Versículo 1: Si bien a primera vista, un cántico de alabanza a Dios no precisa demasiadas explicaciones, no obstante, tal como el libro de Salmos, David derrama muchísima sabiduría en sus palabras y por medio de ellas se puede aprender muchísimo acerca de conceptos verdaderos y de una fe correcta y firme. Don Isaac Abarbanel hace una extensa introducción a este capítulo, entre los temas que allí aborda se cuestiona: ¿cuándo David escribió este cántico? Así explica que, Radak, entre otros, sostiene que esto fue escrito al final de los días de David, luego que derrotó a todos sus enemigos, como alabanza y agradecimiento a Dios; es por eso que es relatado ahora. No obstante, el propio Abarbanel, sostiene que esto fue escrito por David en su temprana edad y trató de que sea los más abarcativo posible, para así poder utilizarlo en cualquier situación o futuro suceso de su vida, para que, en toda ocasión en que Dios lo haya salvado de su enemigo, poder entonarLe esta canción de agradecimiento. Y esta es la razón de que se haya escrito aquí este cántico, mientras que otros, como ser cuando vino el profeta Natán que fue escrito en el Salmo 51, o cuando se salvó de Shaul o cuando se escapó de Abshalom en el salmo 3, etc. no fueron escritos aquí, pues todos ellos son por un hecho en particular, mientras que esta es para cualquier situación de agradecimiento. Metzudat David sostiene algo parecido a lo que dijo Abarbanel, pero a la inversa: David solía recitar este cántico cada vez que Dios lo salvaba, y al final de sus días decidió escribirlo. El motivo por el cual dice: de la mano de Shaúl a pesar de haber dicho previamente: lo libró de la mano de todos sus enemigos es porque, cuando dice: todos sus enemigos David se refiere a los demás pueblos que eran todos enemigos de Israel, pero, a pesar de que Shaul lo persiguió y quiso eliminar a David, de todas maneras, no puede ser considerado Shaul, un enemigo como el resto de los pueblos que pretendían destruir a todo Israel. Los sabios del Midrash sostienen que, en este versículo David afirma que, si bien había tenido varios enemigos, ninguno se igualaba a la tenacidad con que Shaul lo persiguió, es por eso que debió mencionarlo en forma particular. Daat Mikrá dice que, ni siquiera al final de sus días, David nunca se olvidó todo el bien que Dios hizo por él, aun desde los días de Shaul hasta las últimas guerras. Otro motivo por el cual menciona a Shaul en forma particular, es porque la guerra de Shaul contra David se extendió con sus descendientes, con su hijo Ishboshet que reinó después de él; o con Shimhi ben Guerà Entre todos los comentaristas Don Isaac Abarbanel hace una exhaustiva comparación entre los 51 versículos escritos aquí y los 51 versículos del salmo 18 y menciona en total unas 74 diferencias. Estos cambios no fueron realizados al azar o por error de tipeo, sino que, cada cambio tiene su motivo y él explica la razón de cada uno de ellos. No obstante, a grandes rasgos, diremos que el motivo principal de estos cambios se debe, acorde a la postura de Abarbanel, a que David compuso y ordenó el libro de los Salmos al final de sus días, y quiso que sea algo general que cualquier persona que estuviera sumida en alguna angustia o peligro pudiera relatarlo a modo de súplica y pedido a Dios, entonces lo corrigió para que sea más genérico y abarcativo y además tenga un lenguaje más bello.  

Versículo 2: Don Isaac Abarbanel comienza diciendo que, todo este cántico se divide en cuatro categorías:

1. Introducción (incluye los dos primeros versículos)
2. La descripción de cómo Dios ayudó a escapar a David de las manos de sus enemigos (desde el versículo 3 hasta el 29)
3. Dios le otorgó a David la fuerza, no solo para liberarse de sus enemigos, sino también para someterlos (desde el versículo 29 hasta el 47)
4. Alabanza final (desde el versículo 47 hasta el 51)

Rashí explica que, cuando dice: mi roca hace alusión a lo dicho en Shmuel I 23:28 cuando Dios salvó a David de manos de Shaul, Pero un enviado (¿ángel?) vino a Shaul diciendo: Apresúrate y ven, pues los Pelishtím han invadido la tierra.  Regresó Shaul de perseguir tras David, y fue al encuentro de los Pelishtím; por eso llamaron a aquel lugar la Roca de la división. Maari Kra dice que, tal como cuando un individuo huye del enemigo, trata de refugiarse en un lugar fortalecido, así, David se cobija en Dios cada vez que se siente amenazado. Daat Mikrá afirma que, cada una de estas expresiones hacen alusión a otro aspecto: El Señor es mi roca, un lugar en lo alto, una peña encumbrada en donde poder estar fuera del alcance del enemigo. Mi fortaleza es un refugio, como si se tratase de una fortaleza con murallas y torres defensivas. Mi salvador mientras que los dos anteriores hacían alusión a una protección pasiva, es decir, David debía ir hacia Dios y allí se refugiaba, pero cuando dice: mi salvador se refiere a que, aunque David no pueda acudir a un lugar de refugio, igualmente Dios acude a él y lo salva.  

Versículo 3: Aquí detalla más lo que explicó Daat Mikrá al final del versículo anterior. Don Isaac Abarbanel amplia un podo más esta idea y dice que, cuando dice: mi roca se refiere tanto al lugar en donde David acude para refugiarse y esconderse del enemigo, o el lugar alto, desde donde ataca a su enemigo. En estos dos versículos podemos notar 10 maneras distintas de cómo David se refiere a Dios: 1) mi roca, 2) mi fortaleza y 3) mi salvador 4) mi Dios, 5) mi roca 6) en quien me refugio; 7) mi escudo y la 8) corona de mi salvación, 9) mi amparo; 10) el que me rescata, de la violencia Tú me salvas. Y esto viene en contraposición a los 10 enemigos de los cuales Dios lo salvó, 5 de Israel y 5 de los demás pueblos: 1) Shaul, 2) Doeg, 3) Ajitofel, 4) Shiva, 5) Shimhi, estos cinco de Israel; y otros cinco de los demás pueblos: Goliat, y los cuatro gigantes que mencionó al final del capítulo anterior. En total 10. Rabi Saadiá Gaón, en la explicación en Salmos, dice que, cada uno de estos 10 apelativos o adjetivos que David le otorga a Dios, corresponde a uno de los principios de fe del judaísmo.  

Versículo 4: Radak explica que David se refiere a que, cuando él clama a Dios por salvación, entonces inmediatamente Dios lo libera de sus enemigos. Ralbag dice que de este versículo aprendemos una de las reglas que los sabios nos enseñaron: cuando se reza a Dios, primero debe anteponerse una alabanza y luego los pedidos. Es por eso que David dice primero: ¡Alabado! Y recién después clama a Dios.  

Versículo 5: Radak dice que se refiere a todas aquellas situaciones en que David estuvo a punto de morir, ya sea cuando los soldados de Shaul estaban tras sus pasos como relató en Shmuel I capítulo 23, o cuando el enemigo casi acaba con él como relató al final del capítulo anterior. Daat Mikrá dice que, tal como los torrentes de agua son muy fuertes y arrastran todo a su paso sin permitir salir de ellos, así David se sentía cuando los enemigos lo cercaban y corrían tras él. En esos terribles momentos en que veía que todo estaba acabado, él sentía cómo Dios los salvaba.  

Versículo 6: Daat Mikrá explica que, Sheol es uno de los apelativos del ángel de la muerte. David hace una descripción muy emotiva del sufrimiento que pasó durante su vida, y cómo su vida pendía de un hilo. Sin embargo, ni aun en esas situaciones tan extremas y apremiantes, perdió su esperanza y fe en Dios.  

Versículo 7: A partir de aquí, veremos que, en varios versículos, David se refiere a Dios con conceptos humanos, erróneamente podría parecer que se trata de un antropomorfismo (atribuirle cualidades o formas humanas a Dios, al estilo de la mitología griega), nada más lejos de la mente sabia de David, sino que, tal como nos enseñan nuestros sabios (específicamente Rambam en More Nebujim primera parte), siempre que en las escrituras aparecen este tipo de expresiones, deben entenderse en forma figurativa, es lo que dice el Talmud: las escrituras utilizaron expresiones que suele utilizar la gente, por lo tanto, cuando en la Tora dice: Mano de Dios, ojos de Dios, oídos de Dios, boca de Dios, es claro que no se refiere a que Dios tenga manos u ojos u oídos, nada mas descabellado que eso, sino que, hace alusión a que Dios sabía lo que sucedía (lo vio, lo escuchó, etc.) o que las cosas sucedían por Su voluntad, por ejemplo cuando dice: con mano fuerte nos sacó de Egipto, o como dice en el cántico del mar Rojo: Has extendido Tu mano, los tragó la tierra…  Con el poder de Tu brazo, paralízalos en ningún momento se supone que Dios tenga brazo o mano, sino que se refiere a que todas aquellas cosas sucedían por parte de Dios, producto de Su voluntad. Don Isaac Abarbanel dice que, a pesar de que, figurativamente, Dios está en Sus aposentos, en los cielos, tal como dice en Salmos 11:4 El Señor mora en Su santuario sagrado, en los cielos está Su trono por así decirlo, de todas maneras, no está lejano, pues cuando David clama a Dios por ayuda, Él escucha su voz y los salva. Apela a Dios una vez como Señor y otra como Dios, esto no es casualidad, los sabios explican que, normalmente, cuando se utiliza el término Señor para referirse a Dios, eso hace alusión al atributo de bondad y piedad, mientras que cuando se utiliza: Dios hace referencia al atributo de justicia y severidad pues Él tiene el poder absoluto para controlar o cambiar todo  

Versículo 8: Daat Mikrá dice que, hasta el versículo 16 nos relata la respuesta de Dios al clamor de David sumido en angustia a causa de sus enemigos. Como si fuera que Dios se enfurece por lo que le hacen a Su ungido, y acude en su ayuda, como un padre furioso y dolido al ver que maltratan a su hijo amado.  

Versículo 9: Daat Mikrá dice que puede entenderse de diversas maneras y que no se contradicen unas con las otras. Por un lado, podemos decir que, se refiere a que por Su orden (las palabras de Su boca) son una condena y decreta la destrucción total del enemigo, como si fuera un fuego que todo arrasa, que es tan devastador que, lo que se pone en su camino es consumido y lo hace brasas. Tal como los rayos en una tormenta eléctrica, o como las rocas encendidas que despide un volcán y que al caer a tierra destruyen todo.  

Versículo 10: Daat Mikrá dice que, la reacción de Dios ante el clamor de David, es, por un lado, destruir a los enemigos, tal como mencionó en los dos versículos anteriores y por el otro, es proteger a David, como dirá en los próximos versículos. Cuando dice: descendió, obviamente que debe entenderse en forma literal, pues Dios no es algo físico que esté arriba o abajo, sino que se refiere a que, tal como dijo en Bereshit 11:5 Y el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que habían edificado los hijos de los hombres. O tal como dice en Bereshit 18:20 Y el Señor dijo: El clamor de Sodoma y Gomorra ciertamente es grande, y su pecado es sumamente grave.  Descenderé ahora y veré si han hecho en todo conforme a su clamor, el cual ha llegado hasta mí. En ambos casos, los sabios nos explican que se refiere a que Dios descendió hasta el nivel más profundo del pensamiento de esos individuos, para juzgarlos. Continúa Daat Mikrá diciendo que, en varias ocasiones las escrituras nos relatan que Dios mora en las tinieblas, tal como dijo en Salmos 97:2 Las nubes y las tinieblas Lo rodean o como dijo en Shemot 24:15 Entonces subió Moshé al monte, y la tiniebla cubrió el monte. Y la gloria del Señor reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día, Dios llamó a Moshé de en medio de la nube.  A los ojos de los hijos de Israel la apariencia de la gloria del Señor era como un fuego consumidor sobre la cumbre del monte.  Y entró Moshé en medio de la tiniebla, y subió al monte; y estuvo Moshé en el monte cuarenta días y cuarenta noches. O como dijo literalmente en Reyes I 8:12 Entonces Salomón dijo: El Señor ha dicho que El moraría en las densas tinieblas. Maimónides dice que, el motivo por el cual las escrituras siempre que se refieren a que Dios está en un determinado lugar, inmediatamente destacan que está envuelto en una densa tiniebla o nube, pues de esa manera, aluden al hecho de que no se Lo puede ver, tal como en pleno día cuando se está en medio de la niebla, que por más que esté el sol, no se puede ver nada, así tampoco puede percibirse a Dios, sino que se refiere metafóricamente a que Dios está (no está ausente de ese lugar), pero eso no quiere decir que se Lo pueda ver. Don Isaac Abarbanel dice que se refiere a que Dios controla y supervisa todo con Su providencia Divina.  

Versículo 11:  Rambam en el More Nebujim parte I capítulo 70 sostiene que, cuando las escrituras utilizan el verbo montar con respecto a Dios, debe entenderse como el que controla o domina, tal como el que monta sobre un caballo es el que lo domina y lo lleva para donde quiere, de igual manera, Dios es el que controla eso, por lo tanto, aquí se refiere a que, es Él, el que controla y dirige a los seres celestiales, en este caso, para que acudan en ayuda de David. Y cuando utiliza el verbo volar con respecto a Dios o los ángeles, se refiere a que eso ocurría rápidamente, como cuando los hombres utilizan la expresión: Fulano vino volando, para referirse a que tal individuo vino rápido. Daat Mikrá plantea otra posibilidad de interpretación, y dice que, tal como en el cántico del mar Rojo describe a Dios como un hombre de batalla (guerrero), aquí, está representando a Dios como un rey de carne y hueso cuando sale a la guerra montado en su carruaje, en este caso el carruaje de Dios son los ángeles (querubines) y el viento, tal como lo describió el profeta Iejezkel en los capítulos 9,10 y 11. Algo parecido había dicho anteriormente en Shmuel I 4:4 Y el pueblo envió a Shiló, y trajeron de allí el arca del pacto del Señor de los ejércitos, que se asienta sobre los querubines o lo que dice en Shmuel II 6:2 Y David se levantó y fue con todo el pueblo que estaba con él, para hacer subir desde allí el arca de Dios, la cual es llamada por el Nombre de Dios, el Nombre del Señor de los ejércitos, que está sobre los querubines Utiliza específicamente la categoría de ángeles llamados querubines, por ser que el arca, que es la que porta la palabra de Dios, sobre ella están los querubines, que representan a los ángeles que cumplen Su voluntad y por medio de los cuales Dios maneja y controla el mundo. Expresando con ellos que todo lo que sucede en el mundo es por Su voluntad, y Él la ejecuta por medio de Sus ángeles que hacen Su voluntad. Hay quienes sostienen que, en este versículo, David está haciendo alusión a la milagrosa salvación que Dios había obrado con él en la guerra contra los Pelishtím que mencionó antes en 5:24 cuando Dios le indicó cómo obrar: Y cuando oigas como el sonido de pasos sobre las copas de la maleza, entonces actuarás rápidamente, porque entonces el Señor habrá salido delante de ti para herir al ejército de los Pelishtím.  Allí el comentarista Ralbag explicó que, a la hora del atardecer, cuando comienza a soplar el viento, eso agitaría las copas de los árboles, las ramas y las hojas harán ruido, como de pasos, entonces David y sus hombres deberían salir de su escondite y correr a prisa hacia el campamento de los Pelishtím, quienes al verlos por la espalda y escuchar el viento que era como el sonido de pasos pensarán que David trajo un gran ejército aliado para que lo defienda y entonces temerán y saldrán huyendo nuevamente.  

Versículo 12: Rashí resalta que también utilizó esta terminología en Shemot 14:20 cuando Dios redimió a Su pueblo de Egipto: Y Se colocó entre el campamento de Egipto y el campamento de Israel; y estaba la nube junto con las tinieblas. Continua Rashí diciendo que, las densas nubes, que están llenas de agua, son las que provocan que el cielo, en pleno día, se oscurezca. De la misma forma, Dios es imperceptible. A pesar de que Él actúa y hace que las cosas ocurran en el plano físico, sin embargo, no por eso Lo hace a Él perceptible a los ojos humanos, pues eso no sucede de la forma normal en que los seres humanos estamos acostumbrados a ver, a eso se refiere cuando dice: Puso en Su derredor tinieblas para que Lo cubran, nubarrones de aguas, densas nubes.  

Versículo 13: Daat Mikrá especifica que, a pesar de que en el versículo anterior nos mencionó que, en derredor de Su presencia hay tinieblas y espesos nubarrones que oscurecen la visión, eso no quiere decir que Él habita en medio de la oscuridad, sino que ante Él impera una luz fulgurosa y resplandeciente. Si bien todo esto suena muy material, lo que quiere insinuar el texto es que, la luz representa la claridad, la justicia, el bien (el reino del bien = el reino de la luz) mientras que la oscuridad representa el mal el engaño y la injusticia. Ante Dios, solo impera el bien y la verdad. De la justicia y el bien de delante de Dios es que proceden las brasas ardientes (todos aquellos medios por los cuales Dios castiga a los enemigos de David) que atraviesan esa densa nube de tinieblas detrás de las que la presencia Divina se esconde, tal como explicamos en el versículo anterior.  

Versículo 14: Maari Kra cita lo que sucedió en Shmuel I 7:10 Mientras Shmuel estaba ofreciendo la ofrenda, los Pelishtím se acercaron para pelear con Israel. Mas el Señor tronó con gran estruendo aquel día contra los Pelishtím y los confundió, y fueron derrotados delante de Israel.  Daat Mikrá dice que, en el mismísimo momento en que Shmuel brindaba la ofrenda, los Pelishtím decidieron atacar, y ahí fue cuando Dios hizo tronar desde los cielos y descendió un fuego que consumió la ofrenda y comenzó a destruir a los Pelishtím; tal como había dicho Janá, la madre de Shmuel en 2:10 Sean quebrantados los que contienden contra él, Él tronará desde los cielos contra ellos. Debemos recordar que, como es natural, los caballos y demás animales (que luchaban junto a los guerreros de los Pelishtím) se atemorizaron mucho ante los fuertes truenos lo que hizo que el enemigo no pudiera luchar y se entreguen a la fuga.  

Versículo 15: Tal como dice en Salmos 144:6 Produce un relámpago y dispérsalos, envía Tus flechas y derrótalos. Tal como dice la Tora en Debarim 7:23 el Señor tu Dios las entregará delante de ti, y producirá entre ellas gran espanto hasta que perezcan. Muchas veces en las escrituras nos ha relatado que, cuando el pueblo de Israel, estaba rodeado por los ejércitos enemigos y sin escapatoria, Dios hizo recaer una gran confusión en el campamento de los adversarios, de forma tal que, comenzaron a luchar unos contra otros entre ellos mismos y así, Israel fue liberado. Tal como relato en Shmuel I 14:15 Y cundió el pánico en el campamento (enemigo), en el campo y entre todo el pueblo. Aun la guarnición y los forajidos temieron, y la tierra tembló; el pavor fue enorme Dios, por intermedio de un pequeño acto, como el de un solo hombre con su escudero, sería el detonante de un alboroto y pánico tal, que se extendería como una chispa en un campo seco. Así, tal como ocurrió en época de la profetiza Deborá en Shofetim 4:14, en donde Dios alborotó al poderoso ejército de Siserá que contaba con 900 carros de combate, a pesar que todo Israel estaba atemorizado y acorralado por el enemigo, Dios creó por intermedio de truenos y rayos un escenario caótico, en donde los caballos estaban completamente asustados y espantados, relinchando y pateando para liberarse, corriendo desenfrenadamente para todos lados y lastimando a sus propios jinetes, lo que hizo que todos huyan e Israel se salve, allí también, tal como David, Deborah entonó un cántico de agradecimiento a Dios por esa salvación.  

Versículo 16: Ralbag dice que este versículo hace referencia a que Dios conoce todo, aun aquellas cosas que para el ser humano siempre están ocultas, como los abismos del mar, que siempre está cubierto por los océanos o los cimientos del mundo que están enterrados muy profundamente, todo eso ante Dios está al descubierto, así también, todos los designios o los planes más ocultos del enemigo quedan al descubierto ante Dios que los desbarata como con un suspiro. Don Isaac Abarbanel ofrece otra perspectiva y dice que, tal vez, se refiere a que Dios envía una sequía tal, que seca los manantiales y todas las fuentes de agua en donde el enemigo se encuentra, de forma tal que ya no pueden permanecer en la batalla y deben abortar sus planes, de esa manera fueron frustrados por Dios. Maari Kra dice que, ante Dios no existe ninguna barrera que Se le pueda anteponer cuando Él decide salvar a Su pueblo, tal como sucedió con el mar Rojo, que fue partido en dos para que Moshé y el pueblo de Israel puedan pasar por él, tal como relata en el cántico del mar Rojo: Con el soplo de Tu aliento, se amontonaron las aguas, se petrificaron como una pared las aguas. Se congelaron los abismos del corazón del mar. O en época de Yehoshua en que le río Jordán también se partió para que el pueblo de Israel pueda entrar a la tierra prometida. También en época de Koraj cuando se reveló contra Moshé se abrieron los abismos de la tierra, quedando al descubierto los profundos precipicios a donde cayó Koraj junto con todos sus secuaces.  

Versículo 17: Daat Mikrá dice que, David describe su sensación de que Dios está siempre velando por él, es por eso que el versículo está expresado en futuro, como si fuera una acción constante; siempre que está en apuros o en un aprieto, Dios lo saca de esa situación y lo salva, tal como cuando se está acorralado y sin ninguna salida visible a su alrededor, entonces Dios envía a sus ángeles para que lo rescaten, como si fuera que lo alzan, lo izan y lo saca de esa situación sin salida. Como cuando alguien que cae en medio de un torrente de agua, o en un alud, que no puede salir de él, pues las aguas son tempestuosas imposibles de cruzar, la única salida que tiene es ser rescatado desde el aire por medio de una cuerda. Así Dios lo salva a David al estar rodeado y cercado por el enemigo, como le sucedió varias veces en manos de Shaul, o como dijo en el capítulo anterior 21:15 y que fue rescatado por Abishay, David veía en todo eso la mano de Dios, la providencia Divina que le enviaba Su ayuda justo en el momento oportuno.  

Versículo 18: Radak y Don Isaac Abarbanel hacen notar que está escrito en singular: mi feroz enemigo es por eso que explican que puede estar refiriéndose a Goliat o a Shaul y sus hombres que lo persiguieron tan recia e incansablemente. Cuando dice: de los que me aborrecían hace alusión a Doeg. Metzudat David hace una aclaración en la forma en que David actuaba: No es que él permanecía quieto sin hacer anda y esperaba que Dios lo salve, sino que, (por supuesto imploraba a Dios para que lo guie) y entonces David hacía todo lo que estaba en sus manos para salir él mismo, por sus propios medios de aquella situación, y cuando ya no le era posible, recién entonces recurría a Dios; es por eso que el versículo recalca pues eran más fuertes que yo, es decir, cuando ya David no podía hacer nada para sobreponerse a su enemigo.  

Versículo 19: Cuando un adversario acecha a su enemigo trata de aprovechar sus momentos de debilidad y ahí asestarle un golpe fulminante y así acabar con él, en esas situaciones David sentía que su única y última esperanza era Dios. Radak dice que hace alusión a cuando huía de Abshalom y Shimhi le salió a su encuentro para insultarlo y arrojarle piedras, o cuando escapaba de Shaul sin tener lo qué comer que Doeg lo delata ante Shaul.  

Versículo 20: Los comentaristas explican que, cuando dice: Me sacó a lugar holgado hace alusión a cuando un individuo se encuentra atrapado, rodeado por su enemigo, es como si estuviera en un lugar estrecho, que no tiene a dónde ir, y es entonces cuando Dios acude en su ayuda y lo libera, llevándolo a otro sitio en donde ya no siente la presión del peligro, y se siente holgado; tal como dice en Salmos 118:5 En medio de la estrechez (de la angustia) invoqué al Señor; el Señor me respondió y me puso en un lugar espacioso Tal vez se esté refiriendo a lo que le sucedió cuando huía de Shaul en Shmuel I 23:26 Shaul iba por un lado del monte y David y sus hombres por el otro lado del monte; y David se apresuraba para huir de Shaul, mientras que Shaul y sus hombres estaban rodeando a David y a sus hombres para apresarlos. Y fue precisamente en ese momento en que David se sentía atrapado en la estrechez del camino, cuando Dios lo salvo, tal como dice allí: Pero un enviado (¿ángel?) vino a Shaul diciendo: Apresúrate y ven, pues los Pelishtím han invadido la tierra. Regresó Shaul de perseguir tras David  

Versículo 21: Rashí sostiene que David apela a la misma integridad con la que él había actuado, y que siempre exigía de los demás, con respecto al respeto y cuidado del rey, pues jamás él levanto su mano contra Shaul ni permitió que nadie lo hiciera, tal como dijo en Shmuel I 24:6 Y dijo a sus hombres: El Señor me guarde de hacer tal cosa contra mi rey, el ungido del Señor, de alzar mi mano contra él, porque el ungido del Señor es él y en 26:9 Pero David dijo a Abishay: No lo matarás, pues, ¿quién ha extendido su mano contra el ungido del Señor y ha quedado impune? Y en 26:11 Que no permita el Señor que yo extienda mi mano contra el ungido del Señor o también en Shmuel II 1:14, contra el que había dicho que mataron a Shaul, David lo condenó a muerte y le dijo: ¿Cómo es que no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del Señor? Por todo esto David, consideraba que Dios le pagaba de la misma manera, tal como él no extendió su mano ni jamás permitió que nadie lo hiciera para dañar al ungido de Dios, de esa misma manera Dios no permitía que nadie extienda su mano contra David, Su ungido. A esto se refiere cuando dice: El Señor me ha recompensado conforme a mi justicia. Con respecto a lo que dice: conforme a la limpieza de mis manos me ha retribuido esto hace alusión a cómo David se había comportado con los descendientes de Shaul, tal como dijo en Shmuel II 9:3 Y dijo el rey: ¿No queda hombre alguno de la casa de Shaul con quien yo pueda obrar bondad de Dios? Pues lo normal era que los reyes destruyeran y aniquilasen toda la descendencia del monarca anterior, pero David no actuó así, sino que, por el contrario, los protegió y hasta se apenó cuando los hombres de Guibón le exigieron que les entregase 7 de los descendientes de Shaul para que los cuelgue y así aplacar su furia por lo que Shaul les había hecho, tal como lo relata en Shmuel II capítulo 21. Sobre esta manera de obrar de David, el propio Shaul dio testimonio en 26:21 Y Shaul dijo: He pecado, Vuelve, David, hijo mío, porque no volveré a hacerte daño pues mi vida fue muy estimada en tus ojos hoy. He aquí, he actuado neciamente y he cometido un grave error. Y Shaul dijo a David: Bendito seas, David, hijo mío; ciertamente harás grandes cosas y prevalecerás. David siguió por su camino y Shaul se volvió a su lugar. Más aún dijo Shaul en Shmuel I 24:17 Y le dijo a David: Tú eres más justo que yo, porque tú me has devuelto el bien, mientras que yo te he devuelto maldad  

Versículo 22: Don Isaac Abarbanel cita lo que los sabios dijeron en el Talmud, tratado Sota 14a: Irás en Sus caminos, así como Él es misericordioso, sé tú misericordioso, tal como Él es bondadoso, sé tú bondadoso, etc. Este versículo también acepta la interpretación de que David, antes de embarcarse en cualquier obra de gran envergadura, siempre consultaba a Dios, ya sea por intermedio del profeta Natán como dijo en Shmuel II capitulo7 cuando se propuso construir el Templo de Dios o ya sea por intermedio de los Urim Betumim, tal como mencionó anteriormente en varias oportunidades en Shmuel I 30:8 Y David consultó al Señor, diciendo: ¿Perseguiré a esta banda? ¿Podré alcanzarlos? Y en Shmuel II 2:1 Después de esto sucedió que David consultó al Señor, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Yehudá? Y en Shmuel II 5:19 David consultó al Señor, diciendo: ¿Subiré contra los Pelishtim? A diferencia de Shaul, que no esperó al profeta Shmuel tal como éste le había ordenado (Shmuel I 13:13) Y dijo Shmuel a Shaul: Has obrado neciamente; no has guardado el mandamiento que el Señor tu Dios te ordenó o cuando dejó con vida al rey de Amalek (Shmuel I 15:19 y 26 ¿Por qué, pues, no obedeciste la voz del Señor, sino que te lanzaste sobre el botín e hiciste lo malo ante los ojos del Señor?… Y Shmuel respondió a Shaul: No volveré contigo; porque has despreciado la palabra del Señor. En cambio David siempre obedeció la palabra de Dios y no se precipitó, tal como sucedió en Shmuel II 5:24 Y cuando oigas como el sonido de pasos sobre las copas de la maleza, entonces actuarás rápidamente, porque entonces el Señor habrá salido delante de ti para herir al ejército de los Pelishtím allí explica Maarí Kra que, todo eso había sido para poner a prueba a David, a ver si sería fiel y haría exactamente lo que Dios le encomendaba o, incurriría en el mismo error que hizo Shaul cuando no esperó a que llegase Shmuel, es por eso que Dios le dijo que debe esperar hasta oír el viento, y, por más que el pueblo se sienta presionado y en apuros y quiera atacar, debe esperar hasta oír el viento, tal como dice el Midrash, los hombres de David lo presionaron diciéndole que dentro de poco los Pelishtím los descubrirían en el bosque y los matarían a todos allí. David les respondió, es verdad, pero es mejor que muramos en manos de los Pelishtím, pero como justos, sabiendo que hemos obedecido a Dios, antes que morir por haber transgredido la orden del Señor. Daat Mikrá deduce de este versículo una profunda reflexión y dice: de aquí se desprende que, a pesar de que Dios lo haya elegido, eso no lo hace exento, al elegido, de regirse con justicia y equidad y conducirse por los caminos que Dios estipula en la Tora, a pesar que Dios había establecido con David un pacto eterno con él y su dinastía tal como dijo el profeta Natán en Shmuel II 7:16 Tu casa y tu reino permanecerán para siempre delante tuyo; tu trono será establecido para toda la posteridad. Conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David. De todas formas, el éxito de David dependerá de sus actos y de su manera de obrar. Con respecto a lo que dice: y no he sido condenado por mi Dios a diferencia de lo que había sucedido con Shaul, en Shmuel I 15:26 Y Shmuel respondió a Shaul: No volveré contigo; porque has despreciado la palabra del Señor, y el Señor te ha desechado para que (no) seas rey sobre Israel. Y se volteó Shmuel para irse, y asió el borde de su manto, y éste se rasgó. Entonces Shmuel le dijo: Hoy el Señor ha cortado de ti el reino de Israel, y lo ha dado a tu prójimo que es mejor que tú. Con David nunca sucedió eso, a pesar de que varios trataron de destronar a David, Dios no lo permitió y lo salvó a David haciéndolo regresar a su trono. Porque he guardado los caminos del Señor David parafrasea aquí lo que Dios le había dicho a Abraham en Bereshit 18:19 Porque Yo lo he escogido (a Abraham) para que mande a sus hijos y a su casa después de él para que guarden el camino del Señor, obrando justicia y equidad, para que el Señor cumpla en Abraham todo lo que Él ha dicho acerca de él.   

Versículo 23: Don Isaac Abarbanel dice que, a pesar que el rey dispone de cierta licencia para apartarse en forma momentánea de ciertos preceptos en caso que vea necesidad para el reino, no obstante, David, jamás hizo uso de esa posibilidad, sino que siempre se mantuvo fiel a los preceptos de Dios, aun aquellos cuyos beneficios y motivos lógicos no se ven a primera vista, aun así, David siempre fue fiel, tal como dice en varias oportunidades en Salmos 19:12 También Tu servidor se cuida de ellos (preceptos) los guarda como si fuera un gran tesoro. O cuando dice en Salmos 16:8 He tenido al Señor delante de mí siempre. Metzudat David sostiene que, cuando dice: Sus juicios están delante de mí se refiere a que siempre meditaba y reflexionaba en ellos viendo qué es lo que puede aprender de ellos. Daat Mikrá dice que, aparentemente, está parafraseando que ha cumplido lo que dice le versículo en Vaikrá 18:4 Habréis de cumplir Mis leyes y Mis estatutos guardaréis, para vivir según ellos.  

Versículo 24: Don Isaac Abarbanel dice que David afirma sobre él mismo que ha cumplido lo que dice la Tora en Debarim 18:13 Íntegro sé con el Señor, vuestro Dios es decir, conducirse por la vida en forma correcta, con honestidad e integridad, sin apartarse de los preceptos y manteniendo su fe inquebrantable en Dios. Algo similar opina Daat Mikrá que parafrasea lo que Dios le había dicho a Abraham en Bereshit 17:1 Encamínate delante de Mí y sé íntegro. Cuando dice me he cuidado de la trasgresión se refiere a que luchaba para sobreponerse a sus impulsos y no correr desenfrenadamente tras sus pasiones. Si bien David había caído con Batsheba, precisamente eso nos demuestra que David no era una persona que se entregaba desenfrenadamente a sus pasiones, sino que, por el contrario, una sola vez le pasó que flaqueó ante su impulso y se dejó llevar, pero el resto de las veces pudo sobreponerse y controlar sus pasiones. Y esto es algo muy raro en los reyes, pues generalmente se entregan a las pasiones y se aprovechan de mujeres, tal como nos relata en la Meguilat Esther 2:2 Búsquense para el rey jóvenes vírgenes y de buen parecer. Y que el rey nombre oficiales en todas las provincias de su reino para que reúnan a todas las jóvenes vírgenes y de buen parecer en la fortaleza de Shushan, en el harén, bajo la custodia de Jegai, eunuco del rey, encargado de las mujeres, y que se les den sus cosméticos… Cuando le tocaba a cada joven venir ante el rey Ajashverosh, al cumplirse sus doce meses, según las ordenanzas para las mujeres, pues los días de su embellecimiento se cumplían así: seis meses con óleo de mirra y seis meses con especias y cosméticos para las mujeres, entonces la joven venía al rey de esta manera: cualquier cosa que ella deseaba se le concedía para que la llevara consigo del harén al palacio del rey.  Ella entraba por la tarde y a la mañana siguiente volvía al segundo harén, bajo la custodia de Shaasgaz, eunuco del rey, encargado de las concubinas. Ella no venía otra vez al rey a menos que el rey se complaciera en ella y fuera llamada por nombre. Y a pesar que el rey se había complacido con Esther y la tomó por esposa, no obstante, la fiesta para el rey continuaba, tal como dice allí en el versículo 19: Y fueron convocadas nuevamente vírgenes (para el rey) por segunda vez…  

Versículo 25:Don Isaac Abarbanel dice que esto hace alusión a que David nunca utilizó su poder para quitarle al pueblo cosas, aun aquellas que, en su carácter de rey podía exigir de sus súbditos, tal como había dicho en Shmuel I 8:11 Y dijo: Así será el proceder del rey que reinará sobre vosotros: tomará a vuestros hijos, los pondrá (a su servicio) en sus carros y entre su gente de a caballo, y correrán delante de su carruaje… …Tomará también vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes y vuestros asnos, y los usará para su servicio. De vuestros rebaños tomará el diezmo, y vosotros mismos seréis sus siervos… Nada de esto David hacía con respecto a su pueblo, sino que siempre los trató amablemente y con mano bondadosa, tal como dice en Shmuel I 18:14: David obraba justicia y equidad con su pueblo. Y en Shmuel II 8:15 Y David reinó sobre todo Israel, y obraba justicia y equidad con todo su pueblo. David pone a Dios como testigo de su honradez e integridad, no era algo superficial o que David obraba bien delante de las personas para hacerse notar, sino que era algo genuino en él, es por eso que dice que actuaba con honestidad delante de Sus ojos, no solamente delante de las personas.  

Versículo 26: En los últimos 5 versículo David habló acerca de su manera de actuar, que siempre trató de ser honesto y justo y que sus manos estaban limpias. En los próximos 3 versículos David relata la manera en que Dios se conduce y cómo maneja al mundo. Y, según la opinión de Don Isaac Abarbanel, esa es la razón por la cual David apela a Dios para que lo proteja, pues él, merced a sus actos, es digno de Su providencia Divina. En todos los escritos Bíblicos podemos notar una constante en la manera en que Dios actúa. Es lo que los sabios denominan: medida por medida, es decir, Dios se comporta con el ser humano, de la misma manera en que aquel individuo actúa, tal como lo dice literalmente en nuestro versículo, si la persona es bondadosa y compasiva, entonces Dios se comporta con ella de la misma manera y lo trata con misericordia. Lo mismo ocurre a la inversa, tal como lo dice en el versículo siguiente, si el individuo es muy estricto, es cruel, y no perdona o es un perverso, Dios actuará contra él con de esa misma manera, no lo perdonará y será sumamente estricto con él haciendo recaer toda Su furia contra ese sujeto. Este primer versículo acerca de cómo Dios actúa recíprocamente hace alusión a las cualidades de Misericordia y fidelidad, tiene que ver más con la conducta del hombre con su prójimo.  

Versículo 27: Aquí David hace un paralelismo entre él (que se conduce por el camino de Dios obrando justicia y misericordia) y sus enemigos (que son malvados y embusteros) Por lo tanto, la respuesta de Dios será clara: a David, Dios lo cuida y protege mientras que destruye a sus enemigos y se muestra sagaz para desbaratar los planes de los pueblos que pretenden atrapar a David. Este segundo versículo que nos habla acerca de cómo Dios actúa recíprocamente con el ser humano, hace alusión a la manera de pensar del individuo, Él conoce las más íntimas y sinceras intenciones de cada sujeto, y les paga acorde a ellas. Tiene que ver más con la conducta del hombre consigo mismo.  

Versículo 28: Daat Mikrá señala que, este versículo a diferencia de los dos anteriores, habla en plural. Los anteriores se trataba de sujetos individuales, aquí se refiere al pueblo en general. Don Isaac Abarbanel dice que, en los versículos anteriores David atestiguaba que él actuaba con integridad y justicia, por lo tanto Dios lo ayudaría; en este versículo agrega que, si sus méritos no son suficientes para que Dios lo ayude y lo salve de sus enemigos, entonces el mérito del pueblo también contribuye a que Dios lo proteja. Este tercer versículo acerca de cómo Dios actúa acorde a la manera de cada individuo hace alusión a la cualidad de la humildad y empatía; esta cualidad tiene mucho que ver con su relación con Dios. El hombre humilde y afligido eleva sus ojos a Dios para que Él lo ayude. En última instancia, si el hombre es consciente de sus limitaciones, de su lugar en la creación, y su total dependencia de Dios, eso lo llevará a ser muy humilde, como fue el caso de nuestro maestro Moshé; mientras que aquel que desconoce o se desentiende de eso y pretende encumbrarse y rebajar a los demás, está demostrando una completa insensates e ignorancia; pues se siente tan encumbrado que no puede reconocer que hay alguien superior (Dios y Sus leyes) que le indica cómo debe comportarse. Tiene que ver más con la conducta del hombre hacia Dios.  

Versículo 29: Daat Mikrá cita el versículo de Salmos 27:1 el Señor es mi luz y mi ayuda. Esta comparación que hace David, de que Dios es su luz, tiene dos connotaciones:

1. Que, Dios es su ejemplo, el que le marca el camino a seguir (inspirándolo por intermedio de Su Tora y las cualidades con las cuales Dios actúa)
2. Que, en los momentos de extrema angustia, desesperanza y desconsuelo, para David, Dios es su esperanza y consuelo.

 

Versículo 30: Maari Kra dice que, Dios es el asiento de la confianza, esperanza y seguridad de David. Por lo tanto, si David estaba seguro de que Dios aprobaba su accionar entonces se sentía triunfador y se llenaba de valentía y coraje, para enfrentarse aún a un enemigo más fuerte y mejor armado, tal como dijo antes en Shmuel I 23:2 Entonces consultó David al Señor, diciendo: ¿Debo ir y golpear a estos Pelishtím? Y el Señor dijo a David: Ve, golpea a los Pelishtím y libera a Keila, o como dijo en Shmuel I 30:8 Y David consultó al Señor, diciendo: ¿Perseguiré a esta banda? ¿Podré alcanzarlos? Y Él le respondió: Persíguelos, porque alcanzar, los alcanzarás y rescatar, los rescatarás, o como dijo también Shmuel II 5:19 David consultó al Señor, diciendo: ¿Subiré contra los Pelishtím? ¿Los entregarás en mi mano? Y el Señor dijo a David: Sube, porque ciertamente entregaré a los Pelishtím en tu mano y otros muchos ejemplos más. Hay quien explica que, cuando dice: con mi Dios cruzaré murallas se refiere cuando David conquistó la ciudad de Iebus (Jerusalem), , tal como dijo en Shmuel II capítulo 5, allí nos relató que era una fortaleza amurallada bien protegida, por lo que sus habitantes se sentían confiados diciendo que el enemigo jamás podría traspasar las murallas de aquella ciudad, y el ejército de David con Yoab a la cabeza, logró penetrar en las murallas y conquistarla y convertirla en la ciudad de David.  

Versículo 31: David está completamente seguro y convencido de lo que había dicho en los versículos anteriores, de que Dios protege a los que se conducen por Sus caminos de justicia y misericordia, mencionados en la Tora, a la cual considera perfecta y sublime. Las palabras de Dios expresadas en ella, son acrisoladas, es decir: refinadas y selectas. El insensato o ignorante puede pensar que son palabras utilizadas al azar, pero cada palabra de Dios es como un tesoro que encierra profundos y sabios mensajes para el bien del ser humano. Tal como dice en Salmos12:7 Las palabras del Señor son puras, como la plata fundida en un crisol refinada siete veces; o más aún en Salmos 19:8 La Tora del Señor es completa, restaura el alma. La palabra del Señor es verdadera, hace sabio al insensato o como dijo en Salmos 119:72 Yo prefiero la enseñanza de Tu boca que mil piezas de oro y plata. El rabino Yosef Bittón explica en la primera bendición de la amida que, existen tres niveles de protección Divina:

• El primer nivel es aquel en que Dios ayuda al individuo que está sumido en problemas para que pueda salir adelante y sobrellevarlo.
• El segundo nivel (superior al anterior) es cuando Dios lo salva completamente y lo libera de manos de su enemigo o el mal que lo apremia.
• El tercer nivel (el más elevado de todos) es el que alcanzó el patriarca Abraham, en donde dice que Dios será su escudo, su protector. Es decir, ya no hace falta que lo ayude o lo salve en caso de que se encuentre en una situación apremiante, sino que Él lo protegerá como un escudo, para que nada malo le pueda pasar. Dios no permitirá que nada malo se acerque a ese individuo que goza de su total protección e inmunidad.

En nuestro versículo David afirma absoluta y categóricamente que Dios protege a los que se conduce por Sus caminos, tal como dice en Salmos 145:19 Él hará la voluntad de Sus fieles, escuchará su clamor y los salvará. El Señor cuida a todos Sus amados y a todos los malvados destruirá.  

Versículo 32: Daat Mikrá explica que este versículo viene a complementar lo que dijo en el anterior de que Él es escudo para todos los que en Él se refugian pues sólo bajo su protección pueden sentirse realmente seguros, ya que no existe nada más fuerte y poderoso que Él. David no tiene ninguna duda que no existe nadie como Dios, aquí no se tratan de preguntas para querer averiguar si existen otros dioses fuera de Él, sino que, estas palabras deben entenderse como si fueran preguntas retóricas, cuya respuesta es negativa. Tal como dijo Moshé en Shemot 8:6 cuando el faraón le pidió que saque de sobre él la plaga de las ranas Entonces Moshé dijo: Sea conforme a tu palabra para que sepas que no hay nadie como el Señor nuestro Dios.  

Versículo 33: Daat Mikrá dice que, David afirma que la fuente de su fortaleza es Dios, Él es el pilar y fundamento de su destreza que lo lleva a triunfar ante sus enemigos. En los versículos anteriores David se refirió a que Dios era la fuente de su inspiración; a partir de aquí va a describir las facultades físicas con las que Dios lo bendijo para hacerlo triunfar en la batalla. Lo primero que menciona es que Dios hacía que no tengan percances en su camino hacia la batalla, ya sean emboscadas u obstáculos naturales imposibles de sortear. Rashí dice que David veía a Dios en cada paso que daba, y que Él quitaba cualquier tropiezo o obstáculo que se le anteponía en su camino, tal como había ocurrido en el desierto cuando Dios guiaba al pueblo de Israel, Bamidbar 10:33 el arca del pacto del Señor iba tres días delante de ellos, buscándoles un lugar dónde descansar.  

Versículo 34: Lo segundo que afirma David, es que Dios le hacía ágil y más rápido que sus enemigos, tal como las gacelas que son animales muy agiles y rápidos, tal como dijo antes en 2:18 Y las piernas de Asael eran tan ligeros como una gacela del campo. De esa manera podía escapar a las trampas de los adversarios o alcanzar a sus enemigos en su huida. Maari Kra explica que, tal como cuando un sujeto está en la cima de una montaña en una peña, está en una situación de superioridad, pues puede controlar y vigilar los movimientos del enemigo que está debajo suyo.  

Versículo 35: Ralbag dice que, David afirma que su habilidad en la batalla no solamente provenía de su entrenamiento militar (que de seguro disponía, tal como dice en el Salmo 144:1 Bendito es el Señor, mi protector el que adiestra mis manos para la batalla y mis dedos para el combate) pero, y principalmente, David no depositaba su confianza en su entrenamiento militar, sino que  consideraba que era Dios el que le había dado esa capacidad y una fuerza inusual para poder tensar el arco al máximo (casi hasta quebrarlo) y de esa manera lograr que las flechas salgan con toda la fuerza posible y alcanzar al enemigo distante o penetrar sus armaduras. Los sabios del Midrash (salmos 18) describen esta fuerza y destreza de David, diciendo: es más fácil quebrar un arco de cobre que quebrar el meñique de David.  Radak dice que la destreza de los brazos de David para manejar el arco era tal, que los tensaba hasta partirlos. A eso se refiere Rashí cuando cita el midrash que dice que en el palacio de David había muchos arcos y flechas de bronce de gran tamaño colgados en las paredes, y cuando los reyes de los demás pueblos los veían se decían unos a otros: ¿acaso crees que David es capaz de sostener semejante arco y lanzar una flecha con ellos? Entonces David, al escucharlos, se presentaba y tomando uno de aquellos arcos colgados, lo tensaba hasta casi partirlos y disparaba una flecha que salía despedida con una fuerza y velocidad que ellos no estaban acostumbrados, de esta manera, los reyes le temían aún más. Daat Mikrá señala que, en la antigüedad el arco y flecha era un arma estratégica para la lucha a la distancia, es por eso que la tribu de Yehudá se entrenaban para ello, tal como dijo antes en 1:18 que se enseñe a los hijos de Yehudá el (uso) del arco.  

Versículo 36: Don Isaac Abarbanel explica que, en los versículos anteriores David había hablado de la habilidad y fuerza con que Dios lo había agraciado, ahora agrega que, no solo que le proveyó de todos aquellos medios, sino que, además, le brindó su protección como si fuera un escudo defensivo para que nada ni nadie pudiera dañarlo. No obstante, a pesar de todo lo que Dios le había dado y brindado, con todo eso, no se envaneció su corazón ni fue altanero, sino que también consideró que Dios lo bendijo concediéndole un corazón humilde para con todos.  

Versículo 37: Rashí explica que, cuando un individuo camina o corre dando pasos muy cortos es más factible que caiga. Otros sostienen que se trata de que, al dar pasos más grandes, entonces se mueve más rápido y puede alcanzar o escapar de sus enemigos. Anteriormente en el versículo 34, se comparó a las gacelas que son muy ligeras y rápidas, no obstante, sus patas son delgadas y pueden quebrarse, es por eso que aquí detalla que, si bien es ágil, eso no quiere decir que sus pies son frágiles y quebradizos y al correr o trepar, es factible que los tobillos se doblen o se lastimen, pero a David jamás le sucedió que flaqueó o en sus campañas.  

Versículo 38: Don Isaac Abarbanel explica que, si bien es importante triunfar en el campo de batalla, también es importante que el ejército enemigo no pueda reagruparse y armar un contraataque, es por eso que se los persigue hasta atraparlos o destruirlos en caso de que no se rindiesen. Cuando se comienza una persecución, si bien eso de por sí es un buen signo, pues el enemigo huye y no ha podido triunfar, de todas maneras, el hecho de emprender una persecución, eso no da por sentado que triunfará en su objetivo y logrará alcanzarlos, pues muchas veces, los que huyen se escabullen y logran escapar sin ser alcanzados por sus perseguidores.  

Versículo 39:  No todas las persecuciones acaban bien, a veces puede suceder que, el enemigo les tiende una emboscada, o que logren llegar hasta una posición fortificada o ciudad amurallado y desde allí resistir y sobreponerse. Otras veces puede ocurrir que, el enemigo se mezcle entre sus tropas y así atacarlo desde adentro y de esta manera, la persecución no es algo positivo. Es por eso que aquí, David afirma que, no solo que Dios siempre hizo que pueda derrotar a los enemigos en el campo de batalla, sino también que los persiga y los alcance, sometiéndolos completamente.  

Versículo 40: Aquí resume lo que dijo desde el versículo 34, que Dios es el que lo prepara y le otorga la fuerza y habilidad para sobreponerse cuando se enfrenta a sus enemigos y por otro lado alcanzarlos cuando huyen y así someterlos. Si bien en este cántico alaba y agradece a Dios, también es un pedido que, así como siempre Dios lo ha ayudado en la batalla, así también lo continúe haciéndolo en el futuro y someta a sus enemigos.  

Versículo 41: Don Isaac Abarbanel dice que este versículo hace alusión específicamente a la guerra que tuvo David contra Ishboshet, hijo de Shaul (tal como relata en el capítulo 3 Hubo larga guerra entre la casa de Shaul y la casa de David… y en 2:17 Aquel día la batalla fue muy reñida, y Abner y los hombres de Israel fueron derrotados delante de los siervos de David) y que finalmente David se impuso, como así también contra su hijo Abshalom, es por eso que en el versículo anterior hizo hincapié en: Somete debajo de mí a los que contra mí se levantaron, es decir, a aquellos que se sublevaron contra su autoridad o que no la reconocieron.  

Versículo 42: Metzudat David explica que, esos pueblos que se levantan contra David, acudirán en ayuda de otros reyes poderosos, pero de nada les servirá, tal como ocurrió con Amón en el capítulo 10:6 Al ver los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, los hijos de Amón mandaron a tomar a sueldo a los arameos de Bet Rejob y a los arameos de Aram Tzoba, veinte mil soldados de a pie, y del rey de Maajá mil hombres, y de Ish Tob doce mil hombres y luego continua diciendo allí: Cuando los hijos de Amón vieron que los arameos huían, ellos también huyeron delante de Abishay y entraron en la ciudad. Entonces Yoab se volvió de pelear contra los hijos de Amón y vino a Jerusalem. Daat Mikrá agrega que, aún en el caso de que acudan a Dios y clamen por Su ayuda, Él no les ayudará. A pesar que en Salmos 145:18 el mismo David afirma que Dios escucha a todos aquellos que claman por Su salvación, tal como dice: El Señor está cerca de todos los que le invocan, de todos los que le invocan en verdad. 19 Cumplirá el deseo de los que le temen, también escuchará su clamor y los salvará. No obstante, enseguida agrega allí: 20 El Señor guarda a todos los que le aman, pero a todos los impíos destruirá. Es decir, Dios escucha a todo aquel que pide por algo bueno y justo, en cambio, el que se rebela contra el reinado de David, es como si se rebelara contra Dios, pues fue Él el que lo eligió y que lo ungió como rey. Es algo similar a lo que sucedió en el desierto con la rebelión de Koraj, en donde Moshé ruega a Dios para que no acepte el ruego de Koraj, Bamidbar 16:15 Moshé se afligió mucho y dijo al Señor: ¡No aceptes su ofrenda! No he tomado de ellos ni un solo asno, ni les he hecho daño a ninguno de ellos.  

Versículo 43: Metzudat David explica que, aunque el enemigo sea grande y poderoso, David los destroza y los hace pequeños como partículas de polvo, que no representan una amenaza para nadie. Daat Mikrá agrega que, al decir: como lodo de las calles se refiere que serán rebajados a tal grado, que todos pisarán sobre ellos, como el polvo que se encuentra en la calle por donde todos circulan. Daat Mikra dice que esto hace alusión a lo que relató en 8:2 Y derrotó a Moab, y los midió con cordel, haciéndolos tenderse en tierra; y midió dos cordeles para darles muerte, y un cordel entero para dejarlos vivos. Y los moabitas fueron siervos de David, trayéndole tributo y en 12:30 Y (David) quitó la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba un talento de oro y tenía una piedra preciosa, y fue puesta sobre la cabeza de David. Y él sacó botín de la ciudad en grandes cantidades.  Y la gente que había en ella, la sacó y los sometió con sierras, con trillos de hierro y con hachas de hierro, también los sometió a los hornos de ladrillos. Así hizo a todas las ciudades de los hijos de Amón. Entonces regresó David con todo el pueblo a Jerusalem  

Versículo 44: Don Isaac Abarbanel dice que este versículo hace referencia a todas aquellas rebeliones que hubo dentro del pueblo de Israel, a pesar de que no llegaron a ser una guerra, como ser el caso de Shimhi en 16:5 Y llegó el rey David hasta Bajurim; y he aquí, salió de allí un hombre de la familia de la casa de Shaul que se llamaba Shimhi, hijo de Guerá. Salir, salía, maldiciendo…Así decía Shimhi mientras maldecía: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario e indigno!  El Señor ha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Shaul, en cuyo lugar has reinado; el Señor ha entregado el reino en mano de tu hijo Abshalom. He aquí, estás prendido en tu propia maldad, porque eres hombre sanguinario. O cuando regresando David luego que fuera muerto Abshalom y la rebelión fuera sofocada en 20:1 Y se encontraba allí un hombre indigno que se llamaba Sheba, hijo de Bijrí, de Biniamín; y éste tocó el Shofar y dijo: No tenemos parte en David, ni tenemos heredad en el hijo de Ishai; ¡Israel, cada uno a sus tiendas! Y todos los hombres de Israel dejaron de seguir a David, y siguieron a Sheba, hijo de Bijrí; pero los hombres de Yehudá permanecieron fieles a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalem… Y David dijo a Abishay: Ahora Sheba, hijo de Bijrí, nos hará más daño que Abshalom; tú toma a los siervos de tu señor y persíguelo, no sea que halle para sí ciudades fortificadas y se nos escape. Cuando dice: Gente que no conocí me servirá se refiere a los pueblos que mencionó antes en 10:6 los arameos de Bet Rejob y a los arameos de Aram Tzoba, veinte mil soldados de a pie, y del rey de Maajá mil hombres, y de Ish Tob doce mil hombres. O a las guerras que mencionó al final del capítulo 21. Daat Mikrá destaca que, el dominio por parte de David sobre los demás pueblos, no ocurrió por su voluntad de expandirse, conquistar y dominar; sino que eso fue voluntad de Dios, y que él los puso bajo su dominio, pues David nunca quiso conquistar a otros pueblos, sino que fueron ellos los que lo atacaron y contrataron a otros pueblos para que salgan junto con ellos a la guerra contra David, al ser derrotados, todos aquellos pueblos también pasaron a ser vasallos y súbditos de David, tal como mencionó en el capítulo 10:19 Cuando todos los reyes, siervos de Hadadezer, vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con Israel y le sirvieron.   

Versículo 45: Tal como dijo en 8:2 Y los moabitas fueron siervos de David, trayéndole tributo o lo que dice acerca de los de Aram en 8:6 los arameos fueron siervos de David, trayéndole tributo. Y el Señor ayudaba a David dondequiera que iba. O con respecto a los de Edom en 8:14 Puso guarniciones en Edom; por todo Edom puso guarniciones, y todos los de Edom fueron siervos de David. Y el Señor salvaba a David dondequiera que iba o lo que dijo en 12:31 Así hizo a todas las ciudades de los hijos de Amón. Entonces regresó David con todo el pueblo a Jerusalem. Los demás pueblos están sometidos a David a tal grado que le temen en sobremanera y no se atreven a desobedecerlo, es por eso que apenas sabían que la voluntad de David es determinada cosa, se apresuran a obedecer y concederle todo lo que David exige.  

Versículo 46: Maari Kra explica que, si bien en el versículo anterior ya había dicho que los pueblos se sometían a él, aquí agrega que, aún aquellos nobles u hombres poderosos, que moran en fortalezas y posiciones fortificadas, le temen a David y obedecen a todo lo que les pide, no se atreven a enfrentarlo y salen ellos mismos de sus fortalezas y se entregan a David y sus hombres para someterse a ellos.  

Versículo 47: Don Isaac Abarbanel sostiene que, a partir de aquí comienza el cierre de este cántico. Y que por medio de todas las bondades y salvaciones que Dios obró por David, es patente para todos que Dios vive y Su providencia está sobre los hombres justos y honestos que van por Sus caminos. Daat Mikrá dice que, tal como cuando se bendice a un rey de carne y hueso se exclama: ¡viva el rey! o ¡Larga vida al rey! de igual manera se refiere a Dios, solo que a Dios no se le puede desear vida larga o que viva, pues Él es el origen de la vida y Él vive eternamente, por eso es que lo afirma, como si dijera: ¡Dios es eterno! Este versículo que va cerrando el cántico, tiene ciertos argumentos que planteó desde el principio (versículo 2): El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador  

Versículo 48: Aun las venganzas de David eran asumidas por Dios tal como vimos en 4:8 cuando le trajeron al cabeza de Ishboshet, enemigo de David: Trajeron la cabeza de Ishboshet a David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Ishboshet, hijo de tu enemigo Shaul, el que buscaba tu vida; el Señor ha concedido hoy a mi señor el rey venganza sobre Shaul y sobre descendientes. David no es un hombre violento ni pretende vengarse de sus enemigos, sino que es Dios el que se encarga de castigar a aquellos que lo han agraviado a David.  Tal como dice en Salmos 94:1 Dios de las vindicaciones, Eterno, Dios de las venganzas, aparece. Levántate, Juez de la tierra; retribuye a los arrogantes según sus acciones.  A propósito de este tema, cierta vez los cristianos le preguntaron a los judíos que estaban en España bajo la inquisición, ¿cómo era factible que en el judaísmo se hagan tantas referencias a Dios como vengativo, y que no perdona por ejemplo como dice en Shemot 20:5 No adorarás ni servirás a otros dioses; porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, o en 34:7 que no tendrá por inocente al culpable; el que castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación? En cambio, en el cristianismo las referencias a su semidios es todo misericordia y perdón. Ante esto le respondieron, esa es exactamente la diferencia entre nosotros los judíos y ustedes los cristianos, nosotros dejamos todo el tema de la violencia y venganza en manos de Dio,s mientras nosotros nos dedicamos a hacer el bien, en cambio, ustedes los cristianos, dejan el amor y la compasión para su dios mientras ustedes se dedican a oprimir, castigar y ser violentos…  

Versículo 49: Don Isaac Abarbanel dice que con esto resume la parte intermedia del cántico en donde habla de que Dios lo salva y lo libera de todos aquellos enemigos que se levantan contra él, ya sean dentro como fuera del pueblo.  

Versículo 50:  Radak dice que, por haberlo salvado de gente violenta, y haberlo elevado por sobre sus enemigos y haber vengado todas los agravios y levantamientos de todos aquellos que se han sublevado contra él, por todo eso, David está eternamente agradecido a Dios y entonará alabanzas a Él delante de todos. Y así vemos que el libro de Salmos, es conocido y difundido entre todos los pueblos, antiguos y modernos, y se ha utilizado por todos los pueblos como fuente de inspiración y alabanza a Dios.  

Versículo 51: Daat Mikrá dice que, David finaliza a la manera que lo hizo Janá en su cántico en Shmuel I 2 :10 a Su rey otorgue fortaleza, y eleve el poder de Su ungido. Don Isaac Abarbanel llama la atención del lector para que se percate de que en un mismo versículo se refiere a él como 1) rey, 2) ungido y 3) David. El primero, se refiere a la época cuando era rey sobre todo Israel. El segundo a la época cuando fue ungido por Shmuel y Shaul lo perseguía, El tercero a la época cuando era solo David, el pastor del rebaño de su padre. Y en cada una de estas etapas Dios estuvo con él y le proveyó Su providencia Divina, tanto cuando era un simple pastor, y pudo rescatar al rebaño de las garras del oso y del león, tal como dijo en Shmuel I 17:34 Tu siervo apacentaba las ovejas de su padre, y cuando un león o un oso venía y se llevaba un cordero del rebaño, yo salía tras él, lo atacaba, y lo rescataba de su boca; y cuando se levantaba contra mí, lo tomaba por la quijada, lo hería y lo mataba.  O cuando fue ungido por Shmuel y Dios lo rescató en tontas ocasiones de la mano de Shaul y no permitió que fuera herido con su lanza cuando se la arrojó ni permitió que lo atrapen en casa de su esposa Mijal, ni cuando lo persiguió con el ejército para matarlo. Por último, lo protegió también cuando fue rey, también lo protegió de todos los enemigos, poderosos y numerosos ejércitos y revueltas dentro del pueblo de Israel. Continúa Don Isaac Abarbanel diciendo que, luego que terminó de alabar a Dios en estos 50 versículos, ahora dedica tan sólo unas breves palabras para implorar a Dios que, tal como ha obrado por él durante toda su vida y en cada etapa, así también continúe haciéndolo con su descendencia y que no le ocurra a su dinastía lo que le sucedió a Shaul que su descendencia fue quitada del trono. Y veremos que esto se cumplirá en los días de su nieto, cuando, a causa de los pecados y errores de sus descendientes Dios decide rasgar el reino de David, allí en Reyes I 11:9 dice:  Y el Señor se enojó con Salomón porque su corazón se había apartado del Señor, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y le había ordenado en cuanto a esto que no siguiera a otros dioses, pero él no guardó lo que el Señor le había ordenado. Y el Señor dijo a Salomón: Porque has hecho esto, y no has guardado Mi pacto y Mis estatutos que te he ordenado, ciertamente arrancaré el reino de ti, y lo daré a tu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a tu padre David, sino que lo arrancaré de la mano de tu hijo. Tampoco arrancaré todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo por amor a mi siervo David y por amor a Jerusalem la cual he escogido. Podemos dividir la estructura de este cántico de la siguiente manera:

• Del versículo 1 al 4:       Alabanza general a Dios.
• Del versículo 5 al 7         Situaciones extremas a la que fue sometido David.
• Del versículo 8 al 17      Descripción de cómo Dios actúa para salvar a David.
• Del versículo 18 al 20    Situaciones en las que David ya no tenía salida.
• Del versículo 21 al 25    David testimonia que siempre obró con honestidad y justicia, teniendo siempre a Dios presente.
• Del versículo 26 al 28    Dios salva a los justos y está pendiente de ellos. Y paga a cada cual acorde a cómo actúan ellos, actúa pagando medida por medida
• Del versículo 29 al 37    relata cómo David ve a Dios y Él es su fortaleza y fuente de esperanza.
• Del versículo 38 al 46    Relata cómo todos los enemigos se someten a él.
• Del versículo 47 a 51     Final y resumen general.