Versículo 1:

La usanza de ungir con aceite, fue instaurada en la Tora, en Vaikrá 8:12 cuando Moshé unge a Aaron como sumo sacerdote. Es por eso que se lo denomina al rey Mashiaj, que quiere decir “Ungido”.

Radak, sostiene que, Shaul no fue ungido con el aceite de la unción (el que Moshé había utilizado), pues ese aceite sería usado solamente para ungir a los reyes de la dinastía de David, es por eso que Shaul fue ungido con otro aceite aromático.

Malvim dice que el proceso de la unción, es lo que ayudará a que Shaul se prepare para el nivel de la profecía, es por eso que inmediatamente después de esto dice: Y sucedió que cuando él volvió la espalda para dejar a Shmuel, Dios le cambió el corazón.

El motivo por el cual no lo ungió delante de todo el pueblo, tal como lo expresa Don Isaac Abarbanel, es para poder realizar luego, en Mitzpá la elección echando suerte por tribu y por familia, y de esa manera quedaría claro para todo el pueblo que fue Dios el que lo escogió a Shaul y no Shmuel.

Daat Mikrá, dice que Shmuel lo besa, para demostrarle el profundo cariño que le tiene, a pesar de que Shmuel estaba en desacuerdo de que el pueblo pida un rey, y que éste lo desplazaría del cargo que ostentaba hasta ahora, de líder del pueblo, no obstante eso, Shmuel, no lo desprecia ni le guarda rencor alguno.

Continua Daat Mikrá diciendo que la expresión: ¿Acaso no es, sino que te ha ungido el Señor como príncipe sobre Su heredad? Es una orden, como cuando Dios le dice a Yehoshua: ¿Acaso no te lo he encomendado? Se fuerte y valiente.

Hasta ahora le había hablado con insinuaciones como cuando le dijo 9:20: ¿para quién es todo lo deseable en Israel? ¿No es para ti y para toda la casa de tu padre?, o al sentarlo a la cabecera de la mesa, etc., pero ahora, al ungirlo ya le dice directamente: Dios te ha ungido como rey sobre Israel.

Malvim explica que lo ungió como príncipe y no como rey, porque no le había sido garantizado el reino para sus descendientes después de él.

Versículo 2: Malvim explica que el objetivo de estas tres premoniciones era, por un lado, demostrarle a Shaul que lo que le acaba de decir sobre el reino, no es algo que se le ocurrió o ideó Shmuel, sino que fue Dios el que así lo designó, y de la misma manera en que la palabra de un profeta se prueba mediante señales o prodigios tal como dice Rambam en Hiljot Isodé Hatorá 7:7 Cuando Dios envía [con algún cometido] le otorga una señal o prodigio, para que los habitantes del lugar sepan que en verdad fue Dios el que lo envió. No todo aquel que obra una señal o prodigio debe ser considerado profeta, sino, aquel que, a priori, es sabido que es digno de llegar a la profecía, por su sabiduría y actos con los cuales sobresale del resto de los hombres de su edad, encaminándose por los elevados y exclusivos caminos de la profecía, si luego [de todos estos requisitos] realiza una señal o prodigio, afirmando que Dios lo envió, es nuestro deber escucharlo y obedecerlo, pues está dicho: “Si realizara una señal, a él obedecerán” (Deuteronomio 18:22)

Así como lo que le había dicho anteriormente en 9:20, que las asnas habían sido encontradas, así también se cumplirá lo que le dice con respecto al reinado.

Daat Mikrá recalca que el encuentro con estos individuos será algo casual, no buscado, como que ocurre de repente.

La tumba de Rajel, le viene a insinuar a Shaul que, así como Rajel se sacrificó por su hijo, pues como sabemos, ella falleció al dar a luz a Biniamín, la tribu a la que Shaul pertenece, así también Shaul debe ser un digno hijo de ella y no ser un rey que solo vele por él mismo y su interés personal, sino buscar el bien de los demás.

Continúa Malvim diciendo que, además de este objetivo que acabamos de mencionar, el hecho que le envíe justamente estos prodigios, no son mero capricho, sino que cada uno contiene un mensaje para Shaul.

De esta manera, le hace notar que dentro del pueblo existen tres clases de personas, y él debe saber cómo comportarse con cada grupo.

La gente del primer grupo con las que se topará, representan a las personas que sólo le importa su vida material (que son la mayoría de la gente común) Este grupo se subdivide en dos, (por eso, en este caso se encontrará con dos personas):

a. Las que solo les interesa ir en pos de los placeres materiales y disfrutar, y

b. Por otro lado, los que persiguen fama, honor y riqueza.

Estas personas, no buscarán el bien del rey, sino que solo perseguirán sus propios beneficios, es por eso que no dice que lo buscarán o que lo saludarán, sino que se topará con ellos.

Versículo 3: A pesar que los individuos anteriores le dicen a Shaul que su padre está preocupado por él, el profeta le ordena que debe seguir adelante, es decir, a partir de ahora, debe aprender a dejar la familia de lado, su prioridad máxima es el pueblo de Israel y no su familia.

Con respecto a este segundo presagio, los comentaristas Radak y Metzudat David sostienen que se trata de la ciudad Bíblica de Bet El, que es en donde Yaacob tuvo el sueño de la escalera cuando huía de su hermano Esav, donde Yaacob dijo: “esta piedra que he erguido como altar, será una casa para Dios” “En realidad, Dios está en este lugar y estos son los portones de los cielos” y es también el lugar en donde Dios se le vuelve a aparecer al regresar de Padán Aram, antes de que nazca Biniamín y le dijo Bereshit 35:11: Y Dios le dijo: Tu nombre es Yaacob; no te llamarás más Yaacob, sino que tu nombre será Israel. Y le puso el nombre de Israel.También le dijo Dios: Yo soy el Dios Todopoderoso. Sé fecundo y multiplícate; una nación y multitud de naciones engendrarás, y reyes saldrán de tus lomos. Es decir, se hace realidad aquella profecía que Dios le hizo a Yaacob justo antes de que nazca Biniamín, y se cumple con Shaul, que desciende de Biniamín y que será rey de Israel.

No debemos olvidar que, cuando murieron Eli y sus hijos, el tabernáculo de Shiló fue destruido, y a partir de ahí la gente brindaba sus ofrendas a Dios, en los distintos lugares en que los patriarcas habían construido altares, es por eso que van a Bet El y no al santuario que aun estaba destruido.

Malvim, dice que este segundo grupo, representa a un tipo de gente un poco más elevado que el anterior, que no solo les interesa el bienestar material, sino que son más elevados y espirituales, es por eso que se dirigen a la casa de Dios.

Esta categoría de gente, los más devotos, también se subdivide en tres (por eso son tres individuos):

a. Están los que sirven a Dios en forma desinteresada, sin esperar a cambio ningún provecho personal (el que lleva los corderos que los ofrece a Dios completamente, sin tener ningún provecho de ellos)

b. Están los que sirven a Dios para que Dios los recompense con sustento (el que lleva los panes, que representa el sustento y la abundancia)

c. Está el que sirve a Dios, pero para verse importante, es decir lo hace para su propio placer y honor (el que lleva el vino)

Versículo 4: La moraleja de este segundo preludio es que, Shmuel le dice que cada una de estas categorías de personas, a pesar que no todas están al mismo nivel, no obstante, cada una se dirige a Dios, y este tipo de gente, serán los que se apegará a ti, y podrás contar con ellos, por eso dice que saldrán a tu encuentro y te saludarán, es decir, buscarán tu beneficio, pues eres el enviado de Dios.

Llevaban esas cosas porque iban a Beth El a brindar a Dios todo tipo de ofrendas, y le ofrecen el pan, pues tanto el vino como los corderitos, habían sido consagrados como ofrendas a Dios, por lo tanto, no se lo podían dar. En cambio, el pan no había sido llevado para ofrendar, sino para comer ellos en el camino, es por eso que le ofrecen a Shaul como presente, tal como se hace ante un rey, es por eso que Shmuel le dice que debe aceptarlo, pues no se trata de su propio provecho, sino que el rey debe aceptar los presentes que le ofrecen sus súbditos, independientemente si él los precisa o no.

Daat Mikrá opinan, que, tal como había dicho su criado en el capítulo anterior 9:7, ya no les quedaba pan, Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado, es por eso que le dice que lo acepte, así tienen lo qué comer, y esa es la razón por la cual le da dos panes: uno para Shaul y uno para su criado.

Don Isaac Abarbanel pone hincapié en que dice, que ellos le darán, él no tomará de ellos por la fuerza, y esta debe ser la cualidad de los reyes, no ser prepotente y quitarles a sus súbditos, sino dejar que ellos le ofrezcan. Y tomar solo lo necesario para su subsistencia, no entregarse a los desenfrenos tras los placeres y exigirles el vino y la carne.

Versículo 5: Acorde a la opinión de todos los comentaristas, esta colina es Kirial Iearim que es donde se había instalado el arca de Dios, cuando la subieron de Beth Shemesh como dijo antes en 7:1 Y vinieron los hombres de Kiriat-Iearim, y subieron el arca del Señor y la trajeron a la casa de Abinadab en la colina.

Rashí explica, que los Pelishtím, que gobernaban sobre la tierra de Israel, habían designado guarniciones en distintos sitios, para controlar a los Israelitas y evitar que se subleven.

Daat Mikrá sostiene que eran los encargados de recaudar los impuestos, o tal vez se trataba de construcciones que representaban las victorias de los Pelishtím sobre el pueblo de Israel, y de esa manera recordarles que estaban sometidos a ellos.

Don Isaac Abarbanel dice, que era la costumbre de los discípulos de los profetas, aquellos que se preparaban para la profecía, ir a ese lugar, para meditar y elevarse, y lograr inspirarse al estar cerca del arca, tal como dice en la Tora: Bemidbar 7:89 Y al entrar Moshé en la tienda de reunión para hablar con el Señor, oyó la voz que le hablaba desde encima de la cubierta que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines, y Él le hablaba.

Continúa Abarbanel diciendo que, si bien al principio del libro en 3:1 dijo: La palabra del Señor escaseaba en aquellos días, las visiones no eran frecuentes esto era antes de Shmuel, pero luego, el profeta se ocupó de enseñar a aquellos que estaban preparados y encaminarlos hacia el camino de la profecía, y así logró revertir la situación y que surjan profetas, tal como dice luego en 3:21 Y el Señor se volvió a aparecer en Shiló.

Cuando Shaul logre ese apego tan intenso a Dios, entonces, lo más apropiado será que expulse a los enemigos de la tierra de Israel.

El motivo por el cual iban con distintos instrumentos musicales, era tal como dice Rambam en Hiljot Isodé Hatorá 7:4 citando nuestro versículo: Los profetas, no profetizan en el momento que les place, sino que predisponen su mente, logran un ánimo alegre y benévolo, y buscan distanciarse, ya que la profecía no se obtiene por medio de la melancolía, ni por medio de la ociosidad, sino por medio del regocijo. Es por esto que los discípulos de los profetas portaban arpas, tambores, flautas y violines, procurando [por intermedio de ellos] alcanzar la profecía, a esto se refiere cuando dice: “allá encontrarás a un grupo de profetas que descienden del lugar alto con arpa, pandero, flauta y lira delante de ellos, y estarán profetizando”

El comentarista Maarí Kra, sostiene que, lo que venían profetizando era que el reino de Israel está próximo a surgir.

Malvim agrega que este tercer grupo de gente, representa, a esos pocos selectos, que son gente muy buena y elevada, que su cercanía es muy provechosa y podrán elevarlo para que haga lo correcto.

Vemos que Shmuel lo hace recorrer a Shaul más allá de donde estaba su casa, el objetivo, es que, antes de asumir como rey recorra y conozca la tierra y su gente.

Versículo 6: Don Isaac Abarbanel dice que, tal como explica Rambam en la Guía de los Perplejos Segunda parte, capítulo 45, menciona 11 grados de profecía, el primero de ellos se denomina Ruaj HaShem (espíritu de Dios) y dice así: El paso inicial hacia la profecía es cuando arremete al individuo un impulso Divino que le incita y le anima para realizar una acción buena, grande y relevante, como por ejemplo liberar de los malvados a la sociedad o salvar a un gran hombre virtuoso u obrar el bien sobre una muchedumbre y redimirlos, de tal manera, ese individuo siente dentro de sí un gran impulso que le invita a obrar. Esto es lo que se llama: espíritu de Dios y se dice que se hallan en estado que el espíritu de Dios se ha apoderado de él, o que lo ha revestido el espíritu de Dios o expresiones por el estilo que abundan en los profetas. Este grado fue el que ha sido alcanzado por la mayoría de los Shofetim como así también los reyes virtuosos del pueblo de Israel. tal como dice con respecto a Shaul.

No obstante, el mismo Rambam destaca: A pesar de haber enunciado estos once grados o niveles de la profecía, eso no quiere decir que, quien ocupe uno de estos grados ya sea considerado automáticamente profeta, al contrario, los dos primeros niveles (espíritu de Dios e inspiración Divina) no se consideran profecía, sino que son meramente un nivel previo y necesario para alcanzar la profecía; si en ocasiones hallas en los libros proféticos que se le titula como profeta, es solamente a nivel genérico y por hallarse en un grado muy cercano al de los profetas.

Continua Rambam en Hiljot Isodé Hatorá 7:1, Una de las bases de nuestra religión es saber que Dios hace que el hombre tenga profecía. La profecía no recae sino sobre el hombre sabio, y vigoroso en cualidades; aquel que no es superado jamás por sus impulsos [o pasiones] de ningún tipo, sino que, con su propia capacidad, domina constantemente sus impulsos [o pasiones]; además, es poseedor de un amplio [agudo] y certero discernimiento, en extremo. Aquel que está ceñido de todas estas cualidades, con un cuerpo sano, habiendo penetrado en las áreas más impenetrables de la Tora, imbuido por la profundidad de esos temas, perfeccionando sus cualidades racionales para analizar y concebir, elevándose cada vez más, apartándose del camino del vulgo que transcurre en las tinieblas [de la ignorancia]; entrenando su espíritu hasta no encontrarse en él ningún pensamiento mundano ni la insensatez de lo cotidiano, ni fantasías, sino que su mente está orientada hacia las alturas, aferrada al Trono Celestial, para concebir aquellas entidades superiores, elevadas y sagradas, vislumbrando la sabiduría del Santo Bendito Él, desde el ente superior, hasta el nivel terrenal, percibiendo la grandeza de ellos [alcanzado este grado de perfeccionamiento, inmediatamente la inspiración Divina se posa sobre él. En el momento en que la inspiración Divina recae sobre él, su alma se entremezcla con el nivel de los ángeles, convirtiéndose en otra persona, y percibe por sí mismo que no es el mismo que era antes, sino que superó el nivel de los demás hombres sabios, tal como fue dicho con respecto a Shaul: “de manera que tú profetizarás y serás transformado en otro hombre”

Malvim, sostiene, que esta preparación especial que hizo Shmuel, es precisamente todo aquello que había hablado con Shaul durante largo tiempo, y es la que posibilitará y causará este cambio radical en Shaul.

Daat Mikrá sostiene que Shmuel le afirma a Shaul que, de seguro el espíritu de Dios lo envolverá, tal como se asegura a todo rey justo y piadoso del pueblo de Israel. No cabe duda que esa posibilidad es producto de Shmuel, que merced a su propio nivel profético, es lo que posibilita que otros accedan a él, tal como había sucedido con Moshé, en 11:16 Entonces el Señor dijo a Moshé: Reúneme a setenta hombres de los ancianos de Israel, a quienes tú conozcas como los ancianos del pueblo y a sus oficiales, y tráelos a la tienda de reunión y que permanezcan allí contigo. Entonces descenderé y hablaré contigo allí, y tomaré del Espíritu que está sobre ti y lo pondré sobre ellos, y llevarán contigo la carga del pueblo para que no la lleves tú solo… Entonces el Señor descendió en la nube y le habló a Moshé; y tomó del Espíritu que estaba sobre él y lo colocó sobre los setenta ancianos. Y sucedió que cuando el Espíritu reposó sobre ellos, profetizaron; pero no volvieron a hacerlo más.

Cuando dice: te transformarás en otro hombre, se refiere a que, a partir de ese momento, despertarán en él fuerzas y capacidades nuevas, dignas y necesarias para todo dirigente del pueblo de Israel.

Versículo 7: Don Isaac Abarbanel sostiene que se refiere a la guerra que hará Shaul contra Najash, el rey de Amón, que fue decidida por Shaul sin que Shmuel se lo haya ordenado.

Daat Mikrá dice que en realidad es un consejo de Shmuel, para que no se atemorice y que cobre valor, para hacer grandes cosas por el pueblo de Israel, pues Dios está con él, tal como Dios le había dicho a Yehoshua 1:9 Se fuerte y valiente, no temas ni desfallezcas, pues contigo está el Eterno tu Dios, por donde quiera que vayas.

Malvim dice que también en este versículo, Shmuel lo sigue instruyendo, y le dice que, a partir de ese momento, debe actuar como rey, que no depende de nadie, solamente en Dios debe poner su confianza y esperanza.

Versículo 8: Daat Mikrá dice que se refiere a que Shaul debe juntar a todo el pueblo en Guilgal para luchar contra los Pelishtím, y le ordena claramente que debe esperarlo allí y que juntos brindarán las ofrendas y consagraciones. Esta fue la primera prueba a la que fue sometido Shaul, y será relatada más adelante en el capítulo 13 versículos 9 al 14: Y Shaul esperó siete días, conforme al tiempo que Shmuel había señalado, pero Shmuel no llegaba a Guilgal, y el pueblo se le dispersaba.Entonces Shaul dijo: Traedme el holocausto y las ofrendas de paz. Y él brindó la ofrenda. Y sucedió que tan pronto como terminó de ofrecer el holocausto, he aquí que Shmuel vino; y Shaul salió a su encuentro para saludarle. Pero Shmuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Shaul respondió: Como vi que el pueblo se me dispersaba, y que tú no llegabas dentro de los días señalados y que los Pelishtím estaban reunidos en Mijmash, me dije: "Ahora los filisteos descenderán contra mí en Guilgal, y no he implorado el favor del Señor." Así que me vi forzado, y ofrecí el holocausto. Y Shmuel dijo a Shaul: Has obrado neciamente; no has guardado el mandamiento que el Señor, tu Dios, te ordenó, pues ahora el Señor hubiera establecido tu reino sobre Israel para siempre. Pero ahora tu reino no perdurará. El Señor ha buscado para sí un hombre conforme a Su corazón, y el Señor le ha designado como príncipe sobre su pueblo porque tú no guardaste lo que el Señor te ordenó. De todo esto vemos que se trataba de una orden clara y estricta.

Malvim dice que, si bien en el versículo anterior le había dicho haz lo que lo que tú consideres correcto, porque Dios está contigo, con respecto a lo que tenía que ver con la guerra contra los Pelishtím en Guilgal, allí debería esperar y hacer exactamente lo que Shmuel le diga.

Otros comentaristas sostienen que, si bien le había dicho que podría hacer o que él considere correcto, por otro lado, también le deja abierta la opción, de que, si no sabe lo qué hacer, entonces puede consultar con el profeta, que se dirija a Guilgal y dentro del plazo de siete días Shmuel irá allí y le diría lo qué hacer.

Versículo 9: Hay quienes quieren ver en este versículo, la naturaleza un tanto impulsiva de Shaul, pues a pesar que Shmuel le había dicho que recién después de que le ocurran esas tres señales, sería transformado en otro hombre, vemos que él se adelanta y ya se siente así desde el primer momento, tal como le ocurrirá luego en 13:12, cuando no pudo esperar y se adelantó y ofreció el holocausto antes que Shmuel llegara.

Versículo 10: Acorde a la opinión de los comentaristas, a pesar de habernos dicho que las tres señales se concretizaron y ocurrieron todas en el mismo día, el texto solamente nos menciona la tercera, pues es la más trascendente e importante.

También este encuentro es aparentemente casual, es por eso que dice: he aquí, pues justo en el momento en que Shaul y su siervo llegaron a la colina de Kiriat Iearim en donde estaba el arca de Dios, precisamente los profetas venían descendiendo y se topan con él.

Otro detalle, es que, Shaul profetiza, estando en medio de los demás discípulos de los profetas, es decir, gracias a la compañía de ellos y sus buenas influencias, Shaul logra elevarse hasta un nivel superior.

Tal como dijimos antes, en la explicación del versículo 5, no se trata de que Shaul alcanza el nivel de profecía, pues esto requiere una preparación especial, que Shaul no poseía aún, sino que se trata de un nivel cercano a la profecía, y que es denominado por Rambam como que fue poseído por un espíritu de Dios o una fuerza Divina que lo impulsa a hacer grandes cosas por su pueblo.

Otra vez más las escrituras nos mencionarán que Shaul profetiza y es en 19:24. Aquí es al comienzo de su reino, allí es en el ocaso de su reinado. Aquí se viste de rey, allí se despoja de su indumentaria de rey.

Versículo 11: Los que más se asombraron fueron aquellos que conocían a Shaul desde antes, pues ellos eran plenamente conscientes de que Shaul no se había preparado para ello y que no iba en esos caminos como lo hacían los discípulos de los profetas que se entregaban a grandes meditaciones y se apartaban de todo lo material hasta alcanzar un nivel espiritual elevado, como antes citamos en nombre de Rambam, en la explicación del versículo 5.

Daat Mikrá explica que se refieren a Shaul en forma despectiva, ni siquiera mencionan su nombre, sino que lo llaman: el hijo de Kish.

Malvim concediera esta expresión como parte del asombro, pues ellos sostenían que, para poseer el don de la profecía, deberían haberlo recibido desde su hogar, y todos sabían que Kish no era profeta ni familiar de profetas.

Versículo 12: Rashí, explica que uno de los hombres que estaba allí, es el que contesta a aquellos que estaban sorprendidos que Shaul esté entre los profetas, y les dice, que la profecía no es cuestión hereditaria para que sea pasada de padre a hijo, pues todos aquellos otros profetas que estaban allí, sus padres no eran profetas y ello no les impidió alcanzar ese nivel espiritual.

Radak explica que el proverbio que pasó a utilizarse a partir de este caso, hace alusión a un individuo que, sin estar preparado, llega a alcanzar un rango alto.

Versículo 13: Daat Mikrá sostiene que el motivo por el cual Shaul va a la cima de la colina, es porque allí estaba el arca que contenía las tablas del pacto y quiso brindar allí ofrendas a Dios por todo lo que le había acontecido, tanto por lo del reino como así también por la experiencia que había vivenciado junto a los profetas.

Otros sostienen que justamente, por ser que allí, junto al arca (y lo que ella representa) es donde se inspiraron los profetas que se había encontrado, es que Shaul quiere ir allí, para pedir y suplicar a Dios Su ayuda y orientación.

Versículo 14: Si bien el término hebreo Dod puede traducirse como tío, también puede entenderse como: un ser querido, un gran amigo. Daat Mikrá sostiene que, probablemente se trata de las dos cosas, un tío que era alguien muy querido y cercano a Shaul.

Malvim, sostiene que, al ser que este familiar conocía muy bien a Shaul, sabía que era imposible que Shaul llegue a ese nivel espiritual que acababa de experimentar, y que el resto de los que profetizaron, lo habían logrado gracias a la preparación y los caminos que Shmuel les había indicado, es por eso que trata de indagar qué es lo que había sucedido y en dónde habían estado.

Versículo 15: Cuando Shaul le dijo que fueron a lo de Shmuel, el tío de Shaul, supo que eso no era algo fortuito ni un encuentro sin importancia, y que cada palabra de Shmuel era como un brillante que debe ser pulido y apreciado. Por lo tanto, si eso fue lo que ayudó a que Shaul alcance ese grado espiritual tan elevado, le suplica que le revele a él también qué fue lo que le dijo Shmuel, así él también podría alcanzar ese nivel; como si se tratase meramente de una palabra mágica o alguna contraseña (Password).

Versículo 16: Los comentaristas, resaltan la grandeza y humildad de Shaul, que no comentó a nadie que Shmuel lo había ungido como rey.

Don Isaac Abarbanel dice que tal vez, Shaul interpretó que Shmuel quería que ese tema permanezca en secreto, y lo dedujo así porque cuando lo ungió, le pidió que el criado de Shaul no esté allí.

En el tratado de Meguilá 13b dicen los sabios que merced a esta gran cualidad de humildad que tenía Shaul, tuvo el mérito de que de él descienda la reina Esther, que se condujo de la misma manera, tal como dice en Meguilat Ester 2:10 Ester no dijo nada ni dio a conocer ni su pueblo ni su parentela

Versículo 17: Mitzpá quedaba dentro del territorio de Biniamín.

Acorde a la opinión Abarbanel, Mitzpá, fue en donde Dios le había respondido a Yehoshua cuando luchó contra los reyes que salieron en su contra, y por ser que Dios obró en aquella ocasión una gran salvación para el pueblo de Israel, seguramente habrán construido un altar en ese preciso lugar. También en el capítulo 11 versículo 11 dice: Y habló Iftaj todas sus palabras delante del Eterno se refiere que juntó a todo el pueblo y les habló delante de ese altar que habían construido en honor a Dios en Mitzpa.

Mitzpá, en la actualidad queda muy cerca de donde hoy en día está la ciudad de Ramallah.

Los que conocen esa zona, dicen que se trata de una colina, que tiene la forma de anfiteatro natural, que puede contener decenas de miles de personas allí y que, por su acústica especial, todos pueden escuchar si un individuo habla, sin necesidad de utilizar un alta voz.

Versículo 18: Don Isaac Abarbanel dice que el motivo por el cual Shmuel vuelve a repetir esto, es porque ya había pasado un tiempo determinado desde que habían venido a Shmuel para pedir un rey, y al reunirlos nuevamente, entonces el pueblo podría haber pensado, que ahora, es la voluntad de Dios instituir un rey, es por eso que vuelve a repetir todo esto, para que les quede claro que no fue por voluntad de Dios o de Shmuel que les está instaurando un rey, sino porque ellos lo exigieron.

Les recuerda que fue Dios el que los sacó de Egipto y los salvó de todos aquellos enemigos que los oprimieron sin necesidad de tener un rey.

Algo similar opina Malvim, Shmuel les advierte que, no es por su propia iniciativa personal que les proclamará un rey ni por una necesidad real, sino porque el pueblo lo pidió, y porque se hastiaron de que sea Dios quien los conduzca.

Y tal como Dios los salvó de enemigos tan poderosos y malvados como el faraón, Él no ha cambiado, y continuará salvándolos, siempre que el pueblo lo amerite.

Por lo tanto, les dice que no es Dios el que los ha abandonado, sino que sois vosotros los que dejan a Dios, tal como dice el próximo versículo.

Versículo 19: Tal como había dicho anteriormente en el capítulo 8 versículo 7: pues no te han despreciado a ti, sino que a Mí me han despreciado para que no sea rey sobre ellos.

El motivo por el cual los convoca por tribus y por familias, es para elegir al rey que ellos habían pedido, y echar suerte y ver qué tribu y qué familia es elegida, de esa forma todos sabrás que fue escogido de manera correcta, y sin favoritismo.

El método utilizado, será el mismo que usó Yehoshua para asignar el territorio de Israel a cada tribu. Por un lado, se echará suerte y por otro, se utilizarán los Urim Betumim (las piedras preciosas que estaban en el pectoral que vestía el sumo sacerdote)

¿Cómo era posible las dos cosas? Tal como se hizo con la repartición de la tierra, se colocaron los nombres de cada tribu en una caja cerrada, el sumo sacerdote, utilizando los Urim betumim, decía primero que tribu sería la escogida y luego que decía esto, uno de los jefes de las tribus, o tal vez Shmuel, sacaba sin mirar, un pergamino de la caja, y salía exactamente lo que los Urim bitumim Habían dicho minutos antes. De esta manera quedaba demostrado que era por voluntad Divina que esa tribu sea la seleccionada, y así se seleccionaba una familia de esa tribu, y luego un hombre de esa familia.

Radak dice que todo esto fue hecho así porque si Shmuel hubiera dicho que Shaul sería el que reinaría sobre todo Israel, las demás tribus se hubieran sentido despreciadas al no haber sido seleccionadas o que hubo algún tipo de favoritismo, o que la elección no fue correcta, es por eso que con el afán de que nadie en el pueblo pueda sospechar, es que se hacía a la vista de todos, para que vean que fue por elección de Dios.

Versículo 20: Probablemente cada tribu habrá designado un representante que pueda ver de cerca el proceso de sorteo y lo que decían los Urim Betumim y ellos son los que estaban delante de Shmuel.

Versículo 21: Don Isaac Abarbanel dice que el motivo por el cual la elección del rey debía hacerse por Dios, es por tres motivos:

a. Para que todas las tribus lo acepten y no se subdividan, aceptando algunas a determinado rey y las otras a otro.

b. Por cuando que el rey debe tener cualidades muy especiales, que no se altanero ni ambicioso, tal como dice la Tora en Debarim 17:15-20, y solamente Dios es el que puede conocer cabalmente a las personas, tal como dijo Moshé: Escoja el Señor, Dios de todas las almas, un individuo que sea el líder de la asamblea. Refiriéndose a que Dios, que es el que conoce el interior de cada alma, pueda designar a alguien apropiado.

c. Si el rey fuera elegido por la congregación, entonces, de alguna manera, el rey dependería de ellos y debería consentirlos, y tratar de hacer cosas para lograr que lo sigan apoyando. En cambio, al ser elegido por Dios, el rey no debe hacer miramientos a los miembros del pueblo, sino que decidirá lo que es correcto, sin importar si ello no les agradaría a ciertas élites.

Es de resaltar que, el hecho que Shaul no se encuentre allí presente, habrá puesto a Shmuel en una situación de apuro, pues Shmuel nombra a viva voz que Shaul es el escogido, y él no está allí. Es como que todas las luces del escenario están enfocadas en el escenario para iluminar al artista principal, al protagonista, y este no está, la luz queda enfocando un lugar vacío en el escenario y la gente comienza a murmurar y cuestionar la elección de Shmuel…

Versículo 22: Volvieron a consultar a Dios, por medio de los Urim Betumim, pues al haber sido designado Shaul, inmediatamente fue consagrado rey.

El motivo por el cual estaba escondido, es porque actuó con exceso de vergüenza y humildad, pues sabía Shaul que él sería escogido, y para evitar tener que estar ante todas las miradas, prefirió estar apartado de todos y se quedó junto a las pertenencias y a los animales que habrán traído todos los que habían venido a Mitzpá.

De aquí, aprendieron los sabios que todo aquel que persigue el honor, éste se escapa de él, y todo aquel que se aleja del honor, el honor lo persigue.

Más aún dijeron los sabios: la grandeza y el honor, son muy nocivas para el ser humano, vemos que Shaul cuando fue escogido rey, se escondió para no ascender al trono, y luego, cuando se le comunicó que ya no sería más rey, sino que David fue escogido como rey, lo persiguió durante toda su vida para matarlo.

Versículo 23: El motivo por el cual se apresuraron y corrieron a buscarlo, es porque ya la gente que estaba allí, se habrá empezado a impacientar y de seguro, al no estar allí el designado, no habrán faltado voces que exigieran que se haga una segunda selección o sorteo. Es por eso que corren a buscarlo, para evitar discordias.

Este exceso de humildad por parte de Shaul, era demasiado, hay momentos en que no hay que ser humilde por demás, tal como aprendemos de Moshé, cuando Dios lo seleccionó para que vaya a Egipto a redimir al pueblo de Israel.

Esta actitud de Shaul, además de avergonzar a Shmuel, como dijimos en el versículo 21, causó que Shaul no esté presente cuando se hizo la elección del rey por medio del sorteo y los Urim Betumim, como explicamos en el versículo 20, por lo tanto, Shaul no pudo ver que, su elección como rey, fue hecha parte de Dios, y, a sus ojos, su elección como rey, fue cuando Shmuel lo ungió, y no pudo ver que fue Dios, tal vez, eso fue lo que le jugará en contra cuando sea la guerra contra los Pelishtím; pues si estuviera completamente seguro que Dios lo escogió para ser rey de Israel, entonces no hubiera temido como nos dirá más adelante en el capítulo 13 versículo 7.

de los hombros arriba sobrepasaba a todo el pueblo Aquel que se empequeñece, Dios lo engrandece por sobre los demás.

Versículo 24: Don Isaac Abarbanel explica, que Shmuel, le dice al pueblo, que comprueben con sus propios ojos, que la selección por medio del sorteo y de los Urim Betumim es la correcta y fue obra de Dios, por cuanto que el hombre elegido, ya sea por su aspecto físico como así también por sus cualidades morales es digno de ocupar el cargo de rey y que no hay otro como él.

Versículo 25: Acorde a la opinión de los comentaristas se refiere a las leyes que la Tora estipula para el reinado, no a las leyes del rey en particular, sino a las obligaciones del rey con respecto al pueblo y del pueblo para con el rey. Que el pueblo debe respetarlo, temerle y no desobedecer sus órdenes y las penas para aquellos que lo desobedecen o atentan contra su autoridad.

Shmuel las escribe y las deja como testimonio para las futuras generaciones, y las coloca ante el arca de Dios, tal como dice con Moshé, que colocó el frasco con la muestra del Man ante Dios, como testimonio para las futuras generaciones, y allí dice que lo colocó en el tabernáculo junto al arca de Dios.

También Yehoshua en 24:26 había hecho algo similar.

El pueblo no quería irse, hasta que el mismo Shmuel debió decirles que regrese cada cual a su casa.

Versículo 26: Shaul es humilde y sencillo, (probablemente aprendió de los profetas) es por eso que, cuando Shmuel ordena al pueblo que se desconcentre, él vuelve a su casa como uno más, pues así lo habían hecho los Shofetim, Yehoshua y el mismo Shmuel, ninguno de ellos vivía en palacios, sino en casas comunes, como los demás.

Daat Mikrá dice que esta gente que se quedó con Shaul lo hicieron para honrar al nuevo rey y para servirlo, era gente valiente que estaban imbuidos del espíritu de Dios, para hacer algo bueno por el pueblo de Israel.

Probablemente sean los que se pondrán a su servicio, como ministros y los que lo van a ayudar con los asuntos del reino y la organización del estado y el ejército.

Versículo 27: En contraposición con los hombres valientes que fueron con Shaul y lo honraron, hubo otros en cambio, que se burlaron de Shaul y para deshonrarlo más aún, ni siquiera le brindaron algún tipo de ofrenda como era la costumbre para honrar a los monarcas.

Don Isaac Abarbanel dice que estos hombres argumentaban que Shaul no provenía de alguna de las familias importantes del pueblo, ni siquiera de una de las grandes tribus, como para que puedan acudir en su ayuda.

Malvim va más allá y explica que en realidad estos malvados, eran parte de aquellos que habían pedido un rey para que los juzgue de acuerdo a la usanza de los demás pueblos, y no tener que estar sometidos a las leyes de la Tora, es por eso que al ver que se trataba de Shaul, que fue escogido por Dios y que los hombres piadosos del pueblo se apegaron a él, entonces vieron que las esperanzas de que sus anhelos se hicieran realidad eran realmente muy lejanas.

Acorde a la opinión de Daat Mikrá, Shaul, hizo como que no los escuchó. Los sabios consideran que Shaul no obró bien al dejar pasar esa ofensa al rey, pues la ley establece que un rey no puede permitir una ofensa a la investidura del rey, pues él había sido designado por Dios, y con su silencio sembró la duda de que tal vez, ellos tenían razón, y que él no era digno para ese puesto.