También cuando dice que estas piedras serán como “testimonio” y luego dice como “recuerdo” es similar a lo dicho en el versículo de Shemot 13:9: “Y serán por testimonio sobre vuestro brazo y por recuerdo entre vuestros ojos”

El comentarista Malvim sostiene que cuando dice:   “serán como testimonio” se está refiriendo a aquella generación, que no necesita un recuerdo, pues ellos mismos lo vivieron; y cuando dice luego “Y serán estas piedras un recuerdo para los hijos de Israel por siempre” se está refiriendo a las futuras generaciones.

Lo que dice: y quedaron allí hasta el día de hoy el talmud tratado Sota pág. 34 dice que estas doce piedras que colocaron en Gilgal, estaban en pie hasta la época de los sabios de la Mishná quienes atestiguan que estuvieron parados ante ellas.

El motivo por el cual Yehoshua hace colocar doce piedras en donde estaban los pies de los sacerdotes, es para marcar el lugar en donde se partieron las aguas del Jordán. Abarbanel sostiene que probablemente fueron colocadas una sobre la otra de forma tal que cuando el agua vuelva a fluir por allí, sobresalgan sobre el agua y así se puedan ver desde la costa.

El Malvim (al explicar el versículo 19), dice que el motivo por el cual Yehoshua pone ese montículo de piedras es para que quede señalado el lugar por donde cruzaron los hijos de Israel y que todos puedan comprobar que fue un milagro la partición del río, pues aquel lugar del Jordán, nunca se seca, aun en las épocas de mayor sequía.

En talmud tratado Sota pág. 34b dice que Yehoshua les advirtió antes de cruzar el Jordán que deben tener en cuenta que cruzan para conquistar la tierra de Cnaan y expulsar a todos los pueblos paganos.

Acorde a Radak lo que Moshé le encomendó es lo que figura en Deuteronomio 27:1-8. El Malvim en cambio dice que se refiere a lo escrito en Deuteronomio 31:3-7. Abarbanel opina que se refiere a lo dicho en el primer capítulo de este libro. Si analizamos todos estos textos veremos que todos tratan de un mismo tema: el precepto de conquistar la tierra y no caer en las costumbres de los pueblos paganos.

El comentarista Malvim recalca que hasta ahora los campamentos de las tribus se movilizaban acorde a lo que había instruido la Tora, pero a partir de ahora, las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Menashé viajaban siempre delante de las demás tribus, para cumplir al pie de la letra lo que dijeron de que ellos pasarían delante de los hijos de Israel y delante de Dios a la guerra, es decir el motivo era netamente desinteresado y para hacer la voluntad de Dios, no confiando en sus propias fuerzas, sino para pasar a la guerra delante de Dios.

Los sabios nos remarcan que el pueblo recorrió una  distancia de aproximadamente nueve kilómetros en ese día, hasta llegar a Gilgal.

El Daat Mikra nos recuerda que este milagro ocurrió precisamente el día 10 de Nisán, que fue el día en que le fue dicho al pueblo de Israel en Egipto que prepare un cordero para hacer la ofrenda de Pésaj, y ese acto en sí, el tomar un cordero que era una divinidad egipcia y atarlo para sacrificar, era en sí mismo un acto que demostraba que ya no eran más esclavos de los egipcios y que estaban dispuestos a sacrificar a los dioses de sus antiguos amos, sin temerles.

Con respecto al significado del nombre del lugar Guilgal, lo explica el texto en el capítulo 5 versículo 9.

Daat Mikra señala que cuando habla de la partición del Jordán dice: ha secado las aguas del Jordán delante de vosotros  y cuando habla del Mar Rojo dice: tal como hizo el Eterno vuestro Dios con el mar Rojo que secó delante nuestro. Pues los sucesos del rio Jordán lo vieron todos ellos, mientras que lo del Mar Rojo fueron Yehoshua, Caleb, los ancianos de la tribu de Levy y los que fueron menores de 20 años cuando Moshé envió los espías, todos ellos eran de los sobrevivientes de la generación que salió de Egipto y vivenciaron la apertura del mar rojo, el resto no, por eso dice: delante nuestro y no dice: delante de vosotros.

Abarbanel dice que este milagro que Dios realizó a Yehoshua con el Jordán, es similar al que obró con Moshé en el Mar Rojo para demostrar que se trata del mismo Dios el que hizo ambos milagros y que no existe otro fuera de Él, es por eso que enfatiza: el Eterno vuestro Dios.

Malvim dice que se refiere a dos maneras de percibir a Dios, una es el temor al castigo, que es como generalmente los no judíos contemplan a Dios, es lo que dice: Para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano de Dios, que es poderosa y por el otro lado una admiración y respeto reverencial, que es como generalmente el pueblo de Israel ve a Dios, y por eso dice: para que temáis al Eterno vuestro Dios todos los días se refiere a un temor reverencial, como el de un hijo por su padre.

Daat Mikra, recalca que estos motivos son similares a los que dijo en el Mar Rojo: Para que tanto el faraón como Egipto sepan que el Eterno es Dios y que sepan y conozcan Su poder. Y con respecto al pueblo dice enseguida luego de la partición del Mar Rojo: Y temió el pueblo al Eterno y creyeron en Dios.