Versículo 1: Acorde a la opinión de Daat Mikrá es factible que en el último dialogo de David con Shaul, que fue relatado al final del capítulo anterior, hayan hablado otras cosas que el texto no mencionó. Otros comentaristas contemporáneos sugieren que este versículo se refiere al diálogo anterior, el que tuvo David con Shaul antes de salir a luchar contra Goliat y que fue relatado en 17:32. Pues allí vemos que David habla palabras profundas, llenas de contenido y de devoción a Dios, y era esa precisamente la manera de ser y de expresarse de Yehonatan, tal como dijo anteriormente en 14:6 Y Yonatán dijo al joven, su escudero: Ven y pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá el Señor obrará por nosotros, pues el Señor no tiene impedimento en salvar con muchos o con pocos.

Esto hace despertar en el corazón de Yehonatán un profundo sentido de admiración y apego con David, pues comparte con él los mismos ideales y la misma manera de pensar y obrar.

Lejos está esto de lo que afirman los de mente obtusa quienes, arrastrados por sus depravados pensamientos, quieren achacar en David y Yehonatán una actitud que nada tiene que ver con la realidad ni con lo que el texto expresa. Esta gente, cuyos conocimientos de las escrituras son realmente escuálidos, ridículos y morbosos, quieren insinuar que, Yehonatán tenía un sentimiento homosexual hacia David, ¡nada más lejos de la realidad! Sino que, como dijimos anteriormente, la admiración, el apego y la profunda amistad que se puede dar entre dos hombres, cuando está sustentado en los valores que comparten y la valentía y lealtad que demuestran ante sus amigos y camaradas, es más profundo y duradero que el amor que puede tener un individuo con su cónyuge, pero nada tiene que ver eso con la homosexualidad.

Daat Mikrá explica que, es precisamente por eso que duplica y vuelve a repetir en el mismo versículo la palabra: Alma para dejar en claro, que no se trataba de un sentimiento pasional o carnal, sino más bien de una situación espiritual.

Esto se ve expresado en el cambio de nombre de Yehonatán, que, a partir de ahora, será llamado Yehonatan, es decir se le agrega la letra hebrea: ה (he), de esta forma, su nombre comienza con las tres primeras letras del Nombre de Dios. Lo que nos denota un profundo sentido de espiritualidad. En su apego a David, Yehonatán se sentía más elevado y espiritual, cercano a Dios.

Versículo 2: Don Isaac Abarbanel explica, que, tal como había anticipado antes en 14:52 Y cuando veía Shaul algún hombre fuerte o valiente, lo unía a su servicio, es por eso que, al quedar demostrada la valentía y bravura de David, y que no era solo un muchacho que sabe tocar linda música, era de suponer que inmediatamente sería alistado y enrolado en el ejército y ya no regresaría de vez en cuando a su casa, como dijo en 17/:15 pero David iba y venía de donde estaba Shaul para apacentar el rebaño de su padre en Beth Lejem.

Además, por ser que Shaul había prometido que, aquel que derrotara a Goliat se convertiría en su yerno, es por eso que no le permite volver a su casa a pastorear ovejas, pues al convertirse en futuro yernos del rey, ya desde ese momento adquiriría de un grado de nobleza.

Versículo 3: Este versículo retoma el tema anterior y nos cuenta acerca de Yehonatán, quien durante el capítulo anterior había quedado opacado y sin mencionar, (tal vez porque Shaul no se lo permitió o que le había contagiado su temor) pero ahora David logra despertar en él esa personalidad que Yehonatán ya poseía pero que había quedado adormecida u opacada, es por eso que decide hacer un pacto, un compromiso, de que siempre serán aliados, y que se ayudarán uno al otro. Yehonatán no quiere perder a aquel que le devolvió su espíritu, aquel que hizo que su alma vuelva a palpitar y sentir ese fervor por Dios que siempre había tenido.

Versículo 4: Era tal la admiración, el entusiasmo y respeto que Yehonatán sentía por David, que quería brindarle tributo y honor, es por eso que se quita sus símbolos de nobleza y se los otorga a David, no uno ni dos, sino que, le otorga todos sus honores a David.

Algo similar podemos notar en la Meguilat Ruth, cuando el rey Ajashverosh pregunta cómo honrar a alguien a quien el rey tiene en alta estima, y le dicen que sea vestido con la ropa del rey y que sea montado en el caballo del rey.

Daat Mikrá sostiene que, la faja era lo que sostenía la espada a su cuerpo. A diferencia de la vez anterior, antes de que salga a la guerra contra Goliat, cuando Shaul le entregó su propia armadura, David finalmente se la devolvió, no fue así con los regalos que el otorgó Yehonatán, sino que David los conservó para sí.

Malvim agrega, que este gesto, no era algo meramente de la indumentaria, sino que representaba que David sería como el mismo Yehonatán y gobernaría sobre todas sus cosas.

Versículo 5: Malvim explica que, al ser que David era tan buen guerrero, Shaul le encomendaba varias misiones y en todas ellas David siempre tenía éxito. Y a pesar de que David era exitoso, eso no lo hizo engreído o vanidoso, sino que el pueblo lo quería y se sentía a gusto con él.

Shaul lo pone a David a cargo de los hombres de guerra; no solo para que los dirija, sino, y por sobre todo, para que también les infunda el valor y confianza con la que estaba imbuido David.

Daat Mikrá agrega que, no solo el pueblo, sino también los ministros del rey lo veían a David con buenos ojos, pues lo normal era que, los demás ministros le tengan envidia o recelo, pues podría quitarle sus puestos o sería el favorito del rey, etc. sin embargo, no fue así, sino que también ellos lo respetaban y le tenían en gran estima.

Es posible que este versículo no esté en ubicado cronológicamente y que en realidad es un resumen de lo que acontecerá, pues es en versículo 13 en que Shaul lo pone a David como jefe de miles y luego en el versículo 16 nos relata que todos lo querían a David.

Es interesante notar que el versículo recalca que David le caía bien a todos… menos a Shaul.

Versículo 6: Malvim nos dice que este versículo viene a relatarnos cómo la euforia del triunfo ante los Pelishtím queda opacada y nuevamente Shaul vuelve a sumergirse de lleno en sus depresiones y delirios acerca del trono. Y ocurre precisamente cuando Shaul decide volver a su palacio y es entonces cuando se prepara la gran fiesta de triunfo y el desfile triunfal en donde acuden de todas las ciudades al palacio, o tal vez cuando pasaban por cada ciudad o aldea, eran recibidos por los lugareños con grandes festejos, alegrías y fiestas. No obstante, el versículo pone hincapié que las mujeres, como así todos los que salían a festejar, lo hacían dándole todo el honor al rey, que era Shaul, pues era bien sabido que no se le otorgan honores a nadie delante del rey, mucho menos a uno de sus súbditos, a no ser que el propio rey sea el que lo haga o exija que se le rindan honores a su ministro o persona de su agrado.

Daat Mikrá dice que, en la antigüedad era común, que las mujeres salieran al encuentro de los soldados que regresaban triunfales de la guerra, muchas veces eran sus maridos, padres o hermanos los que regresaban de la guerra, y salían a festejar con ellos que pudieron liberarse de las garras de sus enemigos, tal como sucedió en el caso de Iftaj en Shofetim 11:34.

Versículo 7: Daat Mikrá explica, que era común, que las mujeres cantaran en coro, en donde unas respondían a las otras, es decir, unas cantaban: Shaul ha matado a sus miles, y otras le respondían a coro: y David a sus diez miles, algo similar sucedió cuando el pueblo de Israel cantó a orillas del mar Rojo el cántico a Dios por haberlos salvado de sus enemigos y haber hundido a los egipcios en el mar.

Malvim, explica que Shaul interpretó mal lo que aquellas mujeres cantaban, pues ellas nunca pretendieron ofenderlo ni jamás se atreverían a menospreciar al rey en su cara, sino que lo que ellas expresaban es que, cuando Shaul y su hijo Yehonatán habían luchado contra los Pelishtím, eran tan solo 3.000 y lograron derrotarlos, tal como relató antes en 13:2, mientras que cuando David se enfrentó a los Pelishtím, estaban junto a él decenas de miles de soldados.

Versículo 8: Daat Mikrá dice que tal vez esto Shaul lo pensó para sí mismo, o que tal vez se lo comentó a la gente de su confianza.

Radak dice que, a ojos de Shaul, le habían otorgado toda la victoria y grandeza a David (que en realidad era el que tenía todo el mérito del triunfo) y que lo único que falta es que lo proclamen rey…

Malvim continúa esa línea de pensamiento y dice que, normalmente, el líder del pueblo es aquel que debe reinar y si la mayoría del pueblo está con él, entonces el reino en potencia le pertenece y que sólo queda pasarlo a acto…

Versículo 9: Ralbag dice que, Shaul, desde ese momento, veía mal a David y solo buscaba cómo hacerlo caer o dañarlo, ya sea matándolo él mismo o haciendo que caiga en manos de los Pelishtím, quienes no lo dejarían con vida.

Don Isaac Abarbanel y Malvim sostienen que, al escuchar lo que las mujeres consideraban a David mejor él, inmediatamente le vino a la mente la profecía de Shmuel y desde ese día sospechó Shaul que David era ese individuo le había profetizado en 15:28 al decir: Hoy el Señor ha cortado de ti el reino de Israel, y lo ha dado a tu prójimo que es mejor que tú. Si bien Shaul sabía que el reino le sería quitado, no obstante, Shaul pensaba que se le quitaría a él pero no a su hijo Yehonatan, es por eso que él lucha contra David sin pensar por ello que está yendo en contra de la voluntad de Dios

Versículo 10: Malvim dice que, no era de extrañar que la angustia y la depresión se apoderen de Shaul, luego de pensar constante y obsesivamente en que David era su enemigo y lo destronaría.

Los comentaristas, Rashí, Radak y Metzudat David, sostienen que Shaul, presa de su pensamiento obsesivo contra David, hablaba tonterías, tal vez, hablaba consigo mismo, y sus sirvientes escuchaban solo palabras entrecortadas acerca de alguien que le quitaría el reino, y el rey haciendo movimientos bruscos y nerviosos, pensaron que estaba profetizando.

Don Isaac Abarbanel en cambio, explica que, en realidad, Shaul tenía muy en mente la profecía de Shmuel, y al ver a David, ya visualizaba su futuro, y que le quitaría su reino, es por eso que dice: profetizaba dentro de su casa pues aquel que dice lo que sucederá en el futuro, lo suelen llamar profeta.

Daat Mikrá comenta que, la lanza, siempre estaba al alcance del rey, como dice más adelante en 26:7, era una especie de símbolo del poder, como el cetro que usaban los reyes o los presidentes hoy en día.

Lo que llevó a todo esto, fue el miedo de Shaul por perder el poder, es por eso que el versículo especifica Y la lanza estaba en mano de Shaul es decir, Shaul estaba aferrado a la lanza, que era lo que representaba el poder…

Versículo 11: Hay quienes opinan que no fue un ataque planeado y calculado, sino un acto impulsivo que vino de una inclinación de su mente trastornada con la idea de perder el trono. David, que era un joven ágil y también consciente de los ataques de Shaul, logró esquivarlo.

Normalmente hubiéramos esperado que el versículo se exprese de otra manera: dijo Shaul: Clavaré a David en la pared y arrojó la lanza, pues lo lógico es que primero nos diga su pensamiento y luego la acción, pues el pensamiento antecede a la acción, sin embargo el versículo nos dice primero la acción y luego la intención, esto se debe a que, tal como lo explica Don Isaac Abarbanel, Shaul arrojó la lanza, como si fuera que estaba practicando, pero su intención era clara y perfectamente premeditada de matar a David y estamparlo contra la pared atravesado por la lanza. Sin embargo, David estaba compenetrado en la música y el instrumento musical hacia donde dirigía su vista, y no notó que Shaul arrojó la lanza con alevosía y por ser que David era muy ágil, como lo relató en su lucha contra el león, el oso y contra Goliat, rápidamente pudo esquivarla dos veces y no salir herido.

Malvim, continúa con esta misma línea de pensamiento, en que Shaul hacía como que estaba practicando y entrenando, arrojando su lanza contra la pared, sin ninguna mala intención, pero en realidad lo que perseguía era herir a David, quien se encontraba concentrado en la música y no se percató de lo que hacía Shaul, no obstante, Dios, con Su providencia Divina, hizo que David se agache a recoger algo o se de vuelta fortuitamente, justo en el preciso momento en que la lanza lo iba a alcanzar si se quedaba allí. De ese modo, David, no se dio cuenta que estaba siendo motivo de un ataque premeditado, mientras que Shaul pudo observar que Dios, providencialmente, lo protegía a David, es lo que dirá en el próximo versículo: Mas Shaul temía a David, porque el Señor estaba con él.

Versículo 12: Don Isaac Abarbanel dice que, al ver Shaul que Dios había hecho que David, sin percibir la lanza, se agachara o que se corriera justo en el momento en que la lanza le pegaría, supo que Dios se había apartado de él y ahora estaba con David y lo protegía, le quedó más claro aun que David reinaría en su lugar y que Dios ya estaba con el nuevo rey, tal como al principio había estado con él como dijo en 10:10 o en 11:6 Y el Espíritu de Dios invistió a Shaul

Shaul sufría por su condición y deterioro, y envidiaba al joven y talentoso David que creció y triunfó ante sus ojos.

Daat Mikrá señala, que anteriormente, en el versículo 9 había dicho: Shaul veía a David con recelo ahora, ese recelo se transformó en temor y envidia.

Versículo 13: Daat Mikrá señala que, la desazón de Shaul iba en aumento y en su frenesí había llegado a suponer que David era el causante de que el espíritu de Dios se haya apartado de él, es por eso que decide quitarlo de su vista y alejarlo.

Si bien el cargo de jefe de miles era algo importante, no obstante, David ya no sería de aquellos que estaban ante la presencia del rey. Además, en esa posición de responsabilidad y decisión, Metzudat David y Ralbag dicen que eso expondría a David a estar en contacto con el enemigo o a cometer errores.

Daat Mikrá, citando a Rashí, dice que tal vez, Shaul temió que un rapto de ira, llegue él mismo a matar a David, es por eso que lo quita de su presencia, para que no llegue él mismo a matarlo o herir a David y crear así un problema mayor, pues como dijimos antes en el versículo 5 David fue agradable a los ojos de todo el pueblo y también a los ojos de los siervos de Shaul.

Versículo 14: Don Isaac Abarbanel explica que esto se veía reflejado por un lado, en sus acciones, que eran producto de una gran inteligencia y por el otro lado, en cuanto a sus cualidades, que tenía a Dios presente en todo momento, era temeroso de Dios, lo que le impedía hacer cosas malas o actuar indecentemente, aun cuando estuviera en la más completa intimidad y secreto.

Rashí, dice que se refiere a que David prosperaba en todo lo que se proponía, y eso era una señal inequívoca de que Dios estaba con él y por eso prosperaba, tal como había sucedido con Yosef en Egipto, bajo su amo Potifar.

Malvim destaca que anteriormente en el versículo 5 había dicho: adondequiera que Shaul le enviaba, prosperaba antes era Shaul el que lo enviaba, por lo tanto, los éxitos que David cosechaba, eran atribuidos a la astucia y estrategia de Shaul, pero ahora, nos recalca que David se destaca en su propio camino, pues ahora es él el que está a cargo, y actuaba con inteligencia y con providencia Divina.

Versículo 15: Shaul observó que el éxito lo acompañaba constantemente a David y Shaul se llenó de temor de él, quizás por su propia inseguridad que había acompañado a Shaul desde que fuera ungido rey. El agobio de Shaul iba en aumento pues, David le reflejaba lo que a él mismo le hubiera gustado ser.

Don Isaac Abarbanel agrega que, Shaul sabía que David no buscaba matarlo, no temía a David por su valentía o bravura, pues no era eso lo que lo abrumaba, sino por la astucia e inteligencia que demostraba David, y todo eso le iba confirmando cada vez más que ese era aquel individuo que Shmuel le había vaticinado en 15:28: Hoy el Señor ha cortado de ti el reino de Israel, y lo ha dado a tu prójimo que es mejor que tú.

Daat Mikrá recalca que anteriormente en el versículo 12 había dicho: Mas Shaul temía a David y ahora dice un grado más alto: le tenía pánico. Tal vez el pueblo lo haría sentar a David en el trono en lugar suyo…

Versículo 16: En contraposición de Shaul, que odiaba y temía a David, el resto del pueblo lo amaba y admiraba. No solo su tribu, pues eso sería algo lógico, sino que todo Israel lo tenía en gran estima a David.

Todos vieron su éxito tanto el militar como en otras áreas.

Malvim, señala que ese gran amor del pueblo por David, era el motivo por el cual Shaul no podía hacer nada para sacárselo de encima.

Versículo 17: Don Isaac Abarbanel dice que, luego que Shaul vio que no pudo matarlo con su lanza simulando un accidente, entonces pensó en otra estrategia para deshacerse de David. No obstante, con respecto a la promesa anterior que había hecho cuando Goliat desafiaba al ejército de Israel diciendo 17:25: El rey colmará con grandes riquezas al que lo mate, le dará su hija y hará libre en Israel a la casa de su padre sostiene Abarbanel, que se refiere a una de dos, o que eso lo rumoreaba o lo supuso la gente pero que en realidad el rey nunca lo dijo, o que, en realidad, sí lo dijo Shaul, pero utilizando un lenguaje figurativo o exagerado, no que se refería literalmente a que le daría a su hija por esposa; pues los reyes suelen hablar así, tal como en la Meguilat Esther el rey Ajashverosh le promete a Esther otorgarle hasta la mitad de su reino. Prueba de que no era su intención dar a su hija por esposa a quien luchase con Goliat es que, cuando David está ante Shaul, para ofrecerse ir a luchar contra el Pelishtí, Shaul no le menciona para nada el tema del casamiento con su hija, no antes de la lucha ni luego de haber derrotado a Goliat.

Malvim, en cambio, sostiene que, si bien Shaul había prometido dar su hija a quien derrote Goliat, no obstante, no había dicho a cuál de sus dos hijas, tal vez se refiera a la hija menor, por lo cual debería esperar hasta que le llegase el momento de casarse… No obstante, aquí agrega algo más, la hija mayor, la que ya está en edad y en turno de casarse, es por eso que puede poner ahora otra condición a cambio, pues está ofreciendo algo que no estaba incluido en la promesa anterior.

Daat Mikrá agrega, que la hija mayor, tenía una ventaja sobre la menor, y es que su condición de mayor le proporcionaría un rango superior al de la menor y la acercaba (y al que se casase con ella) a la línea del trono.

El versículo atestigua que, en realidad, la verdadera intención de Shaul, no era darle a su hija a David por el amor que le tenía, como aparentaba en público, sino que, en realidad, quería hacerlo caer en manos de los Pelishtím.

Al decir: con tal que me seas hombre valiente y pelees las batallas del Señor se refiere, a que siga siendo así de valiente y osado en contra de los enemigos de Israel, que, tal como dijo David en 17:45 yo vengo a ti en el Nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has blasfemado. Pues, aquel que lucha contra el pueblo de Israel, en realidad está luchando contra Dios.

Versículo 18: Si bien Malvim dice que David, no rechazó la propuesta de Shaul, sino que, tal como dice Daat Mikrá, por una cuestión de respeto y de humildad, David, le dice a Shaul, que es un honor mucho más alto de lo que realmente merece él. De aquí vemos, que en realidad, David no esperaba realmente el honor de desposar a la hija del rey a cambio de derrotar a Goliat, sino que ya se había hecho a la idea de que no se la darían y se resignó a ello y lo aceptó de buena fe.

Versículo 19: Los comentaristas se preguntan acerca de cómo es posible que el rey no cumpla sus promesas, esto es algo muy malo para su reputación, por lo tanto, se dividen los exégetas acerca de cómo explicar lo sucedido, sin que ello implique un incumplimiento por parte del rey; así encontraremos que, Metzudat David, Don Isaac Abarbanel y Malvim, explican que lo que sucedió, es que antes que fuera dada a David, Merab tomó la iniciativa, y por propia voluntad se comprometió con Adriel, sin el conocimiento del rey, es por eso que no le pudo ser dada a David.

Otros, como Daat Mikrá, sostienen que en realidad fue Shaul el que la entregó a Adriel, pues había pensado que David, al no responder, había desechado aquel ofrecimiento, pues no se veía digno de tal honor y, por lo tanto, no estaba dispuesto a aceptarlo.

Versículo 20: Daat Mikrá dice que, si bien sabemos de otras mujeres que amaron a hombres, tal como Sara a Abraham, Ribka a Itzjak, etc., es interesante notar que, Mijal es la única mujer en la Biblia que el texto dice literalmente que lo amó.

A diferencia de Merab que prefirió casarse con otro hombre, Mijal amaba a David.

Cuando Shaul supo que Merab se había comprometido con otro, y que podría ser dada a David, sintió que lo que había fraguado: No será mi mano contra él, sino que sea contra él la mano de los Pelishtím se había frustrado. Sin embargo, cuando se enteró que Mijal amaba a David, entonces se alegró, pues vio la posibilidad de hacer renacer su plan.

Versículo 21: Es de notar que, era tal el odio que Shaul profesaba por David, que, en su delirio e insensatez, no le importó los sentimientos de su hija, y estaba dispuesto a dejarla viuda con tal de llevar a cabo su malévolo plan.

Shaul se dijo a sí mismo, que su plan podría concretarse.

Daat Mikrá hace un resumen acerca de cómo los comentaristas explicaron la expresión: por dos serás mi yerno hoy Rashí y Radak sostienen que, Shaul le ofrece a David que elija a una u otra de sus hijas y él se la entregará como esposa, es decir, cuando dice: por dos serás mi yerno quiere decir: con una de las dos.

Otros opinan que se refiere a que, al ser que Merab ya fue dada a Adriel, entonces, a David le será dada la segunda. Por lo tanto, cuando dice: por dos debe entenderse: por la segunda.

Una tercera opción que dice Daat Mikrá, es que Shaul pretende poner una segunda condición a David para que sea su yerno, una fue la que había dicho antes en el versículo 17 que me seas hombre valiente y pelees las batallas del Señor y la otra es la que planteará en el versículo 25: El rey no desea dote alguna, sino cien prepucios de los Pelishtím es por eso que le dice: por dos serás mi yerno, es decir, con estas dos condiciones.

Versículo 22: Malvim explica que, al ser que David no respondió nada a esta propuesta de Shaul, es que el rey envía secretamente a sus ministros para que intenten convencer a David de que acepte.

Versículo 23: Daat Mikrá dice que, David era muy humilde, y a pesar de que provenía de una destacada familia de Yehudá, les explica a los ministros de Shaul que él es una persona sencilla, que no proviene de una familia noble, ni tampoco dispone de medios para poder otorgar al rey una dote apropiada y digna para la hija de un rey. Tal como Yaacob, que para mostrar la importancia de Rajel y la gran estima que le tenía a Rajel, le ofrece a Labán una dote muy alta, siete años de trabajo por su hija.

Versículo 24: Lo que podemos notar de este versículo es que, los enviados de Shaul, no pretenden convencer a David, porque vieron que los argumentos que les había planteado tenían lógica, desposar a la hija del rey implica un rango y dote especial y ellos no podían, ni tenían la potestad para decidir dejar a un lado la honra que le correspondía al rey, a no ser que el propio monarca lo consienta y esté dispuesto renunciar a la dote que le corresponde por su hija. Es por eso que regresan y le explican el inconveniente a Shaul: no es que David no quiere desposar a Mijal, el problema es que no se siente digno y no está en condiciones de otorgar una dote que sea acorde al rango del rey.

De esta manera, el rey sería el que decida lo qué hacer: si está dispuesto a desistir de su honor para que David sea su yerno, o no.

Versículo 25: Don Isaac Abarbanel explica que Shaul encomienda a sus ministros que le insinúen a David que el rey lo quiere como yerno y, por lo tanto, debe renunciar a casarse con Mijal a causa de la dote, pues el rey no le interesa oro o dinero.

Daat Mikrá sostiene que el motivo por el cual Shaul le pide justamente cien prepucios, es precisamente porque quería que David caiga en manos de los Pelishtím y así eliminarlo. Shaul estaba seguro que David no podría contra cien Pelishtím, y la manera de asegurarse de que los mató es trayendo eso, pues denotaría que están muertos, y al traer los prepucios, esa sería la prueba que se trata de Pelishtím, pues los hombres de Israel estaban todos circuncidados.

Malvim opina que el motivo de pedirle que traiga sus prepucios, es justamente para que David se convierta en alguien muy odioso para los Pelishtím, pues si bien en una guerra caen unos ante otros, el hecho de mutilar de esa manera a los caídos hará que lo aborrezcan más y quieran vengarse de él en forma acérrima.

Otro objetivo que perseguía Shaul con esto, es que los Pelishtím vean que David estaba luchando contra ellos por un tema particular de él, no en nombre de todo Israel, por lo tanto, los Pelishtím se concentrarían solo en él y no en el resto del pueblo, como si se tratase de un conflicto personal, en donde tampoco el resto de los soldados de Israel tengan que participar, pues sería algo particular, solo contra David, por lo que hizo.

Daat Mikrá dice que, los antiguos egipcios actuaban de esa manera con sus enemigos, una vez que caían, les arrancaban el miembro, denotando de esa manera un desprecio mayor aún, pues querían demostrar que no eran hombres, sino débiles y cobardes como mujeres.

El midrash también atribuye este tipo de actitud al pueblo de Amalek.

Es la tercera vez que Shaul planea hacer caer a Davis en manos de los Pelishtím (ver versiculos17 y 21)

Versículo 26: Don Isaac Abarbanel dice que, David, ingenuamente no se dio cuenta de la trampa que le había tendido Shaul. Al contrario, nos habla del aprecio y gran estima que David sentía por el monarca, y cómo consideraba un gran honor poder convertirse en yerno del rey.

Daat Mikrá ve aquí un juego de palabras en donde compara a Shaul con David. En el versículo 20 Shaul dijo: Y Mijal, hija de Shaul, amaba a David. Y le fue dicho esto a Shaul, y a él eso le agradó. Y dijo Shaul: Se la daré para que le sea de señuelo y que la mano de los Pelishtím sea contra él y aquí con David dice: le agradó a David ser yerno del rey. La diferencia es que, el agrado de Shaul es para destruir a David, mientras que el agrado de David es para honrar a Shaul.

Rashí, dice que era tal el entusiasmo de David, que no esperó hasta que se cumpliera el plazo designado, sino que aun antes de eso, ya había cumplido su parte.

Versículo 27: Podemos notar la gran predisposición de David por cumplir lo que el rey le encomendó, utiliza dos verbos en lugar de uno: se levantó y fue.

Daat Mikrá recalca que esto que expresa aquí, no contradice lo que dice en Shmuel II 3:14 Y David envió mensajeros a Ishboset, el hijo de Shaul, diciendo: Entrégame a mi esposa Mijal, a la cual desposé por cien prepucios de los Pelishtím,pues la dote estipulada por Shaul fueron cien, y eso David lo cumplió, no obstante, trajo el doble, pues como dicen los sabios: los justos hablan poco y hacen mucho.

Radak explica que David envió, por intermedio de sus hombres los prepucios a Shaul, por eso dice: trajo y luego agrega y se los entregó.

Don Isaac Abarbanel dice que el motivo por el cual le entrega 200 cuando en realidad Shaul había pedido solo 100, es, por un lado, para demostrarle que era un guerrero valiente que hacía aun más de lo que se le encomendaba, pues eso le había dicho Shaul en el versículo 17: con tal que me seas hombre valiente, y por el otro lado, demostrarle su gran éxito y habilidad, para ser digno y que el rey se sienta orgulloso de su futuro yerno.

Versículo 28: Ralbag explica, que esto acrecentó aun más los temores de Shaul, y comprendió en forma clara, que David sería rey, pues triunfaba aun más de lo normal, y todos lo amaban a David, aun su propia hija Mijal, y esto sería algo más a favor de David, pues ahora su propia hija podría advertirle a David y confesarle los secretos de su padre.

Daat Mikrá dice que por fin Shaul vio lo que todos ya le habían dicho 16:18: Y respondió uno de los mancebos y dijo: He aquí, he visto a un hijo de Ishai, de Beth Lejem, que sabe tocar, es fuerte y valiente, un hombre de guerra, erudito en su hablar, hombre bien parecido y el Señor está con él. Esta frase se repite varias veces en este capítulo y pareciera ser que es el eje conductor de todo este suceso.

Daat Mikrá sostiene que el motivo por el cual especifica el versículo que Mijal era la hija de Shaul, es justamente para denotar que, a pesar que su padre odiaba a David, ella lo amaba.

Radak dice que estos dos motivos fueron los que aumentaron el temor de Shaul:

a. Que Dios estaba con David

b. Que Mijal, su hija amaba a David, por lo tanto, no podría contar con ella para hacer caer a David.

Malvim, agrega que, Shaul comprende también que Dios había dado vuelta su plan, él pretendió ofrecerle convertirse en yerno del rey para de esa manera hacerlo caer a David, pero lo que ocurrió fue justo lo contrario, y más aun, al ser el yerno del rey, eso lo acerca más al trono y lo califica para poder ocupar ese cargo.

Versículo 29:

A lo largo de este capítulo podemos notar cómo Shaul va cambiando su sentimiento hacia David.

En el versículo 2 dice: Y Shaul lo tomó aquel día y no lo dejó volver a casa de su padre.

En el versículo 9 dice: Desde ese día en adelante Shaul veía a David con recelo.

En el versículo 12 dice: Mas Shaul temía a David, porque el Señor estaba con él

En el versículo 13 dice: Por tanto, Shaul lo alejó de su presencia

En el versículo 15 dice: y vio Shaul que él prosperaba mucho, tenía pánico de él.

En el versículo 17 dice: No será mi mano contra él, sino sea contra él la mano de los Pelishtím.

En el versículo 25 dice: Pero Shaul pensaba hacer caer a David en manos de los Pelishtím.

En el versículo 28 dice: Vio Shaul y comprendió que el Señor estaba con David, y Mijal, hija de Shaul lo amaba,

En el versículo 29 dice: temió Shaul aún más a David. Y fue Shaul enemigo de David todos los días.

Por otro lado, podemos observar a lo largo de este capítulo que

Yehonatán quiere a David: Versículo 1: Y aconteció que cuando acabó de hablar con Shaul, el alma de Yehonatán quedó ligada al alma de David, y Yehonatán lo amó como a su propia alma.

El pueblo y todos los ministros del rey aprecian a David, versículo 5: Y fue agradable a los ojos de todo el pueblo y también a los ojos de los siervos de Shaul.

Todo el pueblo y la tribu de Yehudá ama a David versículo 16: todo Israel y Yehudá amaban a David, porque él salía y entraba delante de ellos y

por último en el versículo 20 también Mijal: Y Mijal, hija de Shaul, amaba a David.

En resumen, en este capítulo podemos observar claramente el contraste entre Shaul y el resto de su gente. David cosechaba el amor y cariño de todas las personas allegadas al rey, tanto sus hijos como sus ministros, también el pueblo y las distintas tribus lo quieren; mientras que, por otro lado, Shaul, le teme, lo odia y lo quiere matar.

Si bien Shaul sabía que el reino le sería quitado, tal como Shmuel se lo había profetizado, no obstante, Shaul pensaba que se le quitaría a él pero no a su hijo Yehonatan, es por eso que él lucha contra David sin pensar por ello que está yendo en contra de la voluntad de Dios.

Versículo 30: Radak dice que, los Pelishtím salían a saquear distintos campos y aldeas de Israel, y entonces David los atacaba o emboscaba, liberando a los de Israel del saqueo como así también infringiéndoles bajas a los Pelishtím.

Daat Mikrá opina que, al escuchar los Pelishtím que David se había casado, entonces supusieron que estaría ocupado en ello y no saldría a la guerra, acorde al precepto bíblico en Debarim 24:5 Cuando un hombre desposare a una mujer, no saldrá con el ejército, ni se le impondrá ningún deber; quedará libre en su casa por un año para hacer feliz a la mujer que ha tomado , entonces, pensaban los Pelishtím que al no salir David a la guerra, esto les daría a ellos una ventaja por sobre Israel, es por eso que escogen precisamente ese momento para salir a la guerra. Pero David actúa astutamente, pues acorde a la ley judía, ese mandamiento Bíblico de no salir a la guerra durante el primer año de casado, no se aplica en caso de una guerra en la cual es un precepto luchar en ella, como ser la conquista de la tierra de Israel o la defensa del pueblo, es por eso, que David, a pesar de estar recién casado, sale a la guerra y los derrota.

Malvim sugiere que, todas estas campañas de los Pelishtím fueron producto de Shaul, pues éste, en su afán de hacer caer a David, provocaba a los Pelishtím y ellos salían al ataque. Por supuesto que todo el pueblo sufría de aquellos ataques. Pero, inversamente a lo que Shaul había ideado, David no cae en manos de los Pelishtím, sino al contrario, por medio de ellos, la fama de David iba en aumento. Algo parecido obró Dios cuando los hermanos de Yosef quisieron vender a Yosef a Egipto así no se cumplirían los sueños que soñó, pero Dios hizo que, justamente ese acto de ellos, fuera el que ocasiones

Malvim dice que el motivo por el cual los Pelishtím salen a combate, es para vengar lo que había hecho David al cortar los doscientos prepucios de los Pelishtím.