Versículo 1: Una vez que David logra liberarse de Ajish rey de Gat, tal como dijo al final del capítulo anterior, entonces David huye de allí por temor a que el rey cambie de idea y lo vuelva a atrapar y ya no pueda liberarse de sus manos.

En todo momento vemos que David no actúa esperando que Dios obre por él un milagro y lo salve, pues tal como nos enseñan los sabios, está prohibido actuar de esa manera, sino que, David, hace primero todo lo que está en sus manos, y luego que hizo eso, recién ahí, se entrega en manos de Dios.

Don Isaac Abarbanel señala que está escrito: se fue, no dice que huyó o que se escapó, pues tal como dice en Salmos 34:1 el rey lo había expulsado de su territorio.

Una de las numerosas cuevas en la zona de Adulam

Yehoshua venció a la ciudad de Adulam (Yehoshua 12:15). Durante el período del regreso de los judíos luego del exilio en Babilonia, Adulam fue reasentada (Nejemiá 11:30).

Daat Mikrá dice que la cueva de Adulam quedaba dentro del territorio de Yehudá, Hoy en día es el parque nacional de Adulam dentro de la reserva natural del Keren Kayemet (KKL); queda a unos 15 kilómetros al noroeste de Bet Gubrin. Esa zona es muy conocida por la abundancia de cuevas naturales que hay en esa área, pues es donde termina la planicie costera y comienza la zona montañosa de Israel. También fue utilizada mucho después, por los macabeos, para esconderse, cuando luchaban contra el imperio griego.

Acorde a la opinión de la mayoría de los comentaristas, el motivo por el cual sus hermanos y todos sus familiares vienen a David, es porque se enteraron que Shaul lo quería matar y que David había huido. Es por eso que temen que el rey se quiera vengar y atrape a su familia o los considere a ellos también como traidores y los mate.

Versículo 2: Tal como explicamos en Shofetim 11:3 En la antigüedad, no existía el orden social tal y como lo conocemos hoy. Se vivía en clanes, ya sean familiares o de una tribu. Su sustento y vivienda eran proveídos por sus ancestros o los jefes del clan, quienes además le brindaban protección y eran los que salían a defenderlo o rescatarlo en caso de ser agredido por algún extraño.

Aquel que era exiliado de estos clanes, quedaba expuesto a todos los peligros y abusos de cualquiera que fuera o se sintiera más fuerte como para quitarle aun las cosas más básicas, como sus animales, comida y hasta su ropa. Casi como en la selva, en que un animal más fuerte le usurpa al más débil lo que tiene, sin importar el esfuerzo o derecho que tenía la víctima. Esto hacía que se conviertan en violentos, rebeldes y a veces malhechores.

Ante esta situación, la única opción que tenía aquel individuo que fue exiliado de su clan, era irse al desierto, una tierra de nadie. Allí se juntaba con otros en su misma situación que le permitían sumarse a ellos, pues cada sujeto, en cierta manera era un soldado más para protegerse entre ellos... no obstante, era un miembro de otra clase y categoría, con menos derechos que los demás individuos.

Cuando un individuo, era un poco carismático, en seguida otros fugitivos se le sumaban y así se separaban y formaban su propio clan, en donde obviamente tenían más y mejores derechos y categoría. Frecuentemente, estos nuevos clanes, eran contratados como mercenarios, por otras tribus que precisaran refuerzos y luego les pagaban por sus tareas, casi nunca eran incorporados a una familia, tribu o ciudad.

Versículo 3: Radak explica que David sabía que debería esconderse y escapar de Shaul, es por eso que debería estar en constante movimiento y escondiéndose en cuevas y valles; sus padres, que ya no eran jóvenes, tal como dijo en 17:12, no podrían seguir el ritmo que David debía tener, es por eso que decide dejarlos bajo la tutela del rey de Moab, es decir, dentro de su territorio, suponiendo que, en un reino ajeno, estarían a salvo de Shaul.

Don Isaac Abarbanel agrega que, el motivo por el cual se dirigió a Moab y no a otro reino vecino, es porque, justamente sus ancestros provenían de aquel pueblo, pues Ruth, que era la bisabuela de David, era oriunda de aquel pueblo; por lo tanto, mostrarían afinidad con los padres de David que eran nietos de una mujer moabita.

Los comentaristas señalan, que solo los padres de David se quedaron allí, el resto de sus hermanos y familiares, continuaron con David deambulando de un lado para el otro.

El motivo por el cual, tanto David, como el resto de la familia no permanecen allí, junto al rey de Moab, es porque eso llamaría mucho la atención y entonces Shaul sabría inmediatamente en dónde estaba David y hubiera obligado a Moab a entregarlos bajo amenaza de guerra. Moab era inferior a Israel y menos poderoso, por lo que no podría presentarle batalla y debería ceder a las exigencias de Shaul, es por eso que David no se queda allí.

Daat Mikrá dice que la expresión: que yo sepa lo que Dios hará por mí se refiere hasta que su situación se aclare y se demuestre que él no es un prófugo y que ya puede volver a su tierra.

Versículo 4: Esta fortaleza, era un peñasco en el árido terreno que rodea al mar muerto, parecido a Masada, cuya topografía hace que sea difícil para el enemigo acceder a él. Este lugar, estaba cerca de Mitzpé Moab, donde había dejado a sus padres.

Rashí, basado en el Midrash explica que, los padres de David estuvieron protegidos todo tiempo que David estaba cerca, pero en cuanto se alejó, para ir a la tierra de Yehudá, entonces el rey de Moab los mandó a matar, tal vez para congraciarse con Shaul.

Si bien este suceso no está escrito literalmente, esto explica la durísima actitud de David contra el pueblo de Moab relatada en Shmuel II capítulo 8 versículo 2: Y derrotó a Moab, y los midió con cordel, haciéndolos tenderse en tierra; y midió (con una cuerda, todos los que estaban bajo la medida de) dos cordeles para darles muerte, y (los que quedaron bajo la medida de) un cordel entero para dejarlos vivos. Y los de Moab fueron siervos de David, trayéndole tributo.De esta manera David vengó lo que los de Moab le hicieron a sus ancianos padres cuando él escapaba de Shaul y los dejó bajo la tutela de Moab para que los cuiden.

Probablemente el Salmo 31haya sido compuesto precisamente en esta ocasión, pues los temas allí relatados tienen mucho que ver con lo que relata aquí el texto, así dice en el versículo 31:3 Inclina hacia mí Tu oído, sálvame pronto y se Tú para mí como una roca de refugio, como una fortaleza para salvarme, pues Tu eres mi protección y mi fortaleza… 31:10 Apiádate de mí porque estoy sumido en angustia, mis ojos están agotados de sufrimiento, también lo están mi alma y mi vientre… De todos mis enemigos fui el repudio y mucho más de mis vecinos, fui el horror de mis conocidos. Tal vez estos versículos hagan referencia a cuando David estaba en la fortaleza citada en este versículo y lo que sufrieron sus padres en manos de Moab, que era un pueblo vecino y conocidos por ellos, pues Ruth provenía de ellos.

Versículo 5: Daat Mikrá explica, que Gad, será mencionado varias veces durante la vida de David y es uno de los tres profetas que Dios envía a David (Shmuel, Gad y Natan) y que son los que escribieron el libro de Shmuel y la historia de David tal como está escrito en Dibré Haiamim 2 29:30 Los hechos del rey David, desde el primero hasta el último, están escritos en las Dibré Haiamim del profeta Shmuel, en las Dibré Haiamim del profeta Natán y en las Dibré Haiamim del profeta Gad,con todo su reinado, su poder y todos los acontecimientos que vinieron sobre él, sobre Israel y sobre todos los reinos de aquellas tierras.

Daat Mikrá dice que el profeta Gad fue enviado por Dios para que le advierta a David de que no se quede allí en la fortaleza cerca de Moab, y que se dirija al territorio de Yehudá. Tal vez el profeta supo por parte de Dios que Moab lo traicionaría y lo entregaría en manos de Shaul, el hecho de permanecer en un mismo lugar, por más que sea una fortaleza, es lo que invitaría a Shaul a salir a rodearlo y guerrear ferozmente hasta atraparlo.

El versículo dice: anda y ven para ti, esto es parecido a lo que Dios le dijo a Abraham: vete para ti, para tu propio bien y provecho.

El mensaje parecería ser que no debería vivir en otro país como si fuera un enemigo de Israel; sino que debería vivir en la tierra de Yehudá escondiéndose en ese vasto territorio, bajo el cobijo y protección de los de su tribu que no lo delatarían ante Shaul y llegado el caso hasta podrían salir a enfrentar a Shaul, pues como vimos los hombres de Yehudá eran una fuerza de elite poderosa y que siempre se contaba aparte de las tropas regulares del ejército del rey.

Como se trataba de una profecía, David obedeció al profeta, y se fue y llegó al bosque de Jaret en la tierra de Yehudá.

Don Isaac Abarbanel dice que esto fue también una señal para David, que reinaría primero sobre la tribu de Yehudá y luego sobre todo Israel.

Versículo 6: Don Isaac Abarbanel explica que lo que oyó Shaul, es que todo el pueblo se enteró que David había huido y que Shaul era su adversario. Además, se había enterado que había sido constituido como jefe de un grupo numeroso de hombres, tal como dijo antes en el versículo 2.

Radak dice que Shaul continuaba con sus delirios de que se sublevarían contra él y lo destronarían, y, al enterarse que junto a David hay 400 hombres, entonces enseguida piensa que ya está implementada una rebelión contra él y el principal sospechoso en su mente era David, por eso teme y está constantemente en vigilia, con su lanza en la mano, pues representa por un lado el poder (como el cetro) y por otro lado, también es un arma defensiva en caso que alguien lo ataque.

Daat Mikrá señala que, finalmente Shaul sabe algo acerca de David, es por eso que ahora teme y se atrinchera en lo alto, pues era el sitio más protegido, y además se podría ver con facilidad si David con sus 400 hombres se acerca para atacar. Sumado a todo eso, se hizo rodear de sus siervos, todos armados.

Versículo 7: El comentarista Metzudat David sostiene que, naturalmente, los hombres más cercanos al rey y los que gozaban de su mayor confianza, eran los miembros de su propia tribu, los hombres de Biniamín.

Es por eso que Radak explica, que se dirige a ellos y les dice que no solo el rey debe estar preocupado por la situación, sino también ellos, ya que, todo su prestigio y beneficios que tienen están en peligro, pues David les quitará todo y no les dará nada a ellos.

Don Isaac Abarbanel dice que, la intención de Shaul es decirles que, si alguno de ellos estaba en complicidad con David, no debían estar esperanzados que una vez que David suba al poder les iba a reconocer algo, pues en verdad no les daría nada.

Malvim revela que el razonamiento de Shaul era, que, si bien era lógico que la tribu de Yehudá lo oculte y lo proteja a David, eso es algo natural pues David pertenece a esa tribu, y esperan que, una vez que David suba al trono, les otorgue todo tipo de riquezas y beneficios, pero, en cambio, ustedes, los siervos de Shaul, que pertenecen a la tribu de Biniamín, no es lógico que actúen así, pues naturalmente, David nombrará jefes de miles a sus hombres de confianza no a ustedes.

Daat Mikrá por otro lado, sostiene que la intención de Shaul es hacerlos actuar con responsabilidad y fraternidad, y apela a que, al ser ellos de su misma tribu, recae la obligación de ayudarlo y protegerlo. En otras palabras, Shaul los acusa de que, en realidad, ellos son unos traidores contra el rey que es de su propia tribu, defendiendo, ocultando y dando cobijo a uno de otra tribu.

Versícul 8: Metzudat David dice que Shaul los considera a todos ellos traidores, como si fuera que David ya les prometió a ellos algún beneficio cuando asuma el trono.

Shaul les recrimina que, ninguno de ellos le hizo saber que Yehonatan había hecho un pacto con David cuando se ausentó de la mesa del rey en la comida del principio de mes, y que era toda una treta. Pues, si alguno se lo hubiera dicho, entonces hubiera atrapado a David y éste no hubiera huido.

Más aún, dice Don Isaac Abarbanel, Shaul apela a sus sentimientos, y les reprocha que ninguno se apiada de él, que está dolorido por la traición de su propio hijo contra él, ni aun así sienten lastima por él ni le dicen nada acerca de David. Pues merced a esa actitud pasiva de ustedes, y que me han ocultado lo que Yehonatan había planeado con David, ahora deben afrontar esa situación de rebelión y sublevación de David junto con 400 hombres.

Shaul se autocompadece y les recrimina a sus siervos que ellos no tienen piedad de él, y se apena, pues cómo lo ayudarán sus siervos, si su propio hijo lo ha traicionado.

Es por eso que menciona dos veces a Yehonatan en este versículo, la primera para reprocharles que no le revelaron el pacto que había hecho con David y la segunda, para referirse a que ellos son como él, que lo traicionan y permiten que su enemigo se levante contra él.

Debido al complejo de persecución que arrebataba a Shaul, éste sospechaba que todos sus hombres estaban en su contra, porque ya había aprendido que incluso su amado hijo estaba protegiendo a David.

Ante estas duras y emotivas palabras del rey, seguramente alguno, entre los presentes, parientes y amigos de Shaul, se habrán sentido heridos por su reclamo. Después de todo, no se estableció ninguna conspiración contra él dentro de la casa real o entre los miembros de la tribu de Biniamín. Esto es lo que hará reaccionar a Doeg, como veremos en el próximo versículo.

Versículo 9: Radak sostiene que, entre los siervos que estaban allí, Doeg era el de más alto rango.

Debemos recordar que anteriormente en el versículo 21:8 describió a Doeg como el jefe de los rebaños de Shaul.

Don Isaac Abarbanel hace notar que Doeg se refiere a David con la misma forma despectiva que lo hacía Shaul, y no lo llama por su nombre, sino que le dice: hijo de Ishai. Tampoco al sumo sacerdote se dirige con respeto, no dice que vino a la casa del cohen, sino que dice que vino a lo de Ajimelej, hijo de Ajitub como si se tratase de un individuo cualquiera.

Continúa su repulsivo alegato diciendo que, a él le pareció que lo que vino hacer David a Nob, fue encontrarse con su aliado Ajimelej.

Malvim apoya esta idea de Abarbanel y aportando pruebas de lo que dice en el salmo 52:2 Cuando llegó Doeg el edomí y habló a Shaul y le dijo: “fue David a la casa de Abimelej”

Tal vez el motivo por el cual Shaul no se enoja ni castiga a Doeg por no habérselo dicho antes, es porque, si lo escarmienta ahora, entonces nadie le dirá nunca nada, pues temerán que los castigue también a ellos.

Quizás, Doeg no dijo nada hasta ese momento, porque pensó que la situación con David no era tan grave. Pero una vez que escucha decir al rey de que lo que hace David se trata de una conspiración y sublevación, con 400 hombres que pretenden destituir a Shaul, es por eso que decide hablar y demostrarle al rey que él sí se apiada de su majestad y le revela todo lo que sabe.

Es interesante notar que, en hebreo, Doeg quiere decir: que se preocupa o que está alerta. Como queriendo decir que no es como había dicho Shaul en el versículo anterior: Porque todos vosotros habéis conspirado contra mí y no hay quien me revele… sino que en realidad Doeg, sí se preocupa y está alerta por el rey.

Versículo 10: Malvim analiza el orden en que los sucesos ocurrieron en la realidad y el orden en que Doeg los menciona y demuestra la mala intención de aquel malvado. Pues si hubiera dicho las cosas de otra manera entonces no hubiera ocasionado la matanza que logró con sus palabras.

En realidad, David había ido a la casa de Dios, y a Ajimelej en su carácter de sacerdote, no en forma particular. Además, se reunió solo con Ajimelej, no con toda la casa de su padre Ajitub. Sin embargo, Doeg en el versículo anterior, da a entender que David y Ajimelej y toda la casa de Ajitub son aliados en la sublevación contra el rey.

Además, Doeg había visto en el estado de hambruna en que estaba David cuando llegó a Nob, y no dijo nada de eso, sino que dio a entender que el sacerdote le dio provisiones para la rebelión.

Doeg comienza diciendo que lo primero que hizo fue consultar a Dios por él, tal como lo menciona Radak, solo el rey puede consultar a Dios por intermedio de los Urim Vetumim, u otro, si se trata de una situación de gravedad para el pueblo.

Con esto Doeg, deja en claro, que el Ajimelej, al consultar a Dios, de seguro ya se enteró que David huía de Shaul, y por eso le entrega provisiones y armas. Mientras que, en la realidad, David preguntó solo al final y de una forma muy genérica: si tendría éxito en la campaña en que se encamina o no; y por lo tanto Ajimelej no sabía nada de que David huía.

Daat Mikrá sentencia que Doeg podría haber relatado los sucesos tal y como ocurrieron y sin condenar a Ajimelej, sino recalcando que realmente no sabía nada del asunto, sin embargo, y tal vez para congraciarse con el rey, prefiere hablar con mucha suspicacia e insinuando que Ajimelej y toda su casa, son cómplices y ayudan a David, que es lo que aparentemente Shaul, presa de sus ideas conspirativas, quería oír.

Malvim agrega que, si consideramos que tal vez Doeg también haya escuchado lo que hablaron entre David y Ajimelej, podría aportar pruebas de que no se trataba de un complot, porque David le dijo que venía en una misión secreta del rey y en nombre de Shaul; por lo tanto, no se trata de una sublevación, sino por el contrario, de cooperar con el rey.

Doeg, pone mucho hincapié en que el cohen está ayudando a David, es por eso que dice dos veces: le dio; como insinuando, que le dio y le dio más, es un participante activo de la rebelión contra el rey.

El rey David, en el Salmo 52, expresa la maldad de Doeg y de cómo tejió sus palabras de forma tal que sean como un cuchillo que clavó en las almas de los cohanim, allí dice: Para el director del coro, Maskil de David. Cuando llegó Doeg el edomí y habló a Shaul y le dijo: “fue David a la casa de Abimelej” ¿Por qué te vanaglorias de tu maldad, oh valiente? La bondad de Dios siembre está presente. Maldades pronuncia tu lengua, como si fuera una navaja afilada que obra con engaño. Has amado el mal más que al bien, y a la mentira más que a la justicia. Amas todas las palabras perniciosas y la lengua engañosa. También Dios te derribará para siempre, te quebrará y te desterrará de tu tienda y te borrará de la tierra de los vivos. Lo verán los justos y lo temerán y de él se reirán. He aquí al hombre que no hizo de Dios su refugio y que confió en la inmensidad de su riqueza, fortalecido por su maldad…

El final de este salmo nos insinúa que Doeg obró de esa manera, confiando en que recibiría una gran recompensa monetaria por parte del rey… él confió en la riqueza que recibiría a cambio.

Versículo 11: Daat Mikrá hace hincapié, en que, hasta ahora, se había refiriendo al monarca como Shaul, pero ahora dice: el rey esto es así porque hace alusión al atributo de Shaul, como rey, que puede juzgar y decretar.

Luego de la destrucción del santuario de Shiló, en los días de Shmuel y Eli, éste se trasladó a Nob y allí se instalaron los cohanim.

Los cohanim se dirigen con sumisión a la autoridad del rey y un grupo muy grande se dirige a donde estaba Shaul, en total más de 85 personas, esos son muchos carruajes…

Versículo 12: Daat Mikrá resalta la dureza en la manera de hablar del rey al sumo sacerdote. Malvim agrega que, además, no lo llama por su nombre, sino en forma despectiva le dice: hijo de Ajitub tal vez para hacer pasibles de la misma acusación a toda la casa de Ajitub, que eran los descendientes de Eli Hacohen.

Por otro lado, el cohen, sigue actuando con todo respeto y le responde: heme aquí y con sometimiento total: mi señor.

Versículo 13: Daat Mikrá sostiene que, Shaul no está actuando en su carácter de rey y juez, sino con la psicosis y el rencor de Shaul hacia David, es por eso que, no pregunta para elucidar una situación, sino que directamente acusa. Para él la cosa ya era clara: Ajimelej era un traidor y estaba con David. La única duda que tenía Shaul era por qué había decidido Ajimelej actuar así contra él, como queriéndole decir: ya sabemos todo lo que has hecho, solo dime ¿por qué lo has hecho?

Malvim dice que Shaul no menciona las cosas tal y como le había dicho Doeg, sino que lo hace de menos grave a más grave. En primer lugar, le has proveído pan a un enemigo mío, además de eso, le has dado armas y por último, le has consultado a Dios para que lo ayude, como si se tratase de un rey, pues como explicamos en el versículo 10 solo el rey puede consultar a Dios por intermedio de los Urim Vetumim, u otro, si se trata de una situación de gravedad para el pueblo.

Daat Mikrá agrega, que Shaul, dice: dándole pan y una espada, omitiendo alevosamente que se trataba de la espada de Goliat, pues detestaba tener que reconocer algún mérito a David.

Versículo 14: Metzudat David explica que Ajimelej le responde al rey en el orden que le preguntó. Lo primero que había dicho Shaul fue: ¿Por qué tú y el hijo de Ishai habéis conspirado contra mí? A esto le responde el cohen que, no con espíritu de rebelarse contra el rey es que hizo eso, pues él suponía que David era el siervo del rey, y su familiar cercano, jefe de la guardia real y alguien importante dentro del palacio, por lo tanto, jamás imagino que estaba obrando en contra del rey.

Don Isaac Abarbanel dice que, Ajimelej dividió su respuesta en cuatro aspectos:

a. ¿Quién entre todos tus siervos es tan fiel como David? Que lucha todas las batallas y se enfrenta a enemigos como Goliat, apoyándose en su fe en Dios.

b. yerno del rey Si el rey le concedió a su hija como esposa, es porque es alguien digno de confiar, además, de esa manera se transforma en un familiar cercano al rey, que debe ser respetado y obedecido.

c. jefe de tu guardia tal como había dicho antes, que lo puso a David como su escudero, por ello, no debería ser sospechoso como para pensar que está haciendo algo en contra del rey.

d. se le honra en tu casa y además era jefe de miles, por lo tanto, alguien que ocupa esos cargos, de seguro actúa en nombre del rey.

Por todas estas cosas, Ajimelej, le quiere demostrar a Shaul, que en ningún momento él pensó que David estaba conspirando contra el rey, es por eso que le brindó la ayuda que le pidió sin sospechar nada.

Malvim agrega a todo esto que, si realmente David debería ser considerado como un traidor, entonces el rey no debería haberle concedido todos esos cargos y honores.

Daat Mikrá resume que, si bien todos los argumentos que presenta Ajimelej son lógicos y válidos para su defensa; en realidad, él no es consciente que no está hablando delante de un juez, o alguien que está en sus cabales, sino que está frente a Shaul. Esto está insinuado en el texto, pues en el versículo anterior dice: dijo Shaul (es decir, el individuo que está cegado ante el pánico de perder el reino) mientras que el cohen dice: Respondió Ajimelej al rey es decir al juez, que debe tener la cordura y la lucidez como para entender los argumentos lógicos que le plantea.

Sin embargo, al ser que, el que está escuchando es Shaul, el que odia a David, cada palabra que dice Ajimelej, solo agrega más combustible al fuego e irrita más a Shaul que, ni siquiera puede mencionar el nombre de David, el cohen habla de él como alguien fiel como David, que es yerno del rey, cercano suyo y por lo tanto alguien que el rey debe querer, además, es el jefe de tu guardia, es decir, alguien importante en el palacio, y por último se le honra en tu casa es alguien a quien todos honran. Mientras que Ajimelej cree que se está defendiendo, sin darse cuenta, se está enterrando cada vez más.

Versículo 15: Rashí explica que se trata de una pregunta retórica, como con asombro. Es decir, no es algo nuevo para nadie, ni está oculto, que desde hace tiempo Ajimelej consultaba a Dios a pedido de David, pues él era el que comandaba al ejército en sus campañas contra los enemigos, por lo tanto, era natural que, antes de salir a la guerra, se consulte a Dios para saber si era correcto ir o si iba a entregar Dios a sus enemigos en sus manos. Es por eso que jura diciendo que lejos de él hacer semejante cosa como rebelarse o sublevarse contra el rey.

Malvim dice que, el cohen está diciendo que tanto él como la casa de su padre, a quienes el rey está tratando de implicar también, son inocentes y no son culpables de nada de eso.

Don Isaac Abarbanel hace notar que, con respecto a lo del pan y la espada que Shaul dijo, Ajimelej no respondió nada, y concluye que, de seguro le habrá dicho la verdad, que le dio pan porque estaba desfalleciendo y la espada porque pensó que estaba en una misión secreta del rey y le era necesaria para poder cumplir la misiva que Shaul le encomendó.

Nuevamente Ajimelej habla al rey, le presenta argumentos lógicos le deja en claro que él no sabía en absoluto que la relación del rey con David estaba rota. Por lo tanto, ¿cómo se le puede acusarnos de traición? De hecho, la ruptura de Shaul con David se conocía solo en un círculo muy limitado de los siervos cercanos del rey, y él había actuado de buena fe, de acuerdo con lo que él sabía. Sin embargo, el que lo estaba oyendo, no era el rey, el juez, sino Shaul, el que tiene su mente trastornada por el odio hacia David, por lo tanto, se encoleriza más aun al escuchar que se lo considera a David como alguien importante y que se consulta a Dios a pedido de él.

Versículo 16: Daat Mikrá señala que aquí lo llama: el rey pues se trata del veredicto que da el monarca, y lo juzga acorde a la ley del rey.

Shaul no se reconcilió. No creyó las palabras del cohen y pensó que su respuesta no era más que una aceptación de los cargos que pesaban sobre él. Lo que escuchó Shaul de todos los argumentos lógicos que le presentó el cohen, es que con sus propias palabras Ajimelej había aceptado que había hecho todo aquello que Shaul le había acusado en el versículo 13.

La sentencia de Shaul es fulminante: Morir morirás, no deja lugar a ninguna duda ni apelación.

Esta vez se dirige al cohen con su nombre: Ajimelej, pues se trata del veredicto del rey y debe ser claro, pero antes, cuando lo quería menospreciar, lo llamaba: hijo de Ajitub.

Versículo 17: El rey ordenó a sus siervos que lo asistían, que rodeen a los cohanim y que los maten.

Daat Mikrá sostiene que cuando Shaul dice: los sacerdotes del Señor se refiere, a que, a pesar de ser sacerdotes de Dios, ellos no han obrado como debían ni habían sido fiel a Dios, pues Dios fue el que lo ungió a él como rey, y estos cohanim, al aliarse con David para derrocarlo, están yendo en contra de Dios.

Cuando dice porque la mano de ellos también está con David se refiere a que, al igual que Yehonatan, como los 400 hombres que se le unieron a David, también los cohanim, están aliados a David.

Justifica su veredicto de pena de muerte para todos, pues considera que, incluso si los cohanim no podían detener a David, por lo menos tenían que haberle comunicado al rey lo sucedido, es por eso que dice: no me lo revelaron

Pero, en realidad, nadie informó de lo sucedido a Shaul, pues no pensaron que se trataba de una sublevación contra el rey, sino que, tanto Ajimelej, como los otros sacerdotes vieron esto como una historia extraña, pero asumieron que ellos no conocían todos los secretos del reino.

Aunque eran siervos de Shaul, y éste les dio una orden explícita, ellos temieron herir a los sacerdotes. Aparentemente, los sirvientes del rey se convencieron de los argumentos de Ajimelej, que los cohanim no estaban involucrados en ninguna rebelión.

Al respecto Rashí sita el Midrash, que dice que, los siervos de Shaul cuando escucharon la orden del rey, sabían que debían obedecer lo que el rey dice pues Dios ya había ordenado con respecto a la fidelidad al rey en Yehoshua 1:18 Todo hombre que se rebele contra tu palabra y no escuchare para hacer lo que has ordenado, morirá, no obstante, se cuestiona el Midrash preguntando: ¿esto debe ser así en toda circunstancia? ¿Acaso se debe obedecer al rey, incluso cuando se trate de una transgresión? A esto responde que la orden de obedecer al rey rige siempre y cuando se cumpla lo que dijo en el versículo anterior (Yehoshua 1:17) Solamente que el Eterno tu Dios, esté contigo tal como ha estado con Moshé. Es decir, siempre que no vaya en contra de las leyes de la Tora. Y en este caso, todos estaban de acuerdo que los cohanim no eran culpables.

Lo paradójico de todo este suceso, es que acorde a la ley del la Tora, el rey, una vez que destruye a Amalek, debe ser él el que construya el Templo de Dios y vele por el bienestar de los cohanim, sin embargo, en lugar de ello, Shaul manda a matar a los sacerdotes de Dios.

Shaul se aferra al poder, pero pierde la autoridad, constantemente temía al pueblo y ya es la segunda vez que sentencia categóricamente algo y no lo obedecen, la primera vez había sido cuando dijo que Yehonatan debía morir y el pueblo lo contradijo y le prohibió que haga nada malo contra Yehonatan.

Versículo 18: Los sabios en el Talmud Yerushalmi, tratado Sanedrín 10:2, señalan que, en hebreo, el nombre de Doeg está escrito Doieg, que quiere decir pescar, el midrash explica que, Shaul le dice a Doeg, tú has sido atrapado como un pescado, por la boca; así como con su boca los ha acusado y por la manera en que explicó los sucesos, hicieron que Shaul decida matar a los cohanim, entonces, será él el que tenga que matarlos.

Malvim continúa esta misma línea de pensamiento, y dice que, acorde a la Tora (Debarim 17:7), la mano de los testigos debe ser la primera en ajusticiar a los condenados, pues fue a causa de ellos que se otorgó ese veredicto.

Seguramente otros lo ayudaron a Doeg a matar a tantas personas, tal vez sus pastores o gente a su cargo, pues como dijo en el capítulo anterior, él era jefe de los rebaños de Shaul.

Cuando dice que vestían efod, Don Isaac Abarbanel dice que, no necesariamente los llevaban puesto en ese momento, sino que era un tipo de prenda que era utilizada por personas muy elevadas en el servicio a Dios, y todos aquellos cohanim que asesinó Doeg ese día, eran personas dignas de vestir ese tipo de prenda por su elevado nivel espiritual que tenían, y aun así, Doeg no se contuvo de realizar aquella matanza.

Si bien, los siervos del rey que estaban allí, habían obrado correctamente y con valentía cuando se negaron a obedecer la orden del rey, no obstante, ninguno de los allí presentes se atrevió a detener a Doeg y pararse frente a él para impedirle matar a los cohanim, sobre ellos sentencia el rey Salomón en Mishlé 29:12 El gobernante se deja llevar por las mentiras que ha escuchado, todos sus siervos son malvados.

Lo más probable, es que Yehonatan no haya estado allí, pues Shaul ya no confiaba en él, tal como dijo antes en el versículo 8: mi hijo ha instigado a mi siervo contra mí para tenderme una emboscada.

El Talmud, en Sanedrín 106b dice que, Doeg no llegó a la mitad de sus días, sino que murió antes de tiempo, tal como dice en salmos 55:24 Y Tú, Dios, hazlos descender al pozo del sepulcro, Los hombres sanguinarios y falsos, no llegarán a la mitad de sus días…

Más aún dicen los sabios en Sanedrín 90a, Doeg es uno de los pocos que, a causa de su maldad, no tiene ninguna parte en el mundo venidero.

De esta forma, Shaul se hace odioso, ya no solo para los profetas y sus discípulos, sino también para los cohanim, es por eso que, Dios ya no le responderá cuando Shaul acude en ayuda de Dios, ver más adelante en 28:6 E inquirió Shaul al Señor y no le respondió, tampoco en sueños, ni tampoco por medio de los Urim Vetumim.

Versículo 19: Don Isaac Abarbanel dice que, el motivo por el cual Shaul decide destruir completamente a la ciudad de Nob, es para que todo Israel, y principalmente la tribu de Yehudá lo escuche y teman proteger a David, sino que lo entreguen inmediatamente a Shaul apenas lo vean o sepan algo de él.

Radak sostiene que, el motivo por el cual Shaul no teme ni le tiembla la mano en matar a tantos cohanim, es porque, él sabía la profecía de Dios por intermedio de Shmuel en 3:8 que, toda la descendencia de Eli el sacerdote, morirían Por eso he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de su casa no será expiada jamás, ni con sacrificio ni con ofrenda.

Daat Mikrá dice que el encargado de llevar a cabo esa destrucción también fue Doeg, que llevó junto a él otros secuaces malvados como él para destruir toda la ciudad.

Shaul quema y destruye todo, para que todos sepan y aprendan la lección de Nob, y que no digan que destruyó la ciudad solamente para quedarse con sus bienes.

El motivo por el cual repite dos veces en el versículo que los hirió a filo de espada es para denotar la crueldad con la que obró Shaul, mientras que, contra los malvados de Amalek tuvo misericordia, con los sacerdotes de Dios y los que se dedican a la fe verdadera, aquellos piadosos que están cercanos a Dios, con ellos obra con la mayor crueldad y salvajismo.

Los sabios en el Talmud Iomá 22b dicen: con respecto a Amalek está escrito (Shmuel 15:9): Y se apiadó Shaul y el pueblo de Agag, de lo mejor de las ovejas, de los bueyes, de los animales engordados, de los corderos y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir por completo. En aquel momento una voz celestial dijo: No seas demasiado misericordioso… luego con respecto a la ciudad de Nob, está escrito: Y a Nob, ciudad de los sacerdotes, la hirió a filo de espada, tanto a hombres como a mujeres, tanto a infantes como a niños de pecho; también bueyes, asnos y ovejas hirió a filo de espada. En aquel momento una voz celestial dijo: No seas demasiado malvado. Rabí Shimón ben Lakish dijo: Todo aquel que actúa con misericordia con los malvados, finalmente actuará despiadadamente con los justos.

Versículo 20: Daat Mikrá dice que el versículo no especifica de dónde huyó Ebiatar, si escapó cuando mataron a Ajimelej en Guibeá (versículo 18) o si huyó cuando vinieron a destruir la ciudad de Nob.

Versículo 21: Ebiatar dice que fue Shaul el que mató a los cohanim, pues fue por su orden que se realizó esa masacre, por lo tanto, él es el responsable.

Versículo 22: Don Isaac Abarbanel alaba a David y sostiene que tal como dijimos varias veces en distintas ocasiones, a diferencia de Shaul, David reconoce sus errores, aun aquellos en los que él no tenía la culpa, sino que, como en este caso, fue algo completamente sin querer lo que desembocó este trágico suceso, de todas maneras, David se siente responsable.

Anteriormente en el versículo 21:8 explicamos cuando David se percata de que allí estaba Doeg, teme por su vida y le pide una espada o cualquier arma que tenga a mano Ajimelej, para poder defenderse en caso de que Doeg lo quiera atrapar a para llevarlo ante Shaul que lo buscaba. Entonces, David, ahora se arrepiente de haber pensado solo en él y no haberse dado cuenta que también la vida de todos aquellos cohanim corrían peligro a causa de Doeg, el malvado.

Versículo 23: Rashí explica que la intención de las palabras de David, es decirle a Ebiatar que se quede con él, porque el que me ama, te amará a ti y el que me brinde protección y ayuda, también te la brindará a ti.

Daat Mikrá agrega que David le promete que lo cuidará como a sí mismo, y esto por dos motivos:

a. Porque él se siente responsable por lo que le pasó a Ebiatar y a los cohanim de Nob.

b. Porque ambos tienen el mismo enemigo.