

La ley de los sacrificios
La ley de los sacrificios
La ley de los sacrificios
La ley de los sacrificios
La ley de los sacrificios
La ley de los sacrificios
Inauguración del Tabernáculo
Inauguración del Tabernáculo
Inauguración del Tabernáculo
Ley de impureza y pureza
Ley de impureza y pureza
Ley de impureza y pureza
Ley de impureza y pureza
Ley de impureza y pureza
Ley de impureza y pureza
Las secciones de la consagración
Las secciones de la consagración
Las secciones de la consagración
Las secciones de la consagración
Las secciones de la consagración
Las secciones de la consagración
Las secciones de la consagración
El pacto en el monte Sinai
El pacto en el monte Sinai
El pacto en el monte Sinai
Levítico 3 Versículo 1
Según Rashbám, el nombre "Shelamím" deriva del verbo" שלם ", "shalém", que quiere decir "pagar" o "cumplimentar", o sea, que el hombre que ha hecho un voto, lo cumplimenta a través de este sacrificio llamado "Shelamím". Sin embargo. los Sabios de Israel entienden que la palabra" שלמים", "Shelamím", deriva de שלום ", "shalóm" -paz-, ya que de este sacrificio participaban todos en armonía; una parte del animal se consumía en el fuego del altar, otra se ofrecía a los cohaním y el resto de la carne era consumido por el oferente del sacrificio. El comentarista S. R. Hirsch, inspirado en interpretaciones anteriores a él mismo, nos explica que este sacrificio es llamado "Shelamím" porque se origina en la armonía y quietud interna del oferente, ya que este sacrificio era ofrecido voluntariamente en señal de agradecimiento por lo que tenemos, o reconocimiento por la vida que nos. toca vivir. Los sabios del Midrásh dicen al respecto: מי שהוא שלום יביא שלמים ", "Mi shehu shalóm, iaví shelamím" aquella persona que está sumida en quietud y en paz, que ofrezca el sacrificio Shelamím"-. Es por eso que la Halajáh nos explica que la persona sumida en duelo no debe acercar ese tipo de sacrificio que, como dijimos, debe ser la expresión de la quietud y la tranquilidad interna de la persona.
Levítico 3 Versículo 3
Versículo 4:" ... EL SEBO QUE ESTA SOBRE ELLOS ... "
Véase nuestro amplio comentario a Éxodo 29: 13 y 20.
Levítico 3 Versículo 11
El término" לחם ", "lejem", que traducimos como alimento, tolera también en hebreo bíblico, la acepción de "carne". Esta es la opinión de Ibn Janáh., en su Sefer Hasharashím y la de Ibn Hezra en su comentario a Exodo 16:4.
De acuerdo con esto, la traducción de "לחם אשה ", "lejem isheh" sería: carne sobre el fuego. Véase nuestra nota a Génesis 43:32, donde resulta muy evidente que el término " לחם", "lejem" está utilizado en la acepción de "carne". Por último, el término" לחם אשה", "lejem-ísheh", que aparece en Levítico 3:16, también encierra dicho significado.
Levítico 3 Versículo 17
Aun en todas vuestras residencias (lejos del Santuario Central), en las que no se hacen sacrificios y se consume carne sacrificada comúnmente, sin ningún carácter sacro, sin que el sebo y la sangre sean ofrecidos en el altar, regirá también la prohibición de ingerir sebo o sangre, basado en Rashbam. Las razones por las cuales la Toráh prohíbe ingerir sebo o sangre, han motivado muchas corrientes de pensamiento entre los exégetas clásicos.
Maimónides dice que el sebo (grasas) perturba la digestión y produce una sangre fría y espesa, por eso conviene más quemar lo, antes que consumirlo. Asimismo, tanto la sangre como el animal muerto por muerte natural, son difíciles de digerir y conforman un alimento malo (Guía de los Perplejos III: 48). Najmánides formula una tesis bastante parecida: "Las grasas prohibidas se caracterizan por su pesadez y humedad. Son espesas, de digestión difícil y producen secreciones blancuzcas y que obstruyen". Abarbanel, en líneas generales, formula una tesis bastante similar a los anteriores, agregando que la sangre ingerida agita y excita y hace subir el calor animal.
Véase además, nuestro comentario a Levítico 1:5.
Por otra parte, la Toráh prohíbe rigurosamente el consumo de sangre. En Deuteronomio 12:23 la Toráh apela a la fuerza moral del hijo de Israel instándolo a no ingerir sangre; citamos textualmente el versículo: "Empero sé fuerte para no comer la sangre, ya que la sangre es la vida y no comas pues, la vida con la carne. No la comas; sobre la tierra habrás de derramarla cual agua. No la comas, para tu bien y el bien de tus hijos en pos de ti. Pues habrás hecho lo recto ante los ojos de Adonai".
Esta exhortación vibrante ha sido generalmente respetada por el pueblo de Israel. No obstante, cuando las fuerzas oscurantistas trataron de calumniar a nuestro pueblo, nos acusaron de "ingerir sangre humana". Esta "calumnia de sangre" representa una de las peores hipocresías de la humanidad para con nosotros. Nuestra respuesta fue: ¿cómo podría el pueblo de Israel ingerir "sangre humana" cuando su dieta alimenticia en nombre de la Toráh, le prohíbe ingerir aún, una sola gota de sangre animal?
La Halajáh -Código de ley judaica- reglamenta las leyes de מליחת הבשר "melijat habasar", según las cuales, antes de comer carne animal faenada de acuerdo con las leyes de Cashrút hay que extraer de la carne la sangre que la misma contiene todavía. Eso se hace trozando la carne en pequeñas porciones y salándola durante una hora y así los granos de sal extraen lenta pero seguramente la sangre que contiene la carne.