensionó, que estaban deseosos de salir a la guerra y por eso no prestaron atención que Dios no les dijo que salieran a la guerra, sino que para ellos esa respuesta era suficiente, al fin y al cabo, el tema de la guerra ya lo tenían decidido y planificado.
Jueces 20
Versículo 19
Versículo 19: y se levantaron los hijos de Israel a la mañana, y acamparon contra Guibá. Inmediatamente se alistan para la guerra, desde temprano. No obstante, aun no comenzaron los combates. Por ahora es todo una gran amenaza para ver quien cede primero. La idea de las tribus sigue siendo la misma, luchar solamente contra la gente de Guibá, no contra toda la Tribu de Biniamín, pues a ojos de las tribus, esos hombres son culpables de la muerte de la concubina e intentaron asesinar al Levi.
Cuando vieron que Biniamín no colaboraba, permanecía indiferente a pesar que vio que todos estaban allí reunidos y ni siquiera respondió a sus mensajeros, entonces no les queda otra opción que demostrar que están hablando en serio.
Jueces 20
Versículo 20
Versículo 20: Y salieron los hombres de Israel a combatir contra Biniamín; y los varones de Israel presentaron batalla contra ellos en Guibá. Este versículo nos describe la manera desorganizada en que salieron a la guerra. Al principio nos habla que salieron a combatir contra Biniamín , pero luego dice que presentaron batalla contra ellos en Guibá . Lo que aparentemente nos está describiendo este versículo, es que, por un lado, cuando dice que salieron a presentar batalla contra ellos en Guibá se refiere al pelotón de ataque, que seguramente habrá estado integrado en su mayoría por los hombres de Yehudá, quienes se acercaron a la ciudad de Guibá para combatir contra ellos. Pero por el otro lado, muchos hombres del populacho, se lanzaron a luchar en forma desorganizada contra todos los hombres de Biniamín, no solo los de la Guibá, y a ellos se refiere cuando dice: Y salieron los hombres de Israel a combatir contra Biniamín.
Jueces 20
Versículo 21
Versículo 21: Y salieron los hijos de Biniamín de Guibá, y aniquilaron de Israel en aquel día, veintidós mil hombres (echándolos) a tierra. Tal como dijimos en el versículo anterior, los hombres de Israel, salieron a luchar en forma desorganizada y no con todo el ejército, sino que mandaron solamente a una parte de los hombres de guerra, pues los de Biniamín eran solo 26.700 hombres, no vieron necesario mandar a los 400.000 de Israel. Además, estaban tan seguros y confiados en que Dios se los iba a entregar en sus manos, que no armaron ninguna estrategia de ataque, ni se prepararon bien para la guerra.
De esta forma podemos imaginarnos el escenario de la batalla, en donde cuatro o cinco mil hombres de Yehudá, marchan en formación hacia la ciudad de Guibá, confiados en que van a luchar contra un puñado de hombres, a lo sumo 700 que eran los hombres de la Guibá, pero antes que se logren acercar a la ciudad, reciben una acometida de 700 guerreros selectos, aquellos que mencionó en el versículo 16, esos francotiradores que no fallaban en su tiro, e inmediatamente 700 guerreros de Yehudá caen a tierra. Antes que el resto pueda reaccionar, esos setecientos hombres escogidos, que eran ambidiestros, todos los cuales eran capaces de tirar una piedra con la honda a un cabello, y no erraban vuelven a cargar sus hondas y dan por tierra a otros 700 hombre de Yehudá, así en menos de unos minutos, el pelotón de ataque de varios miles de hombres, fueron aniquilados, ahora los hombres de Biniamín, que ya cobraron valor y se sienten fuertes, se lanzan al ataque, con piedras de honda y la espada, sobre el campamento principal, que es sorprendido, y no les queda otra alternativa que escapar, mientras algunos son alcanzados por los hombres de Biniamín, que sin la menor misericordia hacia sus hermanos, los masacran y los aniquilan.
El motivo por el cual Dios los entregó y no los ayudó, es tal como dicen los sabios en el Talmud Sanedrín 103b: Dios dijo: para limpiar Mi honor, que fue mancillado por los hombres de la tribu de Dan que se hicieron un ídolo y lo colocaron en medio de ellos para servirlo, no fueron capaces de congregarse y condenarlo, como así tampoco para cumplir Mi precepto de conquistar la tierra de Israel no se han reunido a luchar, pero ¿para limpiar el honor de una concubina están dispuestos a morir de a miles? En otras palabras, velaron más por la dignidad del ser humano que por el honor y respeto a Dios.
Es por eso, dice Abarbanel, que Dios decidió castigarlos, tal como lo hizo con el pecado de Ajan, en Yehoshua capítulo 7, que Dios no estuvo con ellos y cuando fueron a conquistar la ciudad de Hai fueron masacrados por sus enemigos. Si así ocurrió en aquella vez, que un solo hombre fue el que pecó, a escondidas y además, no fue un pecado tan grave como el de idolatría, Dios los castigó de esa forma, mucho más serían castigados ahora, en que no solo un hombre, sino muchos hombres de la tribu de Dan, y otros de Efraim con Mijá, comenten idolatría y lo hacen en público.
Jueces 20
Versículo 22
Versículo 22: Y se reanimó el pueblo, los hombres de Israel y volvieron a presentar batalla en el mismo lugar donde lo habían hecho el primer día. Luego de esta batalla tan desordenada que describimos en el versículo anterior, las tribus de Israel, se reorganizan, son conscientes que ellos son una inmensa fuerza de ataque y que deben hacer prevalecer la superioridad numérica para así derrotar a Biniamín, esta vez no mandaran a un pequeño grupo, sino a muchos más hombres de guerra que la vez anterior.
Jueces 20
Versículo 23
Versículo 23: Y subieron los hijos de Israel, y lloraron delante del Eterno hasta la tarde, y consultaron al Eterno, diciendo: ¿Tornaré a pelear con los hijos de Biniamín mi hermano? Y el Eterno les respondió: Subid a él. Tal como explicamos antes en los versículos 9 y 12, había dentro del campamento de Israel, dos grupos, estaban aquellos (el populacho) que trataban de hacer las cosas a su manera y por la fuerza bruta, tal como dijo en el versículo anterior, y estaban (los sabios y líderes de las tribus) que pretendían buscar la mejor opción y actuar con cautela y pensando en frío. Éstos últimos son los que menciona en este versículo, y son los que van a llorar ante Dios.
¿Tornaré a pelear con los hijos de Biniamín mi hermano? Esta vez, son mucho más cautos cuando consultan a Dios, ya no van con la confianza plena y con la decisión tomada de que deben luchar, tal como había sucedido en el versículo 18, en que dijeron: ¿Quién de nosotros subirá primero a la guerra contra los hijos de Biniamín? sino que ahora la cosa es distinta, preguntan: ¿Tornaré a pelear con los hijos de Biniamín mi hermano? En primer lugar, ya no dan por sentado el hecho de salir a la guerra, es por eso que preguntan si ir o no.
En segundo lugar, se refieren a Biniamín en forma fraternal: Biniamín mi hermano. Antes eran meramente los hombres de Biniamín.
Y el Eterno les respondió: Subid a él. La respuesta de Dios, nuevamente fue escueta y parcial, y los hombres de Israel, nuevamente la interpretaron a las apuradas y mal.
Probablemente, Dios les estaba sugiriendo otra cosa: Subid a él, es decir, ir a la gente de Biniamín y hablar con ellos, no se refería a subir a la guerra, sino enviar a Biniamín una delegación de hombres importantes, tal como habían hecho en época de Yehoshua cuando enviaron a Pinjás, el sumo sacerdote, nieto de Aaron, como su delegado para que hable con las tribus de Rubén y Gad. O, ir los ancianos de Israel en persona a reunirse con los jefes de Biniamín y tratar de solucionar este asunto. Pero ellos estaban ofuscados en su camino, y entendieron que Dios les estaba dando luz verde para que ataquen.
Jueces 20
Versículo 24
Versículo 24: Y en el segundo día se acercaron los hijos de Israel a los hijos de Biniamín. Esta vez no dice que se acercaron a luchar. Si bien, lo mas probable es que se acercaron los hombres de guerra, no era del todo claro que su intención era luchar directamente, como había ocurrido la vez anterior, tal vez pretendían explorar si había alguna intención de rendirse o solucionar las cosas de otra forma.
La vez anterior, en el versículo 20 dice bien claro: Y salieron los hombres de Israel a combatir contra Biniamín ; pero aquí no dice que salieron a combatir, sino que dice que se acercaron, pretendieron una relación más fraternal.
Si bien en el versículo anterior dijo que ese segundo día lloraron delante del Eterno hasta la tarde y en este versículo dice que el segundo día lucharon, lo más probable es que los ancianos y la gente piadosa se quedó llorando y orando ante Dios, mientras que el otro pabellón asignado para la guerra, fueron armados hacia los hijos Biniamín.
Jueces 20
Versículo 25
Versículo 25: Y salió Biniamín contra ellos desde Guibá el segundo día, derribaron por tierra otros dieciocho mil hombres de los hijos de Israel, todos los ellos portadores de espada. Los hombres de Biniamín, vuelven a actuar salvaje y violentamente contra sus hermanos, una actitud completamente injustificable.
Vuelven a tirarlos por tierra, a pesar que esta vez se trata de guerreros fuertemente armados, pero son atacados desde lejos por los hombres de Biniamín expertos con las hondas y una vez derribados, se lanzan al ataque masivo contra el resto del campamento de Israel, que nuevamente es sorprendido desorganizado.
Jueces 20
Versículo 26
Versículo 26: Entonces subieron todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, y vinieron a Bet El -la casa de Dios; y lloraron, y se sentaron allí ante el Eterno, y ayunaron aquel día hasta la tarde; y ofrecieron holocaustos y ofrendas pacíficos delante del Eterno. El comentarista Metzudat David sostienen que no se trata de la ciudad de Bet El, sino a que fueron a la casa de Dios, el tabernáculo, que estaba en Shiló, (en hebreo, Bet El quiere decir: casa de Dios) y la idea es que acudieron al tabernáculo.
Esta vez, hace hincapié, en que todos subieron a Bet El, no solo los ancianos, como había ocurrido la vez anterior, sino todos los hombres de lo hijos de Israel, es por eso que recalca: todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, es decir, tanto los hombres de guerra como los líderes y sabios.
y se sentaron allí ante el Eterno, y ayunaron aquel día El comentarista Malvim sostiene que esto demuestra una actitud completamente distinta a la de las veces anteriores. La actitud de sentarse ante Dios denota una actitud reflexiva y el ayuno demuestra un arrepentimiento profundo.
Aquí podemos ver que el pueblo, hace una introspección y se arrepiente de las cosas malas que había hecho.
y ofrecieron holocaustos y ofrendas pacíficos delante del Eterno acorde a los comentaristas, el motivo de estas ofrendas, eran por un lado, para pedir perdón por lo que habían hecho y por otro lado, para agradecer a Dios por el hecho de que no murieron todos en la guerra, sino que los que se salvaron, presentaron a Dios una ofrenda de agradecimiento por haber sobrevivido.
Jueces 20
Versículo 27
Versículo 27: Y los hijos de Israel preguntaron al Eterno, (pues) allí estaba el arca de la alianza de Dios en aquellos días, A diferencia de las veces anteriores, aquí nos especifica que preguntaron en la forma correcta, de la manera correcta y a la persona correcta, tal como especificó en Bamidbar 27:21 Y estará delante de Elazar el sumo sacerdote, que consultará por él, por intermedio del pectoral (Urim betumim) delante del Eterno, acorde a su palabra, saldrán a la guerra o regresarán de la guerra, él y todos los hijos de Israel con él, junto con toda la congregación.
Jueces 20
Versículo 28
Versículo 28: Y Pinjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba delante de ella en aquellos días y dijeron: ¿Tornaré a salir a la guerra contra los hijos de Biniamín, mi hermano, o debo desistir? Y el Eterno dijo: Subid, que mañana Yo lo entregaré en tu mano. Tal como estipula en la Tora, deben consultar por intermedio el sumo sacerdote. Aparentemente las veces anteriores, no lo hicieron por intermedio de Pinjás, sino que consultaron con otro Cohen. El único que tenía permitido entrar al Kodesh Hakodashim, (el santo sanctorum) el lugar del tabernáculo en donde estaba posada el arca de la alianza, con las tablas de la ley, era el Sumo sacerdote, y lo hacia una vez al año, en el día de Kipur, o cuando debía consultar a Dios, como intermediario del pueblo de Israel, tal como dice en: Bamidbar 27:21
Es la primera vez que aparece Pinjás en toda esta historia, la gran mayoría de los comentaristas concuerdan que se trata del mismo Pinjás que figura en la Tora, y acorde a la opinión que sostiene que este suceso ocurrió luego de la muerte de Yehoshua, es muy factible que Pinjás el nieto de Aaron, esté aun con vida en esa época.
El hecho que sea mencionado aquí, nos hace cuestionarnos varias cosas: ¿Por qué no toma un rol más preponderante y activo? ¿Por qué no trata de detener esta matanza?
En realidad, vemos que Pinjás no asume un rol importante, sino que adopta un papel secundario y técnico. No debemos olvidarnos que Pinjás se destacó por su celo por la causa Divina y por cuestiones de depravaciones sexuales, hasta el punto de llegar a matar al príncipe de la tribu de Shimón, (Bamidbar 25:6-8), es por eso que, tal vez absorto en su lucha contra los delitos sexuales, en esta ocasión, no haya visto mal la guerra contra toda una tribu.
En la Tora, Bamidbar 25:11 dice que Dios le otorgó a Pinjás un pacto de paz y la promesa de que sus descendientes serán los futuros sumos sacerdotes, pues en aquella ocasión, merced a su resuelto y audaz accionar, logró impedir una gran mortandad en medio del pueblo de Israel.
Lo cierto es que en esta oportunidad, Pinjás no se destaca por un actitud osada y activa, es por eso que no logra hacer la paz entre las tribus de Israel y Biniamín, esta vez no fue como con el príncipe de la tribu de Shimón, ni como había obrado con las tribus de Rubén y Gad; su pasividad en esta ocasión hizo que no pueda revertir la situación ni apaciguar los ánimos de guerra, es por eso que, hay quienes dicen, que Dios no aprobó esta actitud de Pinjás y por eso sus descendientes, dejan de ser sumos sacerdotes por un tiempo, así veremos en el comienzo del libro de Shemuel que el sumo sacerdote es Eli, que no era descendiente de Pinjás. No obstante, ese alejamiento será solo temporal, ya que Dios en la Tora le había asegurado que de él saldrían sumos sacerdotes, es por eso que luego, en la época del rey David, volveremos a ver a sus descendientes ocupando el puesto de sumos sacerdotes.
Más aun, en Crónicas I 9:20 dice: Y Pinjás, hijo de Elazar, era el príncipe entre ellos, a veces Dios estaba con él, vemos que allí nos recalca que Dios se distanció de Pinjás, ya no estaba siempre con él, como antes, hay quien explica que esto es probablemente, producto de esta pasividad de Pinjás para evitar la guerra.
Tal vez si Pinjás se hubiera dedicado más a recorrer las ciudades de Israel, enseñando y transmitiendo los valores de la Tora, el pueblo de Israel no hubiera llegado a un nivel tan bajo, es por eso que Pinjas, en su carácter de Sumo sacerdote y jefe de la tribu de Levi, que eran los encargados de transmitir loa valores y educación judías, fracasaron en ese punto. Más aun señalan los sabios, no en vano el libro de Yehoshua termina de esa forma, pues es un preámbulo a lo que sucederá en el libro de Shofetim, en las últimas palabras del libro de Yehoshua dice (24:33) la colina de Pinjás su hijo, que le fue dada en el monte de Efraim Es decir, le concedieron a Pinjás un territorio para que se asiente y no tenga que ir de un lado para el otro. De esa manera, en vez de salir a expandir la Tora, él esperó que el pueblo venga por ella a donde él estaba
Y el Eterno dijo: Subid, que mañana Yo lo entregaré en tu mano Si bien, los hijos de Biniamín eran merecedores de castigo por lo que hicieron, Dios castiga primero a Israel, por el ídolo que habían hecho en Dan y luego castiga a Biniamín, la moraleja parecería ser que, antes de acusar a otros y pretender aleccionarlos, primero debemos estar seguros que nosotros no somos peores que ellos.
Ante el arrepentimiento sincero del pueblo y el cambio de actitud, esta vez Dios les responde en forma clara y consistente: mañana Yo lo entregaré en tu mano el pueblo, que está ahora en otra posición, entiende el mensaje fielmente. No son ellos los que definen la batalla, sino que es Dios el que se los entregará en sus manos.
Jueces 20
Versículo 29
Versículo 29: Y puso Israel emboscadas alrededor de Guibá. Abarbanel dice que esta vez el pueblo de Israel ya no va a la guerra en forma desorganizada como las veces anteriores, sino que traza una estrategia de guerra bien preparada, con emboscadas y poniendo todo su esfuerzo y destreza, ya no iban confiados actuando y arriesgándose negligentemente, como las veces anteriores.
Tal como había ocurrido en tiempos de Yehoshua, con la ciudad de Hai, que merced al pecado, el pueblo de Israel cayó ante ellos y luego, cuando se arrepintieron, pusieron emboscadas y trazaron un plan de guerra contra Hai y Dios se los entregó en sus manos.
Como veremos más adelante, el objetivo de esta emboscada era estar escondidos detrás de la ciudad de Guibá para que cuando salgan los hombres de Biniamín tras el resto de los hombres de Israel, estos hombres que estaban emboscados, saldrían de su escondite para penetrar en la ciudad que estaría desprotegida, y la tomarían fácilmente.
Jueces 20
Versículo 30
Versículo 30: Y subieron los hijos de Israel contra los hijos de Biniamín al tercer día y se prepararon contra Guibá, como las otras veces. A partir de aquí comienza a relatar la tercera y última batalla de esta guerra entre hermanos.
El comentarista Daat Mikra dice que la estructura del relato que, a simple vista, pareciera ser muy repetitiva, es la siguiente: primero narra en forma general los sucesos (desde versículo 29 hasta el 35) Luego un relato más detallado (desde el versículo 36 hasta el 46)
contra Guibá, como las otras veces luego que colocaron la emboscada detrás de la ciudad, otro pelotón, de unos cuatro o cinco mil hombres, visiblemente se colocó frente a la ciudad de Guibá en formación de batalla, tal como lo habían hecho las veces anteriores, para que los hombres de Biniamín supongan que sería una ofensiva como anteriormente y salgan tras ellos como las veces anteriores sin imaginarse que había una emboscada detrás.
Jueces 20
Versículo 31
Versículo 31: Y salieron los hijos de Biniamín contra el pueblo, y se alejaron de la ciudad, y comenzaron a herir a algunos del pueblo, matando como las otras veces por los caminos, de los cuales uno sube a Bet El, y el otro a Guibá en el campo: alrededor de unos treinta hombres de Israel. Cuando los hombres de Biniamín ven frente a ellos nuevamente a los hombres de Israel, tal como lo habían hecho las veces anteriores, salen nuevamente tras ellos, confiados que los derrotaran como antes, además los hombres de Israel, les daban a entender que estaban retrocediendo, lo que incentivaba más a los de Biniamín que se trataba de una retirada y que nuevamente estaban derrotando a los de Israel.
de los cuales uno sube a Bet El, y el otro a Guibá en el campo Los hombres de Israel, los iban alejando, pero para el lado contrario a donde estaba la emboscada, para que no los descubran.
Por otro lado, este detalle, nos demuestra la maldad de los hombres de Biniamín, que los perseguían por todos lados, aun a campo traviesa, para matarlos a pesar que ya estaban huyendo y no estaban luchando.
y comenzaron a herir a algunos del pueblo… alrededor de unos treinta hombres de Israel Esto es lo que relata luego en el versículo 39. No sucedió inmediatamente que salieron a luchar, sino que ocurre luego que los de la emboscada ingresan a la ciudad de Guibá y la incendian, en ese momento el ejército de Israel deja de huir y comienzan a luchar contra los de Biniamín, quienes en un principio, logran derribar a unos treinta hombres de Israel, pero luego la situación se revierte diametralmente, hasta que los hombres de Biniamín son aniquilados.
Jueces 20
Versículo 32
Versículo 32: Y los hijos de Biniamín decían: Huyen de delante de nosotros, como antes. Mas los hijos de Israel decían: Huyamos, y alejémoslos de la ciudad hacia los caminos. Este versículo pone de relieve lo que pensaba uno y otro bando. Los de Biniamín, pensaban que estaban ganando tal como las dos veces anteriores y los de Israel, que estaban actuando como parte de la estrategia de guerra, con el objetivo de que la emboscada tenga tiempo suficiente para no ser vistos y tomar la ciudad mientras los hombres de Biniamín están corriendo y alejándose cada vez más de la ciudad.
Jueces 20
Versículo 33
Versículo 33: Y se levantaron todos los hombres de Israel de su lugar, y pusiéronse en orden de batalla en Baal-Tamar: y los emboscados de Israel se lanzaron desde su lugar, la cueva de Guibá. A partir de ahora, cambia el foco de la escena y comienza a relatar lo que está sucediendo en la parte de atrás de la ciudad de Guibá, en donde estaban escondidos los hombres de la emboscada y el resto de los hombres de Israel que no habían salido al ataque.
Entonces, cuando los hombres de Biniamín, se alejaron, cayendo en la trampa de salir todos tras el pelotón de ataque de los hijos de Israel, cuando estuvieron lo suficientemente lejos como para no poder regresar a tiempo a defender la ciudad, es ahí, que los de la emboscada como el resto del pueblo de Israel que no había participado del ataque y que estaban en Baal-Tamar , todos juntos se lanzan a la conquista y destrucción de la ciudad de Guibá.
El comentarista Daat Mikra, sugiere que había dos misiones:
De esta forma, el ejército de Israel se dividió en tres misiones, 1) unos eran los que atacaron y servían de carnada para que los hombres de Biniamín salgan tras ellos, 2) otros cuya misión era atacar la ciudad de Guibá e incendiarla y 3) otros deberían dispersarse hacia el resto de las ciudades de Biniamín, para conquistarlas y destruirlas, pues estarían habitadas solamente por mujeres niños y ancianos, y desprotegidas pues los hombres de guerra de Biniamín se habían reunido para luchar en Guibá, dejando solo unos pocos en cada ciudad.
Jueces 20
Versículo 34
Versículo 34: Y vinieron contra Guibá diez mil hombres escogidos de todo Israel, y la batalla era dura: mas no sabían que el mal estaba cercano a ellos. Los que estaban en la emboscada, que eran unos 10.000, al ver que los de Biniamín ya estaban a una distancia considerable que les imposibilitaría volver a tiempo, se lanzan a la conquista de la ciudad de Guibá; ya sea que rodearon la ciudad e ingresaron por los portones que habían quedado abandonados cuando salieron tras los de Israel, o tal vez, al quedar la ciudad sin centinelas, pudieron escalar las murallas por el lado sur, sin que nadie repela el ataque y una vez adentro, comenzar el incendio.
y la batalla era dura mientras ocurría todo esto en la ciudad de Guibá, nos relata que la batalla entre los hombres de Biniamín y los de Israel, continuaba y arreciaba.
mas no sabían que el mal estaba cercano a ellos Los hombres de Biniamín no sospechaban que mientras ellos peleaban salvajemente, tanto Guibá como el resto de sus ciudades estaban siendo atacadas y destruidas.
Jueces 20
Versículo 35
Versículo 35: E hirió el Eterno a Biniamín delante de Israel; y mataron los hijos de Israel aquel día veinticinco mil cien hombres de Biniamín, todos los cuales portaban espada. En resumen, los hombres de Biniamín fueron derrotados, tal como Dios les había dicho el día anterior por intermedio de Pinjás en el versículo 28: Y el Eterno dijo: Subid, que mañana Yo lo entregaré en tu mano . Dios hizo que los hombres de Biniamín se sientan muy seguros de sí mismos y de sus triunfos anteriores, de forma tal que salgan confiados y que no tomen recaudos.
mataron los hijos de Israel aquel día veinticinco mil cien hombres de Biniamín El número total de caídos de Biniamín en esta batalla fue de 25.100. Luego en los versículos 44-46, nos detallará en qué lugar murieron.
Hasta aquí el relato general de la batalla y la derrota de los hombres de Biniamín.
Jueces 20
Versículo 36
Versículo 36: Y vieron los hijos de Biniamín que eran abatidos; y los hijos de Israel dejaron pasar a Biniamín, porque estaban confiados en las emboscadas que habían puesto contra Guibá. A partir de este versículo comienza a relatarnos nuevamente la batalla desde el comienzo para agregarnos nuevos detalles.
Cuando los hombres de Biniamín vieron que los de Israel eran abatidos y huían, entonces salieron tras ellos.
y los hijos de Israel dejaron pasar a Biniamín, porque estaban confiados en las emboscadas que habían puesto contra Guibá tal como dijimos en el versículo 33 el ejército de Israel se dividió en tres misiones, 1) unos eran los que atacaron y servían de cebo para que los hombres de Biniamín salgan tras ellos, 2) otros cuya misión era atacar la ciudad de Guibá e incendiarla y 3) otros deberían dispersarse hacia el resto de las ciudades de Biniamín, para conquistarlas y destruirlas.
Cuando los hombres que atacaron comenzaron la retirada mientras los de Biniamín los perseguían, las otras dos partes del ejército de Israel que estaban atrincherados, aún que algunos de Israel eran derribados por los hombres de Biniamín, a pesar de ello dejaron pasar a los de Biniamín sin atacarlos y sin que sean vistos, pues el objetivo era que se alejen de la ciudad.
Jueces 20
Versículo 37
Versículo 37: y se apresuraron los de la emboscada y acometieron contra Guibá, y avanzaron los de la emboscada e hirieron a filo de espada a toda la ciudad. Inmediatamente, cuando ya vieron que los de Biniamín se fueron, tal como dijo en el versículo anterior, entonces los de la emboscada avanzaron contra la ciudad.
y avanzaron los de la emboscada e hirieron a filo de espada a toda la ciudad primero entraron y tomaron la ciudad, luego comienzan a masacrar salvajemente a todos sus habitantes.
Entre los comentaristas, hay quienes sostienen que mataron a todos los habitantes de la ciudad, hombres, ancianos, mujeres y niños; sin embargo, otros comentaristas, tal como dice en el versículo 48, sugieren que solo mataron a los hombres, dejando vivas a las mujeres, como botín de guerra.
Mataron a todos, sin distinguir entre buenos y malos; lo más probable es que hayan matado también a ese pobre anciano que era de Efraim que protegió y le dio hospedaje a ese Levi en su casa, pues a pesar de que no era de Biniamín, no obstante, para ellos, todos los hombres de Guibá fueron los que obraron vilmente contra el Levi y su concubina.
Jueces 20
Versículo 38
Versículo 38: Los hombres de Israel habían acordado con las emboscadas, que hiciesen subir una gran humareda desde la ciudad. Esta sería la señal para que las otras dos partes del ejército de Israel, comiencen su misión. Por un lado, los que estaban retrocediendo, dejarían de huir para volverse contra los de Biniamín, y, por otro lado, el grueso de los hombres de Israel, verían esta señal y atacarían las demás ciudades de Biniamín.
Jueces 20
Versículo 39
Versículo 39: Y los hombres de Israel se volvieron en la batalla, y los de Biniamín comenzaron a herir y matar de Israel unos treinta hombres, y decían: Ciertamente caer han caído delante de nosotros, como en la primera batalla. Hay dos formas de entender este versículo, una de ellas, es que luego que nos dijo cuál era la estrategia de la guerra por parte de Israel, nos comienza a relatar cómo se llevó a la práctica: Los hombres que habían salido contra Guibá para provocar que los de Biniamín salgan contra ellos, comienzan a replegarse y huir, mientras caen abatidos unos treinta hombres de Israel, haciendo caer a los hombres de Biniamín en la trampa, pues pensaban: Ciertamente caer han caído delante de nosotros, como en la primera batalla
Otra forma de entender este versículo es que los hombres de Israel que iban huyendo, estaban atentos a la señal de fuego desde la ciudad de Guibá, es por eso que apenas la vieron, dejaron de correr y se volvieron contra los de Biniamín. Éstos últimos, que, aparentemente, no habían divisado aun, que su ciudad se estaba incendiando, comenzaron a luchar cuerpo a cuerpo contra los de Israel, y lograron abatir a unos 30 hombres, merced a ese éxito momentáneo contra los de Israel, estaban confiados que triunfarían como las veces anteriores; todo esto antes de percatarse de que Guibá había sido tomada e incendiada.
Aquí está relatando con más detalles lo que dijo antes en los versículos 31 y 32.
Jueces 20
Versículo 40
Versículo 40: Y el incendio comenzó y subió de la ciudad una columna de humo, y Biniamín tornó a mirar atrás; y he aquí que el fuego de la ciudad subía al cielo. Si bien los hombres de Israel se percataron del incendio apenas comenzó, pues ellos estaban atentos a esa señal, tal como dijo en el versículo 38; los hombres de Biniamín, que estaban absortos en la batalla no percibieron el incendio sino, hasta que estuvo bastante avanzado, y una gran columna de humo subía de la ciudad, recién ahí, tornó a mirar atrás; y he aquí que el fuego de la ciudad subía al cielo.
Jueces 20
Versículo 41
Versículo 41: Entonces los hombres de Israel se volvieron, y los hombres de Biniamín se consternaron: porque vieron que el mal les había llegado. Una vez que la ciudad de Guibá cae y que termina el simulacro de huida que estaban haciendo los hombres de Israel, la situación de los hombres de Biniamín fue caótica, pues entendieron que cayeron en la trampa, y que, tanto ellos, como sus ciudades, fueron derrotados.
Jueces 20
Versículo 42
Versículo 42: Y se tornaron de delante de los hombres de Israel hacia el camino del desierto; mas la guerra arreció contra ellos, y los de las ciudades eran masacrados dentro de ellas. Los hombres de Biniamín pierden el entusiasmo inicial que habían tenido en el versículo 39, se dan cuenta que no tienen chances de ganar, al estar rodeados por delante y por detrás, el único camino que les queda abierto es hacia el este, hacia el desierto del mar muerto, una zona árida, pedrosa y con acantilados.
mas la guerra arreció contra ellos, y los de las ciudades eran masacrados dentro de ellas La situación se dio vuelta y ahora la guerra se volvió contra ellos, y dejaron de ser los perseguidores, para ser los perseguidos, dejaron de ser hostigadores, para pasar a ser ellos los hostigados,
Jueces 20
Versículo 43
Versículo 43: Rodearon a los de Biniamín, y los persiguieron, desde Menujá hostigándolos hasta llegar a Guibá hacia el este. De esta forma, no solo los hombres de guerra de Biniamín fueron derrotados y perseguidos, sino que también los habitantes de las ciudades quedaron atrapados, tratando de escapar para donde podían.
Jueces 20
Versículo 44
Versículo 44: Y cayeron de Biniamín dieciocho mil hombres, todos ellos hombres valientes. Ahora nos dice cuántos cayeron en cada lugar en ese día de la guerra, por un lado, murieron 18.000 hombres de guerra, además de las personas de las ciudades.
Jueces 20
Versículo 45
Versículo 45: Y se volvieron huyendo hacia el desierto, a la peña de Rimón, y de ellos cayeron otros cinco mil hombres en el camino. Y persiguieron tras ellos hasta Guidom, y mataron de ellos dos mil hombres. Además de los 18.000 que murieron en combate, tal como dijo en el versículo anterior, otros 5.000 murieron en el camino, mientras huían, y otros 2.000 murieron en Guidom.
Jueces 20
Versículo 46
Versículo 46: Así todos los que cayeron de Biniamín aquel día, fueron veinticinco mil hombres que portaban espada, todos ellos hombres de guerra. En total, murieron 25.000 hombres de guerra, sin contar los que murieron en las ciudades.
En el versículo 35, había dicho que murieron en total 25.100. Tanto Abarbanel como Daat Mikra, dicen que, en realidad, fueron 25.100 tal como dijo en el versículo 35 solo que aquí, dijo el número redondo.
Radak hace notar que, al principio del capítulo dijo que en total habían 26.000 hombres de Biniamín más los 700 hombres que estaban en la Guibá, en total 26.700, dijo que murieron 25.100 y en el próximo versículo dice que quedaron 600, esto hace una diferencia de 1.100 hombres que no relata lo que sucedió con ellos, es por eso que tanto Radak como otros comentaristas, sugieren que esos hombres murieron en los dos primeros combates, que a pesar que los hombres de Biniamín habían ganado esas batallas, lo más probable es que algunos hayan muerto en combate.
Jueces 20
Versículo 47
Versículo 47: Pero seiscientos hombres se volvieron y huyeron al desierto a la peña de Rimón, los cuales vivieron en la peña de Rimón cuatro meses. De todos los hombres de guerra de Biniamín, esos 26.700 que enumeró al principio del capítulo, quedaron solo 600 hombres.
Acorde a la opinión de Abarbanel, la peña de Rimón era un lugar muy escarpado y difícil de llegar, es por eso que pudieron mantenerse allí sin que los atraparan los hombres de Israel.
cuatro meses El comentarista Daat Mikra, sostiene que ese fue el lapso de tiempo en que los hombres de Israel seguían persiguiendo a los de Biniamín por todo el territorio.
Jueces 20
Versículo 48
Versículo 48: Y tornaron entonces los hombres de Israel de sobre los hijos de Biniamín, y los hirieron a filo de espada, a hombres y bestias en la ciudad, y todo lo que fue hallado: asimismo a todas las ciudades que hallaron les prendieron fuego. Finalmente, los hombres de Israel dejaron de perseguir a los de Biniamín, no sin antes haber masacrado a todos los de las ciudades, aun a los animales, y las pertenencias, todo fue destruido. Una perversidad, crueldad y maldad sin precedentes, nunca antes se había destruido tantas ciudades juntas.
Debemos recalcar quie dice que mataron a los hombres , lo que hace suponer que a las mujeres dejaron con vida.
asimismo a todas las ciudades que hallaron les prendieron fuego El odio y crueldad del populacho, sediento de sangre, fue tal, que aun una vez finalizada la guerra, todas aquellas ciudades que encontraron que eran de Binamín, igualmente las quemaron, a pesar que ya había terminado la guerra.
Acorde a la opinión de muchos de los comentaristas la brutalidad y violencia del hombre de Israel fue tal que masacraron aun a las mujeres y niños de Biniamín, aportando pruebas para ello de lo que dice en el próximo capítulo, pues los sobrevivientes de la tribu de Biniamín no tenían con quien casarse, y si hubieran dejado vivas a las mujeres de Biniamín, podrían haberse casado con ellas.
Otros comentaristas, o pueden concebir una actitud tan salvaje y violenta dentro del pueblo de Israel para con sus hermanos, y, al ser que no lo dice el texto literalmente que mataron a las mujeres y los niños, explican que cuando dice que destruyeron las ciudades de Biniamín y a su gente, se refiere a los hombres y no a las mujeres, y lo que dice en el próximo capítulo que no había mujeres para darles a los sobrevivientes de la tribu de Biniamín, se refiere a que al ser que tomaron a las mujeres como botín de guerra, entonces ya eran de ellos y no podían dárselas a los de Biniamín por el juramento que dice que hicieron en el versículo 21:1.
Anteriormente, al principio del capítulo, nos dijo que en total los hombres de Biniamín que salieron a la guerra fueron 26.700 y que a excepción 600, todos murieron. No obstante, en Bamidbar 26:41, nos dice que el número de hombres de la tribu de Biniamín antes de entrar a la tierra de Israel eran: 45.600 hombres de guerra, por lo tanto, si mataron a 25.100 falta muchos más. Hay quienes contestan esta pregunta diciendo que el resto de los hombres de Biniamín, lograron escabullirse ya sea entre los pueblos Cnaanim, o entre las tribus de Israel, pero ocultando o perdiendo completamente su identidad, pues de lo contrario correrían riesgo de ser matados, y los únicos que quedaron vivos manteniendo su identidad de hombres de Biniamín fueron solo 600 y solamente a través de ellos se conservó el linaje de Biniamín, pues el resto, se asimiló a los demás pueblos en donde pudieron esconderse.
Como conclusión esto nos demuestra la falta de proporción para encarar un problema, pues por la insensatez de un Levi, necio, engreído y manipulador, todo un pueblo se lanza a una batalla acusando a toda una tribu, sin averiguar si los sucesos fueron ciertos o no, y, por otro lado, por ser testarudos y no querer hablar con el resto de las tribus, todos se lanzan a una guerra enloquecedora.
Se juntaron 400.000 hombres de guerra, algo nunca visto desde que entraron a la tierra de Israel, y por una concubina, murieron más de 66.000 guerreros, además de los que murieron en las ciudades, pero para expulsar a los enemigos o para conquistar las ciudades de sus tribus tal como la Tora lo ordena, o ayudar a la tribu de Dan a conseguir su territorio, para todos estos motivos, no se juntaron nunca ni guerrearon.
Es posible que, si todo esto ocurrió al principio de la época de los Shofetim, haya causado un trauma tal, que sea comprensible que, en lo sucesivo, no quisieron juntarse nunca más todos juntos para pelear, dejando que cada tribu arregle sus propios asuntos, y que la mayoría de los Shofetim actúan en zonas específicas y no sobre todo el territorio de las tribus de Israel.
Otro punto importante de recalcar es que al haber muerto 66.000 de los más selectos guerreros del pueblo de Israel, realmente fue un milagro que los pueblos enemigos no se hayan lanzado al ataque de Israel, al saber que están debilitados y habiendo perdido a su mayor fuerza de valientes.