Versículo 1: Daat Mikrá dice que la ciudad de Keila quedaba en el territorio de la tribu de Yehudá y fue mencionada anteriormente en el libro de Yehoshua 15:44, era una ciudad antigua de los Cnaanim. Estaba ubicada a unos 15 kilómetros al sur de Beth Shemesh.

Malvim explica que, aparentemente lo que los Pelishtím pretendían en Keila, no era un ataque masivo con todo su ejército para conquistar la ciudad y apoderarse de ella, sino que simplemente, lo que hacían era que algunos escuadrones de esa zona se dedicaban a saquear los campos, cosechas y ganado de las familias de Keila. Algo parecido a lo que ocurría en la época de los Shofetim 6:5 en donde nos relata que los enemigos solían invadir los campos de Israel con todo su pueblo con su ganado, se instalaban allí, dejando que su ganado y camellos deambulen y coman toda parcela sembrada, su familia y sus hijos saqueaban todo lo que les apetecía y los hombres también se llevaban los animales y demás granos. Mas que una guerra era un saqueo.

Probablemente, David había quedado muy afligido y apenado por lo que le había sucedido a la ciudad de Nob por su culpa, y por más que todos trataban de reconfortarlo, diciéndole que no había sido él el que destruyó a Nob, y que nadie hubiera imaginado que Doeg sería capaz de realizar la maldad que hizo, no obstante, David se negaba a recibir consuelo. El trataba de encontrar alguna manera de expiar lo que había pasado y es por eso que, Dios le brinda la posibilidad de que él salve a toda una ciudad.

Versículo 2: Si bien, muchos comentaristas sostienen que la manera en que Dios le informó esto a David fue por intermedio de los Urim Vetumim, existe también la posibilidad de que, tal vez, el que le dijo todo esto a David, fue el profeta Gad, el mismo que en el capítulo anterior 22:5 le dijo a David que vuelva a la tierra de Yehudá. Si en realidad fue por intermedio del profeta, entonces se entiende la razón por la cual la palabra de Dios es tan detallada y abundante. Lo que afirma más esta teoría es que, recién en el versículo 6 dice que los Urim Vetumim estaban con Ebiatar el sacerdote, y solo en el versículo 9 David le dice al cohen que traiga ante él el efod. Además, cuando se consultaba por intermedio de los Urim Vetumim, la respuesta era breve, concisa y extremadamente concreta, como lo veremos en los versículos 11 y 12.

Versículo 3: Tanto Ralbag como Radak, explican que, la reacción de los hombres de David cuando éste les propuso ir a atacar a los Pelishtím en Keila fue de temor y asombro por lo que David les proponía y que se negaban a hacerlo. Y trataron de explicarle la lógica de su razonamiento, pues, la situación de ellos era muy delicada y comprometida, hasta el punto tal, que, aun estando entre medio de sus hermanos, la tribu de Yehudá, aun así, ellos están allí, temerosos, escondiéndose y tratando de no llamar la atención, a causa de la persecución de Shaul, ¿sería lógico salir a exponerse tanto y encima enfrentarse contra los regimientos de los Pelishtím?

Malvim agrega a todo esto que, los hombres de David al analizar lo que David les dijo ellos tenían dudas pues Dios dijo: Ve, golpea a los Pelishtím y libera a Keila, pero en ningún momento Dios le aseguró que se los entregará en sus manos. Además, al enfrentarse a los Pelishtím, ahora ellos deberían enfrentar una guerra por dentro (contra Shaul) y por fuera (contra los Pelishtím).

El razonamiento lógico de ellos era: “Hay un rey en Israel, (que es Shaul) defender sus ciudades y su gente es el deber del rey, entonces, que él se ocupe de salvar a la ciudad de Kaila y de luchar contra los Pelishtím, en lugar de perseguirnos a nosotros, no es nuestra función defender sus ciudades” Además, asumir esa defensa, podría considerarse como que están entrometiéndose en los asuntos y atributos del rey, lo que sería una afrenta y rebelión aun mayor contra la corona.

Versículo 4: Don Isaac Abarbanel dice que, ante el temor de sus hombres, David decide volver a consultar a Dios, no se trata de que él dudaba de lo que Dios le dijo, sino que fue para apaciguar los temores de ellos y persuadirlos para que salgan a la guerra.

Esta segunda vez, Dios le habla a David en forma más firme. Le dice: Levántate es una orden, no una sugerencia.

Y para responder a la duda que tenían los hombres de David que Malvim había expresado en el versículo anterior, es que Dios ahora le responde más específicamente: pues Yo entrego a los Pelishtím en tu mano, está expresado en presente no en futuro, como si ya se los hubiera entregado, y que será Dios el que se los entregue.

David, comienza a actuar y comportarse como un rey que se preocupa por su pueblo y lucha sus batallas. Lo que debería haber hecho Shaul y no lo hizo, lo hace ahora David. Shaul se aleja cada vez más de lo que son las funciones y responsabilidades de un rey, mientras que, David, de a poco, va asumiendo ese rol.

Versículo 5: Daat Mikrá sostiene que el motivo por el cual el versículo nos relata que antes de derrotar a los Pelishtím, nos dice que David toma primero sus ganados, pues inicialmente David, tomó a todo ese ganado que habían traído los Pelishtím para saquear los campos de Keila, tal como explicamos en el versículo 1, es decir, primero quita el peligro y daño inminente para la ciudad, y luego golpea y pone a raya a aquellos escuadrones de los Pelishtím que estaban hostigando y abusando de la gente de Keila.

Versículo 6: Radak explica, que cuando Ebiatar debió huir apresuradamente de Nob, ante el ataque de Shaul, debió tomar apresuradamente lo que pudo, sin poner mucho hincapié en lo que se llevaba, y Dios hizo, que el efod, que contenía los Urim Vetumim, se lo lleve entre sus cosas, casi sin querer.

Urim Vetumim

El motivo por el cual nos relata este suceso aquí, acorde a algunos comentaristas, es para que comprendamos que, la comunicación de Dios con David, desde el principio del capítulo, había sido mediante los Urim Vetumim.

Aquellos que sostienen que, al principio Dios le habló a David por intermedio del profeta Gad, opinan que el motivo por el cual nos informa este detalle ahora, es para comprender que, luego de que David salvó a la ciudad de Keila, la comunicación de Dios con David fue por intermedio de los Urim Vetumim, como dirá en el versículo 9: y le dijo al sacerdote Ebiatar: Acerca el efod.

Versículo 7: Radak explica que, Shaul vio aquí una gran oportunidad para él. En vez de apreciar lo que David había hecho, de salvar a la gente de Keila, que era lo que él mismo debería haber hecho, pues esa gente eran sus súbditos; en lugar de ello, quiere aprovechar ese acto heroico y de nobleza de David, para atraparlo y matarlo. Pues, al ser Keila, una ciudad amurallada con portones que se cerraban, al estar David dentro, se había encerrado él mismo. Shaul pensó para sí, que, fácilmente podría rodear y sitiar la ciudad y David no tendría por donde escapar, pues quedaría apresado dentro de los muros de la ciudad, y así podría cazarlo tal como se atrapa a una presa.

Daat Mikrá sostiene que, Shaul supuso que, la estrategia de David sería hacer de Keila, su ciudad real, y así ir acaparando ciudades para él mismo. Es por eso que quiere salir a sitiarla con él dentro.

Shaul, en lugar de pensar y atacar a sus enemigos, su mente, solo está centrada en matar a David.

El texto bíblico, pareciera burlarse de los pensamientos de Shaul, pues mientras aquí dice que Shaul pensaba que Dios había entregado a David en sus manos, en realidad, era al revés, tal como veremos en el versículo 14: Y lo buscaba Shaul todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos

Versículo 8: Malvim explica la artimaña que montó Shaul, al pueblo les hizo creer que salían a la guerra para salvar a la ciudad de Keila que había caído en desgracia ante los Pelishtím, de ese modo, todos acudirían sin pensarlo ni cuestionar nada, pero en realidad, Shaul lo que perseguía era solamente atrapar a David.

Shaul odiaba a David y todo lo que éste hacía era para él solo un acto de provocación y sublevación, es por eso que consideró que, el hecho de que David haya salido a defender a Kaila, fue un acto de usurpación de poder, pues, esas funciones, le incumben al rey.

Para salvar a la ciudad no convocó al ejército, pero para salvarse él por el temor de que David le usurpe el trono, ahí sí que convoca a todos los hombres de Israel.

Además, el hecho de convocar a todo el ejército, le permitiría a Shaul limpiar un poco su honor, y de esa manera disimular su falta de acción ante la agresión de los Pelishtím contra Kaila, así podría quedar como que el rey fue el que liberó a la ciudad de manos de los Pelishtím y que David solo cumplía sus órdenes.

Versículo 9: Daat Mikrá y Malvim sostienen que, David, supo, que el verdadero motivo por el cual Shaul reunió al ejército, no era salvar a Keila de manos de los Pelishtím, porque ese peligro ya no existía, sino que, en realidad perseguía atraparlo a él y el resto era solo una excusa y un montaje escenográfico.

Es por eso que requiere que el cohen, por intermedio de los Urim Vetumim, consulte a Dios por él, para saber qué es lo que debe hacer.

Versículo 10: Daat Mikrá sostiene que el motivo por el cual David consulta a Dios, es porque no quiere repetir el error que había cometido en Nob, es por eso que no vela solamente por él y se larga a la fuga, sino que consulta a Dios lo qué hacer.

Al tratarse de una pregunta personal y no algo de interés nacional como las veces anteriores en que había consultado a Dios por intermedio de los Urim Vetumim, tal como dijo Ajimelej en el capítulo anterior, esta vez David pregunta muy temeroso y con mucha sutileza y sumisión.

Versículo 11: Rashí dice que, los sabios aprenden de este versículo que, cuando se consulta a Dios por intermedio de los Urim Vetumim, se debe ser muy concreto y no hacer dos preguntas al mismo tiempo. Es por eso que Dios le responde solo a una de sus preguntas.

No obstante, y sin contradecir la realidad de que no se realizan dos preguntas a la vez, Malvim dice que, si bien las preguntas deberían haberse plantado justo al revés, es decir: primero si Shaul descendería a Keila y si la respuesta es afirmativa entonces, recién después indagar si lo entregarán o no la gente de Kaila. En realidad, esto nos demuestra que la intención de David fue en principio averiguar si lo traicionarían o no la gente de Keila, en caso de que Shaul les envíe emisarios para solicitarles que entreguen solo a David, (por eso esta vez dice: ¿Me entregarán en su mano los dirigentes de Keila? Y no dice nada de sus hombres, como dirá en el próximo versículo). Y, por otro lado, si en caso de que no lo entreguen, entonces, eso haría que Shaul acuda allí en persona con su ejército o no. Es por eso que fueron expresadas en ese orden las preguntas. Ante esto, y, como dijimos, porque cuando se consultaba por intermedio de los Urim Vetumim, la respuesta es breve, concisa y extremadamente concreta; es por eso que Dios le responde solo a la segunda pregunta, pues con esta, la primera se torna irrelevante.

Versículo 12: Luego de lo que había sucedido en la ciudad de los cohanim Nob y asiento del santuario de Dios, todas las aldeas y ciudades quedaron aterradas de Shaul y les quedó en claro que nada detendría al rey en caso de que alguna ciudad se atreviera a darle cobijo a David, es por eso que, ante esa situación, se verían en la disyuntiva de tener que entregar a David y evitar que la ciudad con sus habitantes mujeres y niños sea aniquilada por la furia del rey.

Con respecto a la pregunta de si Dios afirmó que Shaul descendería entonces: ¿cómo es posible que finalmente no lo haya hecho? Responde Malvim, que esto no es ningún problema teológico, sino que, la respuesta es que, en caso de que David se hubiese quedado allí, entonces Shaul hubiera descendido para atraparlo y que la gente de Keila lo hubiera traicionado, pero al ser que David se fugó, y Shaul lo supo, entonces ya no tenía sentido que bajase. David preguntó qué hubiese pasado si se quedaba en Keila, en ese caso, de seguro Shaul hubiera ido tras él.

Versículo 13: Metzudat David, al igual que Don Isaac Abarbanel, sostienen que la gente de David sabía que debían estar errando de lugar en lugar y no asentarse en ningún sitio, para que Shaul no pueda atraparlos, ni tampoco castigar a los habitantes de las zonas en donde se escondieran. No obstante, en el próximo versículo, dará detalles de la zona por donde se movía David.

Como podemos ver, constantemente se le iba sumando gente a David. Daat Mikrá señala, que 600 hombres fueron la misma cantidad de soldados que permanecieron junto a Shaul al comienzo de su reinado cuando luchó contra los Pelishtím en Mijmás como dijo antes en 13:15 Y Shaul contó el pueblo que se hallaba con él, como seiscientos hombres y también en 14:2 Shaul estaba situado en las afueras de Gueba, debajo del árbol de granada que está en Migrón, y la gente que estaba con él eran unos seiscientos hombres.

El final del versículo nos demuestra que David estaba en lo correcto cuando dijo en el versículo 9 que el verdadero motivo de Shaul cuando convocó al ejército no fue para salvar a la ciudad de Keila de manos de los Pelishtím, sino que lo hizo para atrapar a David, es por eso que, al fugarse David, Shaul ni siquiera se molesta en saber cómo estaba la ciudad de Keila y si estaban a salvo de los Pelishtím.

Versículo 14: Don Isaac Abarbanel sostiene que David no se instalaba en ninguna parte, ni tampoco se quedaban todos sus hombres en un mismo lugar, sino que iba de un sitio a otro, dentro de la zona montañosa, como así también por el desierto y eso dificultaba la constante tarea de Shaul que lo buscaba empedernida-mente.

Las zonas relatadas en este versículo pertenecen todas al desierto de Yehudá, es una zona árida con montañas escarpadas, como Masada y los alrededores del mar muerto, en donde abundan acantilados y montañas aisladas, con pronunciadas pendientes que crean refugios naturales y lugares resguardados, lo que hace muy dificultoso el movimiento de un ejército.

No obstante, no se trata de un lugar completamente árido, sino que pueden encontrarse algunos árboles, llueve unos pocos días al año, lo que son suficientes para acaudalar agua dulce. No obstante, no es un lugar en donde se puede sembrar ni trabajar la tierra, tal como dice el profeta Irmiahu en 2:2 Así dice el Señor: Recuerdo tu andar tras de Mi en el desierto, en una tierra que no se siembra…

Paisajes del Desierto de Yehudá

Este versículo es un resumen de lo que era la situación general de David en que, por más que Shaul lo buscaba, no lograba encontrarlo, ya sea porque el terreno era muy difícil o porque David era alertado a tiempo o porque Dios lo protegía milagrosamente, como veremos en los próximos versículos.

Versículo 15: Aquí nos da un ejemplo de cómo, a pesar de que Shaul insistía en perseguir a David para matarlo, no lo conseguía, pues Dios hacía que David se entere y escape a tiempo, ya sea por medio del profeta Gad, como mencionó antes en 22:5 o por intermedio de los Urim Vetumim de Ebiatar, el sumo sacerdote o por algún mensajero que le venía a informar, como relata en el próximo versículo.

Rashí recalca que, en esta ocasión, al encontrarse en el desierto de Zif, podía escabullirse sin que Shaul logre atraparlo cada vez que salía a por él.

El desierto, tiene zonas en que hay árboles, los cuales pueden extender sus raíces hacia manantiales subterráneos y así poder mantenerse.

Versículo 16: A pesar de que en el versículo 14 había asegurado Dios no lo entregó en sus manos, esos eran los designios de Dios, pero David no lo sabía, es por eso que temía por su vida y se escapaba de un sitio a otro. Ese es el motivo por el cual Yehonatán, al venir a David lo fortalece y le da valentía a David.

No es que a David le faltase fe o confianza en Dios, pues como veremos en los Salmos, David estaba imbuido de todo eso, sino que lo que Yehonatán hace, es alentarlo y le brinda consejos prácticos y que siga en acción, es por eso que dice que fortaleció sus manos que representan las acciones. Yehonatán le demuestra que, así como él pudo llegar a David, así también Shaul podría llegar, es por eso que debe estar atento y no permanecer quieto.

Aunque Yehonatán era hijo de Shaul, él no actuaba cegado como su padre, sino que era fiel a David.

Daat Mikrá afirma, que el motivo por el cual menciona que Yehonatán es el hijo de Shaul, es que, a pesar de que el rey buscaba la vida de David, y castigaba con la muerte a todo aquel que lo ayudase, lo protegiera o no le revele su paradero, aun así, Yehonatán, no temió y tuvo la valentía de encontrarse con David fortalecerlo y ayudarlo.

Tal vez, este versículo no esté en el orden cronológico que debería, y esto en realidad ocurrió luego que los hombres de Zif delataron a Shaul dónde era el escondite en donde se encontraba David y acude, a advertirle para que pueda prepararse y huir.

Versículo 17: Radak afirma que, ésta fue la manera, tal como dijo en el versículo anterior, en que Yehonatán fortaleció a David, recordándole que el profeta ya aseguró que él sería el rey y que Shaul no podrá atraparlo nunca.

Don Isaac Abarbanel señala que, a diferencia de lo que había dicho anteriormente en 20:14, que no suponía que estaría con vida para cuando David reine, en esta ocasión, sostiene que, si llega estar vivo, entonces él sería su hombre de confianza y su mano derecha. Y le confirma, que el hecho que David reinará es algo que ya todos saben, pues se ha divulgado y propagado la profecía de Shmuel que David reinaría y hasta el mismo Shaul lo reconoce y esa es la mejor prueba, pues aun la persona que más le conviene negar esa verdad (Shaul), él mismo la admite.

Yehonatán es el que más al tanto está de las cosas que suceden dentro de la corte real y el palacio del rey, es por eso que, puede testimoniar mejor que ninguno, cómo Dios protege a David, pues Yehonatán sabe cuánto empeño pone el rey en atrapar a David, pero sin tener éxito en su cometido; tal como dice en Salmos 126:2 Entonces dijeron entre las naciones: Grandes cosas ha obrado el Señor por ellos, preguntan allí los sabios: ¿Por qué justamente son las naciones las que afirman que Dios ha obrado grandes cosas por Israel? y responden que nadie mejor que ellos saben todo lo que han deseado y tratado de hacer el mal contra Israel y Dios no se los ha permitido y Él ha frustrado sus planes.

Daat Mikrá dice que, a pesar de que Shaul sabía que no podría contra David, de todas maneras, seguía sucumbiendo ante los impulsos de sus instintos y arranques de furor, y salía tras David para dañarlo.

Versículo 18: Acorde a la opinión de los comentaristas (Radak, Abarbanel, Meztudat David) a diferencia de los pactos anteriores (18:3 y 20:16) que David había hecho con Yehonatan, esta vez, lo han hecho ante la presencia de Dios, es decir, ante el sumo sacerdote Ebiatar y los Urim Vetumim.

Daat Mikra agrega que el motivo por el cual deben realizar otro pacto, es porque Yehonatan había solicitado que, una vez que David se convierta en rey, entonces él sería su segundo.

La confianza de David en Yehonatan era total, y eso queda de manifiesto cuando David decide permaner en aquel lugar, sin temer que Yehonatan lo delatara ante Shaul.

Versículo 19: Tal como habíamos comentado al final del versículo 16, Radak sostiene que, es factible que los de Zif hayan ido a Shaul para delatar a David antes que Yehonatan se encuentre con él, y precisamente ese fue el motivo de su visita a David: advertirle de que lo estaban traicionando los de Zif.

Zona en donde se escondía David

Los habitantes de Zif, tal como David, pertenecían a la tribu de Yehudá, no obstante, lo que los llevó a actuar de esa manera contra un miembro prominente de su propia tribu, fue el temor que había emplazado Shaul entre el pueblo, pues ellos vieron lo que le hizo a Nob y cómo congregó a todo el ejército para ir contra la ciudad de Keila; es por eso que algunos temieron que le suceda lo mismo a su ciudad y sus habitantes, es por eso que deciden acudir a Shaul.

Daat Mikra hace hincapié en que el texto no dice que fueron todos los habitantes de Zif a Shaul, sino que aparentemente fueron algunos, aquellos que fueron más temerosos.

De la forma en que se expresan: ¿Acaso David no se oculta entre nosotros en los refugios...? podemos deducir que la intención de ellos es empujar a Shaul a la acción, es como que le dicen: ¿Acaso no te lo hemos declarado ya? ¿Qué esperas para hacer algo al respecto? ¿Por qué te demoras?

A David esta actitud de los de Zif le molestó y le dolió mucho, tal como lo expresa en el salmo 54 versículos 2 a 7: Salmo… cuando llegaron los de Zif y le dijeron a Shaul: “¿Acaso no se oculta David entre nosotros?”, Dios, por Tu Nombre, sálvame, y con Tu poder júzgame. Dios, escucha mi oración; oye las palabras de mi boca. Pues los extraños se han levantado contra mí y los hombres despiadados han perseguido mi alma y no pusieron a Dios frente a ellos. Sela. He aquí que Dios me ayuda; mi Señor sostiene mi alma. Retorna el mal a mis enemigos. Destrúyelos con Tu verdad.

Versículo 20: Abarbanel explica que, la maldad de estos hombres era tal, que no solo quisieron protegerse ellos de que el rey no se enfade al no revelarle que David estaba entre ellos, sino que además trataron de congraciarse con él, alentando al rey a que salga presto en pos de David, y en caso de que así no le placiera al rey, entonces ellos le ofrecían sus servicios, es decir, ellos se encargarían de atraparlo y traérselo al rey.

Daat Mikra, fortalece aún más la opinión de Abarbanel, y dice que ese es el motivo por el cual repiten dos veces en el mismo versículo la palabra rey, pues quieren denotar una sumisión total y que el único que sustenta el rango de rey es Shaul y ningún otro (David).

Versículo 21: Daat Mikra señala que, anteriormente en el versículo 22:8 Shaul se lamentaba ante sus siervos que nadie se apiadaba de él para decirle en dónde se escondía David, ahora, se alegra y los bendice ante Dios pues ellos han sido sensibles a su dolor y han velado por él, celando su celo.

Versículo 22: Los comentaristas explican que Shaul, a pesar de que estaba ávido y deseoso de tener información del paradero de David, no obstante eso, no se apresura, pues la experiencia le ha demostrado que David es muy hábil y astuto; varias veces ya le ha pasado a Shaul, que moviliza a toda su tropa, con los costos y esfuerzos que ello implica, todo eso para nada, pues David se les escapa de las manos y se escabulle. Por eso les pide que averigüen todos los detalles.

Rashí y Radak agregan, que Shaul les explica por qué no sale inmediatamente tras David, y en lugar de ello les solicita información más minuciosa, pues David es muy habilidoso y suele hacer todo tipo de trampas, se muestra en un sitio, pero es parte de su plan, para que el enemigo vaya justo allí y así poder derrotarlos, así actuaba cuando estaba bajo mis ordenes y atacaba a los pelishtim. Por todo ello, Shaul no saldrá aun tras él.

Versículo 23: Una vez que hagan todo lo que les dijo en el versículo anterior, entonces él saldrá con ellos tras David.

No obstante ser tan insistente, Shaul les deja bien en claro, que no ha desistido de buscar a David, es por eso que les asegura, que una vez que le traigan información precisa y fidedigna, no dudará un instante en salir tras David.

Con respecto a lo que dice de los miles de Yehudá, Radak explica que se refiere a que está dispuesto a hacer todo lo que corresponda sin escatimar esfuerzos, e ir tan lejos como haga falta, aun si tiene que solicitar a los jefes de miles de Yehudá que cada cual revise a cada uno de sus hombres, uno por uno.

Tal vez el motivo por el cual la tribu de Yehudá no cierra filas tras David y lo protege de Shaul, se deba a que aun está latente en ellos el trauma vivido cuando debieron enfrentarse a la tribu de Biniamín en época de los Shofetim y que prácticamente esa tribu casi desaparece. Es por eso que no se apresuran a salir en masa a luchar contra sus hermanos que están con Shaul. Además, no todos tenían en claro cuál era el motivo por el cual Shaul perseguía a David, tal vez pensaban que se trata de un asunto particular entre ellos, o tal vez algo familiar entre el rey y su yerno. Toda esa situación de duda e incertidumbre es lo que hace que permanezcan pasivos y no salgan a defender a David.

Versículo 24: Entre los comentaristas, están los que, como Radak, afirman que, los de Zif cumplieron lo que Shaul les había encomendado en el versículo anterior, y regresaron con la información precisa, y por eso Shaul ahora sale tras ellos en busca de David, solo que el texto, en su afán de resumir no lo mencionó.

Otros como Daat Mikra, en cambio, sostienen que, los de Zif se adelantaron para recopilar la información solicitada, pero que Shaul se impacientó y salió tras ellos sin aguardar hasta que le informen.

Mientras tanto, David, ya no estaba en el lugar que habían dicho los de Zif. Además los hombres de David estaban dispersos en varios lugares, desde el desierto de Araba, que según Daat Mikra queda al sur de Hebrón, como en las zonas de Ieshimón, que están cerca del mar muerto.

Versículo 25: Si bien en el versículo anterior nos había dicho que los de Zif fueron delante de Shaul, aquí nos informa que Shaul tomó la iniciativa y no esperó hasta que regresen con el informe que había solicitado, sino que salió tras David.

Metzudat David, sostiene que los que le informaron fueron los hombres de la tribu de Yehudá que permanecían fieles a David, sin por eso exponerse demasiado a la ira de Shaul.

Daat Mikra dice que, si bien lo alto de un risco es un lugar seguro para refugiarse, pues desde lo alto puede estar alerta si alguien se acerca y además desde arriba lo puede atacar al enemigo que le será muy costoso trepar por las acantilada laderas del peñasco, no obstante, eso es bueno cuando se trata de atacantes que son un número reducido de hombres, pero al tratarse de un numeroso ejército como el de Shaul, entonces, no es bueno permanecer atrincherado en un lugar así, pues no le da posibilidad de escape, es mejor, descender a la planicie del desierto, para así poder escabullirse por entre los valles y cuevas.

Versículo 26: Rashí y Malvim, sostienen que Shaul estaba tan cerca de David, que solamente un monte los separaba, y así, mientras uno avanzaba por una de las laderas de la montaña, el otro huía por la otra ladera.

Al ver Shaul que David trataba de evadirse, inmediatamente ordenó al resto de sus hombres que rodearan el monte herméticamente, como se si tratase de un anillo, cosa que David no tenga escapatoria.

El motivo por el cual David no quiere enfrentarse con Shaul, es porque quiere evitar a toda costa un enfrentamiento contra sus hermanos del pueblo de Israel, es por eso que, constantemente trata de huir y no luchar, aunque, en realidad poseía la capacidad de hacerlo, tal como lo vimos en acción varias veces en contra de los Pelishtim que eran un ejército entrenado y poderoso. Tal vez este dilema no era una cuestión interna de David, sino que también este debate estaba planteado en el seno de los hombres que estaban con David, es por eso que, al principio del versículo nos habla de que David estaba con sus hombres cuando Shaul lo perseguía, Shaul iba por un lado del monte y David y sus hombres por el otro lado del monte; y luego nos menciona a David, solo, sin sus hombres: y David se apresuraba para huir de Shaul como queriendo decir, que los hombres de David querían dejar de huir y enfrentarse a Shaul, pero David, para evitar esa situación, sale solo y se escapa, para atraer tras él a todo el ejército de Shaul y de esa forma evitar que sus hombres se enfrenten.

Versículo 27: En hebreo, el término utilizado en este versículo: malaj es un termino polivalente, puede ser utilizado para referirse a un ángel, como así también para hacer alusión a un enviado o emisario.

Tanto Radak como Abarbanel, citan el Midrash, en donde los sabios dicen, que en este momento sombrío y de penumbra en que se encontraba David, a unos pasos de caer bajo el ejército de Shaul pensó para sí lo que está escrito en el salmo 116:3 Los lazos de la muerte me han rodeado, los tormentos de la tumba me sorprendieron. La tristeza y la angustia me he encontrado. En el mismo salmo en el versículo 11 dice: Yo dije impulsivamente: “todo hombre es engañoso”. Los sabios dicen que David se refiere a que había perdido toda esperanza y en ese momento aciago se cuestiona si realmente habrá sido verdad lo que el profeta Shmuel le había profetizado cuando lo ungió como rey… Ante esto Dios le responde enviando un ángel para que lo proteja de Shaul, y así demostrarle lo erróneo de su pensamiento; es por eso que, David en aquel salmo cuando relata a posteriori lo que había sucedido, dice allí a modo de justificación: Yo dije impulsivamente: “todo hombre es engañoso”

Otros comentaristas sostienen que se trata de un emisario de Shaul, que, providencialmente, justo en ese momento, le viene a advertir, que los Pelishtim están haciendo una incursión dentro del territorio del reino de Shaul y que debe acudir inmediatamente antes que sea demasiado tarde y la situación empeore y se torne irreversible.

Daat Mikra señala que, al notar los Pelisthim que Shaul está ocupado en otro tema personal y descuidando los asuntos del reino, llevando a su ejército al desierto, entonces ven la posibilidad de conquistas, más aún, al haber visto que no acudió en defensa de Keila, supusieron que podrían continuar atacando y aprovechando la situación de falta de liderazgo de Shaul.

Versículo 28: Si bien el sentido literal del texto se refiere, tal como dice Daat Mikra, a que en aquel lugar se separaron los dos bandos que estaban enfrentados, Don Isaac Abarbanel, continúa citando el midrash que afirma que cuando el versículo por eso llamaron a aquel lugar la Peña de la división se refiere a que los hombres de Shaul allí discutieron pues estaban divididos en su opinión, si abandonar la campaña contra David y atender inmediatamente al frente de los Pelishtim, o si continuar tras David que estaba prácticamente en sus manos.

Daat Mikra dice que, como mérito para Shaul, el versículo menciona que, a pesar de tener casi a David en sus manos, en un momento de verdad en donde tuvo que elegir entre el beneficio personal o el nacional, prefirió el bienestar del pueblo al propio y dejó huir a David, para dirigirse a salvar a Israel del ataque de los Pelishtim.

Hay una tercera opinión que dice que se refiere al lugar en donde David tuvo el altercado que mencionamos en el versículo anterior con sus hombres y que se separó de ellos huyendo solo.

En resumen: se lo llamó así por:

1. El altercado entre los hombres de Shaul

2. El altercado entre los hombres de David

3. La separación entre los hombres de Shaul de los de David

Versículo 29:

Tal como dijimos anteriormente, toda esa zona está plagada de cuevas, acantilados y peñascos rocosos que proveen refugio a los fugitivos.