Linea de tiempo
Deuteronomio
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1
Apertura; Jueces; Espías
El discurso histórico
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2
Pueblos contras los que no se debe luchar
El discurso histórico
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3
Guerra y asentamiento en la tierra de Sijón y de Og
El discurso historicó
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4
Fortalecimiento de la Fe y cumplimiento de preceptos
El discurso histórico
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5
El evento en el monte Sinai
El discurso de los preceptos-Amor y reverencia a Dios (Vaetjanán-Ekev)
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6
Shemá Israel; Prevención de la idolatría y el olvido de Dios;fortalecimiento del cumplimiento de los preceptos de la tierra
El discurso de los preceptos-Amor y reverencia a Dios
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9
Los pecados del pasado y sus lecciones
El discurso de los preceptos-Amor y reverencia a Dios
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11
Y será que si aceptar van a aceptar los mandamientos " - entre la tierra y los preceptos"
El discurso de los preceptos-Amor y reverencia a Dios
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12
Consumo de los sacros y carne del deseo
El discurso de los preceptos prácticos
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13
Incitadores e instigadores
El discurso de los preceptos prácticos
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14
Comidas prohibidas; Diezmos
El discurso de los preceptos prácticos
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15
Preceptos
El discurso de los preceptos prácticos
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16
Las tres festividades de peregrinación
El discurso de los preceptos prácticos
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17
Diversos preceptos; Liderazgo (Rey, Juez, Cohen, Profeta)
El discurso de los preceptos prácticos
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20
El comportamiento en la guerra; diversos preceptos
El discurso de los preceptos prácticos
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22
Compendio de leyes, fueros y preceptos (Dinero, Daños y perjuicios, Intimidad y entre el hombre y Dios)
El discurso de los preceptos prácticos
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26
Primicias,Separación de los Diezmos, síntesis
El discurso de los preceptos prácticos
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27
El evento en los montes Guerizim y Eibal
El discurso del pacto
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28
Las bendiciones y las maldiciones
El discurso del pacto
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29
Fortalecimiento de los conceptos del pacto
El discurso del pacto
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30
El retorno a Dios
El discurso del pacto
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31
La despedida; La escritura de la Torá
La despedida de Moshé y el cierre de la Torá
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32
Cántico de Haazinu
La despedida de Moshé y el cierre de la Torá
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33
Las bendiciones de Moshé
La despedida de Moshé y el cierre de la Torá
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34
Muerte de Moshé
La despedida de Moshé y el cierre de la Torá
Deuteronomio 1 Versículo 1
Referencia a las palabras personales, reprimendas y amonestaciones que Moshé dirige al
pueblo de Israel, como parte de sus alocuciones de despedida previas a su desaparición
física. ”Estas palabras” no alude a las mitsvót -preceptos- que integran este quinto libro (Basado
en Jizzekuni).
Abarbanel agrega que la Voluntad Divina había decretado que estas propias palabras de
Moshé fueran escritas en la Toráh y figuran en el texto, imbuido de “rúaj hakodesh” -Espíritu
de Santidad-, que es un equivalente a la Revelación Divina. La misma Toráh testifica que estas
son las propias palabras de Moshé. Véase nuestro comentario a Éxodo 15:1.
Sin embargo, según el comentarista S.R.Hirsh, nuestro versículo haría referencia a todo el
contenido del quinto libro.
“...ALLENDE EL IARDEN...”
Este término puede hacer alusión indistintamente tanto a la ribera occidental como a la oriental
del río Iarden Por lo tanto debe ser interpretado contextualmente. En nuestro versículo, sin
lugar a dudas, hace referencia a las comarcas de la ribera oriental del Iardén -zona llamada
mas tarde Transjordania- como lo prueba irrefutablemente el detalle de geografía a de la zona,
denominada en este caso Heber Haiarden. Además, véase el versículo 5: “allende el Iarden, en
la tierra de Moab...”
“...EN EL DESIERTO, EN LA LLANURA...”
Los comentaristas que adhieren al “Peshat” (método de comprensión literal y objetivo),
entienden que la Toráh está delimitando con precisión el lugar donde Moshé va a terminar su
vida. Pero algunos de estos nombres geográficos no son identificables por no haber sido
mencionados en Parashát Mas'he, (pasaje que enuncia todas las estaciones donde estuvieron
los hijos de Israel durante la travesía del desierto). Según Jizzekuni y anteriormente Rashbán,
e Ibn Hezra, podría ser que estos lugares no identificados fueran conocidos por otros nombres:
Ritmáh, Dibón Gad o Halmón Diblataima (Números 33: 19, 46). Pues ya hemos visto que el
Monte Jermón es conocido por otros tres nombres adicionales. (Basado en Jizzekuni).
Rashi, basado a su vez en los midrashim, quiere ver en estos nombres no identificados, una
alusión indirecta a las transgresiones cometidas por el pueblo de Israel durante la travesía del
desierto. Esta interpretación midráshica había sido formulada con anterioridad por Onkelos, el
traductor de la Toráh al arameo.
A modo de ejemplo: “Labán” (blanco) estaría haciendo alusión a la protesta del pueblo de Israel
cuando se quejaban del man -que era blanco-. “Di-Zahab” aludiría al episodio del becerro de
oro, y así sucesivamente.
De esta forma, este midrash está insinuando, en primer lugar, que no hay que pasar por alto o
guardar silencio acerca de aquellas cosas negativas que perturban una relación; y, en segundo
lugar, que hay que poder decir las cosas en forma suave, no lapidaria, y por sobre todo con
palabras no hirientes, que pudieran destruir la relación antes que mejorarla.
A veces camuflamos nuestra “venganza” bajo la aparente voluntad de solamente “recordar el
pasado”.
En conclusión, agrega Rashi: “Moshé habla alegóricamente de los errores del pasado, por
respeto al pueblo de Israel”.
Deuteronomio 1 Versículo 2
“Parte de las palabras enunciadas en estos lugares, habían sido dichas durante la marcha de
once días que hizo el pueblo desde que se alejaron de Joreb (Sinaí), hasta el envío de los
exploradores desde Kadésh Barnéah (Números 13), pues desde el día que D’s. decreto que
esa generación no iba a entrar a la Tierra de Promisión (Números 14:27 y s.s.) hasta el inicio
del cuadragésimo año (a partir de la salida de Egipto) no fue enunciada ninguna nueva
mitsváh” (Jizzekuni).
Esta idea ya había sido enunciada con anterioridad por Ibn Hezra.
Deuteronomio 1 Versículos 3
“Después de que había concluido de morir la generación del desierto” (Seforno).
“EN EL UNDÉCIMO MES, EN EL DÍA UNO DEL MES...”
De acuerdo con la tradición rabínica, basada en versículos de la Toráh y del libro de Iehoshúah,
Moshé había fallecido el día séptimo del duodécimo mes, -hoy llamado Adar- del calendario
hebreo. Por lo tanto, transcurrieron exactamente treinta y seis días desde que Moshé inicia
éstas, sus palabras, hasta el día de su muerte.
“... QUE HABLO MOSHEH A LOS HIJOS DE ISRAEL...”
“A los que van a entrar a la Tierra de Promisión” (Seforno).
“COMO TODO LO QUE HABÍA ORDENADO ADONAI A EL - A ELLOS,”
“Les repitió absolutamente toda la Toráh, hasta este momento inclusive” (Seforno).
Deuteronomio 1 Versículo 4
“Y esto lo hizo después que ellos hubieron logrado cierto reposo en una tierra habitada”
(Seforno).
Rashi nos recuerda que no se puede reprender a alguien -en este caso al pueblo de Israel- sin
haberle da- donada positivo con anterioridad.
Moshé va a tratar de llamar la atención a su pueblo, pidiéndole una mejor conducta para el
futuro, solamente después de haberles hecho llegar a una región de la Tierra de Promisión, la
que había pertenecido a los Emoritas ya los Moabitas. Efectivamente, en esas comarcas ya se
habían asentado las tribus de Gad, Reubén y parte de la tribu de Menashéh (véase Números
32).
Cabe recordar que de alguna manera se inicia el proceso de la llegada a la Tierra de
Promisión, columna vertebral del mensaje de Moshé a los hijos de Israel, mientras aún
estaban esclavizados en la tierra de Egipto (véase Éxodo 3:17).
Además, sería imposible que Moshé no pudiera ver con sus propios ojos el cumplimiento de la
promesa de D’s., de la que tanta fuerza y esperanza había extraído durante la larga y penosa
travesía del desierto. La generación de los hombres a quienes Moshé había llevado su
mensaje de asentamiento en la Tierra de Promisión había dejado su vida en el desierto. Por
eso tal vez, en mi modesta opinión, las dos tribus y media que piden asentarse en las tierras de
la ribera oriental del Iardén, no son más que el instrumento de la Divinidad para que Moshé
pudiera gozar -por el cumplimiento parcial del mensaje divino tan anhelado por él.
Posiblemente las enigmáticas palabras que componen la bendición de Moshé a la tribu de
Gad –asentada en esas comarcas- reflejan parte de su aspiración, lograda al ver el
asentamiento de esta tribu (véase Deuteronomio 33:20 y 21).
Deuteronomio 1 Versículos 5
“Y he aquí que Moshé empezó a explicar a los hijos que habían nacido en el desierto lo que
había acontecido a sus padres, y les dijo todos los preceptos, y también el Decálogo, que
habían oído sus padres por Revelación Divina, para que los escuchen, ellos también, de boca
del mensajero fiel (Ibn Hezra).
Rambán agrega que estas palabras hacen alusión a las mitsvot ya enunciadas y que Moshé
repite para explicarlas y para introducirles algunas innovaciones. “Quiso Moshé”: Moshé, de
su propia voluntad, creyó conveniente hacerlo, aunque no le había sido ordenado por D’s.
Empero más tarde, cuando Adonai le ordenó escribir toda la Toráh en un “Sefer” (que
traducimos “ ספר ”), le dijo cómo escribir las palabras estas también, y Moshé Rabbenu las
enunció, letra por letra, y las escribió sobre el rollo, y no existe diferencia alguna en este
aspecto entre los cuatro libros anteriores del Pentateuco y éste basado en el TB.Babá Batrá 15
A, y en el libro Keli Jemdáh, Debarím 4 A y B).
“...EXPLICAR LA TORAH.”
Según Rashi, basado en el midrash Tanjumáh, Moshé había explicado la Toráh “en setenta lenguas”.
En mi opinión, y teniendo en cuenta que, en la literatura rabínica, el concepto “setenta lenguas”
suele hacer alusión a las lenguas habladas por los pueblos a mundo conocido a la sazón, creo
entender que Moshé quiere que el mensaje esencial de la Toráh llegue, su universalidad, a
todos los seres humanos.
Además, ¿no será esto una visión profética de esparcimiento de los hijos de Israel por los
cuatro puntos cardinales, y que deberán conocer la Toráh (de D’s.) cualquiera de las setenta
lenguas habladas en las tierras de su dispersión?
Es importante notar que el autor de Minjáh Belulah opina que esto hace referencia a: “Las
cosas que se han innovado en este libro respecto a los preceptos de la Toráh, y nuestros
sabios, de bendita memoria, han enseñado: que Moshé ha explicado “dikduké mitsvot”, -la
precisión analítica del concepto de cada mitsváh - probable alusión a los trece principios de
hermenéutica mediante los cuales se interpreta la Toráh”.
En mi opinión, el autor de Minjáh Beluláh establece aquí la conexión entre Toráh “she-bijtab” -la
Escritura- y Toráh “she- behalpéh” -la Tradición Oral-, y sus sistemas interpretativos. Uno de
estos sistemas es llamado Shelosh Hesréh Middot shel Rabbi Ishmahel, o sea las trece leyes
de hermenéutica enunciadas en el Talmud por Rabbí Ishmahel. Estas leyes incluyen elementos
interpretativos como la analogía, la inducción, la deducción, entre otros.
Representan la estructura lógica sobre la cual se desarrollará el pensamiento talmúdica. La
tradición rabínica reivindica permanentemente las raíces mosaicas de este sistema de
pensamiento con sus reglas transmitidas de maestro a discípulo a través de las generaciones.
Finalmente, el texto de estas trece leyes de hermenéutica que figura en el midrash Sifrá ha sido
incorporado a la tefiláh de Shajarit -oración matutina- y se lee- todos los días del año.
Deuteronomio 1 Versículo 6
Moshé inaugura de esta forma una serie de alocuciones dirigidas a hacer recordar las
enseñanzas de la Toráh a la joven generación nacida en el desierto, generación de la
continuidad, que deberá obedecerlas y cumplirlas.
Moshé resume la historia de los cuarenta años en el desierto, a partir de la Revelación Divina
en Joreb - Sinai.
Según el autor de Tseror Hammor, Moshé emplea el Tetragrama seguido del concepto
“Elohenu”, “nuestro D’s.”. para indicarnos que, en el inicio de la travesía del desierto, en ocasión
de la entrega de la Toráh en Sinai, los hijos de Israel estaban unidos y adheridos a D’s. , sin
ninguna reserva mental, escisión o divergencia. Y ese es el significado de “Adonai nuestro
D’s.”, queriendo decir Moshé a Israel: “Mi D’s. y tu D’s., por igual”.
Versículo 6: “...EN JOREB…”
Según Ibn Hezra, Joreb, que significa “sequía o zona seca”, es uno de los dos nombres del
Monte Sinai. Rashbám sostiene, sin embargo, que Joreb era el nombre de la zona aledaña al
Monte Sinai, en el que D’s. deseó revelarSe, y por ello todo el desierto será llamado Midbar
Sinai, el “desierto de la montaña de Sinai”.
Versículo 6:”...DEMASIADO...PARA VOSOTROS, PERMANECER EN ESTA MONTAÑA”.
Amén del sentido literal y basándose en los midrashím, Rashi interpreta la palabra “rab” (que
traducimos: demasiado) como queriendo significar: “Es mucha la grandeza que habéis recibido
por vuestra estadía en esta montaña: habéis erigido el Mishcán-Tabernáculo-, habéis
confeccionado la Menoráh - Candelabro- y los utensilios sacros, habéis recibido la Toráh y
habéis designado a los hombres del Sanhedrin: jefes de millares y jefes de centenas”.
En otras palabras, la primera etapa de lo que había sido la finalidad de la salida de Egipto; ya
ha sido cumplida. (Véase Éxodo 3:12). Los hijos de Israel, al recibir la Toráh, han dejado de ser
esclavos de Paroh para convertirse en servidores de D’s.
Al recibir la Toráh y sus múltiples enseñanzas y al erigir el Mishcán con sus elementos reales
cargados de simbolismo, el pueblo de Israel ya está debidamente “pertrechado” para iniciar una
vida de pueblo libre en la Tierra de Promisión, de acuerdo con las leyes y enseñanzas de la
Toráh, Según Rambán el versículo 7 que reza “¡Trasladaos! ...”, conforma una mitsváh
-precepto- y ya no una promesa como anteriormente.
Deuteronomio 1 Versículo 7
Moshé establece con precisión, desde un principio, los límites del país que pertenece a los
hijos de Israel. El país contenido en estos límites es, en realidad, más amplio que el que han
recibido los hijos de Israel, ya que incluye todo el territorio de Transjordania, hasta la ribera del
río Éufrates. En realidad, las tribus de Israel habían anexado solamente parte de dicho territorio
(véase Números 32).
De acuerdo con nuestra tradición, este cambio se habría producido después del episodio de los
exploradores, (véase Números 14), mencionado por Moshé en Deuteronomio 1:34 y ss.
Nuestra tradición también afirma que en un futuro por venir, el territorio de la Tierra de
Promisión se ampliará y abarca los territorios de Edom, de Moab y de Hammon (Isaías 11:14).
Deuteronomio 1 Versículo 8
El versículo se inicia con la Palabra de D’s. directa al pueblo: “...He dado ante vosotros...”;
luego aparecerá en forma indirecta, usando el lenguaje recóndito. Lo mismo ocurre en Éxodo
24:1 (basado en Rashbán y R.D.Z. Hoffman).
Versículo 8: “...PARA DAR A ELLOS Y A SU DESCENDENCIA EN POS DE ELLOS”.
Rabbenu Bejayéh, basado en el Midrash Ialkut Shimhoni, quiere ver en este versículo tres
etapas históricas del asentamiento del pueblo de Israel en la Tierra de Promisión, a saber: a)
los hijos de la generación saudade Egipto; b) los hijos de Israel que retomaron del cautiverio de
Babilonia; c) la tercera y definitiva, que ocurrirá en los días mesiánicos, cuando “todo” el pueblo
de Israel vuelva a asentarse en la Tierra de Promisión.
Algunos líderes espirituales contemporáneos ven en el renaciente Estado de Israel,
“reshit tsemiját gueulatenu”, el comienzo del crecimiento de nuestra redención, que
culminará con el asentamiento total y definitivo de nuestro pueblo en nuestra tierra.
Deuteronomio 1 Versículo 9
Referencia al período en el cual estuvieron acampados en el Monte Joreb, corno reza el
versículo 6.
Según Rambán, Moshé está recordando aquí el consejo de su suegro Itró (véase Éxodo 18:17
y ss., y nuestros amplios comentarios al respecto). De todas formas se trata de un episodio
acontecido antes de la entrega de la Toráh. Esta opinión está sustentada en T.B. Zebajím 116
A. Por lo tanto “en aquel tiempo” quiere decir “mientras permanecemos en Joreb”, pero
Moshé lo menciona aquí queriendo decir ya habíamos recibido la Toráh y teníamos los jueces
y alguaciles para juzgaros y para conduciros. Por lo tanto ya estábamos listos y aprestados
para venir a la Tierra. Nos desplazamos desde Joreb, organizados y con nuestros estandartes
4 dirigidos por nuestros jueces y ancianos. Empero os acercasteis entonces a mí todos
vosotros: vuestros sabios, vuestros jefes, pidiéndome “exploradores” y todo el proyecto se
malogró (basado en Rambán).
Versículo 9: “...NO VOY A PODER...”
Si bien esta misma terminología figura en Números 11:14, aquí hace referencia al consejo de
Itró a Moshé antes de la entrega de la Toráh (véase Éxodo 18:17 y ss.). Moshé no considera
necesario repetir aquí, analíticamente, el consejo de Itró (D.Z. Hoffman).
Deuteronomio 1 Versículo 10
Según Ibn Hezra, comentado por Iahel Or, es una referencia al gran incremento de los hijos de
Israel, a partir de un grupo de setenta almas a la salida de Egipto (véase Deuteronomio 10:22).
hasta “seiscientos mil hombres a pie, aparte de los infantes...” (Véase Éxodo 12:37).
“...Y HE AQUÍ QUE VOSOTROS SOIS HOY, CUAL ESTRELLAS DEL CIELO EN PROFUSIÓN.”
Cuando Moshé Pronunciaba Estas palabras, los hijos de Israel no eran más que seiscientos mil
hombres (entre veinte y cincuenta años); por lo tanto deben ser interpretadas simbólicamente,
queriendo significan he aquí que vosotros sois comparados en este día, existentes para la
eternidad, como el sol, la luna y las estrellas (Rashi).
La historia del pueblo judío da fe y acredita esta afirmación histórica. Pues a pesar de todos los
“desiertos” que hemos tenido que cruzar y de todos los adversarios que, como Hamalek, nos
han atacado arteramente por nuestra retaguardia, el pueblo judío sigue existiendo e inspirando
con su mensaje monoteísta a la mayoría de los pueblos civilizados de la humanidad, sin abjurar
de su lealtad ni de su unicidad.
Es más, el autor de Minjáh Beluláh nos habla de aquellos que son: “los entendidos y los que
buscan con justicia a los muchos, que brillarán como el esplendor del cielo, y como las
estrellas, por la eternidad”.
Se trata de una paráfrasis de Daniel 12:3, se compara al pueblo de Israel a las estrellas, no por
su número sino por estar al servicio de los valores que D’s. nos ha infundido, siendo uno de
ellos la búsqueda de la justicia para los muchos.
Deuteronomio 1 Versículo 11
Tras mencionar el incremento notable del pueblo de Israel, Moshé va a decir que no pudo
soportar “las impertinencias & este pueblo”. Por ello cree oportuno aclarar que no se siente
molesto por el incremento notable del pueblo, a quien ha cuidado “como el ayo al lactante,
como el pastor a sus ovejas”. Invoca para él, todas las bendiciones de D’s. a los patriarcas
respecto a su descendencia (D.Z. Hoffman).
Deuteronomio 1 Versículo 12
La molestia de “hacer comprender inteligentemente las mitsvot a hombres necios” (Iba Hezra).
Versículo 12: “...VUESTRA PESADEZ...”
Referencia al episodio narrado en Números 11:11, cuando frente al pedido insistente de” carne
y agua” que el pueblo le formula, Moshé se lamenta ante D’s., diciendo: “Por qué has obrado
el mal para Tu servidor, y por qué no he hallado gracia ante Tus ojos, para poner la carga de
todo este pueblo sobre mi?” (Basado en Ibn Hezra).
Versículo 12: “...VUESTRO PLEITEAR?”.
“El uno con el otro”. (Ibn Hezra).
Basándonos en esta opinión, traducimos la palabra hebrea “ribejem” como verbo y no como
sustantivo.
Deuteronomio 1 Versículo 13
Alusión al consejo de Itró a Moshé, su yerno (véase Éxodo 18:13- 26).
Aunque Itró fue el iniciador de la idea, aquí, en Deuteronomio 1:13, Moshé obvia esos
detalles, recordando lo esencial del hecho.
Rashi nos recuerda las siete cualidades que estos hombres debían tener para acceder al
cargo: “Ser hombres de virtud, temerosos de Elohim, amantes de la verdad, que aborrecen el
lucro mal habido, sabios, inteligentes y conocidos”.
En una interpretación midráshica, Rashi considera
-basándose en el versículo 15 de nuestro capítulo- que Moshé no pudo hallar hombres
inteligentes! Este midrash quiere insinuar que la sabiduría no siempre confiere el don de saber
convivir. Lamentablemente es frecuente descubrir el fracaso de hombres “sabios y conocidos”
que no actúan con inteligencia. La sabiduría que no va acompañada del actuar con inteligencia,
se asemejaba, en el mundo del símbolo, a la persona que siembra y no cosecha.
Abarbanel, comentando el versículo 15. dice que es difícil encontrar aquella persona que sea
“sabio en todas e inteligente en acciones”. Cita como ejemplo de esa personalidad tan poco
frecuente a Betsalel, el artista designado por D’s. para confeccionar los objetos y utensilios
sacros cuando se le ordenó a Moshé erigir el Mishcán -Tabernáculo-.
Respecto a Betsalel dice la Toráh: “Y lo he colina- do con espíritu de Elohim: con sabiduría, con
inteligencia y con conocimiento...” (Éxodo 31:3).
“...Y CONOCIDOS...”
“Que sean conocidos por vosotros, porque si viniera ante mí -dice Moshé- recubierto con su
talit yo no sabría quién es, ni de qué tribu, ni si es adecuado o no; empero vosotros los sabéis
distinguir porque los habéis criado y engrandecido...por eso dice el versículo: y conocidos de
vuestras tribus” (Rashi).
Deuteronomio 1 Versículo 15
Véase nuestro comentario a Éxodo 18:21,
Deuteronomio 1 Versículo 16
Aquí aparecen dos conceptos cardinales del derecho bíblico y por ende rabínico: “Mishpat”
משפט y “Tzedek” צדק juicio y equidad-. De acuerdo con el comentario de S.R. Hirsh, “Mishpat” -
juicio- significa el ordenamiento justo de las relaciones entre personas y sus “objetos”, o sea la
realización de la justicia en el orden de las cosas mundanas. Pero el versículo dice: “juzgad con
equidad”: “Busca la equidad del juicio y después pronuncia el fallo” (LB. Sanhedrin 7B). El juez
debe, en primer lugar, resumir en su mente la definición resultante de la aplicación de la
equidad en el caso considerado, y luego expresarlo minuciosamente. Por lo tanto “Mishpat”
-juicio- no es sino “Tzedek” -equidad- concretado en el hecho juzgado.
El judaísmo no concibe ni acepta la instancia que juzga disociando entre ambos conceptos. Si
no ha habido “Tzedek” - equidad- no se ha hecho “Mishpat” -juicio-.
...ESCUCHAR ENTRE VUESTROS HERMANOS...”
El juez de Israel no deberá tomar declaración por separado a los litigantes, sino que todos
estarán presentes cuando el juez escuche sus alegatos.
Por otra parte le queda vedado al litigante tratar de exponer sus argumentos y alegatos con
antelación a la sesión formal del juicio, para tratar de influenciar o impactar al juez, que no es
“su” juez, sino el juez del caso en cuestión.
“...ENTRE HOMBRE Y ENTRE SU HERMANO Y ENTRE SU EXTRANJERO”.
No hay diferencia ni distinción entre el caso de litigio entre dos judíos de nacimiento, o entre un
judío de nacimiento y un prosélito, de procedencia extranjera. Cuando el prosélito ingresa a la
comunidad de fe del pueblo de Israel, se convierte inmediatamente en “gueró” -su prosélito-,
miembro con igualdad de derechos (S.R.Hirsh).
Esta ley ya ha sido expresada por la Toráh en otras oportunidades. Véase Levítico 24:22: “Una
ley habrá para vosotros, el extranjero como el nativo habrá de ser; ya que Yo Soy Adonai
vuestro D’s.”.
Deuteronomio 1 Versículo 17
El Midrash Sifri entiende que esta advertencia está dirigida a la autoridad que designa a los
jueces. “No se te ocurra pensar y digas: el señor fulano es lindo o fuerte o políglota y por lo
tanto lo voy a designar como juez; si haces esto ¡va a resultar que tú vas a declarar inocente al
culpable y vas a declarar culpable al inocente! No porque la persona designada sea mala, ¡sino
porque simplemente no sabe...”. Las cualidades citadas por el midrash no deben ser tomadas
como parámetro para la designación de un juez. Este, en primer lugar, debe conocer y dominar
el derecho desde su comienzo hasta su final. Hay que disociar la figura del poder y la riqueza,
de la del sabio y el piadoso. Las comunidades que no distinguen en sus conductores
espirituales lo bello de lo sabio, lo impactante de lo auténtico, están violando descaradamente
la Toráh del pueblo de Israel.
Por otra parte, en Deuteronomio 16:19, la Toráh previene también a los jueces de no incurrir en
estos mismos entres, favoreciendo a los litigantes según su imagen externa de belleza o de
poder.
“...TANTO AL PEQUEÑO COMO AL GRANDE...”
Referencia a las personas (pequeñas o grandes, débiles o poderosas) pero también a los
casos en cuestión:
Ya que el juez deberá prestar atención y dedicación a todo litigio, sean cuales fueren las sumas
de dinero en juego; para todo litigante su causa es importante de momento que entabló juicio.
En la mente del juez debe privar el sentido de equidad que regulará las relaciones entre los
seres humanos, evitando que se produzcan frustraciones perniciosas, fuente de rencor y odio
de consecuencias imprevisibles.
Deuteronomio 1 Versículo 18
En los versículos 16 y 17 Moshé se está refiriendo a los jueces del pueblo de Israel; aquí
recalca que él sigue siendo el maestro. Moshé designó a estos hombres para asistirlo como
jueces, pero seguirá siendo Rabbenu -nuestro maestro- (Rambán).
No obstante Rashi, basado en el Midrash Sifrí, entiende que el versículo sigue haciendo
referencia a los jueces designados, a quienes Moshé transmitirá las diez leyes que distinguen
el derecho civil del derecho penal (Véase T.B. Sanhedrin 31A).
Deuteronomio 1 Versículo 19
Referencia al desierto de Parán, descrito en Deuteronomio 8:15: “El que te ha conducido por el
desierto grande y temible: culebras, serpientes abrasadoras y escorpiones, tierra de sed: donde
no hay agua; el que te sacó agua de la roca del pedernal”. Esta marcha de once días a través
del desierto constituyó el preludio de la conquista de la Tierra de Promisión.
Parecería que para alcanzar la cumbre de nuestras aspiraciones, debemos cruzar antes
“desiertos”, épocas de dificultades o de esterilidad creativa.
El judío debe comprender, que esos esfuerzos son parte de la vida y por lo tanto aceptarlos,
enfrentarlos y superarlos. Desde la cumbre divisamos la Tierra de Promisión. Lamentablemente
algunos pensamos que
la cumbre es la meta y desdeñamos la Tierra de Promisión. La continuación de este capítulo
presentará el debate -desigual- entre quienes quieren permanecer en la cumbre - aunque sea
en el desierto- y quienes ven en las cumbres “los abismos de la existencia” que hay que
abandonar para seguir avanzando por “derej hamelej” - דרך מלך la senda real- el camino llano
que conduce a la esencia de la vida.
Deuteronomio 1 Versículo 20
El Emorí era el pueblo más importante de la tierra de Quenahán. Estaba asentado en la
montaña, y ahora había llegado el momento de salir a conquistar aquella zona de la ribera
occidental del río Tarden.
Deuteronomio 1 Versículo 21
De ninguna manera se está pidiendo al pueblo aprestos militares, sino más bien que vislumbre
que el ingreso a la Tierra de Promisión no responde a estrategias o tácticas militares. Se trata
de la concreción de una promesa generada en los albores de la historia de nuestro pueblo, en
los días de los patriarcas, cuando el pueblo todavía no había sido llamado a la existencia.
Najmánides sugiere que, los habitantes de la tierra de Quenahán ya habían sido derrotados,
en el mundo de los símbolos; sólo falta que los hijos de Israel lo perciban.
En efecto, la corrupción y las abominables costumbres de los pueblos paganos ya los habían
corroído destruyendo sus órganos más sensibles; por lo tanto su vida ya era insostenible. “La
tierra se había mancillado e hice caer su iniquidad sobre ella y vomitó la tierra sus habitantes”
(Levítico 18:25). Véase también Deuteronomio 9:5: “...Pues por la perversidad de estos pueblos
Adonai, tu D’s., los destierra, y para cumplir la palabra que ha prometido Adonai a tus
patriarcas: a Abraham. a Itzjak y a Iahacób”
Deuteronomio 1 Versículo 22
Referencia al episodio de los “exploradores”, relatado ampliamente en Números 13 y 14. Véase
nuestro comentario a Números 13:2.
“...LAS CIUDADES DONDE DEBEREMOS VENIR, A ELLAS”.
Querían saber por qué zona del país debería empezar el ingreso, y cuáles eran las primeras
ciudades a conquistar (Rashi e Ibn Hezra).
“...TODOS VOSOTROS...”
Deuteronomio 1 Versículo 23
“Ya que lodos vosotros os habíais puesto de acuerdo” (Ibn Hezra).
Aquí vemos patentemente el aprecio y el respeto de Moshé por la opinión de todos. Resulta
anacrónico hablar de democracia en la época de Moshé, pero ¿Llegará el día en que los
líderes democráticos puedan aceptar la opinión de otros, aunque no sea de su agrado?
Maimónides agrega que esto había sido del agrado de Moshé, pero no de D’s.
Deuteronomio 1 Versículo 24
“Quiere decir que la recorrieron paso a paso. El objetivo del caminante se logra cuando llega al
destino deseado; mientras que el del explorador se logra con cada paso que da, ya que su
deseo es conocer la tierra por la cual está transitando” (S.R.Hirsh).
Tal vez debamos extraer de allí una forma de vida, pues en ella deberemos transitar “paso a
paso” reconociendo el “terreno” transitado; para no ser sorprendidos al llegar a destino, que se
compone de la suma de los pasos dados en la dirección correcta.
Deuteronomio 1 Versículo 25
Hubo consenso entre todos los exploradores en cuanto a la fertilidad de la tierra; los frutos que
trajeron consigo lo confirmaban. El resto del informe testimoniaba la impresión subjetiva que la
“calla gigantesca” de los pobladores había causado sobre aquellos exploradores de fe
empequeñecida.
Si el pueblo hubiera estado predispuesto espiritualmente, hubiera escuchado solamente el
informe “objetivo”. E) resto hubiera quedado en el mundo de lo fantasioso e irreal, propio del
subjetivismo (basado en S.R.Hirsh).
Deuteronomio 1 Versículo 26
Rambán entiende que Moshé Rabbenu en su relato de este episodio -en el libro
Deuteronomio- no quiere recordar el mal comportamiento unos pocos”; en cambio sí recalca el
error del pueblo en su conjunto y su reacción negativa en este episodio.
Según Hoffman, cuando Moshé dice: “Pero no habéis querido ascender”, quiere significar “no
teníais la voluntad de aceptar las palabras de D”s.. De no existir el miedo que os infundieron los
exploradores, seguramente habréis buscado otro pretexto para desobedecer a D’s.”.
A veces en nuestras vidas empleamos energía y tiempo para buscar y encontrar aquel pretexto
que nos haga tomar decisiones acordes a nuestra falta de voluntad. El arte de vivir radica en la
capacidad de encontrar una razón para hacer las cosas, antes que un pretexto para dejar de
hacerlas.
En definitiva, Moshé no entrará en ese “mecanismo pernicioso” de la mente de esos hombres.
Al decir: “Yos habéis querellado en vuestras tiendas”; quiere insinuar que han incurrido en “lashón
harah”, el chisme y la difamación.
Deuteronomio 1 Versículo 27
Aquí vemos la demencia de la blasfemia llevada a su punto más extremo. ¡Cómo D’s., que
libera a Israel de la esclavitud y de la tiranía de los egipcios, podría odiar a los hijos de Israel??
Rashi acota que cualquier actitud, aún demencial, contiene su propia lógica, y cita un proverbio
popular en su apoyo: “Lo que hay ente corazón acerca de tu amado, es lo que piensas que hay
en su corazón acerca de ti”. A veces atribuimos al otro el sentimiento que en realidad nosotros
mismos profesamos hacia él,
Deuteronomio 1 Versículo 31
Según Rashi, referencia a Éxodo 14:19: “Se desplazó el Emisario de Elohim, el que estaba
yendo al frente del campamento de Israel, y fue y se puso detrás de ellos. Se trasladó la
columna de nubes de delante de ellos y se puso detrás de ellos”. En el versículo subsiguiente.
Rashi nos refiere la parábola del rey que, caminando con su hijo por una zona de riesgo, lo
protege permanentemente, interponiéndose entre su hijo y los peligros.
Deuteronomio 1 Versículo 32
“D’s. os asegura conduciros hasta la Tierra de Promisión, pero vosotros no creéis en El”
(Rashi).
Deuteronomio 1 Versículo 34
Versículo 35: “...LA GENERACIÓN MALA ESTA, LA TIERRA BUENA...”
El autor de Minjáh Beluláh sugiere que el pueblo no había proferido palabras para escuchar,
sino más bien un tumulto y un balbuceo de vocablos sin sentido. Por eso la Toráh menciona
קול דבריכם “kol dibrejem” -el sonido de vuestras palabras- y no las palabras mismas,
Además-agrega este exegeta Ds. Hará cumplir el deseo equivocado y negativo de estos
hombres.
En efecto, la “generación mala” no ingresará a la “tierra buena”; pues el hombre corrompe la
naturaleza de la tierra, y no ala inversa. Habrá que esperar que desaparezca esta generación y
surja otra que merezca habitar la tierra buena.
Deuteronomio 1 Versículo 35
Hoffman señala que la generación del desierto ni siquiera podrá ver con sus ojos la Tierra de
Promisión. Moshé, quien tampoco entrará ala tierra de Promisión como consecuencia del
episodio de las aguas de Meribá (Véase Números 20), podrá sin embargo contemplarla con sus
propios ojos, en visión abarcativa de todos los límites territoriales. Así leemos en Deuteronomio
34:1 y s.s. “...Y le hizo Adonai contemplar toda la tierra…”.
Deuteronomio 1 Versículo 36
Iehoshúah, compañero solidario de Caleb en esta situación, no es mencionado ya que, por
haber sido el asistente de Moshé desde su juventud, será asignado para la conducción del
pueblo después de su desaparición física (véase nuestro amplio comentario a este tema en
Números 14:24).
Jizzekuni advierte que el versículo 37 señala que Moshé sufrió una doble consecuencia por
las quejas y el comportamiento del pueblo en el episodio de las aguas de Meribá además de
serle vedada la entrada a la tierra de Promisión, “se me retiró la autoridad y le fue concedida a
Iehoshúah”.
"..LE DARÉ LA TIERRA -LA QUE EL HA PISADO EN ELLA...”
Véase Iehoshúah 14:9.
Deuteronomio 1 Versículo 37
El salmista ha plasmado así esta idea con referencia a este suceso: “Pues ellos (Lo)
exacerbaron en las aguas de Meribá y se hizo el mal a Moshé por causa de ellos”.
Deuteronomio 1 Versículo 38
El que te asiste (Ibn Hezra).
Deuteronomio 1 Versículo 39
Referencia a los jóvenes menores de veinte años, no afectados por el castigo infligido ala
generación del desierto.
El concepto “conocimiento del bien y del mal” define la actitud de madurez para la decisión
moral; solamente después de haberla alcanzado, se inicia la edad de la responsabilidad plena
por nuestros hechos ante D’s.. Los sabios del Talmud nos han enseñado que la edad en la cual
nuestros hijos pueden recibir nuestra influencia moral se inicia a los 16 años y concluye a los
22; otra opinión la sitúa entre los 18 y 24 años. (T.B. Kiddushim 3O A).
Rashi comenta que los hijos menores de 16 años no tienen la suficiente madurez para recibir
“tantas reprimendas”, y por lo tanto: “No le hagas sentir el peso de castigos o reprimendas, ni
tampoco lo hagas cuando tu hijo tenga más de 22 años; pues a partir de esta edad hay que
temer, no sea que vaya a cocear...y este comentario es esencial”
Deuteronomio 1 Versículo 41
Tanto Hoffman como S.R. Hirsh dudan de la sinceridad de esta declaración. Hirsh observa que
el pueblo está simplemente cambiando de actitud negativa, ya que momentos antes habían
perdido la esperanza de conquistar la tierra, aún con la ayuda de D’s… Ahora proponen hacerlo
sin Su ayuda, amparados en sus armas y elementos bélicos.
En síntesis, no siempre que las personas confiesan “hemos errado” deponen su actitud,
sometiéndose a la verdad. Muchas veces deponemos actitudes negativas, para asumir otras
aún más desafiantes. Como resultado final: “...pero no escuchó Adonai vuestra voz ni os prestó
oídos a vosotros” (vers. 45).
Deuteronomio 1 Versículo 44
En Números 14:45 la Toráh menciona al pueblo Quenahaní y al Hamalekí -pueblo este nómade
que a la sazón se hallaba junto a él-; mientras que en nuestro versículo habla sólo del Emorí.
Ello induce a Ibn Hezra a afirmar en Números 14:25, que Quenahaní y Emorí eran pueblos
hermanos, denominados con ambos nombres simultáneamente. Véase además Deuteronomio
1:7, donde el nombre Emorí constituye una denominación genérica para los habitantes de
Quenahán.
“.COMO LO SUELEN HACER LAS ABEJAS...”
Rashi, basado en el Midrash Tanjumáh, explica que cuando los Quenahaním atacaban a los
hijos de Israel, morían y sufrían bajas, así como las abejas dejan de existir inmediatamente
después de picar a una persona.
Rabbenu Bejayé por su parte, compara este enemigo de Israel con un enjambre de abejas:
“Pues todo el que se atreve a tocar sus columnas, corre serios riesgos”.
“...HASTA JORMAH”
Puede significar el nombre de un lugar o el infinitivo del verbo “destruir”, en cuyo caso
significaría que los enemigos de Israel los derrotaron, hasta causarles una destrucción (Iba
Hezra).
Esta interpretación resolvería todas las preguntas suscitadas en torno al emplazamiento de
Jormáh. Este no sería el nombre propio de un lugar, sino la descripción del lugar donde se
sufre una derrota militar, con la consiguiente destrucción de los emplazamientos (Vda. se
nuestro comentario a Números 14:41).
Deuteronomio 1 Versículo 46
“Vosotros sabéis los muchos días que hemos permanecido ahí” (Jizzekuni),
Según este comentarista, Moshé no quiere recordar en detalle el largo y tedioso período en
Kadésh, y por eso no cita ningún número de silos.
Rashi, basado en fuentes anteriores a él, divide la duración de la estadía en el desierto, de
treinta y ocho años (Deuteronomio 2:14), en dos períodos, a saber:
a) diecinueve años en Kadésh, y b) los diecinueve restantes vagando por el desierto. Por eso el
versículo dice: “Permaneciste en Kadésh muchos días -como los días que habéis
permanecido...” vagando por el desierto.